Definitivamente eso de intentar hacer mi aspecto más normativo no funcionaba porque, como explicaba aquí, ni puedo ni quiero cambiar todo lo que hace que la gente a mi alrededor reaccione de forma agresiva. Así que estoy volviendo a las andadas y, ahora que me está creciendo el pelo, ya empieza a verse un corte que muches definirían como anarcopunk y no sencillamente como un pelo muy corto. Con ello por supuesto el nivel de violencia dirigido hacia mí aumenta, pero sinceramente, considerando que no había desaparecido y seguía siendo tan constante, ¿para qué me voy a conformar con hacer algo que no deseo?
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01 octubre 2013
13 septiembre 2013
Incoherencia bloguera
Como ya he escrito otras veces, durante estos años he ido creando cientos de entradas que no he publicado y que están almacenadas en el servidor de Blogger. La mayoría existen como borradores, pero algunas en su momento las programé para que se publicaran en una fecha futura muy lejana, varios años después.
Cuando decidí dividir este blog en varios subblogs temáticos, creí haber movido o desprogramado todo, pero entre los miles de entradas que hay acumuladas, por supuesto que alguna se me tenía que pasar.
Y así al entrar en mi blog ahora me llevo la sorpresa de encontrar publicado algo que he escrito hace varios años, como la entrada anterior a esta, algo que ya no me representa. Algo que al ver que está publicado me hace sudar por el agobio y que durante días ni siquiera me he atrevido a leer. Algo que incluso estaba escrito con algunas terminaciones en femenino (las mías) y algunas en neutro (las genéricas), y que he tenido que corregir.
Este blog muestra no solo la incoherencia que existe entre los distintos puntos de vista de una persona a lo largo de su vida, sino que también muestra la incoherencia que las nuevas tecnologías crean al desordenar una narrativa personal y presentarla como un proceso lineal que en realidad tenía otra linealidad bien diferente.
Ahora me entran 2 dudas:
- ¿Creáis les lectores vuestra propia coherencia lineal extraída de esa coherencia inicial y diferente que ha sido alterada por el orden en el que se van publicando las entradas?
- Si lo intento en el futuro, ¿seré yo capaz de reconstruir una narrativa más cercana a la original o cobrarán las entradas de este blog nuevos sentidos más coherentes con sus lugares de publicación que con sus momentos de escritura?
26 julio 2013
Una relación sin juegos de poder
Creo firmemente en que no hay que dejarse involucrar en esos juegos de poder en los que una persona de la relación muestra interés y la otra muestra indiferencia. Estoy convencide de que esos roles son dañinos para ambas partes, además de ser falsos. Y también insisto en que dos no juegan a ello si une no quiere jugar, y por eso yo en mis relaciones dejo muy claro que el drama de ver quién está por encima o por debajo de quién no me va. Sin embargo, esto a menudo tiene dos consecuencias:
- La persona con la que estoy desconfía todavía de mi sinceridad y si digo no tener interés, no se lo quiere creer, y si digo tener mucho interés, esa persona todavía cree que tengo más.
- La persona que se piensa adorada, porque me niego a mostrar indiferencia que no siento o a no mostrar el amor que siento, aparentemente entiende que me he vuelto fácil de conseguir, y con ello se cree que está por encima y en consecuencia pierde parte de su interés y establece una nueva relación de poder, cosa que tampoco me agrada, con lo que entonces sí que pierdo el interés de verdad y me enfrío.
Entonces en esos casos el resultado es que si bien yo no he jugado a ese juego de poder en ningún momento, la persona con la que estoy no lo ha entendido. Sí, me ha escuchado decirlo, pero eso es muy diferente a creérselo o a ser capaz de comprenderlo. Esa persona, acostumbrada a que todo el mundo juega, ha entendido las muestras de amor como desesperación y un "no puedo vivir sin ti" y las muestras de indiferencia reales como más desesperación y un "me has herido porque no puedo vivir sin ti".
No obstante, incluso viendo esto una y otra vez, sigo pensando que mi decisión es la adecuada. El juego nunca lleva a relaciones intensas, sinceras, profundas, y sin embargo, las escasas veces que no jugar funciona porque la otra persona o bien entiende lo que le dices o bien tiene estos principios ella misma, entonces es mucho más fácil, más agradable y más auténtico todo lo que se crea entre nosotres. Y por ello creo que al final solo esas relaciones valen la pena y el esfuerzo. Y les demás, que se vayan con su ansia de estar por encima y por debajo a otro sitio. En realidad para tener esa otra cosa a la que llaman "relación" estoy mejor sin elles.
23 junio 2013
El cambio de look no cambia la reacción
Esta semana tenía algo muy importante que hacer en lo que tenía que tratar con personas desconocidas y con poder sobre mí. Para evitar reacciones tan agresivas como las que vivo tan a menudo, y después de unas cuantas vivencias en el último par de meses en las que he sufrido además de violencia verbal también inicios de violencia física simplemente por andar por la calle, tomé la decisión de cortarme el pelo y eliminar mi aspecto punk para ver si era eso lo que producía ese incremento del odio que circula a mi alrededor. Y sobre todo para protegerme en ese encuentro de esta semana e intentar evitar tratamientos que pudieran conllevar riesgos incontrolables y muchos más problemas que los que ya tengo.
Sin embargo, mi nuevo corte de pelo sigue sin poder esconder muchos de esos elementos que despiertan animosidad hacia mí. Sigo pareciendo queer, no performo mi género de la forma que se quiere. Sigo yendo acompañade de personas cuyas performatividades de género tampoco son leídas como adecuadas. Y mi deseo sigue siendo intuido como dirigido a personas no apropiadas. Por tanto creo que en la sociedad se me lee como "homosexual" y como "hipermasculina", cuando no se me lee como un -"hombre joven" con una perfomatividad de masculinidad insuficiente. Al mismo tiempo sigo sin poder esconder mi etnicidad minoritaria que sigue siendo igual de racializada, o incluso con este aspecto más convencional, todavía más porque a la gente le resulta más fácil poder leer mi supuesta biología. Mi acento tampoco esconde el hecho de no haber crecido hablando danés con lo que además de racismo y etnismo, la xenofobia florece en cuanto abro la boca. Mi estatus económico tampoco ha cambiado por un simple corte de pelo, con lo que mi pertenencia a la clase obrera pobre, que se entiende como carente de estudios y con un nivel intelectual inferior, sigue intacta. Ni mi edad ni mi cuerpo han cambiado al perder mi look punk con lo que mi tamaño poco convencional sigue recibiendo un tratamiento diferente. Y un largo etcétera.
Llevo casi una semana con este nuevo estilo, y si bien es cierto que no recibo tantas miradas hostiles por la calle, sigo recibiéndolas sin duda. También palabras. Y en cuanto a lo que tenía que hacer que provocó el corte, no fue bien. Al contrario. Fue un desastre y el tratamiento que recibí fue claramente discriminatorio a un nivel que incluso puso mi vida en riesgo. Así que aunque es verdad que no puedo saber cómo se hubieran comportado conmigo si hubiera llegado con mi estilo punk en lugar de con este estilo más fácil de leer, sé que su aversión tampoco hubiera cambiado mucho. El tratamiento que recibí fue tan terrible que arruinó e invalidó eso que tenía que hacer. Con lo que al fin y al cabo casi creo que hubiera dado igual que hubiera otro punto más por el que odiarme que los que aparentemente ya estaban presentes. El cambio de look tal vez mejoró mínimamente la reacción, pero como en general fue tan claramente negativa, agresiva y peligrosa, tampoco sé valorar si tuvo algún efecto real. Lo que sí que sé valorar es que en momentos como ese la opresión que vivo es muy peligrosa y que a veces está tan cerca de costarme seguir viviendo. Y tener conciencia de ello y ver que no es posible evitarlo es algo muy duro para la cabeza de cualquiera. Me ha llevado horas de llanto amargo sobreponerme a la violencia de esta semana.
12 junio 2013
Soy horrible
Las 5.30 de la mañana. Metro de camino a mi trabajo. Cuando me voy a sentar, la persona que ocupa el otro asiento se agranda para evitar que me siente a su lado. Ignoro el lenguaje corporal, me siento y leo un periódico gratuito que he cogido por el camino. En danés. Dato relevante porque la persona que tengo al lado resulta ir acompañada de la persona que tengo delante y ambes hablan español. Pasa un rato en el que están hablando de sus cosas y yo leyendo mi periódico. De repente ella le dice a él "¿Has visto ESTO que tengo lado?". El hombre parece no entender. La mujer lo repite con más euforia. "¡Esto, esto aquí!". El hombre mira en todas direcciones visiblemente confuso. Y ella empieza a explicarse "Esto, horrible, no me gusta nada, una monstruosidad, horrible. ¿No has visto que lleva la cabeza rapada, monstruosa, horrible?". Claro, con esto por fin tanto el hombre que tengo delante como yo entendemos a lo que se refiere. Aparentemente a la individua no le gusta mi pelo y no sabe identificar mi género. Y aparentemente cree que se puede permitir el lujo de ponerme a parir delante de mi cara porque cree que hablo danés. Solamente.
Con toda la calma del mundo, levanto la vista del periódico, la miro a los ojos y le digo en mi español de España "¿Ah, sí? ¿Te parece?". La cara de sorpresa, los ojos como platos, la mandíbula colgando y el rubor en la piel por supuesto dignos de un cómic. "Sí", balbucea... "lo siento". Y el silencio absoluto se apodera de ella y no vuelve a abrir la boca en lo que queda de viaje. Ni él tampoco, que solo mira al suelo.
Esta vivencia un poco cómica en realidad es solo la muestra clara de la actitud que siento que despierto de forma constante cuando me muevo por la ciudad. En este caso, la reacción era la misma lo que pasa es que fue expresada con palabras, porque la persona de turno se sintió protegida, erróneamente, en su idioma no mayoritario. En otras ocasiones me sucede al revés. Si alguien me escucha hablando español o inglés a veces cree que no hablo danés y comenta sobre mí de forma abierta en mi cara. Por supuesto, siempre de forma tan desagradable.
Lo más interesante es que mi forma de romperle los esquemas a la gente no es tan brutal como cabría esperar del tipo de reacciones que recibo de forma constante. Tan solo tengo un aspecto un poco menos normativo que la mayoría, pero todavía muy lejos de lo que deseo llegar a alcanzar. Mi perfomatividad de género no es tan confusa como quisiera. Mi cuerpo es leído por lo general de forma bastante unívoca. Los pocos detalles que lo diferencian no son tan visibles de lejos. Mi ropa, por motivos económicos, todavía sigue siendo bastante estándar. Y mi pelo es un poco punk, pero vamos, nada comparado con lo que podría ser. Pero, curiosamente, esos pocos elementos unidos a la lectura de mi raza y/o etnicidad como extraños, crean una hostilidad que no es casi nunca invisible y que en ocasiones es violenta. Como cuando me empujan por la espalda o me gritan.
Horrible. Soy horrible. Porque la sociedad no puede aceptar nada que se aleje mínimamente de la norma.
28 mayo 2013
Mejor follar sin hablar demasiado antes
Con lo atractiva que me parecías, lo poco atractiva que me resultas después de las últimas conversaciones contigo.
Cada vez veo más claro que mi atracción sexual por alguien o algo se ve enormemente afectada por mis ideas, y que si pretendo solamente centrarme en el atractivo físico y tener sexo sin más, es mejor que cruce las mínimas palabras con la persona de turno, porque por lo general el atractivo se esfuma por completo con la cantidad de mierda que sale de la boca de cualquiera en cuanto se lanza a contar un poco sobre sus ideas o de sí misme. Para follar con alguien con ele que solo quieres follar, lo mejor es hablar lo mínimo por adelantado. O mejor dicho, lo mínimo que no sea relacionado con el sexo que se piensa llevar a la práctica. Todo lo demás en mi caso lo que veo es que por lo general lo único que hace es quitarme las ganas. Follar con alguien que "esté muy buene" físicamente para mí, pero que tenga ideas de derechas, comportamientos -istas (racistas, sexistas, clasistas, cisexistas, etc.), pretensiones monógamas o cualquier otra de las estupideces que hay que escuchar no me pone. De hecho, es que hasta la persona deja de ser atractiva incluso físicamente.
18 mayo 2013
Te pincho más tarde
La historia se repite. Contacto a une de eses que se deben considerar mis viejes amigues por chat, sms, teléfono o lo que sea. Una respuesta rápida con un "me estaba yendo" o "te pincho más tarde". Y luego nunca sucede. Y yo me pregunto, si no quieren hablar conmigo, ¿para qué contestan? ¿Para qué dicen que sí cuando en realidad es no? ¿Por qué no me dicen que deje de molestar? O sobre todo, ¿por qué quieren seguir utilizando esa etiqueta, "ser mis amigues", si en realidad no tienen interés en mantener el contacto?
Esa gente que conocía cuando vivía en el país en el que crecí, ¿qué tiene en común conmigo hoy? ¿De qué podemos hablar? ¿No será por eso que no hay forma de mantener un contacto significativo y que tenga sentido?
Me canso de convenciones sociales que no tienen sentido. Si no me pinchas más tarde, no lo anuncies. Si no quieres hablar, dímelo. Si no te apetece hablar, no contestes. Si mantener el contacto ya no tiene sentido, no lo hagas. Pero tranquiles, que yo ya me aprendo la lección y me dejo de idioteces.
15 mayo 2013
¿Mis blogs divididos en etiquetas?
Hablando con un amigo, me dice que aunque digo no querer etiquetas identitarias y no hacer políticas identitarias, con el cambio de mis blogs, he hecho precisamente esto: tres etiquetas que se corresponden en su opinión a tres identidades.
Mi reacción inmediata fue decir que no es así, que el blog no está dividido en identidades, sino en temas, además de explicar que yo originariamente no quería dividirme en temáticas, y que por eso había creado mi blog de la forma en la que lo había hecho, pero que acabé rindiéndome ante tanta queja después de años de cabezonería.
Ahora, después de darle vueltas, sinceramente sigo sin ver que haber divido el blog en temas sea lo mismo que hacer política identitaria. Es cierto que en un lugar hablo de cosas relacionadas con el racismo, en otro con la sexualidad y el género y en el último de forma más personal y menos teórica, aunque igual de política. Sin embargo, no veo que eso los convierta en blogs identitarios. Centrarse en un tema no es lo mismo que crear una identidad en base a ello. No es lo mismo escribir desde una perspectiva queer sobre sexualidades subversivas que escribir siendo queer. No es lo mismo escribir desde la perspectiva de una persona vista como marrón que desde la identidad de ser marrón. No es lo mismo escribir sobre lo que hago, vivo, siento, pienso en/con mi vida que escribir sobre lo que soy. Es cierto, antes escribía y hacía política identitaria. Y este blog está repleto de artículos que lo demuestran. Pero ya no. Tampoco en mis blogs.
09 mayo 2013
Regresar para cuidar a tus progenitores
Tengo una amiga que se ha ido de España a intentar cumplir su sueño. Y cómo no, después de una temporada en el extranjero, ha aparecido el típico dilema: su padre está enfermo y mi amiga, lejos de su familia, siente que tiene que volver a cuidarlo. Vamos, abandonar su sueño o al menos aplazarlo durante una época por amor, en este caso amor de hija. Yo, escuchando esto, no dejo de revolverme. Primero porque veo que mi amiga está reproduciendo la estructura patriarcal en la que ella, como hijA, tiene que cumplir su función como cuidadora. Incluso teniendo un hermano que vive en la ciudad de sus padres. Segundo porque además está reproduciendo la estructura del heteropatriarcado capitalista en la que se producen hijes para que cuiden de ti en tu vejez. Y tercero porque todo esto lo acepta ella misma, se lo impone como un imperativo necesario del amor, como algo que en realidad surge de ella, en un clásico ejemplo de autoopresión reguladora no cuestionada. Sacrificio como mujer. Sacrificio como hija. Sacrificio como ser que ama. Los sistemas de opresión te persiguen hasta el otro lado del planeta, porque están en ti.
15 abril 2013
Mi exclusión se contagia
La experiencia de esta última semana, que un grupo se vuelva contra mí y me excluya, empieza a ser tan común en mi vida que en cierto modo siento que me estoy haciendo inmune. No del todo, claro está, pero siento que por una parte me afecta mucho y por otra lo veo todo con una frialdad que me sorprende. Sin embargo, lo que no esperaba ver de forma tan clara es cómo te afecta a ti, cómo tú empiezas a pagar con la misma moneda por ser asociade a mí. Incluso cuando soy yo quien crea el supuesto "problema", tú también eres metide en el mismo saco y tú también acabas siendo excluide. Y tú, no acostumbrade a vivir esas reacciones tan violentas todo el tiempo, aunque ya sé que has vivido tu parte de agresión y exclusión, sufres por ello de una forma para mí más visible. Y eso sí que me duele y me afecta.
Así pues, la exclusión se contagia. No porque tú te comportes del mismo modo que yo, sino porque la gente, el grupo te castiga por elegir mi compañía. Y eso en sí, es otro mecanismo de control social que hace que la mayoría elija no comportarse como yo.
05 abril 2013
¿Y la desbandada a los otros blogs?
No lo entiendo. Esperaba que hubiera una desbandada de este blog a los otros dos. Al dejar que este sea mi blog personal y quitar de aquí los temas que la mayoría viene buscando, o bien algo no hetero o cis, o bien algo sobre inmigración y Dinamarca, pensaba que el número de visitas diario bajaría drásticamente, y que la mayor parte de les suscriptores se moverían a uno de los otros dos. Pero ya han pasado un par de semanas, y las visitas aquí siguen siendo casi constantes, las suscripciones prácticamente no han cambiado, si acaso han subido. ¿Por qué?
No me puedo creer que a la gente, que ni me conoce ni probablemente me vaya a conocer, le interese leer más mis aventuras y desventuras personales, mis comeduras de cabeza, mis declaraciones de odio y lujuria y mis estados cambiantes de ánimo que aquellos temas que les traen aquí en primer lugar y que eran lo que estaban buscando. Algo tiene que no funcionar de forma óptima, intuyo. ¿Pero qué?
24 marzo 2013
Dos -y medio- nuevos blogs
Ya está. Por fin tras semanas luchando con Blogger he conseguido crear mis nuevos blogs:
Este blog también continuará, como mi blog personal.
Así que ya está, pásate por los nuevos blogs y dime lo que piensas :-)
Este blog también continuará, como mi blog personal.
Como se puede ver, he cambiado el aspecto. He intentado crear una identidad común para todos los blogs. A partir de ahora podéis suscribiros solo a ese tema que venís buscando. O a los tres blogs, por supuesto.
Todavía hay algunos leves errores de diseño, y sigo intentado mover las entradas antiguas de este blog a los otros, pero por ahora no funciona. A ver si de algún modo lo consigo. Si no, se quedarán aquí. Ya avisaré.
08 marzo 2013
Intentando dividir mi blog en tres
Aunque os parezca que en este blog ya solo hay silencio, porque quería esperar a anunciar las nuevas direcciones aquí, no lo he abandonado todavía. Llevo un par de semanas intentando crear los nuevos blogs y hacer el cambio en este. Pero por ahora, ha sido sin mucho éxito, así que mejor dar señales de vida...
El problema básico proviene de intentar dividir este blog en tres. Si solo copio el texto de algunas entradas y lo pego en los nuevos blogs, toda la gente seguirá viniendo a este, porque es el que se encuentra al buscar en Google y los diversos enlaces. Además el tener textos duplicados hace que Google no quiera indexar los nuevos blogs. Por eso estaba buscando otra solución mejor que incluya reenviar el tráfico que llega a cada entrada concreta al nuevo blog pertinente. Pero, cuando intento mover esas entradas relevantes a mis nuevos blogs, Blogger decide que mis blogs son SPAM y me bloquea el acceso. Y claro, con Google es casi imposible razonar. Así que ahora estoy esperando a que sus robots, o personas, o ciborgs o lo que sean, decidan, con suerte, que no estoy haciendo spam, y me dejen volver a acceder a esos nuevos blogs que había creado.
No obstante, para terminar las buenas noticias. El aspecto de los nuevos blogs será menos caótico. Y mucho más bonito. Dejará de estar basado en una de estas plantillas hiper viejas de Blogger, con lo que también me permitirá arreglar los problemas de diseño con mucha mayor facilidad. Estoy deseando empezar ya.
13 febrero 2013
Cambios definitivos en este blog
Definitivamente seguir escribiendo en este blog en la forma que tiene en el presente no me atrae. Aunque lo he intentado durante los últimos meses, no funciona. Sin embargo, sigo teniendo incontables cosas que decir y la misma pasión por escribir. Lo que sucede es que el formato que este blog tiene, me impide hacerlo con la libertad que yo deseo. Me frustra. Me obliga a cosas que no deseo. Va acompañado de una serie de expectativas que me bloquean. Tanto que al final siento asco por lo escrito, por lo no escrito, por lo que es y lo que pudo haber sido, por lo que muestra y lo que esconde. Por eso he tomado la decisión de realizar una serie de cambios drásticos en mi forma de bloguear.
Durante años he argumentado a favor de tener un blog general que une muchos temas. Tras ello había una ideología: mostrar diversidad, también dentro de una misma persona. Obligar a leer que una persona no es solo inmigrante, transgénero, vegana, académica, cinéfila, fetichista o lo que sea. Quería mostrar que detrás de cada pequeño tema hay otros muchos que aunque no se ven en ese momento, pueden ocupar tanto o más espacio en la vida de esa persona.
También he argumentado por no borrar ni una de las entradas antiguas de mi blog, por muy poco relevantes o desactualizadas que me parecieran. Con ello quería mostrar que las identidades, las subjetividades y los puntos de mira varían con el paso del tiempo. Que siempre hay cambio, y que no se es, o por lo menos no se es nada estático.
Pero esto ha creado tantos problemas que finalmente ya no veo el sentido y he decidido rendirme a la evidencia. La gente que llega aquí, lo hace buscando una cosa en concreto. Si se detienen a mirar lo que hay alrededor de eso que les ha llevado hasta aquí, encuentran algo que no saben descifrar. La mayoría se va. Algunes se quedan. Y con elles aparecen unas expectativas. Les que buscan cosas sobre Dinamarca se quejan de leer lo que trata otros asuntos. Les que buscan cosas queer, no quieren leer mi basura personal. A la mayoría sinceramente le importa un rábano si hoy como chocolate con chili o si mañana he visto "La Comunidad". Y no me extraña. ¿Para qué leer los ires y devenires de alguien a quien no conoces y que tampoco te aporta nada? Yo pensaría exactamente lo mismo.
Es evidente además que la ingente masa de basura publicada con la que no me identifico, las entradas en femenino, mi adherencia a ideas que ya no son mías, todo presentando en una mezcla infinita de entradas vacías, solo me produce cansancio. Así no puedo seguir.
Por eso esta será la última entrada de este blog en esta forma. En adelante voy a escribir en blogs individuales que se centrarán en temas concretos. Por ahora tengo claro tres: uno personal (seguramente este mismo), otro sobre ser inmigrante y lo relacionado con vivir en Dinamarca y Escandinavia y el tercero sobre lo relacionado con el mundo LGBT y una perspectiva queer. Creo que así me será mucho más fácil liberarme de las expectativas de eses lectores que siento que me presionan en direcciones que no deseo. Y con ello me será más fácil sentarme a producir entradas que son más relevantes para mí.
Lo que no tengo claro es la forma, y quería pediros vuestra opinión. Sí, a vosotres les que llegáis aquí por casualidad. Pero sobre todo a vosotres los que seguís por aquí y habéis leído una pequeña o gran colección de entradas.
¿Cómo lo hago? ¿Borro las entradas de este blog y las divido en blogs relevantes o las dejo estar aquí y empiezo desde cero? También puedo copiar las entradas que hay aquí en el blog relevante y redireccionar a las personas que lleguen aquí al blog relevante. El problema es qué sucede entonces con todas las suscripciones, los comentarios, los enlaces a este blog, los comentarios asociados en Facebook y Twitter y demás. ¿Lo elimino todo y empiezo de cero? También me había planteado publicar las entradas en los blogs relevantes, y hacer de este una continuación en la que se publique todo lo que escribo, pero entonces se duplicaría el contenido. Y con ello corro el riesgo de volver a ver esto como una pesadilla en la que nadie está conforme. Ni yo ni les que me leen. ¿Sugerencias?