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30 noviembre 2009

La espiritualidad

Escuchando hablar a mi ex a veces me sorprendo de ver como la religiosidad se puede encontrar en cualquier cosa si uno es religioso por naturaleza. Ella, con su vena religiosa no deja de buscar la espiritualidad en todo y cree que sin ella la vida no tiene sentido y eso, por supuesto, le parece una tragedia. Así todo se transforma en una constante búsqueda de algo más profundo, algo más sublime, algo místico que le parezca que llena su vida.

Yo, que tengo un nivel de escepticismo muy desarrollado no puedo dejar de rebatir todas estas búsquedas de espiritualidad religiosa en cada acto. No entiendo ni he entendido nunca por qué a la vida hay que darle ese otro significado más profundo y con ello dejar de disfrutar de las cosas como son en realidad. No sé por qué todas esas profundidades irreales tendrían que ser mejores, más importantes, más dadoras de sentido. No sé por qué para poder vivir la vida plenamente hay que estar pensando en más allás, más profundos y más intangibles.

Y tú (ya sabes quién eres), si te dedicaras a buscar menos el más allá y más el más acá te darías cuenta de que con esa obsesión de ver espiritualidad en todo estás menospreciando lo material, y al hacerlo estás perdiendo muchas cosas materiales que te aportarían una felicidad que tus más allás no lo hacen.

El camino a la felicidad no es esperar a la vida siguiente, al paraíso, a la reencarnación o el nirvana. La felicidad, como todo lo demás, es ahora. Si sigues esperando a que llegue un día estás desperdiciando las únicas posibilidades que tendrás de tener momentos felices, que son en esta vida y ahora. Si sigues esperando encontrar la felicidad en lo profundo, lo místico, lo que no comprendes, lo que no se ve y al mismo tiempo despreciando como pérdida de tiempo lo material, lo que te pone en contacto con tu parte humana, tu parte animal, tus deseos, tus sueños, te estarás siempre reservando para algo que no existe.

1 comentario:

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