30 mayo 2010

Se acabó


Se acabó. No soy tu felpudo. Soy una persona con sentimientos y tú no mereces que yo sufra por ti. Eres cruel, mala persona, malvada. Lo que has hecho solo puede tener una explicación, un objetivo: hacerme daño. Claramente mis lágrimas te hacen sentir bien. Por eso mismo, no tienen sentido. Lo que siento en realidad no es por ti, es por la persona que creía que eras. La persona que eres solo me produce vacío. No es a ti a quien amo, no es contigo con quien soñaba, no es por ti por quien he llorado, no es a ti a quien deseaba, no es a ti a quien lamentaba no haber elegido, no es por ti que después de todos estos años sigo aquí. Tú, la persona de verdad, tienes el corazón muerto. Estás tan llena de maldad y de crueldad que no sientes nada por nadie. Todos te dan igual. Sigue buscando personas a las que hacer sufrir, que no te importarán nada, a las que exprimirás para intentar obtener lo máximo de ellas pero que no significarán para ti lo más mínimo. Ve de una a otra sin dejar que te hagan sentir. Ni tus amigos, ni tus exs, ni tu familia, ni tus gurus, ni tus nada. Esas personas a las que cosificas y transformas en objetos, piedras con las que dices llenar tu muro, están vivas y tienen un corazón que late. El muro sin embargo es tu corazón, que es de esa piedra inerte.

No te preocupes tanto por poder ser fría cuando quieras con quien quieras. Eres libre para ello. La frialdad no es algo que se elige, es algo que se siente, que se es. Y tú lo eres sin duda. ¿Dónde está tu corazón? ¿Dónde están todos esos sentimientos que has dicho tener? Estás tan muerta por dentro que no sabes ni has sabido nunca lo que es amar. Solo te preocupa tu reputación. Pues quédate con ella, porque finalmente no tendrás ninguna otra cosa. Reputación de hija de puta.

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27 mayo 2010

Tiempo de espera

No hay nada más desesperante que tener que esperar sin saber si la respuesta va a llegar en algún momento. Esperar siempre es difícil, pero cuando no sabes si finalmente tendrá algún sentido, ya se convierte en un imposible. ¿Cómo voy a pasar los días esperando tu mensaje? ¿Cómo voy a dormir por las noches sin saber si me volverás a hablar? ¿Cómo voy a centrarme en otras cosas cuando en mi mente solo hay tiempo? Tiempo, sí, tiempo que pasa, tiempo que parece que no avanza. Tiempo que minuto a minuto solo me repite una cosa: que no me contestas. Tiempo que sufro. Que me desespero. Que me siento perdida y que no sé qué hacer de mí. Noches sin sueño. Mañanas sin fe. Días sin paz. Tardes sin esperanza. Más noches sin sueño. ¿No me vas a contestar nunca? ¿Por qué?

No hay nada que te haga sentir más vacío que sentir que no significas nada de nada para alguien a quien amas. ¿Cómo puedo significar algo para ti si ni siquiera me contestas? No soy nada. Solo soy espera. Espera vacía que se queda en nada. Nada que se llena de dolor. Dolor vacío. Vacío doloroso por no ser nada.

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26 mayo 2010

Pensando en ti

Pensando en ti, en tus abrazos, en consolarte, en tu cuerpo delgado, en el olor de tu perfume, en la aspereza de tu pelo... Después de soñarte dormida ya no me quedaba otra que imaginarte despierta. En tu sofá. Delgada, suave, áspera, tímida, atrevida, asustada, traviesa, lanzada, huesuda, blanca, desnuda... entre mis brazos. Con tu mano entre mis piernas, con tu boca entre mis pechos. Tu mano que es la mía, tu tersa piel que es con lo que sueño, tus besos que solo recibiré de este modo. El éxtasis, el deseo, el amor, la tristeza. Todo una fantasía. Nunca serás mía. Nunca me invitarás a dormir contigo. Nunca me atreveré a invitarme yo. Sin embargo, aquí y ahora, por una noche te tengo toda para mí.

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25 mayo 2010

Sin abrazo


A veces cuando más quieres dar un abrazo es cuando menos te atreves a hacerlo. Por suerte, existen los sms para enviar por escrito lo que uno no se atreve a hacer de forma física.

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23 mayo 2010

Revistas para lesbianas

Estuve en Berkana (la librería LGBT de Madrid que tiene más cosas sobre chicas) hace unos días hojeando las revistas que hay para lesbianas y comparándolas con las que hay para gays. Parece que como con todo en el ambiente, también las revistas de hombres son, cómo no, muchas más. Y además mucho más diversas. Hay revistas serias y revistas de cotilleos. Hay revistas activistas y revistas sexuales. Hay revistas para todos los gays y revistas para alguna de las subculturas (osos, BDSM, etc.). Hay revistas muy comerciales y revistas alternativas. Hay fotos de chicos jóvenes tipo modelo y fotos de hombres más comunes. Vamos, hay una amplia variedad en la que elegir según tus preferencias. 

Sin embargo, las revistas para mujeres son muy escasas. De hecho había solo 4 publicaciones diferentes. Tres de ellas en inglés, una en español. La española una revista bastante alternativa que parecía sacada de una impresora de un ordenador de un sótano.

Me llama la atención no solo la falta de cantidad sino la falta de diversidad. O bien son revistas comerciales de actualidad con artículos sobre cotilleos, famosos, belleza, cine y literatura LGBT y similares o bien son revistas con artículos largos y pensados, sin apenas imágenes, sobre sentimientos, activismo, feminismo y similar. Lo curioso es que en ambos tipos de publicaciones las mujeres suelen ser modelos parecidas a las de cualquier revista de esas consideradas para mujeres en general (léase como heterosexuales). Aparentemente la mayoría de las lesbianas son modelos femeninas con ropas de moda y bellas según los estándares de la sociedad. No hay tantas mujeres de pelo corto, gordas, actitud masculina, ropa deportiva, sin maquillaje, etc. 

Me pregunto pues por qué las revistas de chicas lesbianas son tan uniformes. Parece que han cogido el modelo de una revista de mujeres cualquiera y le han añadido algunos toques homosexuales: cine, literatura, lugares de ambiente, etc. Pero la esencia es la misma. Mujeres que tienen que ser femeninas. Que tienen que ser bellas. Que tienen que ir a la moda. Que tienen que estar delgadas. Que tienen que tener éxito profesional y personal. Que tienen que ser jóvenes. Que tienen que hablar de sus sentimientos. Que no tienen que interesarse demasiado por el sexo...

Especialmente este último aspecto me desconcierta. No entiendo que esas revistas, que en realidad van dirigidas a mujeres cuya única diferencia en teoría con las demás mujeres es que la persona con la que tienen sexo es otra mujer, no hablen más justamente de esa diferencia: el sexo. No comprendo cómo es posible que el sexo lésbico ocupe tan poco espacio en algo que se supone que es para lesbianas y bisexuales. En las revistas que vi no encontré ninguna imagen sexual explicita. No encontré casi ninguna referencia al sexo. ¿Por qué? ¿Acaso las mujeres no tienen interés en el sexo? ¿O más bien es que incluso haciendo sus propias revistas se dejan influir por los prejuicios de la sociedad aceptando el rol de castas y puritanas que se supone que debemos tener las mujeres?

Los chicos gays tienen infinidad de revistas pornográficas de sexo entre hombres. Sexo muy diverso. Multitud de subculturas. Las chicas lesbianas que yo sepa no tienen ninguna revista pornográfica de sexo entre mujeres. De ningún tipo. ¡Es que no hay ni una sección en las revistas generales! O yo soy marciana o esto no es normal...

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22 mayo 2010

De mejor amiga a un silencio tensísimo

Hace unos días estuve con la que era mi mejor amiga durante mi adolescencia. Amiga de verdad a la que adoraba sin sentir enamoramiento. Con ella compartí muchos momentos buenos y muchos malos, muchas risas y algunos llantos. Siempre mi compañía por aquel entonces, siempre el teléfono al que llamar cuando me apetecía hablar, cuando me apetecía hacer un plan, cuando estaba bien y cuando estaba mal. Siempre a unos minutos de la casa de mis padres y yo de la casa de los suyos. Tantos viajes juntas, tantas tardes, tantos planes, tantos secretos compartidos. ¿Y en qué se ha quedado todo? Algo más de una década después aparentemente no tenemos nada que decirnos. El silencio es tan tenso que, como dice la canción, se puede cortar con un cuchillo. La conversación tan indiferente y tan trivial que no significa nada ni para ella ni para mí. Nuestras formas de ser tan lejanas que parece que ya no podemos compartir nada. El encuentro tan incómodo que dudo mucho que si seguimos así tengamos muchos más. La vida a veces es muy triste.

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21 mayo 2010

Falta de actividad

Esta semana no estoy muy activa con el blog. No es porque ya no tenga cosas que decir ni porque me haya cansado del blog, muy al contrario, sino porque en mi vida ahora estoy en medio de una marea que ocupa tantísimo espacio de mi cerebro que si escribiera solo lo podría hacer sobre esas cosas que me absorben o, si no, lo haría de una forma menos profunda de lo que deseo sobre las demás cosas. Por eso hay esos días de pausa.

Cuando empecé a escribir este blog pensé que podría utilizarlo entre otras cosas para escribir sobre esos asuntos como este que me tiene ahora perdida, pero en realidad no es así. Al final va a resultar que la sociedad tiene razón y que no se pueden decir las cosas de forma abierta siempre, porque a veces no es el momento. 

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19 mayo 2010

No quiero irme cuando está mal

Unas horas una tarde y me he quedado tan afectada que me he pasado la noche entera soñando con ella. Afectada porque veo que está triste. Porque sus lágrimas me duelen en el alma. Porque no sé qué hacer para que se sienta bien, para sacarla de ese vacío en el que se siente. Afectada porque es para mí tan importante y siento tanto amor por ella, pero no sé cómo hacer que ese amor que siento le dé un poco de alegría y un poco de ganas de vivir. Afectada porque sé que me tengo que ir lejos y que no está bien y que no estaré aquí para consolar sus lágrimas, escuchar sus preocupaciones, acompañarla, abrazarla. A veces esto de vivir en otro país que el de algunas de las personas a las que más quiero es muy duro y siento que pierde el sentido. Irme cuando alguien a quien quiero está mal. Cuando sé que quiero estar aquí. Cuando lo que de verdad me apetece es abrazarla y quedarme a su lado. ¿Por qué me tengo que ir?


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18 mayo 2010

Duerme conmigo

Todes me dicen que no es el momento, pero yo siento justo lo contrario. Estás a unos metros de mí. Duermes sola en tu casa. Estás triste. Invítame a dormir. Yo solo quiero dormir abrazándote. Déjame abrazarte.

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17 mayo 2010

Día de la Bifobia

De esto ya me quejaba hace año en este blog. Hoy vuelve a ser el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. Pero, ¿y la bifobia? ¿Por qué se excluye tan claramente nuestra existencia en un día como hoy? La respuesta para mí está clara: ¡por bifobia! Y ya es grave que en este día que la comunidad LGBT pretende llamar la atención sobre los problemas de discriminación que todavía sufrimos ellos mismos caigan en el mismo error y nos dejen fuera. Los bisexuales existimos, tenemos una identidad definida, no estamos confusos, no somos gays en el armario, no somos lesbianas con ganas de probar pollas, no somos heterosexuales con ganas de jugar, no somos egoístas avariciosos que lo queremos todo, no somos medio-heterosexuales o medio-homosexuales... SOMOS PERSONAS y SOMOS BISEXUALES. El hecho de excluirnos en un día como hoy solo muestra una vez más lo que vengo diciendo en varias de mis entradas: la bifobia existe tanto entre los homosexuales como entre los heterosexuales

Nosotros los bisexuales sufrimos problemas de discriminación exactamente igual que los homosexuales o transexuales. Nuestras formas de vida no son comprendidas, nuestras parejas no son aceptadas, nuestras identidades son rechazadas. En este día dejarnos fuera de la celebración y por tanto de la conciencia pública, tanto dentro como fuera del ambiente LGBT, es la prueba más clara de que deberíamos estar incluidos y debería hacerse especial mención a nuestra existencia. Si no, ¿para qué poner la B dentro de las siglas de nuestros colectivos? Para mí desgraciadamente hoy me parece que es el Día Institucionalizado de la Bifobia en el ambiente LGT.

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13 mayo 2010

La bandera del poliamor

Ayer explicaba en este artículo lo que es la poliamoría o el poliamor y de pasada comentaba que existen símbolos para identificarse. Hoy quiero explicar cuáles son los dos más importantes e invitaros a utilizarlos.

El más común es para mí también el mejor. Se trata de un corazón rojo con un símbolo de infinito en azul. La imagen es muy clara. Los sentimientos y relaciones no tienen que ser únicos, se pueden sentir infinitas cosas por infinitas personas.


De este símbolo a mí me gusta especialmente este que os puse también ayer, porque el color cambiante del símbolo de infinito me recuerda a la bandera bisexual, una progresión entre azul y rosa.



Luego está bandera con la pi griega, que es la letra inicial del prefijo poli (muchos) proveniente del griego. Los colores tienen significado. El azul es la honestidad y apertura entre todos los miembros de la pareja. El rojo es el amor y la pasión. El negro es la solidaridad con aquellos que esconden sus relaciones por presión de la sociedad. El color dorado de la pi expresa el valor que se le da a las relaciones, que no son simplemente sexo. 


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12 mayo 2010

Poliamoría o poliamor

Desde hace ya tiempo tengo puesta en mi Facebook una bandera que me representa a la perfección y que es muy poco conocida, pero sin embargo hasta hoy no he sentido la inspiración para escribir sobre este tema. Se trata del símbolo que identifica a las personas como yo, que sienten poliamor. Cada vez que hablo de ello me doy cuenta de que la gente no conoce el término, y tampoco está muy abierta a la posibilidad de la existencia de gente como yo, por eso creo que tengo que explicar aquí en lo que consiste.

El poliamor o la poliamoría (ambos términos son utilizados con frecuencia) se puede referir tanto a una relación en concreto como a una filosofía y una forma de vivir las relaciones. Yo me inclino a pensar que si existe la relación poliamorosa es porque sus integrantes tienen, sabiéndolo o de forma menos consciente, una filosofía poliamorosa. Por tanto diría más bien que hay personas poliamorosas, como yo, relaciones poliamorosas, como la que yo creo tener con K, y un movimiento que incluso sin saberlo nos une a los que pensamos así, el poliamor.

Una persona poliamorosa afirma que sentir amor y enamoramiento por una persona no es incompatible con sentir amor y enamoramiento por otras personas. Es decir, que se puede estar enamorado de dos o más personas de forma simultánea. Y se puede amar a muchas personas en el mismo momento. Y por lo tanto, una persona poliamorosa habitualmente deseará tener una relación poliamorosa en la que pueda tener una relación sentimental y sexual (aunque no necesariamente) con varias personas al mismo tiempo. Esta relación seguirá una filosofía poliamorosa en la que lo importante no es la exclusividad de los sentimientos por la persona con la que se tiene una pareja o la exclusividad a la hora de tener sexo con esa persona, sino la sinceridad, la apertura, la confianza de forma profunda, la amistad, la comunicación y negociación, la libertad, el respeto a los sentimientos y deseos de la pareja, la falta de sentimiento de posesión sobre la pareja... Es decir, que lo importante no es lo que tradicionalmente se considera como la esencia de una pareja, fidelidad sexual y amorosa, sino la sinceridad de los sentimientos y actos en un marco de honestidad, respeto, amor y libertad.

La esencia de una relación poliamorosa es que no se considera a la pareja como una propiedad que te pertenece tanto en sentimientos como en cuerpo. La persona con la que estás es libre para sentir y hacer lo que desee con su cuerpo, su corazón o cerebro y su vida. No es tuya, y por tanto no puedes exigirle fidelidad y exclusividad sexual ni amorosa.

Esta esencia se basa en una creencia: las personas no somos monógamas por naturaleza sino por cultura. A todos nos atraen diversas personas y todos podemos sentir distintos amores por personas diferentes de forma simultánea. Por ello, el amor que tu pareja siente por otra persona diferente a ti no hace ningún daño a tu relación, porque eso no significa que tu pareja no sienta amor por ti. Y que tu pareja tenga una relación sexual y amorosa con otra persona no tiene que dificultar tu relación, porque eso no significa que no desee estar contigo, que quiera más a la otra persona o que no se esté tomando en serio sus sentimientos por ti ni su compromiso con tu relación. Por tanto, en lugar de intentar que tu pareja no tenga otras personas o simplemente tolerarlas como "un mal necesario", como persona en una relación poliamorosa consideras que para que tu pareja sea feliz debe estar con esa otra persona a la que ama, y por tanto más que tolerar a la tercera persona la aceptas e integras como una parte importante y significativa de la vida de la persona con la que tienes la relación. De hecho se cree que esa tercera persona puede hacer tu relación más fuerte y más estable, porque la persona con la que estás es más feliz y se enriquece del contacto con otra persona.

Existen multitud de tipos de relaciones poliamorosas. En algunas los miembros tienen relaciones entre ellos. Es decir, por ejemplo tres personas tienen una relación en la que las tres sienten amor y tienen sexo con las otras dos personas. También existen relaciones poliamorosas de grupos cerrados de varias personas. O relaciones en las que dos parejas tienen relaciones entre ellas. Y lo más habitual a mi entender: relaciones en las que cada persona de la pareja es libre para tener a terceras personas de las que están enamoradas y con las que tienen una relación sentimental, sexual o ambas cosas. Es decir, tres personas, en las que dos son pareja con la tercera, pero no entre ellas.

Es importante destacar que el poliamor no es lo mismo que aceptar que la pareja tenga relaciones sexuales sin compromiso. Vamos, el típico "echar un polvo de una noche con un desconocido durante una borrachera". Muy al contrario lo que se acepta aquí es que la pareja tenga una vida importante y significativa, con sentimientos y actos con otra persona diferente. No se trata por tanto de la típica definición de una pareja abierta, aunque muchas personas que definen su relación como una pareja abierta lo que están hablando es de poliamor sin conocer el término. O eso es lo que hacía yo al menos.

En mi caso en concreto hasta hace muy poco tiempo no conocía que existía el término ni que hubiera grupos de gente poliamorosa que se reúnen y hablan del tema. Sin embargo, basándome en mi propia vida y en mi propia experiencia con mis parejas había llegado a la misma conclusión

Durante años tuve una pareja cerrada en la que no se podía sentir nada por nadie, y menos hacer algo sexual. Eso, no obstante, no evitó que tanto mi pareja de entonces como yo sintiéramos y a veces hiciéramos cosas con otras personas. Evitó sin embargo que diéramos expresión a sentimientos que teníamos por otras personas y eso desde luego a mí me hizo muy infeliz. Ni mi ex ni yo sabíamos lo que la otra hacía, sentía o quería y ambas teníamos mala conciencia por las cosas que nos iban surgiendo fuera de la pareja. Teníamos una relación poco sincera, basada en valores en los que no creía y con los que no me sentía a gusto. Y al final acabó como tenía que acabar. Una de las dos se fue con otra persona.

En mi relación con K las cosas son completamente diferentes. Hablamos de TODO sin tapujos. Y nos damos la libertad para hacer y sentir cosas por otras personas. Desde el principio hemos funcionado así, y creo que nuestra relación es mucho mejor que la que podría tener con cualquier persona que me prometa exclusividad, amor eterno y fidelidad mental y física. Esas promesas lo único que hacen es diezmar la libertad y empobrecer la relación, además de ser puras mentiras. Mi amor por K es mucho mayor y mis ganas de estar con él también lo son sabiendo que soy libre a su lado, sintiendo que me quiere tanto que desea mi felicidad y que ello también incluye que sinceramente se alegre cuando me va bien con otras personas. No me ve como una posesión. Me ve como a una persona. Y esto significa con facetas múltiples, sueños diversos, sentimientos hacia varias personas, deseos variopintos... Una persona que es más feliz si elige estar con él que si promete estar con él da igual lo que pase.

Si alguno de vosotros tiene una relación poliamorosa y desea compartir la experiencia, por favor, dejad un mensaje en los comentarios. Es hora de salir del armario también como personas poliamorosas en relaciones libres de ese yugo social que impone fidelidad sentimental y sexual y lleva a un sinfín de mentiras, sentimientos de culpa e infelicidad.

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11 mayo 2010

Ser católico sin saber lo que significa

Viviendo en un país protestante como es Dinamarca, aquí los habitantes tienen bastante clara la diferencia entre su rama del cristianismo y las demás, especialmente aquella contra la que protestaron, es decir, el catolicismo. En España, sin embargo, me parece que los católicos no lo tienen tan claro. Para ellos parece que ser cristiano es exactamente igual a ser católico. Cuando les preguntas por qué dicen ser católicos dan respuestas vagas que lo único que hacen es mostrar que en realidad no saben la diferencia entre ser cristiano y ser católico. Hablan de Jesús, de la Biblia, del Evangelio, de la Virgen... Y no comprenden que la esencia de su fe católica es creer en esa Iglesia Romana con un Papa a la cabeza que impone su doctrina y su forma de interpretar la fe cristiana. De hecho, muchos españoles que dicen ser católicos critican al Papa actual, no están de acuerdo con una parte de la doctrina oficial de la Iglesia Católica y más que nada lo que pasa es que creen en la figura de Jesucristo o de la Virgen tal o cual.

A mí sinceramente me desconcierta que haya alguien que pueda identificarse con algo tan claramente y no sepa lo que significa. Me desconcierta, pero sobre todo me hace no tomarme tan en serio su fe. Si no saben ni en lo que creen, ¿por qué creen en ello?

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09 mayo 2010

Ropa de mujer

No me gusta nada ir de compras. Más bien se podría decir que casi lo odio. Por eso lo voy dejando casi hasta que no me queda otro remedio y los zapatos, la ropa o lo que sea se cae a trozos de viejo. Y entonces tampoco me siento con ganas de hacerlo. Así que al final voy lo que otros con seguridad consideran hecha un desastre...

Cuando finalmente me decido y voy a comprar, es una tortura. La ropa disponible no me suele gustar. Y la que me gusta tampoco me suele quedar bien. Siempre he tenido problemas para sentirme interesada por la ropa que se supone que es para mujeres. No me siento identificada con toda esa ropa. No entiendo por qué la ropa de mujer tiene que ser tan diferente de la de hombre, porque tiene que ser más incómoda, más ajustada, más escotada, más llena de adornos, más infantil, más pija, más estampada... Vamos, que es entrar en una sección de mujer y sentirme asqueadita de la cantidad de cosas que se supone que tengo que ser y que debo aceptar. Mujer femenina, infantil, sexy, pija, elegante, provocativa, recatada... 

Lo malo es que tampoco lo puedo solucionar comprándome ropa de hombres. La mayor parte del tiempo es demasiado grande y está diseñada para cuerpos de hombre que no son como el mío y por tanto no me queda bien. Con lo que al final tengo dos opciones: o no comprar nada o comprar ropa deportiva de mujer, que es más parecida a lo que yo busco, y unas cuantas cosas de hombre que sí que se adapten a la forma de mi cuerpo.

Durante años me era tan difícil adaptarme al aspecto físico que se supone que debo tener siendo una chica que en cierto modo me sentía de otro género diferente. Ahora creo más bien que lo que sucede es que la sociedad insiste en encasillar lo que se supone que es una mujer en unos parámetros con los que no me identifico, pero eso no significa que yo no me sienta mujer o que no lo sea. En principio la ropa y los accesorios nada tienen que ver con el género al que uno pertenece. Es la cultura la que decide lo que es masculino o femenino a la hora de vestirse, peinarse, etc.

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07 mayo 2010

La oficina de información turística en Copenhague

Cuando uno va a la oficina de información turística de Copenhague cree que va a recibir ayuda desinteresada porque es un organismo municipal que está ahí para promover e informar a los turistas, pero la realidad es que se comporta como una empresa y a ti te ve como a un cliente. Eso significa que no pretende ayudarte, aunque eso parezca, sino que quiere tu dinero.

Aparentemente para empezar te clasifican en nivel económico, por tu aspecto físico, ropa, etc. Según si les pareces pudiente o hippie cochambroso, te dan unos folletos con información u otros. Cuentan con tres niveles y solo dan el más bajo "cuando no queda más remedio y porque tienen que hacerlo". Por tanto, si vas con un aspecto un poco pijo tu visita a Copenhague te va a resultar mucho más cara, porque te van a recomendar e informar sobre sitios caros para que dejes más dinero en el país.

Para seguir, ese sistema de clasificación lo utilizan también a la hora de ayudarte con reservas, tours, etc. Si vas con una mochila y agujeros en los zapatos te buscarán la opción más barata, pero como no sea así tendrás que pagar más de lo necesario. Y por supuesto, aunque te digan que no cuesta nada reservar a través de ellos, eso no es cierto. De hecho, el dinero que ingresan es básicamente de vender reservas de hoteles y tours por Copenhague y las cercanías.

Además, los empleados de la oficina no deben emplear (lo que ellos llaman malgastar) su tiempo con turistas que no van a comprarles nada. Así que si solo quieres información verás que no te dejan muchas opciones para preguntar más de lo debido. Sin embargo, si les compras de todo, podrás recibir una atención mucho más personalizada y correcta.

Para terminar, todos los sitios que aparecen en los catálogos o que están expuestos en la oficina han pagado por ello. Eso significa que no son necesariamente ni los mejores, ni los únicos, ni los más baratos, ni los más interesantes. Son los que pagan para que a ti te envíen allí.

No sé si es lo mismo en las demás oficinas de información turística del mundo. En Alemania estoy casi segura de que es igual, pero no tengo la certeza y conocimiento de primera mano. En España, tal vez porque no soy turista con acento, pero nunca me ha dado esa impresión.

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04 mayo 2010

La terapia cráneo-sacral en lo profesional

Siendo una persona muy escéptica por naturaleza, las terapias alternativas no me suelen parecer lo suficientemente racionales ni lógicas como para darles una oportunidad. Ayer, sin embargo, tenía la posibilidad de probar una de estas terapias hecha por una persona que se dedica a ello y que al mismo tiempo me es muy cercana, y decidí darle esa oportunidad.

No sé si sabéis lo que es la terapia cráneo-sacral, pero básicamente consiste en que la terapeuta te coloque las manos en distintas partes de la cabeza y el cuerpo y no las mueva durante un buen rato. Ella tiene que notar lo que define como el movimiento natural que se produce en tu cuerpo y tú simplemente tienes que estar allí tumbada concentrándote en lo que sientes. Dura en total algo menos de una hora.

Después de probarlo, realmente estaba en un estado extremadamente sensible y confuso no muy habitual en mí y no pude explicarle a ella lo que quería oír, que era cómo me había parecido la parte terapéutica y profesional del asunto, así que voy a hacerlo aquí.

Al empezar mi corazón latía con rapidez, así que me era difícil sentir algo que no fueran sus manos frías y mi corazón martilleando en mi pecho. Pero luego algo cambió y me relajé, mi corazón empezó a latir con más calma y sus manos dejaron de parecerme frías. Más bien al contrario, muy calientes. Por momentos noté calor intenso en el centro del pecho y a ratos notaba mi pulso con intensidad en distintas partes del cuerpo donde no suelo notarlo. 

Al terminar hablamos un poco y ella me dijo que estaba intentado concentrar su energía en el centro de mi pecho, y eso me sorprendió porque era el mismo lugar en el que había notado el calor. Pero lo que más me sorprendió de todo es que me dijo que notaba mucho movimiento en la cadera izquierda y ese es justo el lugar del cuerpo donde tengo una lesión en los últimos días aunque ella lo desconocía. Lo cierto es que tener su mano sobre el sitio que me dolía calmó sin duda el dolor.

Lo más notable sin embargo es que después de irse a lo largo de la tarde el dolor en la cadera fue mucho menor que había sido hasta entonces y, sobre todo, no sentí ninguna arritmia en el corazón como suelo.

Mi conclusión: sigo siendo muy escéptica. No creo en esas transferencias de energía y curaciones mágicas solo por tocar o por concentrarse en una parte del cuerpo. Sin embargo sí que creo que el estado que te induce semejante experiencia es muy relajante y con ello puede contribuir a una mayor salud al eliminar el estrés. También creo que probablemente el calor de una mano si es aplicado durante un rato es suficiente para mitigar un dolor. Por último, tengo claro que a todos nos gusta tener contacto físico y ser tocados y eso puede contribuir a la sensación de bienestar que uno obtiene por medio de esta terapia. 

¿Volvería a hacerlo? Sí, claro, pero probablemente solo con ella.

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02 mayo 2010

Muy pocos pero mucho

Aparentemente la gente cree que lo normal es tener muchos amigos y que hay que ser abierto y conocer a más y más gente. Eso significa que ellos siempre están en cierto modo en una posición de búsqueda deseando encontrar a esa nueva persona maravillosa que les deslumbre y se convierta en su amigo. Por ello, al menos visto desde mi óptica, también siempre están menos dispuestos a perder oportunidades para conocer a esa nueva gente aunque sea a costa de sus viejos amigos. Parece que para sentirse bien tienen que tener muchos amigos.

Cuando llegan esas nuevas personas en seguida llaman a lo que tienen con ellas amistad. "Te tengo que presentar a mi amiga X que he conocido en el curso que estoy haciendo este mes y que es majísima". Y por ello, muchos de ellos creen tener 50 ó 100 amigos. Los amigos del trabajo nuevo, los de curso de X, los del viaje Y, los de la empresa anterior, los de hace 4 veranos... La lista es interminable.

Sin embargo, también me parece que toda esta gente a su modo también es mucho menos amiga de esos amigos a los que yo consideraría amigos de verdad. Parece que quedar demasiado con sus viejos amigos de toda la vida es quitar oportunidades para conocer a nuevos amigos en cada nueva esquina. Y además, parece que los viejos amigos en cierto modo son menos interesantes, porque a esos ya los conocen, ya no se sienten deslumbrados por ellos, ya no hay esas novedades y ese afán por conocer cosas nuevas de esas personas que aparentemente siempre han estado allí. Por tanto, están menos dispuestos a amoldarse para acomodar a los viejos amigos en sus vidas que lo están para hacer actividades con esos nuevos.

Yo, que aparentemente nací en Marte, soy completamente diferente en esto. Amigos tengo muy pocos, pero los que tengo para mí son muy amigos míos. Los quiero intensamente y no hay nada mejor en mi vida que poder dedicarles mi tiempo, aprender cosas nuevas de ellos y disfrutar de esas facetas que ya conozco pero que adoro. Por eso, yo siempre estoy dispuesta a intentar modificar mis planes para poder acomodar a mis amigos. Y sin embargo no lo estoy tanto para modificarlos cuando se trata de conocer gente nueva. 

Eso no significa que no pueda conocer a personas nuevas y que acabe considerando que son mis amigos. Significa sin embargo que no lo voy buscando y que desde luego nunca lo pondría por delante de los amigos que ya tengo. Como me decía ayer MJ, para mí no se trata de la cantidad, se trata de la calidad.  

El asunto es que, en lo que todos interpretan como mi rareza, ellos me ven como cerrada y se ven a sí mismos como abiertos. Afirman que están abiertos a toda esa nueva gente maravillosa que hay por el mundo. Y creen que yo estoy cerrada al mundo porque por lo general la gente a la que no conozco no me interesa. No soy muy dada a pasar tiempo con alguien desconocido solo por el hecho de pasar tiempo con alguien. No me hace falta la compañía solo por estar acompañada. A mí lo que me hace falta es la gente a la que quiero. Aquellos a los que echo de menos. 

Lo curioso y lo que me hace sentir marciana es que en mi planeta yo los veo a ellos como cerrados y a mí como muy abierta. Porque creo que ellos en realidad no están abiertos a los amigos ni tienen amistades profundas, sino lo que yo califico como una serie de conocidos más o menos cercanos con los que pasan ratos agradables pero por los que en realidad sienten muy poco. No se permiten sentir mucho por alguien. No se abren del todo con nadie. Yo conocidos de ese estilo tengo pocos. No me emociono especialmente y tampoco me esfuerzo enormemente por estar cerca de esas personas. Al menos no me lo parece si lo comparo tanto con lo que parece que le pasa al resto de la gente como con lo que me pasa a mí con mis verdaderos amigos. 

El reto está cuando los que tú crees tus amigos de verdad son de ese modo que visto desde mi lado es  más superficial...

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01 mayo 2010

Amistad, sexo y amor

Como ya he explicado en otras ocasiones, a mí me parece que la amistad no es necesariamente una relación asexual como muchos quieren hacerla. De hecho cuando escribí esta entrada en la que lo comentaba recibí bastantes opiniones en desacuerdo. Por otra parte, ante semejante afirmación surge a menudo la pregunta de si se puede tener sexo con un amigo y no cambiar la amistad. La respuesta supongo que es tan diversa como la gente que hay en el mundo.

Para empezar, la amistad es un concepto menos claro y definido de lo que pretendemos hacerlo. Parece que todos estamos de acuerdo y luego no es así. ¿Es ser amigo no tener sexo pero querer a alguien? ¿No sentir atracción sexual pero sentir cariño por alguien? ¿Tomar unas copas juntos los viernes por la noche? ¿Poder hablar de tus problemas y recibir apoyo? ¿O recibir críticas? ¿Son amigos todos los que están cerca? ¿Para poder ser amigos tienen que estar cerca? ¿Es la amistad algo recíproco?

Entonces, si ni siquiera tenemos claro esto, no sé qué hay de escandaloso en que para alguna gente como yo la amistad pueda incluir atracción sexual... o incluso sexo. Si mi definición de amistad es esa, tener sexo no cambiaría la amistad. La haría mejor, más íntima. ¿O no es así?

Por otra parte, todos los que creen que la amistad necesariamente tiene que ser un estado asexual, creo que en el fondo se mienten. Es cierto que no por todos tus amigos sientes atracción, y desde luego que no todos son posibles objetos de tu deseo para llevarlo a la práctica pero, ¿de verdad los que afirman tal cosa son capaces de no sentir deseo por ninguno de los que consideran solo amigos? 

Eso me recuerda a lo que muchos heterosexuales dicen y creen firmemente: los amigos de verdad solo pueden ser de tu género. Las chicas con las chicas, los chicos con los chicos. Así no hay "líos" mentales y menos físicos. Pues bien, esto para mí sin duda es otra mentira más. Los líos mentales a veces existen también con la gente de tu género aunque no te consideres homosexual o bisexual... Y además el hecho de que crean que solo pueden ser amigos con los que en teoría no pueden producirles atracción sexual se debe, creo yo, a que en realidad esa frontera entre la amistad y el sexo no está tan clara para nadie. Y eso solo confirma mi posición.

Por tanto, para mí lo que pasa es que por convención en nuestra sociedad hemos decidido que los amigos son esas personas a las que quieres pero con las que no tienes sexo. ¡Pero esto es solo una decisión cultural! ¿Por qué debe ser así? ¿Qué hay de malo en amar físicamente también a los que amas mentalmente? Sí, aunque el tipo de amor no sea necesariamente el mismo que el que sientes por tu pareja... ¿Qué más da?

Y es que en realidad, ¿cómo se distinguen los tipos de amor? El amor de amigo, de pareja, de hermano, de ex... ¿Son todos amor? ¿O qué son los que no son amor?

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