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17 noviembre 2008

Los productos locales son mejores

Estaba cenando con mi amiga MJ en un indio cuando me suelta una de esas frases categóricas sin pensar que a veces dice la gente que me dejan un poco alucinada: "los productos locales son mejores". Y el comentario, además de lo inadecuado que tiene pronunciarlo mientras comes productos indios cocinados por un inmigrante de Bangladés, me parece completamente sin sentido.

Mi primera reacción: "Olé, toma comentario nacionalista". Ella se explica entonces. Aparentemente no tiene nada que ver con el nacionalismo, sino con otros hechos para mí en gran parte son casi igual de incomprensibles. En primer lugar, parece que si consumes comida que crece en tu zona y solo esa es mejor para tu salud porque es por eso que crece ahí. Así aparentemente a los chinos les viene mejor comer jengibre que a los españoles debido a su clima. En segundo lugar, en su ideal de vida, si conoces al agricultor que te vende los pimientos sabes que son buenos, producidos con cuidado, sin ser parte de grandes empresas con trabajadores sin interés en la calidad, y además no se utilizan mierdas químicas varias para que crezcan más, porque el interés según ella no es solo económico. En tercer lugar, si no transportas los productos miles de kilómetros, contaminas menos.

Escucho sus argumentos, pero sigo sin estar de acuerdo. Vale, no será nacionalismo entonces... yo más bien diría que es regionalismo o localismo. Pero los argumentos son peregrinos. A los humanos les conviene comer todo lo variado que puedan. Así por ejemplo los productos que crecen en India, que tienen más color y más picante, no están especialmente diseñados para los habitantes del lugar... ni los habitantes del lugar están especialmente diseñados para aguantar esa comida mejor que los demás. Los groenlandeses no viven mejor sin comer productos vegetales. Los japoneses aunque no tengan frutas en su país necesitan de su consumo. Los habitantes del desierto que están lejos del mar y de la sal saben lo importante que es conseguir ese producto. Y todo esto no es un mal nuevo. Los productos se han transportado siempre. Incluso en la prehistoria. Eso de consumir solo lo que crece en tu tierra es malo para los humanos. Por eso en gran parte inventamos el comercio. Por otra parte, alguien me puede decir qué sería de la cocina italiana sin los tomates americanos, de la cocina escandinava sin las patatas americanas, de la cocina española sin el trigo de Oriente Próximo, etc. Eso de que los productos son locales es muy relativo. ¿De dónde ha salido el arroz, las naranjas, los garbanzos, los cerdos, etc? Porque todo son productos españoles, pero en realidad ninguno lo es. ¿Qué se puede comer entonces?

En cuanto a la segunda parte del argumento, igual de peregrina me parece. Habitualmente las pequeñas empresas suelen hacer las barbaridades más grandes por motivos económicos, porque su supervivencia está en juego. El otro día llega mi madre con manzanas de la huerta de un amigo, y resulta que aunque son para consumo propio las sulfata. ¿Qué no hará entonces uno que las vende? Creer que el extremeño que cría cerdos para vender jamones de pata negra no les da antibióticos o que el valenciano que produce sus naranjas en su huerta no les echa abonos químicos, pesticidas, etc. es como creer que en España todos los agricultores recogen la cosecha con guadañas y hoces. De hecho, más bien es al contrario. Si uno mira con detenimiento el sistema agrícola español verá barbaridades como la que se produce en Almería que arruinan el medio ambiente.

Por último, el argumento menos surrealista, el del transporte y la contaminación. Sí, es cierto, transportar productos contamina. Pero no en todos los sitios se puede producir de todo. E igual que tú quieres cenar en un indio y comer curry el indio quiere probar la pizza italiana. Además están en juego los costes de producción. Cuando los españoles se van a Marruecos a producir pimientos rojos es para no pagar los salarios de España y para poder tener leyes menos estrictas. Pero nadie en España se asombra al ver que en los pimientos pone "Producto de España" y luego con letra pequeña "Producidos en Marruecos". Por no hablar ya de la ropa. ¿Cuánta ropa de Zara se fabrica en países del Tercer Mundo? Y, ya que nos ponemos, cuando se transportan tomates se transportan toneladas de una vez en un gran camión. Otras veces incluso se transportan en enormes barcos. Sin embargo, cuando una persona viaja de un lado a otro por su región con su coche para ir a comprar los tomates a una huerta, los pepinos a otra, la leche al lechero, el trigo al molinero, etc. contamina más para lo que está haciendo. ¡Hay que ser consecuente!

Y ya por último, volviendo al nacionalismo. Yo insisto en que muchas veces estas ideas sobre consumir productos locales esconden un nacionalismo detrás. Tal vez no por parte de mi amiga, que no lo ha pensado, pero sí por parte de los que van produciendo sus cositas y ven que las de otros países son más baratas. Así cuando te venden en Dinamarca productos daneses te encuentras al verdulero gritando "Fresas dulces danesas" o "Tomates frescos daneses". Ambos productos son inferiores en calidad a los del sur de Europa, pues necesitan sol para madurar y allí escasea, por lo que son anaranjados en color. Pero se venden como los mejores ¡porque conviene al país!

2 comentarios:

  1. Algo he visto en Cph que no me ha gustado: un par de personas, sandwich people creo que los llaman,personas anuncio, apostados en la Raadhus pladsen, prisioneros dentro de un agobiante artefacto anunciando noseque. Eran, naturalmente, de piel oscura. Y digo yo, donde se encuentran las organizaciones que luchan a favor de la dignidad humana.

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  2. ¡Qué sorpresa, Car! Yo casi creía que todo lo de aquí te gustaba.

    Eso de las personas-anuncio es algo bastante nuevo aquí. Y supongo que no hay ley que prohiba que trabajen así. Pero te doy la razón en que es convertirlos en columnas, una forma de hacerlos objetos en lugar de personas.

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