Pasión por los coches

Aparentemente esta es la semana de pasión por los coches en Escandinavia o algo similar porque tanto en Tylösand (Suecia) como aquí en Copenhague nos hemos tropezado en cuestión de 2 días con un repertorio de coches extraordinarios (es decir, fuera de lo normal). En Tylösand en el hotel de Per Gessle resulta que había una convención de coches Austin Healey con unos quinientos coches de esos, que son bastante llamativos, aparcados en la puerta.

Al día siguiente en Copenhague nos enteramos de que al lado de nuestra casa hay una carrera de coches históricos y deportivos. La carrera era de pago, pero en el parque en el que se hacía (sí, no me he vuelto loca, un parque con césped) habían aparcado los coches que no estaban compitiendo para que los que no pagaban pudieran verlos. Así que estuvimos viendo otros modelos extraños.

¿Imagináis qué sexo era el más representado entre los admiradores de esos clásicos de la maquinaria? ¡Pues claro! ¿Y por qué es más interesante para los hombres?

Y ya hablando de eso... Le dice un chaval a su novia: ¿puedes ver la diferencia?, haciéndose el inteligente y el conocedor del asunto y tratándola a ella como la chiquita retrasada que no sabe nada de máquinas. Y los coches eran como algo como un Porsche y un Jaguar. ¡Pues claro, hombre! ¡Soy mujer, no ciega ni idiota!