Secciones del blog

17 agosto 2008

Feria del comercio justo en Copenhague

No sé yo si aprovechando que iba a haber mucha gente en el parque por la ópera o si por casualidad o por mala organización, ayer y hoy ha habido en el mismo sitio, Fælledparken, una feria sobre el comercio justo, Fair Fælled, organizada por Mellemfolkeligt Samvirke (MS), que no tengo muy claro si es una organización religiosa o una ONG.

Fair Fælled consistía en un grupo de tiendas con artesanía de comercio justo, un par de sitios con comida hecha con productos de comercio justo y un escenario con música muy variada. Y entre medias todos los visitantes sentados en mesas y el césped, escuchando la música, comiendo y descansando.

Aunque la idea en principio estaba muy bien y espero que se repita, me parece que se ha enfocado de una manera errónea.

Para empezar, una de las grandes atracciones es que dos cocineros de un restaurante llamado Husk Os iban a hacer comida de calidad, de productos de comercio justo y por bajo precio. Se suponía que trabajaban gratis y que las ganancias iban a los proyectos de MS. Pues bien, ayer cuando llegamos ya no había comida. Eran las 18. Hoy a las 14 hemos alcanzado a comprar un plato para los dos. A las 14.15 ya no había más comida. Se suponía que abría a las 12 y cerraba al final del festival. Ninguno de los dos días han hecho suficiente ni para la mañana. Entonces me pregunto si el objetivo era reunir fondos para emplearlos en ayuda al desarrollo, ¿cómo es posible que al menos hoy (después de verlo ayer) no hayan planificado mejor las raciones? Muchos bolsillos con 45 kr que dar se han ido a casa sin comer y con el dinero todavía.

Para seguir, había un quiosquito con helados de comercio justo de Hansens Flødeis. El asunto es que tú pagabas el precio que querías, el que te pareciera justo, y los beneficios iban también a MS. Eso está muy bien. Pero al llegar después de esperar una cola del copón te encontrabas a un tío bastante ineficaz que te ponía en vez de una bola un pegote enano, una bola hueca o similar. Es decir, que te sentías engañado al pagar por un helado de tres bolas y recibir menos cantidad de helado que en uno de una única bola. Está muy bien que se pague un precio justo, pero también hay que recibir un producto en condiciones. Sin embargo, nadie, ni yo, se quejaba.

Luego, en las tiendas se vende artesanía a precios bastante elevados. En lugar de vender productos útiles se venden cosas que la gente compra "por caridad" no porque lo necesiten. Eso, pienso yo, es una forma de tirar piedras contra el propio tejado. Si el objetivo del comercio justo es que la gente aprenda a comprar pagando un precio justo por lo que obtiene, eso no se consigue a través de ventas de artesanía y objetos de decoración. Faltaban tiendas de productos primarios que sí son necesarios: café, chocolate, azúcar, sal, frutas, helados, etc.

Por último, al hacer que los productos y la ropa en venta tenga un aspecto de "cosas para hippies", se hace que se asocie el hecho del comercio justo a "ser alternativo", "tener conciencia", "ser hippie", "ser de izquierdas", etc. Y con ello se pierde el objetivo principal: hacer que cuanta más gente consuma en su vida diaria productos de comercio justo mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si tienes problemas para dejar tu comentario, vuelve a pulsar en "Publicar". Casi siempre con insistir un par de veces funciona. Si no también puedes enviármelo a mi email en lilleskvat(a)gmail.com