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09 diciembre 2011

No puedo imaginármelo

La visita a tu casa me tiene un poco loca. ¿Estás abriendo la posibilidad a que pase algo o simplemente quieres mostrar que no tienes miedo a que estemos a solas? Me da miedo emocionarme con la primera posibilidad y llevarme una decepción enorme al ver que es lo segundo, o todavía peor, que lo que esté esperándome sea una discusión o un mal rollo.

Pero, ¿y si tu intención es dejar que las cosas sucedan como parece que quieren suceder? Entonces siento un nudo de excitación y al mismo tiempo terror en el estómago. Por mucho que lo haya deseado en ocasiones, no puedo imaginarme besándote y menos todavía tenerte sin ropa entre mis brazos. Me siento torpe, asustada. Considerando nuestro pasado y tu identidad heterosexual, me preocupa que te pueda no gustar estar con alguien que no es un hombre. Me da miedo que si me dejo llevar, en mitad te separes con pánico, repugnancia (como le dijiste a aquella amiga) o algo semejante y me lleve un batacazo enorme. Me da inseguridad pensar que no me dirías lo que de verdad sientes o quieres y que tal vez estarías pensando que no te gusto, que no te gusta o yo qué sé qué. Me aterra que si sucede algo así después me dejes de hablar por otro de tus ataques de pánico. O que pasen días y días sin que me contactes y cuando lo hagas sea fríamente para decir que fue un error porque tú no eres así.

No me veo con fuerzas para empezar yo algo que temo que acabe de una forma tan horrible. Y sin embargo, no imaginas cuánto deseo estar contigo en estos momentos.

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