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16 agosto 2011

Prince en Copenhague

Después de tanto tiempo con el sueño, por fin llegó el día en el que se cumplió, aunque sea de forma un poco peculiar y con unos cuantos tropezones en el camino. Prince vino a Copenhague hace una semana para tocar dos días en el festival NPG en 10-øren, una explanada de césped en las afueras de la ciudad. Al final su visita se convirtió en 4 conciertos, otros dos en Amager Bio, una sala pequeña en la que aparentemente le gusta tocar por sorpresa. Y yo escuché y semi vi dos de esos cuatro conciertos, cosa que satisface (y aviva) en gran medida mi pasión por él y por su música.

Por supuesto, los conciertos tampoco eran precisamente baratos este año. De hecho fui en la madrugada a Amager Bio a uno de esos sorpresa y no pude pagarlo, así que me volví a casa. Los conciertos en 10-øren eran todavía más caros. Pero tenían un truco. Al tratarse de una explanada de césped, podías colocarte fuera de las vallas metálicas y escuchar como si estuvieras dentro. De hecho, podías ver hasta las pantallas. Así que desde fuera sin pagar estuvimos las dos noches un pequeño grupo de gente con interés y sin pelas disfrutando de su música. 

Lo que no deja de sorprenderme es que una cantidad ingente de gente llegó mucho después de que el concierto hubiera empezado, y mucha más todavía se fue antes de que terminara. Pagar para eso sencillamente no lo entiendo. La gente con dinero suficiente ni valora el dinero ni valora el arte. Una pena.

La primera noche fue una mezcla de magia y un desastre total. Había estado esperando con ansia ese día. Tenía una cita. Y por un malentendido no nos encontramos y me perdí el inicio del concierto. Eso unido a que tenía un mal día por otros motivos, no me ayudó a tomármelo con calma. Cuando uno sueña con algo tanto, si el sueño se estropea, la decepción se siente mucho mayor. Sin embargo luego escuché con ella Purple Rain y lo disfruté tanto como había deseado y más. Sobre todo porque justo después de la canción como por arte de magia empezó a llover torrencialmente y de forma brusquísima. Lluvia púrpura cayendo del cielo mientras la gente salía a carreras canturreando Purple Rain y nosotras saboreábamos el momento bajo el paraguas. El concierto se suspendió.

La segunda noche no tenía pensado ir al concierto, pero cambié de idea después de la experiencia del primer día. También tenía una cita. Y esta vez no hubo malentendidos, estuve con él y disfruté intensamente del concierto desde el inicio hasta el final. No hubo lluvia torrencial y tampoco se suspendió, y Prince estuvo magistral, tocando una infinidad de grandes éxitos y canciones menos conocidas. Y al final, en el último tema, mi amante y yo nos colamos y vimos el concierto desde dentro, lo cual anima porque por fin pude ver a Prince no solo en la pantalla sino directamente en el escenario.

Os dejo aquí un vídeo con Purple Rain esa primera noche justo antes de la lluvia:





Y aquí una foto del momento en el que empezó a llover. Me encanta Prince en ella, especialmente su pelo:





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