16 noviembre 2009

Sufriendo la heterofobia en el Carnaval

Voy a contar otro ejemplo más de la heterofobia (que también es bifobia al ni siquiera recordar que existimos) que hay en el ambiente LGBT.

Carnaval en Copenhague. Miles de personas se reúnen en Fælledparken para celebrar tres días de fiesta. Allí se instalan carpas donde diferentes grupos tienen sus bares y sus escenarios. Una de ella es de un grupo LGBT, Copenhagen Pride, que es el que organiza la manifestación del Orgullo en Copenhague. Fuera de la carpa tienen colocadas un par de mesas de madera con bancos. El parque está a rebosar y después de varias horas queremos sentarnos y al pasar justo por delante de esa carpa vemos que hay hueco en las mesas. Nos acercamos y nos sentamos. ¿Qué sucede entonces? Pues que los del grupo que estaban allí nos miran, ven que somos un chico y una chica, ponen cara de circunstancias y nos piden que nos levantemos porque esos asientos están reservados. ¿Reservados para quíén?, me pregunto yo. ¡Pues para gente LGBT de Copenhague! Bueno, majos, pues va a ser que nosotros deberíamos poder sentarnos en los puñeteros bancos. Pero en lugar de discutir, me levanto y me voy con una decepción bastante grande.

Cuando iba con chicas por el ambiente no me pasaban este tipo de cosas. Ahora que voy con chicos no deja de asombrarme lo cerrados que pueden ser muchos. Y lo peor de todo es que al mismo tiempo varios de esos allí sentados me estaban escribiendo por Facebook mensajes privados y públicos pidiéndome que colaborase de forma voluntaria en el bar para reunir fondos para la asociación. ¡Pero si no me dejáis ni sentarme en el banco dos minutos! :-(

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5 comentarios:

  1. haberles dicho que naciste con pene y que K. en realidad está hormonado hasta las orejas...
    bueno, ahora en serio, en vez de ser una fiesta de la tolerancia lo convierten en un gheto excluyendo a los que creen ajenos, cuando lo ideal sería que fuera irrelevante la orientación sexual.

    un saludo, Gabriel.

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  2. Bueno mi lille, yo creo que es algo normal sentir rechazo por los heteros, ya que han sido ellos los que en el 99.99% de las ocasiones en toda la historia de la humanidad se han dedicado a perseguirnos, marginarnos y maltratarnos (cuando no asesinarnos). Yo no estoy de acuerdo para nada con la heterofobia, pero es que chiquilla, vamos a ver, los gays (creo yo) nos sentimos más cómodos si alrededor hay gays (ya algunos dirán que entonces los blancos sólo deben sentirse cómodos sí están rodeados de blancos).

    Yo también creo que las parejas "mixed" como Tú y "K" deberían ser mas visibles, no se si son muy minoritarias, pero creo que la sociedad debería saber que un bisexual+1 hetero pueden formar una pareja estable.

    ¿Y no te has enterado que la revista ZERO ha echado el cierre?, y por ello, algunos curillas meapilas lo celebran. Y ya luego se quejan de que los gays somos unos sectarios amiguetes de Zerolo.

    http://infocatolica.com/blog/delapsis.php?blog=6&title=0911160357-zero-la-jina-una-de-al-capone&disp=single&more=1&c=1&tb=1&pb=1#c100946

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  3. Pues yo me alegro de que te haya pasado. En el sentido bueno de la palabra. Estoy harto de que me discriminen por ser heterosexual en lugares de ambiente y luego, cuando lo cuento, me dicen que es mentira :-O

    Actitudes así son las que enturbian una causa justa y os hace daño a quienes reivindicáis comprensión e igualdad repecto a los demás estamentos establecidos.

    Respecto al comentario de Julián, me gustaría decir algo: las prisas no son ni han sido nunca buenas consejeras. Pretender cambiar en pocos años un status de siglos es simplemente imposible. De tanto que se quejan (os quejáis) de los curas, los cristianos o "whatever", precisamente ellos "montaron la secular empresa" gracias a la visión a largo plazo, que no es la de querer ver las cosas en una generación. Me parece hasta egoísta pretenderlo, fíjate.

    Paciencia y mirar p´alante. Hay que dejar de mirar p´atrás, no lleva a nada bueno. A nada bueno para los que quieren cambiar lo establecido, claro.

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  4. Supongo que en el fondo tendrías ganas de contarles la situación, pero a veces la indignación por quedarte tan flipada hace que te levantes y te marches. Queda mucho trecho para visibilizar la bisexualidad!

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