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21 febrero 2010

El racismo y la xenofobia no son lo mismo

Aunque ambos sean conceptos negativos y tipos de discriminación que hay que erradicar de las sociedades y las mentes humanas, el racismo y la xenofobia no son lo mismo. Digo esto porque veo que es un error muy común entender que ambas palabras se refieren al mismo hecho, y creo que eso se debe a que mucha gente no comprende el significado verdadero de ninguna de las dos palabras.

La xenofobia es el rechazo, la discriminación, el miedo a las personas provenientes de otras regiones, naciones o culturas a las del lugar donde habitan. Por tanto, no hace falta tener una raza diferente ni rasgos externos diferentes para ser objeto de la xenofobia. El simple hecho de ser portugués o francés en España es motivo de rechazo para muchos. Y esto nada tiene que ver con la raza, ya que no es diferente a la española. Lo mismo en Dinamarca, los noruegos y suecos son objeto de comentarios y actitudes desagradables por parte de algunos y esto no se debe a una diferenciación racial sino más bien a una diferenciación nacionalista.

El racismo se refiere a la discriminación, el rechazo, el miedo a las personas de otra raza diferente a la propia. Eso significa que se puede sentir rechazo ante personas que son de tu propia nacionalidad, de tu propia ciudad, de tu cultura, de tu barrio solo por el hecho de ser de otra raza. Las razas, por otra parte no se definen solo por el color de la piel. Y lo que es más, muchas veces ni siquiera por rasgos físicos fáciles de identificar. Los judíos o los gitanos han formado parte de nuestras sociedades durante siglos, se han mezclado con los habitantes de los lugares donde se han asentado y han adquirido una fisionomía similar a la de los demás habitantes de la zona. Sin embargo, ambos grupos sufren y han sufrido siempre un claro racismo que no se basa en el hecho de que sean inmigrantes llegados al territorio que habitan recientemente. Como digo, un gitano español y un gitano danés pueden ser muy diferentes entre ellos y completamente indistinguibles el uno de los demás españoles y el otro de los demás daneses. 

Que racismo y xenofobia sean conceptos diferentes no significa que no se puedan aplicar a la misma persona. De hecho, desgraciadamente este tipo de comportamientos suelen ir juntos. Por tanto, una persona puede ser objeto de un tratamiento discriminatorio tanto racista como xenófobo. Así un inmigrante amerindio de Bolivia en España con gran probabilidad se verá forzado a sufrir tanto por su condición de inmigrante extranjero como por su condición de persona de otra raza.

3 comentarios:

  1. Muy buena e interesante entrada. Gracias. Saludos PTB

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  2. Estupenda aclaración Lille, además me ha venido bien porque no entendía algún punto de la diferencia y lo has dejado muy clarito.
    Besitos

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