Esto de tener un blog a veces es una cosa muy extraña. Alguna de las entradas que escribo tienen una gran difusión y miles de visitantes a lo largo del año. Me encuentro con artículos que me citan, gente que escribe sobre mí en sus blogs y muchos sitios en los que se me enlaza. Incluso fuera del ordenador a veces en el ambiente hispanohablante en Dinamarca o en el ambiente LGBT+ de España he escuchado a gente que menciona mi blog sin saber que es mío y me he quedado de piedra. En las estadísticas de Blogger veo que un gran porcentaje de la gente que me visita lo hace buscándome directamente a mí, o mejor dicho, a mi blog (porque escriben en Google "lille skvat"). Y sin embargo, toda esta popularidad de mis ideas y peripecias en Internet en la vida real casi siempre lo que veo es que me da problemas. Mis ideas, mis luchas, mi forma aparentemente completamente diferente de ser, mis inseguridades, mis certezas, mi seriedad, mi humor... parece que a una gran mayoría de la gente que encuentro le resulta difícil de entender e incluso aceptar. Me muevo en muchos ambientes diferentes y no parece que encaje bien en ninguno. Y aunque si bien es cierto que parece que en todos encuentro gente aliada que apoya mi forma de hacer las cosas, también encuentro muchísima oposición. Muchísima más que apoyo. A veces de la forma más agresiva y cruel.
Siento que la gente que llega a mi blog y acaba quedándose no me es fácil de encontrar en el mundo real. ¿Dónde estáis todos vosotros que parecéis compartir o al menos entender todas estas ideas que vierto aquí?
Yo soy de las que pone directamente Lilleskvat, pero creo que es el segundo comentario que escribo en el año y pico que llevo leyéndote :)
ResponderEliminarYo te leo siempre, no recuerdo como llegué y ya no tengo que buscarte porque te sigo. No siempre comparto lo que cuentas, a veces sí, pero lo importante, y con lo que me quedo, es que me enseñas parte de la gran diversidad de la que formamos parte.
ResponderEliminarCreo que hay pocos casos en los que la cibrerpopularidad termine teniendo un reflejo en la vida ordinaria.
ResponderEliminarTengo la sensación de que existe cierto desdoblamiento de personalidad en relación a lo que la gente hace en internet, y luego hace en su vida real.
Por mi parte, te leo con frecuencia, aunque no comente asiduamente.
Aunque mi orientación sexual nada tenga que ver con el tema principal del blog, creo que más allá de la orientación de cada uno, aquí hablas de sentimientos y experiencias inherentes a cualquier relación, sea del tipo que sea, y me gusta como lo tratas.
Esto mismo lo podrías estar haciendo en un espacio en una revista o en un periódico. Que pongan tu foto al lado de unas líneas de una proyección impresionante. Los blogs, no, salvo que te autoproclames gurú :-D
Bsos
Yo te leo desde Berlín. Vente de visita y nos tomamos un café y debatimos! ;)
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios. Me alegra mucho que estéis ahí, de verdad, no hace falta que estéis de acuerdo en todo, que hagáis comentarios o que tengáis las mismas experiencias que yo. El hecho de saber que alguien se interesa lo suficiente como para volver ya significa mucho para mí. Sobre todo, como digo en la entrada, cuando encuentro tanta oposición en el mundo real. Gracias de nuevo. Un abrazo.
ResponderEliminarLo del café y Berlín, por mí encantada. En mi siguiente visita :-)
ResponderEliminarAquí otra que te lee a menudo, me gusta la forma tan minuciosa en la que explicas los conceptos en tus artículos sobre temas LGBTQI+, hace que resulten muy informativos para personas nuevas en estas cuestiones, pero, a la vez, a quienes ya tenemos algo más de idea nos aportas material en que reflexionar y nos presentas cuestiones que quiza aún no conocíamos.
ResponderEliminarUn saludo desde Euskadi, si quieres te invito a pasar por mi "casa" virtual:
http://elvisorpurpura.blogspot.com/