Esta noche había un documental sobre el uso de las cámaras de vigilancia en Gran Bretaña. En ese país hay miles y miles de cámaras que vigilan casi cada uno de tus pasos en la zona pública: calles, plazas, parques, metros, tiendas, trenes, aeropuertos, etc. En Madrid si no recuerdo mal estaban pensado en poner cámaras en la plaza que hay detrás de Callao, donde están los cines Luna, para evitar los muchísimos actos criminales que allí se cometen. Pero creo que había oposición y protestas por parte de algunos madrileños que lo veían como violación de su intimidad. Esa misma idea tienen aquí en Dinamarca. No les gusta la idea de las cámaras per se. Lo interpretan como si "big brother is watching you" (el gran hermano te está vigilando). Sin embargo, como decían ayer en ese documental británico, a la gente que piensa así hay que preguntarle si de verdad quiere que las calles sean seguras. En momentos como el presente, en el que las bandas se pegan tiros cada noche en Copenhague, sería mucho más útil tener cámaras para poder reconocer sus caras y detener a los responsables antes de que muera gente... o más gente. Las cámaras no evitarán tal vez que el primer acto de violencia o criminalidad se cometa. Pero pueden evitar que esa persona cometa otros actos semejantes. Y puede constituir una pieza fundamental que utilizar a la hora de juzgar a criminales reconocidos contra los que las pruebas de otro tipo no son claras.
Y sino siempre sirven para sacarlo en la tele en algun programa como el road wars ingles y por lo menos recuperar algo del dinero invertido, jeje.
ResponderEliminarNo se yo muy bien la utilidad, pero bueno, a veces ayuda ciertamente.