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23 julio 2010

El motivo o el sentimiento

No quieres saber el motivo, solo te importa el sentimiento... dices. Pero es curioso que solo recuerdes un sentimiento negativo, que es el que a ti te conviene para poder archivar la historia del modo en el que tú quieres recordarla, y que además no tengas interés en saber de dónde surge. Todos los demás sentimientos no te importan, dices haberlos enterrado bajo la negatividad. Y yo no te creo. Así de simple. No puedo creérmelo. Sé que sabes el motivo. Sé que hay varios motivos. Sé que los otros sentimientos también existen y que los has tenido y algunos todavía los tienes. Lo sé porque he estado allí y porque te escucho cuando hablas, y tus explicaciones cambian, te contradices. Sé que me mientes. Es lo que sueles hacer con todos, así que no sé por qué no habrías de hacerlo conmigo aunque sepas que yo a ti te digo la verdad.

El motivo en realidad es lo que quieres esconder y lo sabes. Hiriéndote e hiriéndome diciendo que todo fue negativo no consigues nada más que eso, herirnos. Analiza los motivos de lo que sientes, lo que has hecho, lo que has sentido, lo que has dicho, lo que has cambiado, lo que has buscado, lo que has interpretado, lo que has temido y verás que la clave de ese sentimiento negativo y esa reacción tan amarga está justamente en el motivo y no al revés.

Solo analizando los motivos podrás hacer algo con lo que has sentido. No puedes cambiar el pasado, pero sí que puedes cambiar el presente y el futuro. No te escondas en lo que tú llamas tus miedos.

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