Golum en el autobús

Antes de ayer de camino a casa cogí el autobús y me encontré con Golum. O eso me pareció al llevar un rato sentada al lado de la tía más loca que he visto en muchísimo tiempo.

A ver, desde el principio... Entro al autobús y estaba lleno hasta los botes, pero justo detrás del conductor había un asiento vacío. Como no parecía que tuviera nada raro, ni estaba sucio ni mojado ni la chica que estaba sentada al lado parecía nada rara, me senté sin dudarlo feliz de tener la suerte de que entre tanta gente hubiera un hueco para sentarse. Claro que pronto descubrí el motivo...

La chica de mi lado, una joven de unos 20-25 años, al sentarme se apartó muy bruscamente contra la ventana. Yo pensé que era un poco rara y ya. Pero al momento oigo que murmura algo bastante alto. Como había mucho ruido en el autobús de la cantidad de gente, pensé que tal vez estaba con alguien de los que se agolpaban sobre mí y que le comentaba algo. Pero no parecía que nadie nos mirase o dijese nada en respuesta. La chica, mirando por la ventana, empezó a hablar con la voz grave como discutiendo con alguien y entre murmullos se oía: "Te digo que es un chico", "¡qué no!, ¡qué es un chico!". Primero pensé que hablaba por el móvil con alguien discutiendo aunque era demasiado raro... Claro que ya empecé a preocuparme cuando de repente cambia de voz completamente y contesta con la misma forma de discusión pero con su voz normal y no grave algún murmullo entre el que entiendo: "Ni hablar, es una chica, tú estás ciega". Durante un segundo me quedé aturdida pensando si era en serio o qué. Pero la cosa empeoró. La chica discutía casi a gritos murmurando con dos voces y mirándome. Estaba discutiendo sobre mí y desde luego tenía esquizofrenia aguda o algo semejante. Empecé a agobiarme y a mirar de reojo a sus manos para ver si hacía algo violento, porque nunca se sabe. Y así siguió durante unos 10 minutos, poniendo su cara casi delante de la mía que estaba girada en la otra dirección, moviéndose a espasmos y discutiendo a dos voces. De repente, un poco antes de la Estación Central me grita como una loca desquiciada "¡¡¡Empujo, empujo!!!". Me giro alucinada y veo que está de pie con cara de susto y mirándome con los brazos levantados dispuestos a empujar. Casi susurrando digo "¿Que quieres que me quite?". Se calla un segundo, me mira y dice con su voz normal: "sí". Me levanto y dejo que pase y suspiro feliz de que se haya ido sin hacer nada violento... hasta que de repente se oye una risa detrás de mí de esas de peli de terror y a todo volumen. El bus entero se quedó en silencio mirando en su dirección. La chica se bajó del bus y todos en silencio mirando mientras se alejaba. Y luego de golpe todos a comentar.

La experiencia, además de lo surrealista y divertida para contarla aquí en un blog, me da qué pensar. ¿Es seguro que una chica así ande tranquilamente por la calle? ¿Es seguro para ella? ¿Es seguro para los demás? Porque vamos, una cosa es hablar solo de vez en cuando o montarte tus aventuritas en la cabeza y otra cosa eso. Debe vivir en un infierno constante si tiene dos personas que están discutiendo a gritos. ¿Estará a tratamiento? Porque sin duda lo necesita...