Secciones del blog

04 mayo 2010

La terapia cráneo-sacral en lo profesional

Siendo una persona muy escéptica por naturaleza, las terapias alternativas no me suelen parecer lo suficientemente racionales ni lógicas como para darles una oportunidad. Ayer, sin embargo, tenía la posibilidad de probar una de estas terapias hecha por una persona que se dedica a ello y que al mismo tiempo me es muy cercana, y decidí darle esa oportunidad.

No sé si sabéis lo que es la terapia cráneo-sacral, pero básicamente consiste en que la terapeuta te coloque las manos en distintas partes de la cabeza y el cuerpo y no las mueva durante un buen rato. Ella tiene que notar lo que define como el movimiento natural que se produce en tu cuerpo y tú simplemente tienes que estar allí tumbada concentrándote en lo que sientes. Dura en total algo menos de una hora.

Después de probarlo, realmente estaba en un estado extremadamente sensible y confuso no muy habitual en mí y no pude explicarle a ella lo que quería oír, que era cómo me había parecido la parte terapéutica y profesional del asunto, así que voy a hacerlo aquí.

Al empezar mi corazón latía con rapidez, así que me era difícil sentir algo que no fueran sus manos frías y mi corazón martilleando en mi pecho. Pero luego algo cambió y me relajé, mi corazón empezó a latir con más calma y sus manos dejaron de parecerme frías. Más bien al contrario, muy calientes. Por momentos noté calor intenso en el centro del pecho y a ratos notaba mi pulso con intensidad en distintas partes del cuerpo donde no suelo notarlo. 

Al terminar hablamos un poco y ella me dijo que estaba intentado concentrar su energía en el centro de mi pecho, y eso me sorprendió porque era el mismo lugar en el que había notado el calor. Pero lo que más me sorprendió de todo es que me dijo que notaba mucho movimiento en la cadera izquierda y ese es justo el lugar del cuerpo donde tengo una lesión en los últimos días aunque ella lo desconocía. Lo cierto es que tener su mano sobre el sitio que me dolía calmó sin duda el dolor.

Lo más notable sin embargo es que después de irse a lo largo de la tarde el dolor en la cadera fue mucho menor que había sido hasta entonces y, sobre todo, no sentí ninguna arritmia en el corazón como suelo.

Mi conclusión: sigo siendo muy escéptica. No creo en esas transferencias de energía y curaciones mágicas solo por tocar o por concentrarse en una parte del cuerpo. Sin embargo sí que creo que el estado que te induce semejante experiencia es muy relajante y con ello puede contribuir a una mayor salud al eliminar el estrés. También creo que probablemente el calor de una mano si es aplicado durante un rato es suficiente para mitigar un dolor. Por último, tengo claro que a todos nos gusta tener contacto físico y ser tocados y eso puede contribuir a la sensación de bienestar que uno obtiene por medio de esta terapia. 

¿Volvería a hacerlo? Sí, claro, pero probablemente solo con ella.

5 comentarios:

  1. ¿Por qué se llaman terapias alternativas? No se trata de elegir una terapia en detrimento de la medicina convencional, sino de utilizar las sinergias de ambas para conseguir el objetivo primordial que es curar o, como mínimo, aliviar a la persona que sufre.

    ResponderEliminar
  2. la terapia sacro-craneal es muy conocida desde hace muchos años.De todas formas la esencia de la misma nace del(es) Reiki.Quiérase ó no la energía siempre está ahí y aunque no lo parezca "haberla hayla".Me permito sugerirte-que no aconsejarte-que te documentes sobre esa energía universal.Y no hablo ni de tonterías, de pérdidas de tiempo, ni por supuesto de milagros.

    ResponderEliminar
  3. Se llaman terapias alternativas porque es eufemismo de terapias que no funcionan, con respecto a las que funcionan. Pero es increíble la capacidad que tiene la gente para ver patrones y resultados en muestras aleatorias. Bueno, no, se llama prejuicio cognitivo.

    ResponderEliminar
  4. Bé, si ho he entès bé, el que te feren és un massatge.

    Amb ambientació alternativa i esotèrica, però un massatge.

    ResponderEliminar
  5. Pues no, no fue un masaje. Como digo, las manos no se movían en absoluto...

    ResponderEliminar

Si tienes problemas para dejar tu comentario, vuelve a pulsar en "Publicar". Casi siempre con insistir un par de veces funciona. Si no también puedes enviármelo a mi email en lilleskvat(a)gmail.com