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10 enero 2010

Casi todos hubiéramos sido alemanes nazis


Estaba viendo un documental holandés sobre la Alemania de los 30 y me ha gustado que por una vez la historia se contaba de otra forma más conforme a mis propias ideas sobre lo sucedido en ese período histórico. En este caso en concreto se trataba de las empresas que fabricaban los hornos para los campos de concentración, que sí que sabían para lo que eran utilizados y en realidad no lo hacían ni por un profundo antisemitismo ni por ser obligadas, sino por el dinero.

Si uno reflexiona un poco y deja de leer la historia del siglo XX de la forma tradicional, es decir, con malvados malvadísimos, los nazis, y buenos buenísimos, los aliados, resulta interesante extrapolar las vivencias de esa sociedad a la nuestra. Cuando se habla de los alemanes de la época parece que eran todos personas malvadísimas llenas de odio y deseos asesinos. De hecho, la palabra "nazi" es uno de los peores insultos que se pueden utilizar en casi cualquier lugar del mundo. La realidad por supuesto es bastante diferente a esa versión simplificada: esa sociedad no era muy diferente de cualquier otra. La masa seguía las normas de la época sin cuestionarse nada o casi nada y sin preocuparse en realidad por otra cosa que su propio pellejo.

Y como decía ese documental, ¿me podéis decir vosotros de forma sincera que si hubierais sido alemanes en los 30 y 40 del siglo pasado os hubierais alzado en defensa de un pobre desgraciado al que no conocíais? ¿Os habríais negado a trabajar en las fábricas que producían toda esa maquinaría de muerte nazi si el único modo de ganaros el pan fuera ese? ¿Os habríais levantado a criticar el régimen y su brutalidad o su ilógica en una reunión pública? ¡Por supuesto que no! La mayoría llevamos dentro al mismo humano cobarde que piensa en su propia vida, que no quiere morir, que no quiere estar fuera del grupo, que no quiere ser un paria, que no quiere ponerse en peligro por nada ni por nadie... Y si no es así, decidme, ¿por qué hoy la mayoría de la gente permite las atrocidades que se cometen sin levantar la mano y sin alzar la voz?

Llevo años quejándome de esto. La historia de la Segunda Guerra Mundial hay que revisarla. No es normal aunque sea habitual esa demonización de los nazis y menos todavía de todos los alemanes.

Y para el que tenga dudas, esto está escrito por alguien políticamente muy a la izquierda.

7 comentarios:

  1. Ni que lo digas, llevo ya un buen tiempo analizando a los alemanes, mi marido es uno de ellos. Yo también me escandalizo cada vez que veo que en las películas siempre los malos o son alemanes o rusos.

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  2. Excelente reflexión. Yo la añadiría al antiislamismo que estamos viviendo en estos días. La realidad es más cruel de lo que tú misma planteas: la propaganda es más efectiva en un primer momento de lo que la gente está dispuesta a admitir. Hoy se está repitiendo el sistema antisemítico con los musulmanes y... ¡nadie se dá cuenta!.

    ¿Conocer la historia es necesario para evitar repetirla?. Otra trola...

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  3. "alemanes", "alemanas", "semitas", "musulmanes", "aliadas", aliadas", "españolas"....son ARQUETIPOS, TÓPICOS. Sugiero, además, que revisemos ésto: nuestros miedos.
    "....La mayoría llevamos dentro al mismo humano cobarde que piensa en su propia vida, que no quiere morir, que no quiere estar fuera del grupo, que no quiere ser un paria, que no quiere ponerse en peligro por nada ni por nadie...
    Saluditos y abrazos.

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  4. Ay mi lille estás jugando con fuego, te vas a meter en un jardín que ni te cuento. Vamos a ver, no es que yo sea puritano, es que creo que te equivocas no en el planteamiento (pues me parece válido y aceptable ponerse en el lugar de los Alemanes civiles y corrientes), pero el fondo está fatal chica:

    *Los Alemanes civiles no eran nazis del todo, nazis eran aquellos miembros del Partido Nacional-Socialista, de las SS, la Gestapo, el gobierno y por supuesto, los colaboradores del régimen (tanto cercanos como no).

    Entonces Lille, aunque descartemos a los civiles, de todas formas nos quedan los peores monstruos: La SS, Gestapo, los altos jerarcas nazis y sus monstruosas actividades; los primeros, brazos ejecutores de todo tipo de horrores en los campos de concentración, y los segundos, los autores intelectuales.

    Y hay que tener en cuenta que para ser miembro de la SS, Gestapo o jerarca nazi, se necesitaba pedigrí racial, de lealtad, de disciplina y partidista, o sea que, no eran simples e inocentes civiles los que entraron a formar parte de las filas de esta gente.

    Y como último, te dido que no entiendo lo de

    "Llevo años quejándome de esto. La historia de la Segunda Guerra Mundial hay que revisarla. No es normal aunque sea habitual esa demonización de los nazis y menos todavía de todos los alemanes.

    Y para el que tenga dudas, esto está escrito por alguien políticamente muy a la izquierda."

    O más bien me resulta difícil de entender, pues, siendo realista, pues diremos que la historia la escriben los vencedores, ¿No?

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  5. Dejadme que toque un poco las narices, que es lo que me gusta. Hablar de alemanes y de los nazis me parece una forma muy elegante de soslayar otro problema. No nos movamos de España ni abandonemos esa época.

    ¿Quiénes de entre las mujeres aquí presentes habrían empuñado un fusil para acompañar a sus hijos a una guerra, igual de utópica que cualquier otra, sabiendo que se los iban a matar? ¿Cuántas habrían impedido por todos los medios que sus hijos fueran a una guerra fueran cuales fueran los motivos? ¿Cuántos de los hombres que por aquí pasan se habrían quedado al margen? ¿Cuántos habrían levantado el puño y cantado la internacional? ¿Cuántos habrían hecho el saludo romano vestidos de azul y se habrían puesto cara al sol de los trigales?

    Vayamos algo más adelante. ¿Cuántos de nosotros habríamos resistido empuñar un arma e ir a luchar por una causa utópica y perdida? ¿Quién habría podido resistirse a ir a la Sierra Madre, o poco antes a la División Azul? Me importa poco o nada la historia de Alemania. Me preocupa la historia de mi país y la ignorancia e impunidad con que cada nueva oleada la reescribe... Me toca el quinto forro que bailemos arrimados el Son de Santa Clara y digamos "qué bonita canción" y casi nadie sepa decirme quién compuso "Castilla en Armas". Me jode que el márketing haya convertido al Che en una cosa y a Primo de Rivera en otra, cuando para mí son exactamente lo mismo, depositarios de una serie de ideales que acertados o no, levantaron pasiones y por los que murieron muchos, se olvidará a demasiados y se recordará a los que nunca estuvieron allí, como esos fantoches que de creerlos, estaban toditos en París por mayo del sesenta y ocho.

    Porque yo lo tengo claro: habría estado en todas ellas, probablemente en el bando equivocado, como lo estoy ahora.

    Y conste que esto lo dice un librepensador, enamorado de la historia y alérgico a la tontería que empieza a estar cansado de tanta ligereza con debates artificiales sobre derechas e izquierdas que no son tales.

    (anónimo, eso está muy bien y queda muy progre, pero es hablar por hablar y no decir nada... En este mundo sobran políticos y faltan soldados, albañiles, peones, putas...gente que sepa mojarse, ya me entiendes)

    Saludos boreales desde Tuloma.
    Paulus de Best.

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  6. Este es un tema bien delicado y muy complejo Lille, creo que no sería justo hablarlo en 4 lineas porque no hay más espacio en el blog, sinembargo sólo te dejo esto: No se trata de pensar que siempre los alemanes son los malos de las peliculas y bla bla, hay que entender circusntancias, escenarios, momentos, no es facil hablar de este tema porque puede herir muchas sensibilidades de gente que sin saber habla cosas sin sentido. por eso mejor me abstengo de hablar lo que pienso.
    Saludos

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  7. Precisamente no hace nada comentaba con alguien que de las personas alemanas que conocemos, jóvenes, muchos de sus familiares probablemente en aquella época colaboraron con el régimen nazi o tal vez no hicieron nada por evitar. Una de esas personas me lo confirmó diciendo que en su familia es un tema que nunca o casi nunca se sacaba, por estos motivos y sobre todo por la vergüenza.
    Ssabemos todo el mundo que hubo muchas personas que no colaboraron con el régimen y no sólo eso si no que arriesgaron sus vidas por ayudar ante la barbarie. Todo esto se puede extrapolar a España evidentemente.
    Quiero pensar de corazón que ante mi miedo, si hubiera vivido en esa época y esos escenarios, hubiera podido mi conciencia y no sé si hubiera arriesgado mi vida, pero supongo que hubiera hecho todo lo posible por no participar en tal sin razón, incluso si eso hubiera supuesto haber salido de mi país.

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