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13 agosto 2014

Se me olvida que existes, blog

Se me olvida que existes, blog. Se me olvida que es aquí donde debo dejar mis pensamientos, donde debo escupir mi ira, donde debo confesar mis secretos, donde debo mantener el interés de les que me leen/leían y hacer que vuelvan. Te olvido y en un análisis barato estilo freudiano me dan ganas de gritar que es un acto de rebelión contra esa sensación de deber. No quiero escribir para nadie. Me cansé hace tiempo de preocuparme por el número de lectores y las estadísticas, de ver si complace lo que digo, de ver si agita o cambia las cosas, de ver que no hay comentarios cuando creo que algo que he publicado es interesante y de ver comentarios cuando creo que algo puesto en público es absolutamente insignificante e incluso patético. Me harté de pensar que esto es activismo. No lo es. Es mirarme el ombligo con espectadores. Y además, ¿hacer activismo para qué? Me cansé de mirar hacia atrás y ver con asco lo que escribía. Me cansé de sorprenderme y asustarme si de repente al entrar al blog como hoy veo que se ha publicado alguna basura vieja escrita hace años sin el menor sentido presente para mí, como la entrada anterior. Me cansé de construir a Lille Skvat. ¡A la mierda con Lille Skvat! A la mierda con el activismo, a la mierda con cambiar el mundo, a la mierda con las confesiones y los análisis de madrugada, el exhibicionismo de escritore de pacotilla y el voyeurismo de les que leen/leemos blogs. A LA MIERDA CON TODO.

5 comentarios:

  1. Con tanta mierda me ha dado ganas de mandarte un beso...así que lo hago :-)

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  2. Pues tu misma zagalica!!! Ha sido un verdadero placer seguirte durante varios años y tengo que agradecerte que hayas compartido tantas y tantas opiniones, experiencias, puntos de vista y vivencias. Algunas de ellas no las compartía, algunas de ellas no las entendía pero siempre las recibía con ganas de aprender algo que me parece lejano y a veces nuevo.

    ¿No te estarás aburguesando y caes en la pereza sencilla de justificar tu (no) lucha diciendo que es un sinsentido?

    Es broma!! Haz lo que más te apetezca con tu vida y con tu blog y de nuevo GRACIAS POR COMPARTIR.

    Que todo te vaya muy bien y un gran abrazo.

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  3. MrDisfórica14/8/14, 10:13

    ¡Bien dicho! A la mierda con todo, que este mundo es mu cansino...

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  4. Hola, acabo de entrar aquí buscando información sobre Dinamarca. Soy una ex periodista española-japonesa, residente en Bruselas desde hace tres años, que también vivió en Londres y que duda como nunca de qué rumbo tomar (especialmente desde que he sido madre hace 7 meses). Llevo algunos años anestesiada por la crisis. Ya no hago fotos artísticas, apenas voy al cine, y por supuesto casi no escribo. Me cuesta sentir. Sí, sentir cualquier cosa. PERO, últimamente siento, válgase la redundancia, que me estoy despertando. De vez en cuando me sorprendo leyendo un poema, o tomando mi cámara para fotografiar un suelo espléndido cubierto de hojas, o llorando con el video de un actor desconocido defendiendo su profesión. No te conozco, pero me atrevería a decirte que no pares con tu blog. Yo no creo que sea voyeurismo, y si lo es qué importa. Y si se te olvida por meses mantener el blog qué importa. Lo que importa, al menos para mí, es que hoy más que nunca necesitamos sentir. Y si con tus palabras y entradas esporádicas consigues que la gente sienta, pues, como decía un antiguo jefe mío cuando tenía que publicar un post... dale, dale ;p

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  5. No creo que la aportación a un blog sea un deberse al desahogo de iras, secretos y demás morbosidades, ni deberse a mantener un interés en los lectores. Hay una fundamental diferencia entre «expresión» y «desahogo». Tampoco creo que esta entrada sea un "barato análisis freudiano", el ser condescendiente contigo misma parece ser un impulso para situarte por encima de tu capacidad expresiva y, por tanto, de tu propio blog (dejando vía libre para abandonarlo). El blog tampoco ha de ser un deber. El blog no es mirar estadísticas (demasiada vanidad hay por ahí todavía), de mirarse en el falso espejo reduccionista de las reacciones del "me gusta" o del "no me gusta". No creo que compartir, desde la redacción responsable, sea patético. ¿Cómo te puede dar asco lo que escribías, si precisamente a causa de ello reconoces tus errores, reconoces todo aquello que has superado, lo que has avanzado? ¿Y cómo se puede mandar "a la mierda" a cambiar el mundo? ¿No será que acaso de entrada tenías más compromiso con las estadísticas y con el "sí" o el "no" de la gente que con el compromiso con el mundo? ¿No será que te da cierto pudor precisamente el descubrir que tu último fin no era el activismo, sino que sólo era el puente hacia la estética, hacia la aprobación de los demás, un método artificial de autoaprobación?
    Yo creo que un blog es para aportar desde la honda convicción de que lo que hacemos merece la pena. A algunos les parecerá malo, pero siempre habrá un grupo que halle interés, que encuentre algo grato y útil. Un blog no ha de ser una responsabilidad, sino un rincón donde te sientas cómoda. Y si crees que no tienes más que aportar (cosa que no observo probable), pues se deja, o se aparca, y punto; pero no porque el activismo no "exista", sino única y exclusivamente porque ya no te motiva tu labor y, por tanto, no tiene sentido perpetuarla.
    No se trata de mirarse el ombligo con espectadores: los espectadores no han por qué ser pasivos, al contrario, debieran participar y enriquecer las entradas. La entrada no empieza y acaba donde decide el autor del blog, sino que invariablemente continua en los comentarios (otra cosa es que el autor considere su blog principio y fin de todas sus apetencias).
    «A la mierda con todo» me resulta una manera rockera de revestir un sentimiento infantil, esquivo, hasta cierto punto egoísta. Deja el blog porque no te motive, no porque una aportación decente como lo es el presente blog merezca ir a la mierda. ¿O acaso lo que se va a la mierda es llanamente tu voluntad?
    Entienda que este mensaje no pretende ser arrogante ni grosero, que perfectamente puede errar, y que se elabora desde la buena intención, desde la mira de aportar.
    Un saludo.

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