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30 junio 2008

Dijeron que podían... y pudieron

Y finalmente ganó España la Eurocopa. Y ahora en vez de tener un eslogan simpático de tipo un poco acomplejado intentando superarlo como "Podemos", el año que viene tendremos uno de estilo creído insoportable como "Ya se sabía que éramos los mejores y seguimos siéndolo".

Para que conste en acta, no me gusta el fútbol, ayer vi la final y no me alegré al ver a España ganar contra Alemania.

28 junio 2008

¿Pero quién tiene el himno nacional en su casa?

El otro día en Madrid después del partido de semifinal en el que ganó España, un retrasado mental puso el himno nacional a todo volumen en el barrio. Se oía a todo trapo y lo peor de todo es que lo puso en "repeat" o algo y sonó como durante 2 ó 3 horas sin pausa. Yo entiendo que uno se alegre por haber ganado en el fútbol, pero ¿es normal someter a esa tortura a los vecinos del barrio? Además, y sobre todo, yo me pregunto qué clase de persona tiene el himno en un CD en su casa para poder ponerlo a toda caña cuando gana la selección. ¡Y encima era con texto! A mí que me lo expliquen...

Podemos


Esto del fútbol y la histeria que provoca me alucina. Cada día al terminar el partido hay que soportar la celebración masiva de los vecinos. En circunstancias normales no es aceptable mostrar tal entusiasmo, alegría o decepción. Pero con el fútbol sí. Además de nacionalismo. Porque no entiendo yo muy bien esa pasión pro tu país que a la gente le da al ver el fútbol. Después no hay más que quejas sobre lo mal que va todo. Pero en la hora del fútbol de repente somos los mejores.

Y esos maravillosos comentaristas del partido, esa imparcialidad, esa profesionalidad y frialdad... Es increíble. Vamos, que mejor no estar a favor del equipo contrario si estás escuchando los comentarios porque te pones de mala leche seguro.

Conclusión, que más vale que podamos, porque si no podemos a la mitad de España parece que le va a dar algo.

Los extranjeros son tontos y no entienden, ¡eso lo sabe todo el mundo!

Íbamos en el autocar de Madrid a Valencia y había un par de asiáticos que no hablaban casi español. En determinado momento, la chica necesitaba ir al baño y en ese autocar no lo había, así que el chico se levantó y le pidió al conductor parar en algún sitio. El conductor, por supuesto, no hizo ni caso. A los 10 minutos preguntó por el altavoz si era muy urgente, en español. Como no hubo respuesta, porque no creo que lo entendieran, pues el hombre siguió su marcha hasta llegar a Atalaya, el lugar donde hacen su parada.

Allí en Atalaya el conductor nos informó, también en español, de que la parada era de 30 minutos y que se avisaría por megafonía. Media hora después estábamos todos en el bus menos estos dos asiáticos, que sin entender español, no lo sabían. Aparecieron un par de minutos después. Bueno, ¿pues qué pasó entonces? Que el conductor se acercó a ellos y empezó a gritarles en español en el autobús porque llegaban tarde. Todo el autobús girado mirando cómo le echaban la bronca a los pobres. Y como no entendían lo que pasaba, tenían una cara de desconcierto enorme. Vuelve el conductor a su sitio y lo peor son los comentarios de algunos: es que los extranjeros son tontos, ¡no entienden nada!

¡Me hierve la sangre con esas cosas!

Correr al aeropuerto

Para ahorrarnos unos euros, fuimos a Valencia en bus a por el avión a Copenhague. Cogimos el autocar que se suponía que tenía que llegar allí a las 16.20, vamos, con tiempo más que suficiente para llegar antes del cierre de facturación en el aeropuerto. Y qué casualidad que de todos los autocares que hemos cogido este mes es el único que ha llegado con retraso, nada menos que 40 minutos. Y eso ha hecho que nos pegáramos una paliza a carreras con las maletas por Valencia. El último tramo, al salir del metro hasta el mostrador en el aeropuerto, ha sido literalmente corriendo como locos por el aeropuerto. Llegamos con la lengua fuera, 5 minutos antes de la hora de cierre, y todo para descubrir que el vuelo salía con 8 horas de retraso. ¡Menuda carrera para nada!

La cara dura de Sterling

Teníamos que coger un avión en Valencia para venir a Copenhague. Se supone que salía a las 18.25. ¿Y a que no sabéis a qué hora salió? Pues nada más y nada menos que a las 02.55 a.m. Nada, un pequeño retrasito sin importancia. Pero es que si fuera solo eso...

Resulta que al facturar nos dicen que como el avión sale con retraso que nos volvamos a casa. Como digo que no tenemos casa en Valencia nos dicen que nos sentemos delante de facturación a esperar a las 18.00 para que nos lleven en un autocar a un hotel donde podremos cenar y descansar hasta que nos recojan para volver en mitad de la noche. Ok. Nos sentamos entonces.

A las 18.30 aparece la muchacha y dice que el autocar llega a las 18.45 y que lo siente. Le digo que si no nos tiene que dar algún cupón para beber algo porque hacía ayer en España una temperatura agradable veraniega de más de 35 grados. Y dice que ya no hay tiempo. Le digo que en el panfleto de "Derechos del pasajero" que tengo en la mano dice que tenemos derecho a que nos den de beber y dice que sí, pero que su jefe dice que no, que ya nos dan el hotel y la cena. Le digo que dice en el panfletito que además tienen que darnos bebida y 2 llamadas de teléfono y dice que sí, pero que no puede hacerlo sin que Sterling diga que sí y dicen que no. Ella es de Iberia, la compañía que le hace el trabajo a Sterling en Valencia.

Ok, seguimos allí todos como idiotas y a las 19 vuelve y dice que parece que el autocar se retrasa pero que nos quedemos allí, que nos avisan por megafonía.

A las 19.20 de repente algunos que estaban fuera avisan a otros de que el autocar ha llegado. Vamos todos como borregos y menos mal, porque la megafonía como que no nos avisó. Una española que se quejó a la de Iberia recibió como respuesta "Usted no se preocupe, que ya vendrán todos si quieren venir" :-O

Bueno, nos llevan al hotel a las 20 y nos dicen que la cena es de 20.30 a 23, pero que no podemos consumir nada del minibar ni en otros sitios porque la compañía no lo paga. La cena, de eso hablo en otra entrada del blog, también una mierda. Literalmente.

A la 1 de la mañana nos recoge el autocar para volver al aeropuerto. Llegamos y no hay nadie, claro. Solo los pardillos. Nos toca esperar 1.30 horas allí, sin beber tampoco. Y nada, no apareció nadie para poder reclamar. Así que a las 3.00 salió el vuelo, en el que nos dieron 1 bebida gratis. ¡Wow! En 12 horas 1 bebida más unos espaguetis malos. ¡Wow!

Y para terminar de arreglarlo al llegar a Copenhague tuvimos que estar esperando 40 minutos para que saliera nuestro equipaje... Porque el aeropuerto a esas horas está tan lleno... Vamos, que no había casi ningún otro vuelo y aún así tuvimos que esperar como idiotas.

¡Viva las compañías cutres!

Cena de "lujo" en un hotel de cuatro estrellas pagada por Iberia

En el Hotel NH Center en Valencia, un hotel de cuatro estrellas, ayer por la noche tuve el placer de disfrutar con K una cena de lo más lujosa y exquisita que he comido en mucho tiempo... O eso es lo que pensaba que iba a pasar, porque la realidad fue bien distinta...

Resulta que como era la compañía aérea, Iberia, la que pagaba por la cena, el hotel nos sentó en una zona del restaurante en la que comíamos un menú maravilloso decidido por ellos: de primero espaguetis con salsa de tomate, de segundo un filete de ternera con patatas y de postre una manzana o una naranja, y de beber agua.

Pero claro, ni siquiera era tan bonito como suena. El primero, los espaguetis, como K decía, es que ya nadie come de esos espaguetis, hasta un ama de casa sin estilo hace mejores espaguetis o elige otra pasta. Pero aquí no, unos espaguetis recalentados en una porción mínima y una salsa de tomate que juraría yo que era simplemente un bote de tomate triturado caliente...

Lo mejor era de todos modos el segundo. Para empezar, era un trozo de carne hecho hace varias horas y puesto en una bandeja que lo mantiene caliente, o sea, delicioso. Para seguir, más de un tercio del filete era grasa, directamente. Una pena que la cámara ya estaba empaquetada para enseñar el bonito plato. Y con dos rebanadas de patata cocida semi frías. Vamos, excelente. Yo desde luego que viendo el panorama le dije al camarero que si no había otra cosa y me dice que no. Le digo "¿Y si eres vegetariano comes filete?" y me dice que entonces me hacen otra cosa... Y eso fue verduras a la plancha, con un kilo de sal, pero vamos, al menos era lo más fresco del sitio.

La manzana te la cogías tú mismo y el agua, cuando se acabó nuestra botella le pedí otra y ¡cogió la botella de la mesa de al lado que estaba a medias y nos la puso en nuestra mesa! Aparentemente la crisis está afectando a los hoteles NH.

Una pena de cena, la verdad. Los escandinavos allí cenando, que eran la mayoría de los clientes, ni siquiera se comían la carne. Y a algunos de los niños no les gustaban los espaguetis, que ya es difícil de conseguir.

¡Viva la calidad!

26 junio 2008

Sexo sin condón

Una de mis amigas ha tenido la brillante idea de echar un polvo con un chico sin usar un condón. Lo curioso es que ella misma hace un par de años estaba, junto a mí, echándole un broncón de la leche a otra de nuestras amigas por hacer eso mismo. Es curioso ver como, con el pasar del tiempo, las convicciones de uno van cambiando, ya que los riesgos son los mismos ahora que eran hace dos años cuando estaba ella misma enumerándoselos a su otra amiga.


Chinches, piojos, sarna, garrapatas y otros bichitos


Los humanos en realidad somos como los demás animales: también atraemos a bichitos que nos chupan la sangre. Y no estoy hablando solo de los famosos mosquitos, no, sino de otros animales que muchos occidentales asociamos a los países pobres o a "lugares malísimos". Así, entre mis amigos hemos sufrido los ataques de chinches, piojos, sarna, garrapatas, sanguijuelas y otros bichos que no sabríamos decir ni lo que son. Y todo ello en países desarrollados: desde Copenhague o Londres hasta Nueva York o Tokio.

El "novio" de mi hermana

Hoy le he contado sobre este blog a mi hermana, su novio y su hermano. Luego esta noche hemos estado con ellos y me he enterado de que aparentemente a M no le ha gustado mucho que escribiera "el novio de mi hermana" en mi blog. Ahora tengo la duda de qué es lo que pasa con decir "novio de mi hermana". No sé si es que prefiere que diga M, mi cuñado, su pareja o qué... A ver si un día te decides y nos desvelas el misterio ;-)

25 junio 2008

Nosotros los españoles


Esa frase pesadita, "nosotros los españoles", tiene que escucharla K cada 10 minutos cuando está en España. Es como yo cuando estoy en Dinamarca y me están todo el día diciendo "vi danskere" (nosotros los daneses). Lo siguiente a esa frase es una sarta de tonterías y lugares comunes que la persona en cuestión te está diciendo para hacerte ver claro que tú no eres del grupo. Tú eres diferente y nosotros hacemos esto así o asá, pensamos así, comemos asá, vestimos así, hablamos asá... Como si todas las personas de España pensaran de ese modo, comieran eso que te están enseñando, vistieran de tal marca o dijeran tal o cual cosa. Es solo una forma más de hacer que el extranjero nunca pueda sentirse parte de la sociedad en la que está y de hacer que el español y su grupo sientan una unidad basada en falsedades.

Asesinado por robar un bocadillo

Hoy he escuchado en las noticias que un pobre brasileño ha sido asesinado de una puñalada ¡por robar un bocadillo en una tienda de Madrid! Vamos, que ya me parece el recolmo que además de ser tan desgraciado como para tener que robar un bocadillo en esta sociedad consumista a tope en la que la gente se cambia de móvil y tele como de camisa, también te asesinen por ello. ¡Es muy triste! :_-(

¡Médicos de pacotilla!

Otra visita a un médico de pacotilla. Estoy harta de los médicos que creen que porque han estudiado una carrera de "prestigio" y una especialidad de todavía "más prestigio" se creen dioses y no se preocupan en escuchar al paciente ni en leer las pruebas.

Es curioso como en el mismo día en el que uno te dice literalmente que lo que te pasa es una cabronada, el siguiente te dice que no hay nada por lo que preocuparse y que vuelvas en un año a la revisión para ver si entonces todo es igual o ya es hora de preocuparse. En tal caso, ¡viva la medicina preventiva!

Nadie me lee :-(

Por ahora le he contado a muy muy pocas personas que tengo este blog, y creo que nadie me visita de Internet sin conocerme todavía... :-(

A ver si Google se anima a indexarme y se mete más gente y comenta mis entradas, para que se vuelva más interesante para todos.

Despedirte de tus amigos cada vez que te vas una época

Una de las cosas más duras de vivir en otro sitio es tener que despedirte de tus amigos cada vez que te vas una época. Y eso a mí me pasa tanto en España como en Dinamarca, claro que más en España porque estoy mucho menos tiempo allí.

Para mí sientes como que tienes que cortar la amistad durante un período y eso es duro. Ya sé que existen los teléfonos, el correo, Internet y demás, pero nunca es lo mismo que cuando te ves a menudo y compartes las experiencias cotidianas.

Cómo tener un bebé siendo homosexual

Estaba pensando en qué posibilidades tienen los homosexuales para tener hijos y creo que existen muchísimas más de las que la gente en general y los homosexuales en concreto se imaginan.

Para empezar, los héteros fértiles y "normales" se creen que solo se pueden tener hijos por el método natural, es decir, un hombre y una mujer tienen sexo, ella se queda embarazada con el esperma de él y 9 meses después sale un niñito o niñita. Además muchos creen que por el hecho de ser homosexual no se quieren tener hijos, porque si no, pues se irían con uno del sexo opuesto y los tendrían. Luego están los héteros que tienen una fantasía un poco mayor y piensan que algunos homos sí que quieren hijos, pero no pueden producirlos, así que tienen que adoptarlos. Y entonces muchos están en contra por esas tonterías tradicionales de que un niño tiene que crecer con un hombre y una mujer... como si en todas las casas de héteros los niños crecieran así: no hay divorciados, no hay viudos, no hay infieles, no hay huérfanos cuidados por otros miembros de la familia, por una asociación o por nadie... Vamos, ¡tonterías!

Luego están los homos. Creo que siendo gay o lesbiana muchas personas se resignan a aceptar que no pueden tener hijos por la vía natural y lo apartan de su mente. Dejan de pensar en ello y dan por hecho que es imposible para no sufrir. Como no es una "posibilidad real" tampoco buscan alternativas. Por otra parte están esos que creen que deben renunciar a su homosexualidad y a quienes son y vivir una vida de farsa todo para poder tener hijos.

Y entonces yo me pregunto si no sería mejor aceptar que existen muchísimos tipos de familia, tantos como familias, y que cada persona puede encontrar la solución que mejor le convenga.

Para empezar, muchas personas no desean tener hijos, y eso no significa que no puedan formar una familia con su pareja o parejas. Pues es claro que sí, ¿quién dice que son los hijos los que hacen la familia?

Para seguir, aquí dejo escritas algunas ideas sobre cómo tener un bebé siendo homosexual. Algunas son sacadas de personas que conozco, otras de películas y otras de mi propia fantasia. Si alguien tiene más sugerencias, que lo escriba en los comentarios, por favor.

Una lista entonces:
  • Una pareja de lesbianas busca una pareja de gays y tienen, sin sexo o con él, 1 hijo entre los 4, repartiendo el tiempo de forma igual o pasando el niño más tiempo con una de las dos parejas.
  • Una pareja de lesbianas busca una pareja de gays y tienen, sin sexo o con él, 2 hijos, 1 se lo quedan las lesbianas y otro los gays. Luego estos niños pueden tener contacto como familia o no. Los hijos pueden ser de 1 de cada mujer y de cada hombre, o como quieran o puedan.
  • Una pareja de lesbianas busca un gay y tienen 1 hijo o 2 entre los 3. Puede ser con sexo o sin él, de la misma mujer o de las dos. Pueden repartir el tiempo que pasa el hijo con cada parte.
  • Una pareja de gays busca una lesbiana y es como el caso anterior, tienen 1 ó 2 hijos, con o sin sexo, de un hombre o de los dos y se reparten el tiempo del niño.
  • En estos últimos casos se puede tener 2 hijos y 1 para la pareja y otro para la persona soltera, sin repartir tiempos.
  • Una lesbiana o una pareja de lesbianas produce un hijo o varios por inseminación in vitro de un donante anónimo o conocido.
  • Una lesbiana, una pareja de lesbianas, un gay o una pareja de gays busca una madre de alquiler. El hijo puede ser genéticamente parte de un donante anónimo o conocido, parte de la madre de alquiler o parte de la persona que después lo va a cuidar.
  • Una lesbiana, una pareja de lesbianas, un gay o una pareja de gays adopta un niño o varios.
  • Una pareja hétero produce un niño y se lo da a una lesbiana, una pareja de lesbianas, un gay o una pareja de gays.
  • Una pareja hétero que no puede tener hijos busca a una lesbiana o pareja de lesbianas. Una o ambas de las lesbianas ponen su útero y, si se quiere, su óvulo y la pareja hétero pone su esperma y, si se quiere, su óvulo. El hijo resultante se divide entre los 3 ó 4, o se tienen 2 hijos y 1 se lo queda la pareja de lesbianas y el otro la pareja de héteros.
  • Una lesbiana o un gay se junta con una persona bisexual que a su vez tiene hijos con otra persona del sexo opuesto y se convierten en hijos de los 3.
Y seguro que hay 10000000000 opciones más. Me encantaría oírlas. Y también las experiencias de familias así. Las que yo conozco funcionan y eso es una prueba más de que una familia la crea uno como siente y quiere, no como te dicta la sociedad.

Quedar con alguien con catarro

En invierno en Dinamarca cuando cojo un catarro ya no lo suelto en meses. Eso me ha hecho ver la importancia de no contagiarse de algo tan banal como un simple catarro.

En Japón las personas con catarro van con una mascarilla de usar y tirar. A los europeos eso nos resulta raro, pero ya me gustaría a mí que fuéramos tan civilizados como ellos y copiáramos esa forma de hacer las cosas. Allí se considera una falta de respeto ir echándole tus virus a la gente. Aquí en Europa si alguien tiene catarro y no quieres darle dos besos o acercarte demasiado, se suele ofender. Parece que tiene que darte igual que el riesgo de contagiarse exista. Y además si yo, cuando tengo mis catarros, intento no acercarme a nadie, también les parezco rara. O sea, que no hay ni cuidado por no contagiar a los otros ni cuidado por no contagiarse uno mismo. Muy raro me parece. Es como si alguien te dijera que tiene piojos y tú le dijeras que te pasara su pelo por el tuyo. Es una locura, ¿verdad? Pues con los catarros debería ser igual.

Esnifando en el metro

Veníamos en el metro y hemos visto algo que nos ha dejado alucinando. En el vagón lleno de la línea 3 se sienta una mujer con bastante mal aspecto, se saca del bolso un monedero y se pone a esnifar algo. ¡Eso, tranquilamente delante de 100 personas, sin problemas! Pero es que lo más alucinante es que llevaba una tira de tela apretada alrededor del brazo como para pincharse y al llegar a la siguiente estación se ha medio arrastrado afuera del vagón (perdiendo la tira de tela) y se ha quedado agachada en el suelo del andén como buscando algo en su bolso.

Nos hemos quedado muy alucinados sobre todo por la impasibilidad de la mujer, ella haciendo su cosa mientras todos estaban mirándola con la boca abierta.

Todo esto curiosamente justo unos minutos después de que R nos hubiera preguntado sobre la seguridad o inseguridad que se siente por las calles de Madrid. Sinceramente, si llega a ser después de ver esto contestamos otra cosa. ¡Muy fuerte!

Por cierto que esta situación se evitaría si las drogas, como explico en otra entrada del blog, fueran legales, gratuitas y administradas por el Estado en habitaciones seguras para ello.

24 junio 2008

Ser funcionario

Hablando con R y M me contaban el otro día que la oferta de empleo público está bajando. Y lo ven como un error y un horror. Por otra parte, todos, ellos también, se quejan de la funcionaria o funcionario de turno que en vez de hacer su trabajo se está tomando el cafetito o está hablando por teléfono con su amiga. Eso sí, casi todos los españoles que conozco quieren ser funcionarios. Aprobar las oposiciones es el sueño más preciado de la mayoría...
Pues bien, ¿nadie ha pensado que el trabajo de funcionario, aunque seguro para el empleado, perjudica al país? No está bien que cuando vas a una oficina el funcionario se esté tocando los pies y tengas que ir de Herodes a Pilato y vuelta para conseguir un simple papel. No está bien que el Estado tenga que ofrecer empleo público para que los españoles puedan tener un trabajo seguro. Tampoco está bien que la mayoría de las personas estén usando años y años de su vida en estudiar tonterías para aprobar una oposición. Ni que la gente lo que quiera es ser funcionario, da igual en qué, porque lo que quieren es tener un trabajo fácil y seguro, no un trabajo que les guste, les satisfaga o les haga su vida laboral más interesante. Y entonces, si la mayoría estudia años para trabajar en cosas que no le gustan y si finalmente tiene la suerte de acabar aprobando y recogiendo el fruto de sus estudios (que muchísima gente no consigue, hay que recordar), entonces ¿cómo esperamos que el funcionario de turno haga bien su trabajo? ¿Cómo esperamos que esas "empresas" en las que trabajan sean eficaces y funcionen bien?

Si por mi fuera haría como en Dinamarca, donde los funcionarios ya no existen. Aquí acceder a un trabajo público es como acceder a uno privado. Es tu currículum y tus cualificaciones, no un examen. Luego si no funcionas como debes, pues se te puede despedir.

¿Ojo por ojo, diente por diente?

A veces escuchar a la gente hablar sobre los criminales da más asco que escuchar sobre los crímenes. La gente se vuelve morbosa y mala y empieza a decir barbaridades del estilo: "tenían que cogerles a ellos y hacerles tal o cual", todo más sangriento y más cruel que lo que el criminal en cuestión ha hecho. Así, se ve que para la mayoría la cárcel y las penas son un castigo y no una forma de evitar que ese criminal cometa el mismo crimen otra vez o que se reeduque y deje de ser un peligro para la sociedad (claro que en una cárcel yo no creo que eso se consigue, pero este es otro tema). Una gran mayoría sigue creyendo en eso del ojo por ojo, diente por diente. Y entonces, ¿quién tiene que quitarles a ellos el ojo y el diente, después de haber cometido un crimen contra el criminal? ¿O es que la venganza es menos crimen?

23 junio 2008

Pedir a alguien ser madre de alquiler

Según la legislación parece que tanto en España como en Dinamarca se puede tener una madre de alquiler si no hay intercambio de dinero, ni un intermediario, ni anuncios o agencias buscándolo, ni nada económico. Vamos, que tiene que ser un acto altruista de alguien que te conoce y quiere, como tu amiga, tu madre, tu hermana, tu cuñada o alguien así.

Pues bien, el caso es cómo le pide alguien eso a su amiga, madre, hermana, cuñada, etc. Es imposible pedirlo aunque uno lo desee. Si yo quisiera tener un hijo y no pudiera, claro que me gustaría tener la oportunidad de pedirle a alguien que lo tuviera por mí. Encima si fuera mi amiga, hermana o cuñada, porque eso de la madre me parece horrible en mi caso, no estaría nada mal que esa persona tuviera una relación especial con el niño o niña. Pero sinceramente es imposible pedirle eso a alguien. Sería cuestión de que alguien escuchando tus problemas te lo quisiera ofrecer.

Y luego está eso de sentirse utilizado. Es difícil que si no tienes una relación sólida con esa persona, que esa persona después no se sienta mal o utilizada por tener al hijo y tener que entregarlo. Debe ser muy duro. Yo, por otra parte pienso que dentro de lo malo, si la persona que lo pare finalmente quiere quedárselo, al menos en esos casos sería alguien a quien quieres y en quien confías, no alguien a quien estás pagando por un anuncio para que se quede con el hijo producido por tu óvulo y el esperma de tu novio.

Sin embargo, por otra parte la posibilidad de hacerlo con un desconocido tiene sus ventajas. Si pagas a una persona y tienes un contrato como se hace en Estados Unidos o Gran Bretaña, entonces estás de algún modo protegido. Sabes que cuando te entreguen el hijo después no van a querer participar en su educación, o llevárselo después de unos meses o cosas similares. La mujer que pone su útero recibe una compensación económica por su gran esfuerzo. Para algunas mujeres puede ser una forma de, en un momento determinado de crisis en sus vidas, salir adelante de una forma a mi entender muy digna. Y tú al pagar dejas de tener esa sensación de deberle algo enorme a alguien que está haciéndote ese favor gigantesco. No te creas una deuda impagable, sino que pagas su precio. Además, la madre de alquiler no tiene una relación con el niño después de que este haya nacido, y debe ser más fácil superar el posible trauma de darlo si no tiene que estar viéndolo de forma intermitente a lo largo de su vida. En conclusión, creo que ambas partes salen ganando: la mujer que quiere el dinero y está dispuesta a hacer algo así y la pareja o persona que quiere el hijo. Lo que hace falta entonces es cambiar la ley y hacer que esta opción también sea posible.

Los hijos que desearíamos adoptar

Planteándonos esto de adoptar, K y yo hablamos de las posibilidades existentes. Resulta que uno puede elegir adoptar por tramos de edades: menores de 2, entre 2 y 5 y mayores de 5. También se puede elegir adoptar de un país en concreto, las condiciones físicas y psíquicas del niño, que sean varios hermanos, e incluso el género. A nosotros sinceramente nos da igual la raza y el país. Preferimos que no sea blanco, porque los niños blancos tienen muchísimas más posibilidades de ser adoptados que los de otras razas. Y elegiríamos un país en el que fuera más barato, porque nuestros medios económicos nos obligan a ello. En cuanto al género, tampoco hay preferencias. Lo de la salud, eso sí nos importa más. Preferiríamos que estuviera sano, dentro de lo posible, sobre todo porque si luego le pasa algo al niño sería muy duro. Lo de la edad, eso nos da más igual. Normalmente la gente quiere adoptar niños muy pequeños, que no puedan recordar nada de antes, que no hablen, que sean bebés. A nosotros nos daría igual que el niño tuviera 3 que 7 años. De hecho, como la mayoría de los niños que nunca consiguen ser dados en adopción son mayores, eso casi sería más deseable. Pero lo ideal sería una pareja de hermanitos o hermanitas, tal vez de 3 y 7 o algo así. Eso sería fantástico.

Adoptar


Como ya he dicho, a mí me gustaría poder adoptar un niño o niña, o varios. Por eso, últimamente he estado mirando los requisitos que existen para ello. Para mi desagrado, existen unas reglas injustísimas que hacen que mucha gente finalmente acabe optando por no solicitar la adopción y o bien no tener hijos, o producirlos ellos mismos si pueden, o buscar métodos alternativos como madres de alquiler. Es extraño e injusto que una pareja heterosexual sin ningún medio, sin ningún deseo de ser padres, sin salud, sin dinero, sin educación, sin casa, sin experiencia, sin estabilidad psicológica, sin... vamos, cualquiera que sea hétero y no estéril, puede tener hijos y nadie viene después a comprobar si ese hijo o hija vive en unas condiciones dignas, con una seguridad, un bienestar, sin maltratos, sin pobreza, sin sufrimientos innecesarios, etc. Padres naturales irresponsables los hay por millones. Luego están todos esos que no quieren tener hijos y por "accidentes" los tienen y deciden, o bien porque no pueden abortar en su país o situación, o bien porque no quieren abortar por los motivos que sean, quedárselos. Esos padres tampoco reciben ningún tipo de control. Incluso mujeres con intentos de aborto fallidos pueden quedarse con su hijo sin dar explicaciones a nadie. Sin embargo si una pareja decide que quiere adoptar un niño tiene que pasar por una serie de pruebas que no son normales: un certificado médico para ver que están sanos, un estudio de su economía para ver que tienen medios superiores a la media, un curso para ver que son padres responsables, un análisis psicológico para ver que no van a crear problemas a los niños, etc. Vamos, una serie de condiciones que, aunque en principio claro que están bien, en la práctica son injustas e innecesarias. Una persona enferma de diabetes tipo 1 no puede adoptar, no comprendo por qué. Una pareja con ingresos mileuristas tampoco. Una persona con episodios de depresión tampoco. Una pareja que no haya convivido un largo tiempo tampoco. ¡Vamos, muy justo! Sobre todo si uno piensa que según una estadística que leí en una web danesa hay 143 millones de niños que necesitan ser adoptados en el mundo cada año, pero solo se adoptan unos 40.000 en total. Y los demás digo yo que deben vivir mejor en un orfanato o en la calle, sin amor, sin comida, sin escolarización, sin medicinas, etc. ¡Está claro, hombre! Pero es que además esos niños no adoptados estadísticamente tienen muchísimas menos posibilidades de llegar a adultos y de si llegan, salir adelante. Conclusión: si las reglas de adopción cambiaran y se permitiera a las personas adoptar sin tanto control muchos niños vivirían una vida mejor, muchos adultos se sentirían felices de poder tener unos hijos que desean, muchas personas se plantearían el tema de adoptar, muchos dejarían de recurrir a asuntos como la fecundación in vitro, los tratamientos hormonales, el alquiler de madres, la compra de niños ilegal, etc. cuando hay tantísimos niños que necesitan unos padres.

Digo yo que tal vez habría que hacer una asociación que luche por la liberalización de la adopción o el cambio de sus reglas.

El fútbol y los hombres

Cuando estaba con una mujer, pensar en los hombres y su pasión por el fútbol despertaba en mí un sentimiento de desagrado por todos esos machos unidos en una efusión de testosterona. Me alegraba de estar con una mujer y de no tener que sufrir lo que entonces veía como machismo... Ahora estoy con un hombre que no suele tener interés por el fútbol, pero hoy por ejemplo con la Eurocopa quería ver el partido. Ahora que estoy con él entiendo que el fútbol, como todo, puede ser una demostración de machismo o simplemente un deporte que de vez en cuando está bien ver.

Organizar tu agenda en una visita a Madrid

Quedar con la gente cuando vienes a Madrid a veces es de lo más complicado. Estaba hablando con mi hermano, que también vive fuera de España y estaba de visita por aquí esta semana y me decía lo mismo. Claro que la gente tiene su vida, pero es que a veces de repente en el mismo día quiere quedar todo el mundo y luego otros días los tienes libres. Así sucede que al final acabas viendo a unos y no a los otros, y eso es una pena cuando solo estás por aquí unos días :-(

22 junio 2008

El problema de la inmigración

Y ahora esa bella frase que tanto escuchaba en Dinamarca y que tanto me cansaba y molestaba y que ahora, desgraciadamente, se está extendiendo por España a velocidad de vértigo: el problema de la inmigración es que...

Estoy cansada de oír lo mismo. En realidad, señores y señoras, el problema de la inmigración es que ustedes lo consideran un problema. El problema para ustedes es que ellos, los inmigrantes, existen y para ellos que ustedes no les dejan vivir en paz sin recordarles todo el tiempo que son un problema. No hay más.

Me toca la moral escuchar discursos racistas y xenófobos de españoles contándome que los extranjeros tal y cual. Solo hay que escuchar con atención un rato lo que estos discursos dicen para ver todas las contradicciones en las quejas: que vienen sin papeles pero que abusan de lo de la reunificación familiar y se traen a toda su familia; que hacen trabajos por dos duros pero que quieren trabajar al mismo nivel, en el mismo tipo de trabajos y con los mismos salarios que los españoles; que no se quieren ir pero que estudian aquí y luego se vuelven con una educación a su país; que... Resumiendo, que el problema para los que hablan así es que hay inmigrantes y no lo que hacen, cómo vienen, la crisis, el paro, la delincuencia, etc. Es xenofobia y ya.

Hacerse el culto al hacer turismo

Estaba el otro día sentada en el Patio de los Leones en la Alhambra viendo como los turistas pasaban en decenas, o más bien centenas, con sus super cámaras haciendo fotos a todas las esquinas y azulejos. Me asombraba y molestaba, como siempre, esa forma que tienen los turistas de hacerse culturales cuando no lo son en su propia ciudad. Me alucina siempre como la gente si está de viaje va a ver el museo tal, la catedral cual, el monumento tal y la exposición cual, todo lo que pone en la guía que hay que hacer en esa ciudad en cuestión. Y lo mejor de todo es la de tiempo que pasan delante de determinados sitios porque lo pone en la guía. Si están en un museo y en la guía pone que hay que ver La Gioconda, 2.000 personas se están pegando delante para ver y hacer una foto al cuadrito diminuto. Sin embargo, en el mismo museo, el Louvre en este caso, pueden pasar sin ni siquiera mirar al lado de obras impresionantes de una mayor relevancia para la historia del arte universal. Si no se percatan de que en la guía está mencionada, ni giran la cabeza, siguen a toda caña hasta la siguiente obra destacada por su guía o por el guía que les va mostrando una selección del museo.

Lo más patético es ver cómo hacen fotos y miran haciéndose los intelectuales e interesados. Me pregunto yo cuántas personas de las que hacen fotos a los azulejos luego miran esas fotos en su casa más de medio segundo. Me pregunto yo cuántos ven la maravilla que hay detrás del Guernica de Picasso de los muchos que están mirando con atención el cuadro en el Reina Sofía. Y cuántos estarían mirando tal escultura si no lo pusiera en la guía o si el guía turístico no estuviera señalando en esa dirección.

Me pone enferma en particular ver que esas personas habitualmente nunca van a ver los museos de su ciudad. Por ejemplo, muchísimos madrileños jamás han estado en el museo del Prado, una de las mejores pinacotecas del mundo, pero si van a Túnez se van a ver el museo del Bardo, que sin desmerecerlo, es menos importante.

Ser excéntrica


Mi amiga AMP es una de las personas más excéntricas que conozco. Y lo digo de forma positiva. Aunque muchas de sus ideas y de las cosas que hace son muy diferentes a lo que yo haría y diría, admiro su valor y su fuerza para vivir del modo que cree que es mejor sin dejarse cambiar por los prejuicios de la sociedad. En realidad lo que hace falta es más personas fieles a sí mismas, que se atrevan a salir de lo que se espera de ellas y hagan lo que sus corazones o cerebros les dictan.

21 junio 2008

Disculparse todo el tiempo por ser musulmán

Hemos estado viendo un documental en la Casa Encendida que se llama "¡Mezquita no!" y que va sobre un grupo de vecinos en un barrio de un suburbio de Barcelona al que le da un ataque de racismo y xenofobia y se lanza a la calle para luchar contra la existencia de una mezquita en su barrio. El documental presenta los hechos desde el punto de vista de todos los implicados: los vecinos que protestan, los musulmanes que tienen su mezquita y el ayuntamiento. En el documental, para no variar, los vecinos intentan encubrir su racismo y xenofobia con razones falsas y más bonitas o aceptables como que "el local no es apto para un oratorio". Para empezar os recomiendo que veáis la peli, porque es muy interesante.

Para seguir me llama la atención una cosa que sucede en el documental todo el tiempo y que veo constantemente también en la vida de cada día: los musulmanes que aparecen hablando, además de pedir sus derechos, se esfuerzan muchísimo en presentarse y mostrar su interés en integrarse, en obedecer las leyes, en cumplir no solo con sus derechos sino con sus obligaciones, en dar una imagen positiva del islam y del mundo árabe en general, etc. Me parece a mí que por culpa de lo que unos pocos han hecho, esos a los que se llama erróneamente integristas islámicos o, todavía peor, islamistas, la gran mayoría de los musulmanes se ve impelida a exculparse y explicarse, a disculparse y aclarar constantemente que el islam no es así, que los musulmanes no son todos iguales, etc. Considerando el terrible racismo antiislámico que hay en Occidente, sobre todo desde que las bombas de algunos terroristas nos afectaron en esta zona del mundo, no es de extrañar que sientan cuando hablas con ellos y sobre todo cuando hablan en público la necesidad de explicarse y de intentar dar a entender mejor su religión y su cultura. Sin embargo, a mí me resulta innecesario. Cuando uno está viendo un documental en el que un grupo de bárbaros españoles está claramente pisando los derechos de estas personas a ejercer su libertad religiosa, los entrevistados musulmanes no deberían necesitar hacer hincapié en sus obligaciones como ciudadanos, sino solo en sus derechos. Es triste que además de estar en minoría en nuestras sociedades y de tener que soportar constantemente la mirada negativa de los otros ciudadanos, tampoco se pueda luchar por conseguir la igualdad sin tener que tener cuidado de no parecer "demasiado diferente". En realidad, lo que tendrían que hacer es luchar por poder conservar esa diferencia y, además, ser tratados con igualdad, dignidad y respeto.

Granada, el racismo y el pasado árabe

Iba por Granada con K y mi hermano y les iba preguntando si creían que los granadinos, por eso de haber sido la última provincia de Al Andalus, eran más tolerantes y menos racistas y xenófobos que el resto de los españoles. Al pasearte por las calles puedes ver esculturas de personajes históricos árabes, souvenirs árabes, menciones a la Alhambra y todo el pasado impresionante de la ciudad. Los cafés, las teterías, las tiendas, las decoraciones, todo te recuerda que Granada fue Al Andalus. Y eso para mí debe de dar un entendimiento diferente de la cultura musulmana y del islam. Si los granadinos se enorgullecen de su pasado (y con razón) digo yo que eso debe producirles un acercamiento diferente a los inmigrantes que llegan del otro lado del Mediterráneo.

Bueno, pues no he conseguido una respuesta, pues no conozco a granadinos ni tuve la oportunidad de charlar sobre este tema allí. Sin embargo, paseando esa misma tarde por el Albaicín tuvimos una experiencia horrible a la que mi hermano comentó: "Aquí tienes la respuesta a tu pregunta del racismo granadino". Por supuesto, porque esa señora que vimos fuera así no significa que todos lo sean, pero desde luego que ya me hizo planteármelo.

La experiencia tan desagradable: íbamos andando por una calle y por la misma calle un poco más adelante iba un negro africano. En dirección opuesta venía una viejecilla como de 60 años. La mujer, sin ningún motivo, al cruzarse con el negro empezó a gritar esas bellas cosas tan típicas "¡Fuera, que venís todos a robar!". El hombre ni se giró, pero a mí que me hierve la sangre rapidito con esas cosas, me entró el cabreo y contesté "Pues no señora, se equivoca". La mujer pasó a nuestro lado murmurando más barbaridades...

Digo yo que por el aspecto de la mujer, era una persona de allí de toda la vida. Supongo entonces que orgullosa de su pasado histórico y su hermosa ciudad. Sin embargo, los extranjeros mejor lejos. ¿Y no ve lo insensato?

Casas con 4 habitaciones diminutas

Y ya que estamos con eso de las casa, voy a comentar ahora otra cosa que me fascina de las casas en España. Resulta que todas tienen 4 habitaciones y 2 baños, un pasillazo y no sé cuántas cosas más, pero... cada habitación es de tamaño diminuto. El caso es que cuando le preguntas al dueño si no le gustaría tirar algunos tabiques te dicen que sí, pero que entonces la casa vale menos, pierde valor si luego quieres venderla. ¡Pero tú tienes que vivir allí durante 40 años! Y la respuesta es que nunca se sabe, que tal vez quieran o tengan que venderla antes...

Vamos a ver, una persona sola, como mi hermano, ¿para qué quiere una casa con 1 salón y dos habitaciones? O una pareja como mi hermana y su novio, ¿para que quieren 1 salón, 3 habitaciones y 2 baños? Quiero decir, claro que está guay si tienes una mansión, eso no lo dudo. Pero si cada habitación luego es de 2 por 3 metros, ¿no sería mejor tirar los tabiques y hacerse un espacio más grande?

A mí para empezar ya me sobran los pasillos. Cuando escucho aquí a la gente, como mi amigo I, te dicen que no quieren tener el baño con la puerta al salón. Pues yo no entiendo por qué no. Si vives en pareja y tienes una casa de 100 metros podrías tener un pedazo de salón de 40 metros, una habitación de 35 metros, un baño grande y una cocina grande y quitar todos esos pasillos inútiles y todas esas puertas cerrándolo todo. Yo es que además en mi mundo ideal tendría un salón enorme de 80 metros con la cama en un rincón puesta sobre un zócalo más alto, la cocina abierta al salón y un baño cerrado.

Otra cosa es cuando tienes hijos. Entonces sí necesitas dos habitaciones, digo, una para ti y otra para el hijo. Pero hasta entonces, ¿para qué vivir en una casita con 500 agujeritos? Además, nunca se sabe si uno va a llegar a tener hijos en el futuro, así que ¿no sería más práctico disfrutar del presente y vivir en un sitio agradable?

Alquilar o comprar una casa

Estaba el otro día charlando con A y R sobre las ventajas y desventajas de alquilar o comprar una casa, y A y yo no hacíamos más que decir que entendíamos la postura de la otra, pero no estábamos de acuerdo. El caso es que al pensarlo creo que en realidad no estamos tan lejos en nuestras ideas. Al menos ella no piensa como tantos otros que ahora porque vive de alquiler está tirando el dinero. Eso sí, prefiere tener una casa comprada, una hipoteca, una seguridad...
Yo sinceramente creo que los españoles, y también los daneses pero en menor medida, deberían cambiar esa idea de que para poder vivir de forma estable tienes que comprar una casa en propiedad. Alquilar una casa, no una cuyo alquiler se acabe en unos meses, claro, sino una cuyo alquiler pueda prolongarse muchos años, puede darte la misma estabilidad que una casa comprada y además tener la ventaja de no tener que crear una deuda con un banco de muchísimo dinero. La gente hoy en día por comprarse una casa pide una hipoteca a 40 ó 60 años y se endeuda para toda la vida. Eso significa que en la práctica se quedan viviendo en el mismo lugar durante la mayor parte de su vida, conservan un trabajo que no les gusta por poder pagar la hipoteca y tener estabilidad, se tienen que "apretar el cinturón" media vida para poder comprar la casa sin poder viajar, salir, etc. Todo para al final tener una casa en propiedad después de 50 años, cuando ya tienes 80 y heredársela a tus hijos...

A mí eso sinceramente me parece como autocondenarse sin razón. Si bien es cierto que alquilar hace que gastes dinero y no te quede nada al final, también es cierto que te da una libertad y una solvencia económica que no te da una casa. Los alquileres normalmente son más bajos que las letras de las hipotecas. Además no hay que pagar una entrada con todo el dinero que uno ha conseguido ahorrar durante años. Si te quedas sin trabajo, puedes no agobiarte tanto con encontrar otro inmediatamente o en la misma ciudad. Si no te gusta tu trabajo puedes plantearte dejarlo. Si quieres mudarte a otra ciudad u otro país, puedes dejar tu alquiler y buscar otro en el nuevo sitio. Si decides tener 7 hijos puedes cambiarte a una casa más grande. Si no te gusta la zona o tus vecinos, puedes mudarte a otro sitio y probar cómo es vivir allí. Si se estropea algo o hay que pagar de repente un extra de comunidad, lo paga el dueño. Si... Vamos, mil razones veo yo para no obligarte a invertir tantísimo tiempo, esfuerzo y dinero en una compra inmobiliaria.

Por otra parte, esa teoría de que tiras el dinero me alucina un poco. Todavía no he oído decir a nadie que tira su dinero por comprar comida o ropa, por ejemplo, y que yo sepa ninguna de las dos cosas sigue existiendo después de un tiempo. Las usas porque las necesitas, como un lugar donde vivir. Pagas por un bien, no necesitas después poder quedártelo para que sea más útil. Lo mismo que cuando vas al cine: pagas por ver la peli, no te la quedas.

Conclusión: mientras alquilar sea más barato que comprar, no veo un motivo para dejar de hacerlo. Además, que yo sepa una casa suele valer menos 40 ó 60 años después... ¿Para qué pagar más por algo?

El placer de comer en restaurantes...

Estábamos hablando K y yo de lo difícil que nos resulta ahora ir a un restaurante y pensar que la comida que comemos realmente es buena y de cuál es el motivo de ese cambio.

Antes cuando éramos más jóvenes y no teníamos ni experiencia ni conocimiento ir a un restaurante solía ser una experiencia agradable en la que casi siempre la comida sabía mejor que la que uno mismo era capaz de hacer. Ahora es rara la vez en la que de verdad algo nos gusta como para poder recomendarlo o querer repetirlo.

Cuando vivía en España no conocía apenas otras culturas culinarias. Por ejemplo, aquí las especias es como si no existieran. Y cuando te dicen que algo lleva especias, no tiene más que una gotita que de verdad hay que imaginarse el sabor. Por otra parte, aunque los ingredientes de la cocina española son de buena calidad en general, hay muchísimas cosas que aquí no se comen, o no se conocen, o no se sabe preparar... En consecuencia, al ir a un restaurante un poco exótico, con que te pusieran una pizza un poco mejor que las congeladas o un plato de arroz frito con algo de sabor a curry, pues ya te sabía delicioso.

Ahora, después de años de verdadero interés por la gastronomía y las culturas culinarias de otros sitios, además de práctica y pasión por la cocina, distinguir entre una paella cutrecilla y una paella en condiciones ya no es difícil.

Entonces, ahora cuando voy a un restaurante indio, por ejemplo, ya no me vale con que la comida sepa diferente a la española. Tiene que ser buena y tiene que estar cocinada de la forma adecuada, tener ingredientes de calidad y estar servida en su punto. O cuando voy a una pastelería, ya no me vale que tengan una tarta de chocolate con buen aspecto, también tiene que tener buenos ingredientes y estar hecha en condiciones.

Eso, en la práctica, significa que ese placer que sentíamos al ir a restaurantes antes ahora no es tan grande. Y lo veo en la gente con la que suelo ir. Por ejemplo en Dinamarca mi amiga F es más fácil de impresionar y a menudo se puede oír "¡Está buenísimo!". O aquí en Madrid sitios que antes me parecían buenos, ahora voy y la comida ya no me parece nada para dar saltos, aunque vea que los demás se están relamiendo.

Por ejemplo, antes íbamos a un japonés que me solía parecer muy bueno. Después de haber vivido en Japón unos meses, el sushi de ese restaurante aquí en Madrid ya no me parece igual. Sí, no está mal, pero no es nada especial.

En realidad es un poco frustrante no poder disfrutar como antes y ver que los demás siguen así. A veces el conocimiento mata parte del placer.

Eso sí, si tuviera dinero creo que sería posible para nosotros disfrutar de la comida y poder disfrutar de la capacidad de diferenciar un plato cutre de uno normal y de otro excelente. Teniendo los escasos medios económicos que tenemos ahora, la mayoría de los sitios a los que nos podemos permitir ir son mediocres y eso se aprecia en el sabor.

Aunque, eso sí, a veces los sitios más baratos tienen escondidas verdaderas joyas. Por eso seguimos probando, y acabamos con una lista de favoritos que son a los que siempre volvemos. Por ejemplo, en algunos restaurantes de aspecto cutre hechos por inmigrantes, la comida es excelente y el precio es mucho menor que en otros sitios más pijos hechos por españoles o daneses donde el aspecto es más bonito pero la calidad y el sabor distan mucho de ser buenos o auténticos.

Por cierto, y ya para acabar, el mejor restaurante en el que he estado esta vez en España se llama La cuina del racó. Es de comida catalana de buena calidad, bastante caro para nuestro bolsillo pero con una clara diferencia para el paladar.

Los amigos de mis amigos son mis amigos

Esta frase que siempre se dice y que creo que en general nunca significa nada verdadero en realidad, para mí tiene un significado de lo más auténtico. Me explico: por supuesto, la mayoría de las personas que conozco tienen otros grupos y con el tiempo acabo conociendo a algunos de sus conocidos y amigos. Para mí normalmente esas nuevas personas son conocidos que en ocasiones me caen bien, en otras muy bien, y en algunas fatal. Es como en todas partes, en el trabajo, en un curso, donde sea: no porque conozcas a alguien te va a caer bien, ni ese alguien va a tener amigos que también sean majos. Pero en algunas escasas ocasiones estos amigos tienen amigos que sí que son encantadores.
Así, hoy en día entre mis amigos más queridos están algunas personas que comenzaron siendo amigos de amigos.

Un caso especial se puede aplicar a las parejas de tus amigos. Y entre ellos una destaca de forma muy especial: R, la novia de mi amiga A. Desde el mismísimo día en que la conocí me cayó genial y desde entonces siempre ha sido un verdadero placer hablar con ella. Ahora, con el paso de los años (¡¡el otro día charlando sobre cómo nos conocimos me di cuenta de que ya habían pasado 11 años!!), para mí ya no es la novia de mi amiga, es mi amiga, de hecho una de mis amigas más cercanas y más queridas. Yo no sé si para ella será igual, pero para mí es así. En determinado momento A y ella dejaron de estar juntas... y entonces seguimos hablando. Finalmente su relación volvió y yo no podría sentirme más feliz porque sin lugar a dudas A no podría haber encontrado alguien con quien me fuera más fácil sentirme a gusto. Quiero decir, si A estuviera con otra persona creo que nuestra relación, la de A y mía, no sería tan buena como es ahora, porque juntos los 4 ¡para mí es tan genial!

Luego también están los amigos de amigos de amigos. Gracias a mi amiga F en Dinamarca conocí a mi amiga E, que a su vez me presentó a mi amiga AM. Es curioso como sin darte cuenta unas relaciones te llevan a otras, enriqueciéndote y haciendo tu vida más feliz.

19 junio 2008

Cambiar las citas con falsas excusas

Una cosa que me molesta muchísimo es ver cómo la gente te cambia las citas con falsas excusas. A mí sinceramente me parecería mejor que me llamaran y me dijeran "hoy no me apetece quedar contigo" o "hoy prefiero hacer esto que estar contigo" o "hoy me voy con Fulanita que es mucho más divertida" o "hoy me voy a quedar en casa" que tener que soportar que me llamen y me metan una bola incomestible para contarme que "desgraciadamente" tienen que cambiar la cita, pero que "en realidad sí que querían quedar". Pero hombre, menos excusas y digamos las cosas a la cara. Somos todos mayorcitos y nadie se va a escandalizar por oír que en realidad a veces no quieren quedar o hay cosas que les apetecen más que quedar con nosotros. ¡Nos pasa a todos! Así que menos excusitas falsas y digamos las cosas como son.

Querer un hijo


Hace un par de años estaba con dos amigas en Madrid quejándome de cómo todas las mujeres heterosexuales parecen destinadas a tener hijos. A mí me parecía una cosa extrañísima eso de tener que pensar que por tener un novio y la posibilidad de producir hijos ya significaba que tuvieras que crearlos. Me frustraba especialmente ver que entre las parejas que yo conocía y tenían hijos, son las mujeres siempre las que acaban cargado con toda la responsabilidad y el trabajo extra que supone un hijo. Me molestaba también ver como esas mujeres cambiaban y de repente todo se transformaba en sus hijos. No parecían ser las mismas, todo giraba en torno a cuando Pedrito o Rosita se tienen que levantar, lavar, comer... y cuando habían dicho "gu" y habían hecho "¡tachán!". De repente ya no querían quedar, ya no podían centrarse en una conversación tres minutos sin volver el tema de un modo u otro a sus hijos, ya no entendías tú cómo era su vida y lo ocupadísimas que estaban, ya no tenían sueños en cuanto a sus carreras o viajes u ocio o estudios... Vamos, en una palabra, se convertían en la super mamá y dejaban de ser personas.

Por otra parte, yo siempre he pensado que no quería tener hijos, si acaso adoptarlos, pero no tenerlos yo misma. No me veía en esa función de parirlos ni tampoco mucho en esa otra de educarlos y ser una buena madre. Me daba miedo cometer errores y hacer al niño o niña desgraciado. Además, con todos los niños sin padres que hay en el mundo, pensaba que producir yo uno era casi un delito, por eso mejor adoptarlo. Pero además, pensaba que tener hijos suponía una carga, un problema que te impedía poder hacer otras cosas que tú quieres, especialmente mi pasión, viajar, pero también ser libre y poder vivir en condiciones menos estables.

Pero es que además, siendo como soy bisexual y teniendo como tenía antes parejas de mi propio sexo la opción de tener un hijo sonaba tan imposible y tan lejos de la vida que podía tener que ni siquiera era una opción. Adoptar no estaba permitido entonces y tenerlo por medios naturales pues, como no fuera buscando a un maromo con el que tener unas cuantas noches apasionadas fuera de la relación, tampoco parecía muy posible.

Pues bien, cualquiera que me conocía sabía que pensaba así y también sabían de mi homosexualidad. Hace unos años de repente empecé a estar con un hombre, para sorpresa de muchos y muchas. Todavía más sorpresa fue cuando de repente nos casamos. Ahora ya he empezado a contarles que desde hace un tiempo llevamos pensado en tener hijos para finalmente llegar a la conclusión de que sí que nos gustaría. Y como voy sacándome poco a poco de las casillas en las que me he ido metiendo, pues yo creo que ya poca gente se sorprende de verdad. Sí que les resulta extraño, desde luego, pero en seguida se acostumbran a la nueva idea. Eso sí, a mí me ha costado mucho tiempo poder decir estas cosas en alto.

¿Y por qué tener hijos? Pues la verdad es que no hay una razón. Es simplemente algo que deseo y que K parece desear también. Un hijo o hija, me da igual que no sea de nuestra sangre, pero una personita a la que educar y ayudar a crecer, una personita a la que entregar nuestro amor y tener esa maravillosa experiencia en conjunto. ¿Y qué pasa entonces con todo eso que escribía arriba? Pues que los niños ya no me parecen una carga y mi vida ya no me parece que perdería por tener que cuidar a alguien. Yo soy la persona que soy, cambiaría con hijo, igual que cambio sin él, pero seguiría con mis sueños y mis aficiones, porque así soy. Tendría que tener más responsabilidad, pero eso no me parece algo malo, y tener que cuidar a alguien a quien amas ahora en lugar de una tarea pesada me parece un placer. Cuando estoy con K en ocasiones también tengo que dejar otras cosas, siempre hay que elegir y adaptarse, pero yo no lo cambiaría por nada. Es maravilloso poder compartir la vida con él y pienso que seguramente el sentimiento sería igual con un hijo que pudiéramos tener entre los dos. Creo, finalmente, que la clave está en que he encontrado la esencia de lo que es querer a alguien y a la persona, maravillosísima, con quien compartir experiencias de ese estilo. Y creo que no todo giraría en torno al hijo haciendo mi vida más pobre como pensaba antes, sino que, como ahora con K, mi vida se enriquecería con esa nueva persona.

¡Fuera de la Unión Europea!

Esta semana pasada los irlandeses han votado no al Tratado de Lisboa, que otra vez deja a la Unión Europea más que un poco descolocada y sin entender muy bien qué camino puede seguir en el futuro. Lo cierto es que lo mismo que hacen los irlandeses ahora hay unos cuantos países que lo tienen por costumbre, entre ellos y muy especialmente, mi otro país, Dinamarca, que como bien es sabido está en la Unión con condiciones especiales.

Pues bien, yo me pregunto si no sería mejor que, visto lo visto, los que sí que queremos crear una Unión dejemos de lado a los que no quieren. Si un país por mayoría decide que no quiere pertenecer al grupo, ¡pues adiós muy buenas! Por mucho que la élite de ese país o sus políticos crean que sea mejor que pertenezcan a la famosa UE, si los habitantes no quieren pues váyanse. Eso es la tan defendida democracia. No hay que crear reglas especiales para que los nacionalistas histéricos puedan conservar su moneda, sus condiciones especiales, etc. O se está o no se está, nada de "en esto que claramente me beneficia sí me interesa, en esto que me puede perjudicar ya no". Además, creo que una vez iniciada la tendencia y permitiéndoles decir que no a determinadas cosas, esos sentimientos antieuropeos crecen en el país y cada vez se quieren reglas más especiales... Eso no se puede aceptar. Las reglas deberían ser iguales para todos. Si tú no quieres que te vengan los extranjeros de la UE a trabajar a tu país, o que puedan comprarse propiedades inmobiliarias de veraneo, o que tu leche tenga cuotas, pues fuera y ya está. Y fuera con los países ricos que no quieren ser iguales, que quieren ganar y beneficiarse y no contribuir al bienestar general que al final también les beneficia a ellos. Fuera con los nacionalistas y los que sienten que les están imponiendo leyes que les quitan su amada soberanía. Dejemos que la Unión avance con los que sí que quieren tenerla y creen en ella.

Legalizar las drogas, también las duras


Estábamos hablando K y yo sobre el tema de las drogas porque en Embajadores había una manifestación en contra de la droga, y me insiste en que escriba sobre ello porque cree que tengo buenos argumentos. No sé yo qué pensarán los demás, pero aquí van...

Yo pienso que todas las drogas, incluidas las duras, deberían ser legales. Pero no solo eso, sino que además deberían ser gratuitas (pagadas por el Estado), proporcionadas en lugares específicos y administradas en esos lugares bajo control médico. ¿Y para qué? Pues para evitar todos los problemas de la droga.

Si fueran legales, las mafias no controlarían su producción y tráfico. Esas mafias a menudo están relacionadas con otro tipo de asuntos como las armas, la prostitución (especialmente la que engaña a mujeres para ir a otro país y luego tratarlas como esclavas sexuales), la delincuencia, etc. Si su producción, distribución y compra estuviera legalizada habría compañías privadas a las que el Estado podría controlar igual que se controla a las compañías que producen coches o alimentos. Además, las drogas no serían adulteradas, pues pasarían un control. Eso reduciría el riesgo de muerte por su consumo.

Por otra parte, si conseguirlas fuera legal, los consumidores no tendrían que irse a barrios o lugares peligros ni entrar en contacto con delincuentes para conseguirlas. Eso reduciría la mala influencia y que pudieran entrar a formar parte de grupos cuyo objetivo es delinquir.

Además, si fueran gratuitas, las personas dependientes no se verían obligadas a hacer cualquier cosa para conseguir el dinero que cuesta su consumo. Se evitarían la prostitución por drogadicción, los robos y hurtos para conseguir el dinero, las deudas pagadas a través de delincuencia o pertenencia a bandas criminales.

Si también fueran administradas en lugares concretos, los ciudadanos no consumidores no tendrían que ver cómo uno esnifa en el metro y otro se pincha en tu portal. Se eliminaría el riesgo de encontrar jeringuillas contaminadas por el suelo. Y se evitaría que personas drogadas en momentos en los que no pueden deambular por las calles, se pusiesen en peligro a sí mismas y a los demás haciendo cosas como andar por la carretera, conducir, etc.

Si estos lugares donde las drogas se administran tuvieran un control médico, se evitarían las sobredosis, los riesgos de contagio por mala utilización o compartir jeringuillas y las situaciones de riesgo sanitario para los drogadictos y para su entorno. También las reacciones alérgicas podrían ser tratadas in situ. Y después de su administración, los consumidores podrían descansar en un lugar seguro sin ponerse en peligro a ellos ni a nadie, además de poder ellos tener la seguridad de que si algo va mal, la ayuda está cerca.

Entonces, la pregunta de muchos sería ¿y por qué voy a pagar yo para que otros se droguen? Pues la respuesta principal sería para evitar la criminalidad asociada a las drogas. El método usado hasta ahora no funciona, los drogadictos existen y son personas dependientes de una sustancia. No es nuestro papel juzgarlos sino hacer una sociedad en la que todos, también ellos, puedan vivir con seguridad. Si ellos están seguros y nosotros también, ganamos todos. Si en vez de usar el dinero estatal para combatir las drogas se usara para lo que yo explico, los resultados serían mucho más positivos, no me cabe la menor duda. Una parte se debería seguir usando para informar de los riesgos de las drogas para la salud y vida normal del consumidor. Pero la que ahora se usa en policía, SAMUR, etc. se podría usar mucho mejor en mejorar la situación.

Madres de alquiler

Estaba viendo antes un documental sobre las madres de alquiler y quiero escribir aquí mi opinión.

Por supuesto que lo ideal sería que en vez de producir un hijo por medio de la fecundación in vitro y luego insertándolo en ti o en otra persona, se adoptara un niño. Creo que para este planeta, con la de niños que hay sin padres, sería la mejor opción. Nada de tratamientos hormonales, nada de procesos caros ni extraños para el cuerpo, nada de médicos ni hospitales... La pareja tendría su hijo. Y un niño sin familia tendría una nueva oportunidad en la vida.

Mucha gente, igual que yo antes, piensa que las personas que buscan una madre de alquiler es porque quieren tener ese lazo de sangre con su hijo. Quieren perpetuar sus genes. Y esa idea a mí por lo menos me parecía terrible, porque entonces no se quiere un hijo, se quiere una copia de sí mismo.

Sin embargo, ahora leyendo sobre el tema y viendo ese documental entiendo que muchas parejas recurren a esa opción no porque busquen un hijo de sus genes sino porque no pueden tener ellos mismos el hijo y tampoco se les concede el permiso para adoptar, eso que llaman el certificado de idoneidad. Y uno piensa entonces que tal vez es que no tienen que ser padres entonces, porque si no consiguen ese permiso... Pero no, la realidad es que las reglas son injustas y duras. Se castiga sin poder adoptar a personas por ejemplo con diabetes tipo 1. O a personas con una economía baja, pero que sobreviven en condiciones dignas. O a estudiantes. O a parejas en las que el hombre no tiene la carga laboral en la unidad familiar. O a personas mayores de 40 años. O a homosexuales en la mayoría de los países. O a personas que no están casadas y no conviven durante un cierto tiempo. O a hombres solos. O a personas con depresión. O... En fin, mil razones injustas por las que una pareja con el sueño de ser padres no puede adoptar. Y si tampoco pueden tener los hijos por sí mismos, o bien se ven condenados a renunciar a ellos o bien se ven en la necesidad de empezar a buscar alternativas, como una madre de alquiler.

Existen varios tipos de madres de alquiler. Un madre de alquiler que pone su útero pero ni el óvulo ni, obviamente, el esperma. Estos pueden venir tanto de la pareja que desea el hijo como de donantes anónimos o conocidos, o una combinación, si un miembro de la pareja es fértil y el otro no. También está el caso de una madre de alquiler que pone su útero y su óvulo pero con el esperma del futuro padre o de un donante.

En cuanto a la ley, en Europa en muchos sitios, entre ellos España y Dinamarca, no se castiga pero tampoco se promueve su uso. No se permite el intercambio de dinero por el "servicio". Tampoco poner anuncios y buscar desconocidos. Ni pagar agencias, tampoco las legales en el extranjero. Pero si tu hermana, tu madre, tu cuñada, tu amiga o similar quiere hacerte ese favor, pues la ley lo acepta. Eso sí, se reconoce el derecho de la madre de alquiler a finalmente renunciar a dar el hijo si después del parto se arrepiente. En Estados Unidos la ley permite sin problemas en la mayoría de los estados la utilización de madres de alquiler y también existen agencias que pagan a las madres de alquiler y cobran a la pareja que quiere el hijo. Todo, por supuesto, por una verdadera fortuna. Y luego parece que está también últimamente de moda buscar una madre de alquiler en países del tercer mundo donde los precios son muchísimo menores. Eso sí, hay que tener muchísimo cuidado con quien tratas, ya que normalmente esto se controla por mafias que saben que los europeos infértiles hacen todo lo posible, y fuera de la ley en sus países, para encontrar una madre de alquiler para tener un hijo.

Concluyendo, a mí sinceramente me parece que la ley debería ser más abierta. Para empezar, las adopciones, ya que si estas fueran más fáciles, muchos niños sin padres y muchas personas que quieren ser padres tendrían una solución aceptable y beneficiosa para todos. Y también la de las madres de alquiler, porque si de verdad para una pareja es importante tener un hijo y no lo puede tener de cualquier otro modo, al final se va a ver obligada a caer en las manos de insensibles en un mercado negro que no beneficia a nadie. O a renunciar a un hijo de forma injusta cuando hay tantos niños huérfanos en el mundo y además la tecnología para poder crearlos in vitro y colocarlos en un útero.

Un falso africano

El otro día estuvimos cenando en Kimbumbu, un restaurante africano que hay en Chueca. Y la verdad es que de africano lo que tenía era, para ser claros, ¡nada! Eso sí, de lo que los españoles creen que es un africano probablemente tenía mucho. Curiosamente luego he estado leyendo comentarios en Ciao! y parece que a la gente en general le gusta.

¿Y por qué a mí no me gustó? Pues es que creo que si voy a comer a un africano, tengo que comer comida africana. El ambiente y la decoración tampoco importan tanto, pero si son auténticos y agradables, pues también mejor, claro.

En mi opinión el sitio tenía la típica decoración que un "flipadillo" que no ha estado en África piensa que es típica de allí. A los pobres camareros los hacen ir disfrazados con un traje que se supone típico de algún sitio de África. La música muy pesada, la típica que los extranjeros creen que escuchan los africanos, repetitiva y no muy buena. Y la comida era una fusión que en la carta venía descrita con ingredientes habituales y otros "exóticos" como ñame o batata, pero que en realidad eran trozos de cosas normales con un trocito diminuto del ingrediente exótico. Vamos, que si te pedías el pollo solo para probar el ñame mejor te pedías otra cosa porque desde luego que el ñame no lo ibas a saborear mucho. Lo peor de todo en mi opinión fue la calidad de las carnes. No era suficiente con que la calidad de la comida en general no fuera buena, sino que para recolmo las piezas de carne eran de trozos malos, con nervios, tendones, huesecillos, grasa, etc... Vamos, un verdadero placer. Supongo que tal vez piensan que como es comida africana tiene que ser de esa excelente calidad. Y luego el precio tampoco es que fuera para celebrarlo...

En resumen, lo que más me molestó, como me suele molestar, era esa afición por hacer sitios falsos y pretender que parezcan auténticos. Parece que si vas a un africano y hay tambores, a un chino y hay peces dorados, a un japonés y hay caligrafía, a un indio y hay imágenes de Krishna..., y en todos música tradicional de la que nadie escucha en el país que se pretende imitar, camareros vestidos con disfraces y cocineros españoles que ponen un par de ingredientes exóticos ya se puede tener un restaurante "étnico". Creo que un africano se hubiera flipado literalmente al ver el restaurante y comer la comida.