Una tarde con los "frikis" de cómics

Una tarde con DG, amigo de K, y sus amigos significa una tarde en compañía de los frikis de cómics. Y eso suele ser una tarde de la que no se sabe que esperar: sorpresas, aburrimiento, locura, situaciones de lo más marcianas, ideas peregrinas, etc.

Lo más sorprendente es que yo me esperaba encontrarme unos locos de nuestra edad o más jóvenes y en lugar de eso los dos que conocí ayer eran casi en la cincuentena. Pero eso era en su edad física y en su poder económico, porque en su forma de actuar al menos uno de ellos no había pasado de la pubertad.

Es curioso ver cómo en un grupo así todo son charlas sobre cómics. Da igual de lo que uno esté hablando: política, cosas personales, viajes, lo que sea... todo se relaciona de un modo u otro con los cómics. Todo vuelve al gran tema... al único tema.

También es bastante curioso ver cómo ese mundillo es un mundillo de hombres. Luego lo íbamos hablando K y yo, que los frikis de cómics son todos tíos. Las chicas normalmente no tienen tanto interés en ese tema. Las pocas que lo tienen cuando pasan unos años dejan de ser bichos raros y se interesan también por otras cosas. Pero algunos hombres siguen como estaban en la pubertad. Centrados en sus historias de fantasía. Encerrados en sus habitaciones con sus colecciones de cómics. Sin una vida social normal. Hablando solo con otros frikis. Y sin trato con el otro sexo y con una idea sobre las mujeres de lo más distorsionada (sacada, claro, de sus cómics escritos todos casi por hombres).

Eso sí, algunos de esos frikis, como K, algún día se tropiezan con otras cosas y personas diferentes y, aunque siguen amando sus cómics, abren sus horizontes y viven otros mundos. ¡Y menos mal!