Los amigos son tu familia cuando eres LGBT

Con el tiempo cada vez me doy más cuenta de esto: para las personas LGBT nuestra familia son los amigos de verdad. En muchos casos las familias de sangre nos han rechazado por nuestra tendencia sexual y la vida que llevamos. En muchos otros casos han rechazado a las personas a las que amamos y con las que compartimos nuestra existencia. En la mayoría de los casos incluso si en la superficie aceptan nuestro estilo de vida en el fondo se convierte en una especie de "mancha familiar" y por eso todo lo relacionado con nuestras vidas como personas LGBT se acaba volviendo un semi tabú (y eso si tenemos la suerte de que no sea un tabú completo directamente). Las fiestas familiares se transforman en un eventos en los que nos sentimos alienados. No se nos acepta. Nuestras parejas no suelen ir o si lo hacen no suelen ser tratadas de forma normal. En las cenas de navidad, las bodas, los cumpleaños, etc., por lo general hay que elegir entre pasarlos con la familia o pasarlos con la pareja. Esto va creando una distancia y al final con los que compartimos nuestras alegrías, nuestras penas, nuestras cosas,  nuestras vidas es solo con nuestros amigos. Ellos se transforman en nuestra verdadera familia. Una familia elegida y no obligada que nos quiere, que nos apoya, que nos acepta como somos. Una familia con la que no hay que estar buscando reconciliaciones. Una familia que aunque no comparte sangre comparte algo mucho más importante: amor.