Tortura de pregunta

Cuando tienes mi edad (en los treinta) y eres una mujer es casi imposible que de vez en cuando no te hagan la dichosa pregunta: ¿Tienes hijos?. Surge con la gente nueva que vas conociendo, surge en los trabajos y te lo preguntan hasta por Internet. Pero lo peor de todo es al ir al médico. Es una pesadez tener que oír cada vez todo el repertorio sobre el tema: ¿estás embarazada o crees que pudieras estarlo? ¿tienes hijos? ¿has tenido algún aborto? ¿estás planificando quedarte embarazada? ¿utilizas algún método de prevención?...

Pero peor todavía es la visita al ginecólogo. Si encima ve que un hombre te acompaña o sabe que tienes pareja estable da por sentado directamente que por supuesto ya estás en esa edad en la que quieres tener hijos y que es ahora o nunca, con lo que incluso te anima y te habla de lo fértil que pareces...

Me pregunto por qué siendo mujer hay que aguantar todo esto. ¿No se puede ser mujer y no desear tener hijos? ¿No se puede ser mujer y no poder tener hijos? Vamos, que no para todo el mundo esta conversación es agradable ni divertida.

Para mí, por ejemplo, es una tortura. Primero, porque no me gusta ese papel en el que se me encasilla: mujer = madre. Segundo, porque como bisexual cuando he tenido relaciones estables y largas con mujeres en vez de hombres tal vez la opción del embarazo no era tan directa y fácil como lo es para las parejas heterosexuales y es irritante tener que estar justificándose. Tercero, porque como persona individual que soy no considero que tener una pareja estable signifique necesariamente que tengamos que procrear para hacer de nuestra pareja algo mejor. Cuarto, porque en mi caso en concreto incluso con un hombre como pareja la opción de tener hijos no es tan sencilla.

A ver si se entera la gente de una vez: no todo el mundo desea tener hijos, no todo el mundo puede tener hijos ni por medio de un embarazo ni por adopción, no todo el mundo tiene que vivir del mismo modo.