Ser católico y homosexual

He estado leyendo unos cuantos artículos sobre homosexuales católicos y sinceramente sigo sin entenderlo. Quiero decir, comprendo que alguna gente siente religiosidad y que en los momentos de temor acudan a algún dios para buscar consuelo si la ciencia y la razón no se lo proporcionan. Entiendo que el temor al dolor, a la enfermedad y a la muerte son sentimientos muy humanos que llevan a la mayoría a buscar una justificación. También veo consecuente que si se siente esa religiosidad se adopte la religión y las creencias de la sociedad en la que se vive por cuestión de adoctrinamiento e inmersión cultural. Pero no entiendo que una vez se es adulto y se está sereno se pueda seguir manteniendo la fe en una religión que contiene unas normas que claramente contradicen la propia vida y razón.

Ser católico no significa solo ser cristiano. Significa ser miembro de la Iglesia Católica, una institución gigantesca de enorme poder que establece unas normas basándose en criterios propios y a menudo nada justificables. Creer en Jesús y en esos valores de amor al prójimo que muchos cristianos quieren interpretar lo puedo entender (aunque no compartir) cuando uno necesita ser religioso. Sin embargo, creer en el Catecismo y en la interpretación católica de esa fe en Jesús no lo entiendo, especialmente cuando se es una persona LGBT y la institución en la que uno basa su religiosidad es tan claramente homófoba. 

Muchos homosexuales católicos se quejan del anticlericalismo de la comunidad LGBT. Ante tal queja yo les pediría que reflexionen. La comunidad LGBT está compuesta por personas, muchas de ellas con la misma necesidad de una explicación trascendental y religiosa que la que sienten las personas heterosexuales. Sin embargo, muchos de los miembros de nuestra comunidad hemos sufrido acoso y persecución por miembros de la Iglesia Católica solo por el hecho de tener una determinada orientación sexual que a esa institución no le place, y por eso mismo no podemos comprender cómo alguien que es rechazado por la Iglesia Católica puede seguir defendiendo sus postulados o a su jerarquía. En mi opinión es natural que la gran mayoría de las personas LGBT reaccionen ante el acoso y las injusticias homófobas cometidas por la Iglesia Católica. Es natural y necesario. Necesario porque en la región en la que vivimos es precisamente la base religiosa homófoba de esa iglesia la gran causante de la discriminación a la que nos vemos sometidos. Solo luchando contra las mentiras del opresor y mostrando su ilógica conseguiremos plena igualdad.

Concluyendo: una gran mayoría de los europeos LGBT han crecido en sociedades cristianas y tienen ellos mismos esa necesidad de una religión dadora de sentido a la vida. Sin embargo, lo que esas personas no pueden aceptar es que se cometan injusticias en el nombre de su fe. Que la homofobia es una injusticia lo saben hasta los cristianos católicos homosexuales. En consecuencia, ¿no sería hora de que los que todavía creen en ella revisen su creencia en esa institución que justifica y promueve la homofobia? ¿Es lógico creer en algo que te rechaza como persona? Mi sugerencia sería dejar de ser católicos y, si de verdad creen en Jesús, continuar siendo cristianos, pero interpretando ellos mismos su fe. Existen otras ramas del cristianismo que funcionan así. Aquí en Escandinavia mismamente la iglesia ha empezado a casar a las parejas del mismo sexo.

Por último en realidad esto es igual que ser mujer católica. Si se quiere igualdad y no una sociedad machista como mujer no se puede creer en esa Iglesia Católica que te considera un ser inferior al hombre y causante de los males de la humanidad. Así de sencillo.