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30 noviembre 2010

¿Inmigrante o emigrante?

Si has nacido en un sitio y vives en otro, al hablar de ti en relación a ese fenómeno puedes elegir dos formas diferentes de verlo: ser inmigrante en la tierra en la que estás o ser emigrante de la nación de la que te fuiste. Me llama mucho la atención que tanto en español como en los idiomas escandinavos, la gente con la que me tropiezo elige en general llamarse emigrante en lugar de inmigrante. Me llama la atención especialmente porque yo elijo el término opuesto. Cuando uno hablar de emigrar, parece que no hay tantos prejuicios asociados, o los que hay son de otro tipo: búsqueda de una vida mejor, aventura, viaje largo, deseo de enriquecerse, conocer otras culturas, mejorar en la carrera profesional, etc. Sin embargo, al hablar de inmigrar los asuntos que vienen a la cabeza en esta Europa nacionalista de derechas son muy diferentes: problemas, falta de integración, gasto para los servicios sociales, guetos, no aceptación de la cultura mayoritaria, terrorismo, integrismo, falta de papeles, etc. Supongo que por eso inconscientemente (o eso quiero desear) mucha gente elige llamarse a sí misma emigrante

Es curioso que esa gente que se llama a sí misma emigrante suele ser la que suele ser mejor aceptada en el país de acogida: gente con estudios, con residencia legal, de raza blanca, de religión cristiana, que habla el idioma, que tiene un trabajo, etc. 

A mí de cualquier modo me resulta extraño tener que referirme a mí misma como alguien que ha emigrado de un sitio más que como alguien que vive en una determinada sociedad que no es en la que nació. Lo que afecta cada día a mi vida no es haberme ido de España, sino vivir en Dinamarca. Mis situaciones, los desafíos que encuentro, los prejuicios que tengo que afrontar, las cosas positivas que vivo, se deben a mi condición de inmigrante. En mi cabeza vivo en Dinamarca y soy casi danesa. Sería extraño para mí tener que pensar todo el día en el lugar donde nací como referente cuando ya no vivo allí. Además, las personas con las que me identifico y comparto una lucha política y social aquí son justamente aquellas que se llaman a sí mismas inmigrantes.

29 noviembre 2010

LGBT+

Hasta ahora cuando he hablado del ambiente no heterosexual he utilizado la palabra LGBT. Sin embargo ya desde antes de cambiar mi vocabulario para introducir este acrónimo en lugar de homo, gay, lésbico o similar, he tenido un problema que intentaba explicar en esta entrada. El concepto LGBT aunque para mí significa más que lo que está representado en las cuatro iniciales, como decía entonces, veo que sigue siendo interpretado por la mayoría como esas cuatro iniciales de forma exclusiva. Muy especialmente por la mayoría que que se ve representada en esas iniciales. Y eso no me gusta. Parece pues que una vez más las mayorías, aunque estén dentro de las minorías, deciden excluir a los que no tienen miembros suficientemente organizados para luchar por su inclusión. 

Por eso, creo que voy a copiar un término que he visto y utilizarlo de ahora en adelante. Se trata de LGBT+. Con ello quiero mantener esta palabra que es internacionalmente aceptada y al mismo tiempo hacer referencia a todas las personas que de un modo u otro no viven dentro de la heteronormatividad social. Así abro la puerta a queers, polis, asexuales, intersexuales, aliados heteros, interesados en BDSM, etc. que de otro modo no se sienten identificados necesariamente con la palabra LGBT.

Lo que no sé ahora es si cambiar la etiqueta de mis entradas, porque mucha gente está suscrita a LGBT y si lo cambio no recibirán nada. ¿Comentarios?

28 noviembre 2010

¿Miedo de lo que siento?

Me dices que tienes miedo de lo que siento por ti y yo me pregunto, ¿qué sabes tú de lo que yo siento por ti? ¡Y más ahora! Si ya no me hablas desde hace meses, si ya no sabes nada de mi vida, ¿cómo estás tan segura de lo que siento por ti? Veo que todavía te sueñas objeto de mi enamoramiento y yo sencillamente me tengo que reír un poco de ver el interés tan claro por seguir siendo mi amada... Igual que aquella vez que te lo dije en tu sofá y tú esbozaste esa sonrisa, escondida en mucho teatro y mucha gilipollez diciendo que no había nada así por tu parte, aunque llorando entre mis brazos una semana antes dijeras otra cosa, aunque arrastrándome de la mano a tu cama mostrases claramente esa otra cosa. ¡Tanto fingir! ¿Sabes lo que quieres? ¿Que te ame o que te odie? ¿Que te considere mi amiga o que te vea como mi amada? ¿Que te convierta en un ser neutro sin sexualidad o que te desee? Porque creo sinceramente que sigues sin tenerlo muy claro y me resulta extraño tener que volver a ser el objeto de tu juego. 

Si hubieras leído con atención mi blog como dices que sigues haciendo habrías descubierto que he escrito sobre lo que sentía y lo que siento ahora por ti... Y te habrías decepcionado al descubrir que ni lo que creías era, ni lo que deseas ahora es. Tus acciones no me son indiferentes. Y mis sentimientos se transforman. Así que deja de soñar. Ni siquiera el pasado en el que estabas presente es como tú lo recuerdas. Desde luego que del presente en el que no estás no sabes nada.

27 noviembre 2010

Ropa interior

Algunas mujeres prefieren la ropa blanca de algodón de aspecto más simple. Otras prefieren esa ropa de algodón con estampados de estilo un poco infantil, con Snoopy, florecitas, corazoncitos y semejante. Hay a quien le gusta que esa ropa de algodón sea de colores fuertes, otros de colores pastel o incluso de eso que en España cuando yo era pequeña se llamaba "color carne" que es beige. También están las que quieren lencería fina. O ropa de marca. Encajes. Bordados. Lacitos. Florecitas. Estampados y colores más asociados a algo sexual como rojo, leopardo, transparente... Y los fetiches con cuero, látex, plástico... Existen las que usan tangas y las que tienen bragas de tamaño descomunal. Sujetadores que a duras penas cubren los pezones y otros que llegan casi hasta el cuello. Unos con relleno, otros que intentan disimular el pecho. Corsés, ligueros, fajas... La variedad es enorme. Y la forma de combinar los elementos todavía mayor. ¿Se puede llevar un sujetador de lencería y unas simples bragas blancas de algodón? ¿Un liguero y unas bragas de Snoopy? Todo depende del gusto personal...

De tanto escucharte hablar últimamente sobre lo horrible que es la ropa interior de las mujeres con las que te cruzas en los distintos vestuarios de tus actividades deportivas, en tu dormitorio o en los vídeos musicales, me pregunto qué es ropa interior atractiva para ti y qué es ropa interior hortera. Y eso me lleva a pensar en lo que la gente piensa en general y por momentos a sentir inseguridad sobre mi propia ropa... Angustia me va a dar el día que me tengas que ver en ropa interior...

26 noviembre 2010

Vivir en la calle nos puede pasar a todos

Por algún motivo que nunca he comprendido la mayoría de la gente se cree inmune a llegar a la situación de tener que vivir en la calle. Y sin embargo a nuestro alrededor podemos ver cada día que le sucede a otra gente. Socialmente nos anestesiamos pensando que esas personas que viven en la calle han hecho algo para de algún modo acabar así. Es decir, que no son iguales a nosotros sino inferiores, y por eso aparentemente no nos puede pasar a nosotros. Esos que viven allí fuera en el suelo duro son drogadictos, alcohólicos, perdedores, ladrones, enfermos mentales, vagos... Una lista de palabras que para la mayoría justifica que haya personas que malviven cobijándose en rincones y rebuscando comida entre nuestra basura... Como si esa lista justificase algo, como si hubiese motivos por los que alguien merezca vivir en la calle.

Estos argumentos que la gente usa para explicarlo y aceptarlo tienen tantos agujeros que hasta los más cerrados deben poder verlos. Pero el truco entonces claramente está en no pensar en ello. Mientras tú tienes una casa, mientras tu familia te apoya, mientras te crees en condiciones de encontrar trabajo o algún método para conseguir dinero, mientras conoces el sistema y sabes cómo conseguir ayuda, mientras... ¿para qué pensar en eso que no es agradable? Al fin y al cabo esa gente en la calle no tiene cara, no tiene historia, por no tener no tiene casi ni existencia para los demás, ya que la mayoría ni siquiera es capaz de mirar en su dirección.

Siempre me he amargado pensando en esto. Por eso, aunque sea una obviedad, tengo que escribir aquí algunos de los motivos por los que la gente acaba viviendo en la calle:

  1. En este mundo en crisis en el que encontrar un trabajo es difícil, no todos tienen suerte en su búsqueda. Aunque lo intenten sin parar. De hecho llega un punto en el que se vuelve imposible. Si no consigues trabajo durante tanto tiempo como para acabar sin vivienda, no podrás tampoco conseguir un trabajo, pues para ello necesitas un domicilio del que carecerás.
  2. Ser inmigrante en cualquier país es difícil. Si no conoces el sistema; si no hablas el idioma; si no tienes contactos; si no tienes a tu familia para apoyarte; si tienes el aspecto, la raza, la religión, la vestimenta, el acento, la cultura, etc. equivocados; si no tienes los papeles adecuados; si no tienes la economía suficiente para mantenerte, la situación se vuelve casi imposible. Vivir en la calle acaba siendo la única opción disponible y de ella es todavía más difícil salir que si eres una persona nacida en ese país.
  3. Si eres una persona LGBT+ con gran probabilidad las leyes no defenderán tus derechos, tu red de apoyo familiar se verá mermada, tus posibilidades de encontrar trabajo, vivienda, amigos, etc. se verán afectadas, tu movilidad a otros países en busca de mejorar tu situación también será menor y llegado un momento no es imposible que las circunstancias te obliguen a acabar en la calle. 
  4. Si eres una persona con algún tipo de problema físico, psíquico o social, es decir, si tienes una enfermedad física crónica que te impida trabajar en las mismas condiciones que los demás, si tienes una minusvalía, si por algún motivo has llegado a una situación de dependencia o semejante, no es seguro que vayas a recibir el apoyo que necesitas de la sociedad. Muy al contrario, a menudo verás que tus posibilidades se reducen mucho más de lo que harían por sí mismas y ello se debe no solo al sistema del lugar en el que vives sino a la intolerancia de la gente. En tal situación, perder tu vivienda no es algo descabellado.
  5. Si no perteneces al grupo social adecuado, es decir, si no has tenido acceso a una educación, si por tu género te han puesto barreras, si tu raza ha dificultado que te acepten, si tu edad ha hecho que directamente te descarten... ¿cómo vas a conseguir el dinero para pagar el alquiler?
Y así puedo seguir un buen rato. ¿Exagero? OK. Os voy a contar algunos ejemplos reales sobre cada gran grupo.

  1. ¿Cuánta gente en el sector de la construcción en España creéis que todavía conserva el trabajo que tenía hace un par de años? Nada tiene que ver con ser vago el que las oportunidades de trabajo desaparezcan. De nada sirve buscar día y noche si no hay trabajo y sí millones de parados. ¿Cuánta gente vivía ya entonces al límite de sus posibilidades económicas? Y entonces, ahora mucha de esa gente, ¿cómo paga su vivienda?
  2. Un español que trabajaba en la construcción pierde su trabajo y al final en la desesperación se viene a vivir a Dinamarca en busca de trabajo. ¿Sabe inglés o danés? ¿Tiene estudios superiores? ¿Tiene contactos aquí? ¿Sabe cómo conseguir ayuda? Por supuesto que no. Después de semanas intentando conseguir lo que sea, sus escasos ahorros se acaban. ¿Qué sucede entonces? Que vive en la calle. ¿Cómo sale de la situación? El Estado danés no va a ayudar y tampoco a intervenir, porque como ciudadano europeo puede buscar trabajo aquí. Las demás personas que viven en la calle no van a poder ayudarle con consejos y trucos, porque no se pueden comunicar con él. ¿Sobrevivirá el invierno?
  3. Eres una persona transgénero y tienes la mala suerte de haber nacido en una familia ultra religiosa y conservadora. Tu familia te rechaza, por lo que te echan del apartamento en el que vives. Cuando intentas conseguir un trabajo, tu nombre, tus papeles y/o tu aspecto físico te delatan. No consigues el trabajo. Cuando intentas buscar ayuda en casa de tus amigos y conocidos, si no tienes la suerte de contar con gente que te apoye, tampoco encontrarás una reacción mejor que la que encontraste en tu familia. Al final, ¿de qué vives? ¿y dónde?
  4. Tienes VIH y estás enfermo de SIDA. Tus posibilidades de trabajar se ven muy mermadas. Tu red social desaparece. Tu familia no te apoya. Pierdes el apoyo de tus conocidos. Tu seguro médico no te cubre. Tu estado físico empeora. ¿Cómo pagas tu tratamiento? ¿Y la cama en la que acostarte?
  5. Eres hija de inmigrantes árabes. Tu piel es oscura. Tu aspecto despierta claramente recelo en este mundo islamófobo en el que vivimos. Tu nombre en el CV hace que nunca te llamen para hacer una entrevista. Tu género también te dificulta las cosas dentro de la comunidad en la que vives. Si tu apoyo familiar o social cae, ¿cómo te mantienes?
Y no sigo porque me puedo pasar horas nombrando motivos...

La vida es muy dura para mucha gente. Lo increíble es que los demás nos creamos inmunes a las desgracias que no nos son tan ajenas como pensamos.

25 noviembre 2010

Nieve que no me alegra

Dinamarca está cubierta de nieve. Llevamos así tres días y no para. El invierno ha llegado sin duda. Otra noche más las temperaturas bajarán hasta menos cinco y durante las horas de luz, que no son muchas, no han llegado a cero. Normalmente este es el momento en el que me alegro porque los días dejan de ser grises y húmedos. La nieve refleja la luz y posibilita el poder andar por la calle sin acabar empapada por la permanente mezcla de lluvia y viento que abunda aquí en otoño. Sin embargo hoy no estoy contenta con la nieve. Lo que estoy es preocupada. Por mi trabajo estoy viviendo de cerca la cara oculta de estos inviernos fríos en el norte: la gente que vive en la calle enferma y en algunos casos muere congelada. 

Este año hay una enorme crisis económica en España y muchos españoles han venido a Escandinavia en busca de trabajo. Por supuesto, como ya he explicado en esta otra entrada, encontrar un trabajo aquí no es fácil. Desgraciadamente mucha gente sigue pensando que es mejor venirse y arriesgarse sin tener nada que quedarse en España. Los mejor preparados o los que tienen suerte son capaces de salir adelante como inmigrantes aquí, y si no tienen éxito, les queda la posibilidad de regresar a su vida española. Sin embargo, también están esos que no tienen preparación, que no saben casi idiomas, que tienen un aspecto que aquí se confunde con árabe, que tienen un nombre no apropiado, que tienen poca experiencia y que no tienen contactos. Especialmente esos que tampoco tienen una buena red de apoyo esperándoles en casa en España de la que tirar si las cosas van mal. Cuando llegan descubren que la vida es difícil pero durante el verano y el otoño semi sobreviven recogiendo botellas, pidiendo dinero, etc. ¿Pero y ahora? Ahora sobrevivir se convierte en un problema real. Sin dinero, sin trabajo, sin lugar donde cobijarse, a menudo sin ropa caliente, sin contactos, sin conocer el sistema, sin saber a dónde acudir en busca de ayuda... La situación se vuelve crítica y muy peligrosa. Y esto lo sé de primera mano. Aquí hay varios españoles jóvenes viviendo en la calle y sin ayuda de ningún tipo. A los que no son de la Unión Europea, por supuesto, los echan directamente del país.

Así que una vez más me vuelvo a permitir recordar a los que me leéis en busca de consejo sobre cómo venir a Dinamarca: antes de hacerlo, pensadlo muy bien. Y leed esta entrada

24 noviembre 2010

Vida asociativa

Dinamarca es el país de las asociaciones. Aquí hay más asociaciones que habitantes. Casi todos los daneses pertenecen a una asociación. Da igual lo que sea, si te interesa algo en concreto probablemente exista una asociación de gente que tenga el mismo interés. Desde enfermos de esclerosis a fumadores de cachimba, pasando por los apasionados de los cómics de Donald, los jugadores de petanca, los degustadores de fiambre o los enamorados de la Costa del Sol. Aquí a mí me parece que sin duda es más fácil organizar actividades con gente de gustos afines a los tuyos que lo es en España. De hecho, muchos daneses utilizan estas asociaciones para tener una vida social fuera de su trabajo y su familia. Y este es precisamente uno de los secretos no ocultos que los extranjeros solo entienden después de mucho tiempo aquí. 

Por tanto, si vienes a Dinamarca y quieres conocer gente, mi consejo es que busques actividades que te gusten. Ese es el mejor camino. Los daneses por lo general no suelen ser muy abiertos con la gente que no conocen. Desde luego no son mucho de salir de bares y quedar en grandes grupos para ir de marcha como los españoles. Acercarte a alguien en un bar y ponerte a hablar no suele ser el camino más rápido para tener amigos daneses. Sin embargo, si te unes a una de estas asociaciones, si participas en las actividades, si ven que tienen algo en común contigo, la cosa cambia completamente. De hecho en ese sentido me parecen por lo general mucho más abiertos a ser tus amigos que los españoles, que creo que serían más tus conocidos de copas, pero pocos te abrirían de verdad las puertas a sus vidas.

23 noviembre 2010

Visita al psicólogo

Ayer por primera vez en mi vida fui a un psicólogo por voluntad propia. Durante mi infancia, adolescencia y juventud tuve que ir muchas veces, pero siempre por decisión de otra persona y no precisamente por motivos que yo pensara que necesitaban la ayuda de un especialista.

Así, ayer descubrí qué se siente cuando uno busca un psicólogo y va a hablar de algo con lo que de verdad cree que necesita ayuda psicológica. Y me llevé una gran decepción. En realidad hablar con el psicólogo no tiene nada de diferente a hablar con un buen amigo o con tu pareja si tienes una relación sincera e íntima como las que yo voy creando con la gente que de verdad me importa. Y además el psicólogo según lo que veo lo único que hace es darte su opinión como persona. Y eso lo hace igual de bien, ¿qué digo?, mucho mejor cualquiera de las personas que yo he elegido como amigos. Mis amigos me escuchan por interés, no por dinero. Mis amigos entienden el contexto en el que hablo y me conocen, con lo que sus opiniones son más completas y mejor fundamentadas. Y lo más importante, mis amigos son personas abiertas que por lo general son capaces de entender aspectos como mi orientación sexual, mi forma de entender las relaciones, mi identidad de género o la complejidad de ser inmigrante de un modo que claramente la gran mayoría de la sociedad no lo hace, y por lo tanto tampoco una persona cualquiera que tiene una consulta de psicología, por mucho titulito universitario que tenga. Para oír la opinión de una persona cualquier y no precisamente abierta de mente igual me vale el camarero o el portero.

22 noviembre 2010

Los hombres y sus pollas

Participar en páginas de contactos en Internet es toda una fuente de inspiración para escribir artículos en un blog. Desde luego sirve para descubrir o reafirmar las ideas que uno tiene sobre algunos de la sexualidad humana. Aquí va pues el último análisis. 

Una queja habitual entre las mujeres es que los hombres por lo general creen que la sexualidad es igual a algo en lo que participe una polla. Sexo es penetración. O como mucho su substituto, la penetración oral. De hecho escuchando muchas conversaciones y leyendo muchos perfiles da la impresión de que sexo sin penetración no es sexo real. Y sin duda sexo sin una polla si hay un hombre es imposible. Parece que los hombres no tienen ninguna otra parte en su cuerpo.


Pues bien, esto desgraciadamente solo se confirma si uno visita una página de contactos en la que se permiten fotografías eróticas. ¿Cómo se venden los hombres a sí mismos? Por supuesto con 20 fotos de su polla y una descripción detallada de su tamaño y grosor, además de la cantidad de esperma que son capaces de producir. A menudo solo eso. Nada más importa:  manos, pecho, culo, lengua, cadera, boca, piel... cara, personalidad... Y claro, yo pienso: OK, otra polla, muy interesante... ¿pero cómo es el resto? Realmente de cada 30 ó 40 hombres, solo 1 tiene alguna foto diferente que no esté directamente enfocada a su polla. Claro que en esto tampoco son muy originales. Como por lo general en las páginas que yo me muevo los hombres son homosexuales o bisexuales, si ponen otra foto, por supuesto lo siguiente que aparece es el culo y a menudo más concretamente el ano. ¡Aja! Muy interesante... ¡¿pero cómo es el resto?! 

Lo que yo tengo claro es que esos hombres desde luego no son los que yo quiero contactar si busco tener buen sexo. Un hombre que cree que todo su atractivo está en el tamaño de su polla erecta creo que no tiene ni la más mínima idea de lo que yo busco en la cama... y probablemente tampoco de lo que en general hace sentir placer a otra persona, porque desde luego no parece ni tener claro lo que le hace sentir placer a él además de eyacular. 

21 noviembre 2010

Traspasando mis barreras personales

Aunque en este blog tengo claro que no lo parece, en realidad soy una persona muy tímida a la que no le gusta ser el centro de atención en una reunión. De hecho, normalmente soy esa persona que en las clases no tiene un grupo, que en los trabajos no sale con los colegas, que no participa en las conversaciones cuando el grupo es grande y desconocido, que no se atreve a ir a muchas actividades, que jamás se presenta a nadie... 

Últimamente sin embargo estoy traspasando muchas de esas barreras de lo que me hace sentir segura, porque de algún modo por fin me he atrevido a hacer eso que siempre he entendido: para moverme en los ambientes que me interesan, conocer a gente con ideas singulares y participar políticamente de forma activa en ocasiones es necesario cruzar esa línea

Como ejemplo me vale mi comportamiento los últimos dos días. En primer lugar acudí a un evento con mucha gente sin tener ninguna compañía. Luego me presenté a la gente que no conocía y me acerqué a charlar con la que apenas conozco. Después me uní a grupos de trabajo en los que no tengo contactos. Hasta aquí no se diferencia mucho de lo que llevo haciendo de forma constante los últimos meses, que por otra parte es completamente diferente de lo que hacía antes. No obstante el GRAN CAMBIO está en lo siguiente: me puse delante de un grupo enorme de personas a en cierto modo venderme para que me eligieran como su representante. Todo por supuesto en danés y siendo creo que casi la única extranjera, cosa que me causa más inseguridad. 

Y estoy contenta de haberlo hecho y haberme abierto nuevas puertas de ese modo. Eso sí, todavía tenía taquicardia por la noche al volver a casa...

Las lágrimas no me dejan teclear

Las lágrimas no me dejan teclear... o eso te debes pensar tú que te quedas esperando a que te conteste en el chat no sé muy bien por qué. Vamos a ver, muchacha, no te voy a contestar. No, no quiero ser tu amiga. No, no te echo de menos. No, no me escribas. No, no estoy llorando de alegría por tu intento de volver conmigo. Y no, tampoco estoy llorando de pena porque me dijiste que todo se había acabado o porque me hayas escrito en las últimas semanas que no quieres ser mi amiga sin que nadie te lo haya pedido. ¿Y entonces qué haces dándome la lata ahora en el chat? ¿Ya no eres capaz de seguir tirándote el farol? Desde luego que estos juegos estúpidos ni los he entendido nunca ni los voy a entender, pero puedes tener claro que no despiertan mi interés sino más bien lo contrario. A mí como ya te he dicho mil veces las cosas claras. Vete con tus juegos a uno de tus machos.

20 noviembre 2010

Teoría o estás hablándome a mí

En un grupo de varias personas hablamos de relaciones amorosas y sexuales. Las dos participamos mucho y de hecho una buena parte del tiempo parece que estamos debatiendo el tema tú y yo. Tú que dices cosas que yo puedo interpretar como que van sobre nosotras. Mientras hablas me miras a los ojos. Yo que comento lo que dices, que en principio va sobre otra gente o es de forma teórica, y no puedo dejar de tomármelo como una referencia a nuestra situación también. Tú que escuchas mis respuestas y dices cosas que todavía parecen más claras sobre nosotras mientras tus ojos se clavan intensamente en los míos. E incluso así sigo sin entender. ¿Hablas de mí? ¿Me lo estás diciendo a mí? ¿O simplemente estás debatiendo el tema y me miras a mí porque he rebatido lo que dices? No estoy segura de nada. Otras veces cuando he estado casi segura de que podía entender lo que decías, no ha sido así. Otras veces cuando creía que hablabas de mí, estabas pensando en algo completamente diferente. Y solo lo he descubierto al contarte claramente cómo yo veía las cosas. ¿Y ahora es igual? No lo sé pero desde mi punto de vista es imposible que hablemos de estas cosas, solas o delante de otra gente, y no pensar en lo que ha sucedido entre tú y yo. ¿Era sexo aquello que pasó aquella noche? ¿Estás enamorada entonces de mí como decías de forma teórica pero sonriéndome mientras no retirabas tu vista de mí? ¿Has decidido no tener una relación conmigo aunque estás enamorada de mí? ¿Esperabas que yo diera el siguiente paso? ¿Crees que tú ya me has dejado claro lo que sientes y ahora soy yo quien tiene que hacer algo? ¿Piensas que nuestra amistad es demasiado valiosa para arriesgarla? Me gustaría tanto saber si todo esto eran esas respuestas que yo tanto he deseado escuchar.

19 noviembre 2010

Propuestas más atrevidas

A veces al proponer un plan no te das cuenta de que estás en realidad haciendo una sugerencia mucho más atrevida de lo que habías pensado. Por ejemplo, en un día de calor puedes sugerir ir a nadar, pero eso significa tal vez ir a desnudarte delante de la otra persona. O apuntarte al gimnasio con alguien para ponerte en forma y luego descubrir que hay sauna y duchas comunes. Lo que no sabes entonces es cómo la otra persona interpreta tu propuesta. ¿Cree que lo has hecho con esa otra intención? Y precisamente por eso tampoco sabes por qué la persona ha aceptado. ¿Le gusta el plan porque está pensando en la otra posibilidad?

18 noviembre 2010

Leyendo las mismas 5 frases mil veces

Mil veces... o así se siente. He leído lo que me has escrito intentando encontrar la clave escondida detrás de cada una de las palabras, entre cada una de las líneas. Y no consigo descifrarla. Sé que la explicación tiene que llegar más tarde, en algún momento cuando seas capaz de mandarme lo que has escrito. Pero yo desespero en cien mil pensamientos que me llevan de vuelta a tus cinco frases. ¿Ayuda ahora por la espera? ¿O por lo que vendrá en la explicación? Y esa explicación, ¿tiene que conllevar necesariamente algo negativo? Mi cabeza sigue jugando conmigo buscando motivos que puedan ser positivos. Pero intuyo que tu reacción no puede ser buena.

17 noviembre 2010

Odio a Shizuka

A veces que identifico un personaje de una serie o de una película con una persona que conozco en la vida real. Lo extraño es que normalmente ese personaje solo tiene un aspecto muy concreto en común con esa persona real, y en todo lo demás no se suele parecer, e incluso me puede resultar desagradable. Y sin embargo acabo uniendo al personaje y la persona en mi cabeza.

Un ejemplo muy claro es Shizuka, la niña de la que está enamorado Nobita, el niño amigo de Doraemon. La muchacha es muy aburrida y muy estereotípica de lo que los japoneses consideran ser una "buena chica". Yo curiosamente la identifico cada vez con mi ex de la que estuve enamorada en la adolescencia. Lo cual todavía es más extraño considerando que odio el personaje de Shizuka... y por supuesto que no la odio a ella. ¿Me lo puede alguien explicar?

16 noviembre 2010

15 noviembre 2010

No era sexo de verdad

A veces la gente me deja con la boca abierta con sus comentarios. O yo soy muy tonta y no me entero o la gente de verdad a veces no utiliza el cerebro. El último ejemplo es una charla con tres lesbianas danesas. Estábamos discutiendo sobre la bisexualidad (sobre lo que también tengo que escribir en otra entrada). Argumentaban que no se puede confiar en las mujeres bisexuales porque si han estado con un hombre antes de estar con una lesbiana siempre querrán volver a tener un novio hombre y acabarán abandonado a la lesbiana por otro hombre para poder tener sexo con él. La base del asunto según ellas es que una persona cuando ha seguido un camino tiende a volver a ese camino. Por supuesto como ejemplo usaban hechos asociados a ideas tan positivas como ser alcohólico o ser violento en una relación. Ante semejante argumento peregrino les pregunté si ninguna había estado con un hombre. Curiosamente las tres habían tenido novios hombres en su juventud cuando "todavía estaban experimentando" o "no sabían lo que querían". Cuando pregunté por qué ellas no volverían al camino que ya habían pisado igual que todas esas personas de sus ejemplos, la respuesta casi me hace caer de la silla: con los hombres no habían tenido SEXO DE VERDAD. Ante semejante barbaridad solicité una explicación porque no entendía qué era eso del sexo de verdad. La respuesta clara y contante de las tres: no hubo penetración. 

Vamos a ver, mujeres lesbianas. ¿En serio eso es un argumento? ¿En serio el sexo sin penetración no es sexo de verdad? ¿En serio si uno prueba el sexo con penetración ya no puede volver a vivir sin él y tiene que volver necesariamente a ello? ¿En serio la penetración tiene que ser con un apéndice de carne y hueso para que el sexo sea de verdad? ¿En serio el haber tenido sexo con un hombre se puede comparar a la violencia doméstica o el alcoholismo y afirmar todavía que no se tienen prejuicios contra la bisexualidad o la heterosexualidad?

Ya sé que todas las mujeres lesbianas no piensan esto, ¡ni mucho menos! Pero sencillamente no puedo creer haber oído semejante barbaridad al mismo tiempo de varias personas que encima se consideran lesbianas. Si el sexo de verdad es eso, ¿qué tienen esas tres cuando se van a la cama con mujeres? 

14 noviembre 2010

Dímelo claramente

Me das un toque. Me escribes un email. Me dices que me echas de menos pero al mismo tiempo añades que no te atreves a tener contacto conmigo. ¿Entonces para qué me escribes? ¿Para qué el toque? ¿Para qué todo esto? No te entiendo. ¿Qué buscas? ¿Limpiar tu conciencia diciéndome palabras bonitas y que sientes lo que me has hecho? ¿O volver a tener contacto? ¿Ser amigas otra vez? ¿O tal vez aquel polvo exótico y prohibido que no conseguiste? No lo entiendo y sin entenderlo no voy a actuar de ningún modo. Se más clara y entonces yo sabré ante qué tengo que reaccionar. Sin saber lo que pretendes, ¿cómo quieres que te conteste? ¿O es que no quieres una respuesta? Pero entonces, ¿para qué insistes?

13 noviembre 2010

Pocas cartas de amor


Leo que dices que has escrito pocas cartas de amor en tu vida y no me sorprendo, sobre todo viendo cómo eres capaz de reaccionar ante algo que yo consideraría una carta de amor. Si no tienes interés en leer lo que escribo cuando me estoy declarando y sin embargo dices sentir pasión por mí, está claro que eso de escribir cartas amorosas no es algo que sueles practicar.

12 noviembre 2010

Pilladas con las bragas bajadas

No hay nada mejor que pillar a alguien con las bragas bajadas. Y no, no me refiero al sentido literal, aunque supongo que tampoco estaría mal. Me refiero a ese momento en el que alguien dice algo sin saber que está metiendo la pata porque cree estar entre gente que piensa de igual manera y descubre que no es así. Eso le ha pasado esta semana a un grupo de lesbianas en el que participaba por primera vez. 

Como llegué tarde, no estuve en las presentaciones iniciales, y por tanto no me introduje como bisexual, pansexual o nada diferente a lesbiana. Y tampoco esperaba que fuera necesario para disfrutar de la compañía de mujeres que, como yo, tienen sexo con mujeres. Sencillamente llegué y me senté a participar en la conversación que trataba de todo un poco. En un determinado momento una de las asistentes a la reunión no sé muy bien a cuento de qué empezó a hablar de las mujeres bisexuales. De su boca empezaron a salir barbaridades bífobas. Por supuesto, la primera y más clara es que ella jamás tendría nada con una mujer bisexual porque no son de fiar. Como las otras asistentes, a excepción de una que guardó silencio, apoyaron su maravillosa afirmación, la mujer se animó y continuó bajándose las bragas delante de mí... de forma figurada pero para el caso fue más o menos igual. Y las otras, a excepción de esa una en silencio, se unieron al striptease, inconscientes de mi presencia. Llegado un momento, cuando ya se habían desnudado completamente y su bifobia no tenía nada con lo que ser cubierta, me decidí a participar. "Bueno, no está mal saberlo, porque yo soy bisexual, así que desde luego mantendré mis manos lejos de vosotras". Sus caras de desconcierto y sorpresa realmente un poema. 

Pero lo peor de todo es que una vez pilladas en bolas en lugar de reconocer que lo que habían dicho era bifobia, tuvimos una discusión de una hora y media en la que defendieron su posición con uñas y dientes como un grupo cerrado en torno a los comentarios más bífobos, como por ejemplo que la bisexualidad es una enfermedad mental y que no es normal no ser capaz de decirdirse. Sin perder la calma pero sin cortarme ni un pelo, insistí en señalar todo lo que oía que era bífobo. ¿Queréis saber lo que me contestaron? Que no eran bífobas, que sencillamente no entendían eso de ser bisexual porque ellas no lo eran, pero que no tenían ningún prejuicio. Todavía mejor, que los prejuicios los tenía yo por decir que ellas eran bífobas solo porque fueran lesbianas

Digo yo, con lo fácil que sería reconocer que se ha metido la pata y disculparse. No, aparentemente es mejor empeorarlo diciendo cosas todavía peores para intentar esconder la bifobia más clara. 

11 noviembre 2010

Vivir deseando que pase con rápidez

Estoy un poco enfadada conmigo estos días por mi forma de tomarme la vida últimamente. La mayor parte del tiempo en lugar de disfrutar del presente vivo deseando que el tiempo vuele hasta una determinada fecha en la que sé que es probable verte. Así del día X hasta el día Y no hago otra cosa que mirar el calendario deseando que llegue ya el momento de nuestro reencuentro. ¿Y luego para qué? Cuando llega la fecha, tú a veces ni apareces. Y cuando lo haces en ocasiones ni siquiera hablas conmigo o si lo haces es de forma tan distante que me hace sentir estúpida por estar durante días o semanas viviendo en espera para esas dos palabras vacías.

Cuanto más lo pienso menos me gusta y más me molesto. No entiendo cómo puedo hacerme esto a mí misma. Solo tengo una vida. Si vivo deseando que el tiempo vuele, lo que vuela es mi vida sin que yo la disfrute. Y eso no tiene sentido. Yo lo que quiero es vivir la vida con alegría. Y la vida es todo el tiempo, no solo esos momentos en los que me es posible estar a tu lado. Tengo que cambiar el chip. Tú desde luego no parece que me vayas a dar más tiempo.

10 noviembre 2010

Ejemplos de variedades biológicas de intersexualidad

Para los que todavía no entendéis bien lo que expliqué en la entrada de antes de ayer sobre las innumerables combinaciones biológicas que crean miles de géneros entre los extremos que constituyen los estándares de hombre y mujer, voy a poner unos cuantos ejemplos sencillos de cada uno de los elementos biológicos que juegan un papel en la configuración del género y que por tanto crean las variantes de género que se engloban dentro de la intersexualidad. Los elementos son: cromosomas, gónadas, hormonas, órganos genitales, aparatos reproductores internos, caracteres sexuales secundarios y estructuras cerebrales

Como sabéis un hombre tiene los cromosomas XY y una mujer XX. El caso es que no todos los humanos tienen esos cromosomas. Por ejemplo existen personas con solo un cromosoma X. O personas con tres o más cromosomas, como XXY, XYY, XXYY, XXXY. De hecho también existen personas que en diferentes células de sus cuerpos tienen distintas combinaciones.

Los testículos son las gónadas del hombre y los ovarios las gónadas de la mujer. El asunto es que no todos los hombres nacen con testículos, ni todas las mujeres con ovarios. Algunas personas no tienen gónadas. Otras personas tienen ambos tipos. Otras personas tienen cromosomas de hombre y gónadas de mujer o viceversa. U órganos genitales externos de mujer y gónadas de hombre o al contrario. O todavía más  sorprendente, existen personas cuyas gónadas producen gametos de ambos tipos, es decir, espermatozoides y óvulos.

Hormonalmente los hombres producen andrógenos y las mujeres estrógenos. Ambos son grupos de hormonas y se dan en combinaciones muy diversas en los distintos humanos. Además los andrógenos también existen en el cuerpo femenino y los estrógenos en el cuerpo masculino.

Genitalmente se entiende que a grandes rasgos un hombre tiene escroto y pene y una mujer clítoris y vagina. La realidad no es tan sencilla. De los bebés nacidos, uno de cada mil a dos mil tiene unos órganos genitales que no se pueden reconocer ni como un pene ni como una vagina. Muchísimas personas que nacen con genitales de apariencia normal ven como estos se transforman al llegar a la pubertad. Existen clítoris de tamaños mayores que algunos penes. Existen clítoris que tiene uretra. También uretras que no terminan en el pene sino en el perineo.  Existen personas que tienen una vagina y un pene.

En cuanto a los aparatos reproductores internos, se entiende que las mujeres poseen útero y trompas de falopio, y los hombres poseen próstata y vesículas seminales. Por supuesto, esto no siempre es así. Una persona con pene y escroto puede tener un útero. Una persona con vagina puede tener próstata. De hecho sin que sea aparente en el exterior se puede por ejemplo tener útero y testículos, o vesículas seminales y ovarios.

Los caracteres sexuales secundarios son muchos y por tanto las combinaciones no estándares son enormes. Una persona con cromosomas de mujer puede tener barba, voz grave, nuez, pecho peludo y plano, hombros anchos, caderas estrechas, huesos densos y pesados, etc. Un persona con genitales masculinos puede tener voz aguda, producir leche, una capa de grasa subcutánea repartida de forma tradicionalmente femenina, etc.

En cuanto la estructura cerebral, se sabe que existen diferencias entre el cerebro de hombre y el de mujer, pero estas diferencias a menudo no se corresponden con el género que uno identifica según el aspecto corporal de la persona o con los cromosomas.

Como podéis ver, es absurdo hablar de una división de géneros binaria cuando las posibilidades son tantísimas. Todas esas variedades que no siguen de forma estricta la definición estándar de lo que es un hombre o una mujer pueden ser consideradas intersexuales y por tanto géneros biológicos diferentes. 

09 noviembre 2010

Pesadillas de inmigrante

Después de estar escuchando ayer todo el día las noticias sobre otro paquete de reformas más (que podéis leer -en danés- aquí si tenéis ganas de vomitar) que acaba de ser aprobado por el gobierno danés con el apoyo del partido racista, DF, esta noche he dormido fatal. Literalmente el horror se está colando en mi subconsciente y sale a la luz por las noches convertido en pesadillas y sudor frío. Para ser inmigrante aquí y poder vivir tranquilamente aparentemente hay que tener la capacidad de no dejarse afectar por los constantes ataques personales y generales que uno recibe. Y yo claramente no tengo esa capacidad. A veces creo que sería mejor no haber aprendido danés nunca. Sin entender el idioma y especialmente sus matices más finos se vive casi ajeno a la locura xenófoba constante de esta sociedad y solo se intuye o se descubre al tratar con determinadas instancias o leyes creadas para entorpecer tu vida. Sin embargo, si hablas danés a este nivel que lo hablo yo es imposible vivir sin sentirse insultado y sin ver el rechazo. 

Abrir un periódico es ponerme de mala leche. Encender la televisión es abrir la puerta a una ristra de insultos hacia mi persona. Salir a la calle sin anteojera es someterme a una buena dosis de nacionalismo. Interactuar con la administración significa ponerle una alfombra roja para que me traten de forma discriminatoria. Esto cansa. En días como odio vivir en Dinamarca. 

¿Necesitas que te suban el ego?

¿Qué te pasa ahora? ¿Necesitas que te suban el ego y te digan que te quieren? ¿Necesitas creer que tienes a tu amiga lesbiana completamente enamorada de ti para poder sentirte más mujer? ¿Buscas sentirte mejor escuchando que te perdono? ¿O a caso vuelves en busca del orgasmo que no te quise dar la última vez? Venga ya, debes estar bromeando para creer que puedes tratarme así y luego llevarme a la cama... No parece que te des cuenta, pero de todas las mujeres del mundo creo que tú debes de ser una de las últimas con las que me acostaría. Si tienes ganas de marcha, pídeselo a uno de tus machos y a mí déjame en paz. Esta "lesbiana" no tiene ganas de juegos con heteros homófobas.

08 noviembre 2010

Día de la Solidaridad Intersexual

Hoy 8 de noviembre se celebra el Día de la Solidaridad Intersexual. Como cada vez estoy más interesada y metida en este tema, al hablar de ello estoy viendo que la mayoría de la gente no sabe lo que es. Por eso voy a aprovechar el día de hoy para escribir una entrada muy básica sobre la intersexualidad para los que desconocéis el término.

Las sociedades actuales de forma artificial dividen a las personas en dos únicos géneros, hombre y mujer. Ese binarismo tiene repercusión en casi todas las esferas de la vida. Los roles de género están basados en esos dos supuestos únicos géneros. Así se entiende que hay cosas que son "de hombres" y cosas "de mujeres". Incluso al decir que algo no tiene género o es unisex lo que se quiere decir por lo general es que no es solo "ni de hombres ni de mujeres" sino de ambos. Las forma tradicional de ver las orientaciones sexuales también se basa en esta división binaria de los géneros. Tanto si se habla de ser heterosexual, homosexual o bisexual se está pensando en que existen solo hombres o mujeres. Por otra parte, también una gran parte de las personas transgénero entienden los géneros de forma binaria cuando se identifican como pertenecientes al género opuesto al que tiene su cuerpo.

Lo curioso es que científica y médicamente se sabe que esta construcción binaria de los géneros es artificial y que en realidad en los humanos existen miles de combinaciones biológicas posibles, lo que significa que las personas no se pueden definir solo como lo que tradicionalmente se entiende como un hombre o como una mujer. Las innumerables combinaciones de cromosomas, gónadas, hormonas, órganos genitales, aparatos reproductores internos, caracteres sexuales secundarios y estructuras cerebrales suponen la clara existencia de miles de géneros biológicos, de los cuales ser hombre o ser mujer solo son los dos extremos posibles. Si por otra parte tenemos en cuenta que el género de una persona no es solo algo biológico, sino también algo psicológico y sociológico, el número de variantes se transforma en infinito.

En consecuencia no cabe otra cosa que reconocer que entre los dos extremos que suponen ser hombre o mujer se encuentra una ingente diversidad de géneros que son los que de forma general se recogen bajo el abanico de la intersexualidad.

La gran mayoría de las personas intersexuales no saben que lo son. Los médicos tienen problemas para asignar el género (porque lo hacen de forma binaria) a entre 1 y 2 personas por cada 1000 nacimientos. Sin embargo, el número de personas intersexuales es mucho mayor. Algunos lo descubren al llegar a la pubertad. Su cuerpo empieza a transformarse en otra dirección a la esperada. Otros lo descubren cuando intentan reproducirse y solicitan ayuda médica. Muchos lo descubren de forma casual al hacerse otros exámenes médicos por cualquier otro motivo. La gran mayoría no llega nunca a descubrirlo. Y sin embargo se cree que el porcentaje de personas cuyo género no es puramente hombre o mujer en todos los aspectos podría ser hasta entre el 10 y el 20% de la población mundial. 

También hay que tener en cuenta que la intersexualidad también puede ser causada por factores que no estaban presentes en el cuerpo humano al nacer. Así por ejemplo una persona con síndrome de ovarios poliquísticos produce muchos más andrógenos de lo estadísticamente normal en una mujer. Lo mismo es válido para una persona con hiperplasia suprarrenal. Otro ejemplo sería el consumo de fármacos o la exposición a elementos químicos que alteran el nivel hormonal de forma importante. 

La división binaria de los géneros por parte de nuestras sociedades tiene consecuencias terribles para muchas personas cuya intersexualidad es visible en el momento de su nacimiento. Los médicos de forma arbitraria eligen un género y realizan operaciones que suponen una modificación innecesaria de un cuerpo humano sin solicitar el consentimiento de la persona sometida a semejante procedimiento. Estas operaciones son una violación de los derechos humanos de las personas intersexuales. En muchos casos se realiza una castración que imposibilita a la persona la posibilidad de reproducirse en el futuro, y a menudo también la posibilidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria. En muchos casos se transexualiza de forma forzada a la persona intersexual al obligarle a adoptar un género que difiere del género con el que esa persona se identifica cuando crece. 

Para el resto de las personas intersexuales que no son sometidas a esos procedimientos quirúrgicos de asignación de género la división binaria de los géneros también tiene consecuencias. Forzados a vivir como hombres o mujeres, muchos intersexuales sufren de modos muy diversos. 

Muchos intersexuales creen ser personas transgénero porque no se identifican con el cuerpo que ven. Eso, tal y como están las cosas en el mundo todavía hoy, conlleva que sean tratados como enfermos mentales, lo cual es completamente injusto y sin ninguna base científica tanto para las personas intersexuales como para las personas transgénero (estamos luchando para que la transexualidad deje de ser considerada una enfermedad mental. Lee más aquí). Pero además en el caso de las personas intersexuales es un error de interpretación de la situación. Los intersexuales no son transexuales. Sencillamente no son ni hombres ni mujeres. Muchos se identifican más con uno de estos dos géneros, pero también cada vez más hay gente que vive bajo la etiqueta intersexual y que está completamente satisfecha con esa identidad de género.

Para terminar quiero dejaros aquí el enlace a la Organización Internacional Intersexual y su versión en español. En otras entradas explicaré más sobre distintas variedades de intersexualidad y sobre los objetivos que persigue esta asociación y las muchas personas intersexuales que realizan activismo intersexual.

06 noviembre 2010

Transracial

Al llegar de mi grupo transgénero me he puesto a escuchar música en la tele. Y de repente con un vídeo y los pensamientos que tenía en la cabeza se me ha ocurrido una idea que no me parece muy equivocada. Michael Jackson con su raza se podría considerar que se sentía como muchas personas se sienten con su identidad de género. Se miraba al espejo y su cuerpo no se correspondía con lo que sentía en su cabeza. Creía ser, se sentía o en su identidad era blanco. Y transformó su fisionomía hasta sentirse más a gusto con ella. A mí eso siempre me pareció una opción completamente respetable y siempre me asombró y desagradó que la gente reaccionara de esa forma tan escandalizada con su cambio físico. Tampoco entendí nunca que se hablara de lo monstruosamente horrible que se había vuelto. Para mí seguía siendo atractivo. Con otro aspecto, sí. Pero también atractivo, sin ninguna duda. Siempre me ha parecido que todo esto se debía más a una cuestión relacionada con el racismo que a otra cosa. Como negro aparentemente se supone que debería estar orgulloso de su raza en lugar de querer convertirse en alguien de la raza de los "dominadores". Pero él hizo algo que parece ser imperdonable tanto para los negros como para los blancos. 

Hoy viendo uno de sus vídeos no puedo dejar de compararlo con ser transgénero. Si eres hombre y te miras en el espejo y ves un cuerpo de mujer, es completamente comprensible que intentes modificar tu cuerpo para que se adapte a lo que tú sientes que eres. Aunque ello suponga operaciones o medicación. Aunque ello suponga no sentirte orgulloso del cuerpo original. Aunque suponga cambiar al grupo de los "dominadores", los hombres, rechazando ese cuerpo de mujer que no te parece el tuyo. Con ello muchos hombres transgénero provocan las mismas reacciones negativas que Michael Jackson provocaba. Las feministas no entienden por qué no siente orgullo por su cuerpo de mujer. Los hombres no aceptan que sea uno de ellos.

Entonces Michael Jackson se podría decir que era transracial. Igual que muchas otras personas en el mundo que no son famosas y por tanto no despiertan tanto interés ni tantos prejuicios, pero que hacen cosas similares para adaptar su aspecto al de otra raza. Así muchos asiáticos se operan los ojos para que parezcan blancos. Muchos negros alisan su pelo. Muchos blancos oscurecen su piel... 

05 noviembre 2010

¡Di algo!

¡Di algo! Lo que sea, pero di algo. No me dejes esperar desesperando. No tengo paciencia. Me estás volviendo loca. ¡Para decirme que no al final dímelo ya! Dímelo y acaba con este suplicio de espera.

04 noviembre 2010

De vuelta al feminismo de los 70

Este fin de semana me he reunido con un grupo de mujeres feministas de izquierda y entre las actividades que planean para la semana de campamento de verano han decidido que cada día haya "la hora del coño". Si os preguntáis de qué va el asunto, igual que hice yo, solo tenéis que imaginaros los 70. Un grupo de feministas reunidas en un lugar perdido en la naturaleza disfrutando de la compañía de otras mujeres... casi todas lesbianas o bisexuales. Todas sin bragas durante una hora al día sentadas en un círculo haciendo actividades con su entrepierna: masturbación, ejercicios musculares, observación del cuello del útero con un espéculo, comparación de los distintos tipos de labios, etc. Además luego están las actividades más creativas: mimo, canto, pintura e incluso grabados con el coño. Creía que estas cosas ya no se llevaban en la sociedad danesa, pero parece que los 70 están de vuelta... Habrá que disfrutarlo :-)

01 noviembre 2010

Si llueve has sido mala

Otra diferencia cultural entre el lugar donde nací y este país. Aquí en Dinamarca el día de tu cumpleaños si llueve todo el mundo te dice que te has portado mal ese año y que por eso hace mal tiempo. Si hace sol, la responsabilidad también es tuya. Has sido "una buena chica" y no sé quién te ha pagado con un buen día. Que yo sepa, nadie se lo cree en serio, pero es de esas cosas que hay que decir. Casi tanto como felicidades. Un poco como la amenaza que se utiliza con los regalos de navidad para que los niños se comporten como los adultos quieren, pero aquí para toda la población y con el trauma nacional: la lluvia. Y por cierto así, los que hemos nacido en otoño, en este país somos malos cada año.