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15 agosto 2008

Espejos junto a la cama


Tenemos varios espejos de sobra y a los dos en teoría nos gustaría ponerlos junto a la cama, porque está frente a la ventana y daría más luz y porque está bien para vernos en determinadas situaciones... El caso es que como nuestra cama está en el salón a K le da cosa poner los dichosos espejos porque si tenemos visita es demasiado "escandaloso", piensa. Yo le pregunto si él pondría los espejos si no tuviera visitas y dice que claro que sí, y entonces no entiendo por qué se deja influir tanto por lo que los demás piensen. ¡Si quieres espejos, ponlos, reprimido!

10 comentarios:

  1. Jajajaj... Nada que añadir. Esa última frase es lapidaria. Aunque según el Feng Shui, es mejor que uno no se refleje en un espejo mientras está tumbado en la cama para evitar que vuelva sobre sí mismo la energía que se descarga durante la noche. De todos modos, como hubiera que hacer caso de todas las cosas que dice el amigo Feng...

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  2. Bueno ¿y...? ¿Al final hubo espejo o no?

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  3. Pues no, ¡todavía no! La represión de muchos años es difícil de quitar tan rápido... pero yo sigo intentándolo ;-)

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  4. ¡Pues, no! ¡Soy demasiado reprimido para esas guarrerías! Tampoco hemos puesto una bola de discoteca encima de la cama todavía... ¡pero creo que la lille skvat está en ello!

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  5. K, no le des ideas que es capaz de poner espejos también dentro del retrete. Sería tan bonito ver cómo se planta un pino... Ejem, perdón, hoy estoy algo escatológica.

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  6. Ya habíamos intuido lo de tu coprofilia, pero gracias por contárnoslo. Espero que le hace a A también, porque si no, veo problemas en el horizonte. No te preocupes por lo de espejos en el retrete que esas cosas tan avanzadas como retretes no tenemos aquí arriba. Simplemente abrimos la ventana y cagamos al patio. Más fácil, pero un peligro cuando uno tiene que ir a coger su bici.

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  7. Qué asquete. Hoy me levanté todo lo contrario. No, no, a mí no me gustan esas cosas. El pollo con patatas fritas sí, pero eso... ¡K! ¡Ya te vale!

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  8. Como decía, seguí intentándolo y por fin le convencí para que se liberara de sus complejos y siguiera sus impulsos.

    Pues bien, ahora que por fin tenemos los espejos en casa nos faltan los tacos para poder clavarlos en la pared, porque a K misteriosamente se le olvido que tenía que comprarlos. Así que como os decía la represión de tantos años se pasa muy despacio :-S

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  9. Sí, pero ahora es inconscientemente

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  10. ¡Por fin! Ya tenemos los espejos y ya los hemos montado :-)

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