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13 diciembre 2010

Sinceridad

Un principio que me niego a comprometer en mi vida: sinceridad absoluta. Pero, ¿qué significa eso en la práctica? Parece que para la mayoría ser sincero es igual a no mentir, es decir, a no decir cosas que no son ciertas. Pero, ¿es eso suficiente para decir que se es sincero? Mi respuesta clara es no. Yo no solo quiero vivir sin mentir, también quiero que la gente con la que me relaciono sepa que de mí puede esperar oír siempre la información que es importante o relevante para una determinada situación. De nada sirve que le diga a alguien que soy sincera porque no miento si después en algunas ocasiones oculto información que esa persona debería saber o que esa persona consideraría esencial y determinante si la conociera. 

Ejemplo: Si tengo una pareja, puedo elegir no contarle que estoy enamorada de otra persona. Si mi pareja no me pregunta nada, yo no estoy mintiendo. Si me pregunta si estoy teniendo una relación con esa otra persona y la respuesta real es no, tampoco estoy mintiendo. Sin embargo, yo sé que a mi pareja le interesa saber que yo tengo esos sentimientos por esa otra persona. Si oculto esa parte esencial de la verdad, aunque en ningún momento diga nada que no sea cierto, para mí estoy comportándome de un modo igual de amoral que si estuviera diciendo una mentira. 

En ese ejemplo, la mayor parte de la gente lo que hace es esperar y solo hablar si en algún momento llegan a tener que decir la verdad porque han iniciado una relación con la nueva persona, porque no aguantan la sensación de culpa por sentir algo por otra persona (como le pasa a la mayoría de la gente monógama), porque la pareja sospecha y acaba preguntando o por lo que sea. Para mí ese comportamiento es inaceptable. Si estás con alguien no solo no tienes que mentir. También es importante ser honesto y decir las cosas que son importantes.

Otro ejemplo: Un médico descubre que su paciente tiene cáncer de piel y cree que es posible que se haya extendido. Por ello manda al paciente a hacerse pruebas, pero no le dice el motivo. El paciente sin saberlo cree que conoce la situación. Las pruebas muestran que el cáncer está en estadio avanzado y se ha extendido. El paciente es informado de ello, pero no de lo que eso significa. Por ejemplo, que estadísticamente solo le quedan 6 meses de vida. El médico no miente. Sin embargo tampoco cuenta la información esencial. Y con ello afecta las decisiones de otra persona que tal vez actuaría de otro modo si dispusiera de la información adecuada. Esto, que sucede cada día en los hospitales, a mí me parece completamente amoral.

Por algún motivo en nuestra cultura es aceptable guardar información y no es aceptable decir algo que no es cierto. Yo sinceramente no lo entiendo y no veo la diferencia. Ambos comportamientos suponen una manipulación de la persona con la que se está tratando. ¿Por qué habría de estar bien afectar a alguien por medio de la ocultación cuando está mal hacerlo por medio de la mentira? ¿Por qué tendría que ser mejor mantener la boca cerrada y evitar que salga la verdad que abrirla y decir algo que no es cierto?

De hecho, en muchos casos a mí me parece que las mentiras directas son menos importantes que la información que se omite. Por ejemplo, ¿por qué tendría que ser más importante descubrir que tu pareja sexual te ha dicho que le excitaba lamer tus pies, cuando en realidad le desagrada, que descubrir que esa misma persona tiene sífilis y no te lo ha dicho antes de tener sexo inseguro?

Sinceridad en su sentido completo es lo único que yo quiero en mi vida, es lo que estoy dispuesta a dar y lo único que estoy dispuesta a recibir. La gente que no funciona de este modo, es decir, la mayoría, no tiene cabida en mi mundo más cercano. Y este punto no es negociable. No hay circunstancias que lo hagan más o menos aceptable. Sinceridad y punto.

6 comentarios:

  1. Me encanto esta reflexión!!!!!!!!!!! estoy de acuerdo.

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  2. MrDisfórica13/12/10, 18:11

    Sí, buenísima reflexión.
    La mayor parte de las personas no somos sinceras hasta que no tenemos todos los cabos bien atados; es decir, cuando ya iniciamos una relación sentimental con la tercera persona... No vaya a ser que el asunto salga mal y, para colmo, nos quedemos también sin novi@ (mejor no darle la opción de elegir si desea continuar con nosotros, pensamos).
    Así somos de egoístas y manipuladores, por término general.

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  3. http://www.youtube.com/watch?v=BYo88T7Q6Jk


    Un saludo, Gabriel.

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  4. No siempre es correcto darle toda la información a los pacientes... las sentencias de muerte no le sientan bien a la mayoría. Mucha gente no es capaz de asumirlo y muchísima no quiere oirlo. Y en todo caso seria... el 90% de los pacientes con su enfermedad se mueren en 6 meses... pero si en esta caso no?. Para empezar el paciente tiene que preguntar por su pronostico... si no no hay porque dar esa informacion... y angustiarlo para los restos. Ademas pienso que todos deberiamos vivir con las cosas solucionadas... como si nos fueramos a morir mañana... o hay que esperar a que nos lo diga un medico para arreglar asuntos pendientes. No es amoral ocultar información, en la mayoria de los casos es simplemente humano...
    Saludos Lille... acabo de descubrir tu blog...me gusta

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  5. Gracias por los comentarios a tod@s.

    Es verdad, MrDisfórica, eso es manipulación y egoísmo.

    Y Gabriel, un vídeo muy bien escogido, aunque no estoy de acuerdo con Sabina. Aunque el otro prefiera escuchar mentiras piadosas, yo no querría dárselas ;-)

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  6. Galder, mil gracias por comentar. Me alegra ver que te has atrevido a aparecer por aquí. Y también que me hayas dejado un comentario :-) Por no decir nada sobre lo que dices de que te gusta...

    No estoy de acuerdo. Para mí un médico que no dice la verdad hasta que se le pregunta es un mal médico. El paciente no siempre sabe lo que tiene que preguntar. Es la labor del médico informarle de lo que es relevante. Y desde luego el pronóstico de una enfermedad es de las cosas más relevantes que hay en la vida de cualquiera.

    Para mí es justamente lo contrario, inhumano. Y me enferma solo pensar que voy al médico a que me pueda mentir por medio de ocultarme la verdad. Así no se puede confiar en el médico y esa es la base de la relación entre un paciente y un médico, ¿no crees?

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