¿Vosotras también sois gitanas?

Hace ya muchos años, cuando vivía en Oslo con mi novia española de entonces, una noche tuvimos que ir a urgencias al hospital. Allí, en la sala completamente vacía nos tuvieron esperando durante horas. A lo largo de la noche llegó una familia. Los padres pasaron con los médicos y los niños, de unos 7 y 10 años, se quedaron en la sala de espera con nosotras. Por supuesto, como niños que eran se aburrían, y en breve quisieron hablar con nosotras. Para iniciar la conversación el más pequeño nos preguntó: ¿Y vosotras también sois gitanas? Mi ex no entendió la pregunta, pero al oír la traducción se ofendió muchísimo y empezó a quejarse: ¿Nosotras gitanas? Estos niños noruegos estúpidos, porque soy morena se creen que soy gitana, desde luego, qué vergüenza...bla bla bla. Su reacción no me sorprendía, aunque sí desagradaba. Ya sabía que mi novia siempre había sido bastante racista con los gitanos y de hecho era un tema de discusión entre nosotras bastante habitual, pues yo no lo entendía para nada y ella me trataba de ingenua e ignorante. Como la pregunta era un poco peculiar (lo normal creo que hubiera sido preguntarnos si éramos extranjeras o con fantasía si éramos árabes), me quedé observando al niño y, aunque era rubio, la verdad es que no parecía el típico escandinavo. Su hermana tampoco. Entonces se me encendió la bombilla encima de la cabeza y le dije a mi novia: Mujer, no te está insultando, al contrario, lo que pasa es que ellos son gitanos y como ven que somos diferentes a los noruegos normales tal vez creen que es porque somos como ellos. Mi novia por supuesto no se lo creía, así que tuve que preguntarle al niño que, evidentemente, me dijo que ellos eran gitanos noruegos. Sin embargo, desgraciadamente eso no hizo que a mi novia le pareciera menos grave que la confundieran con una gitana. Casi que todavía fue peor.

Esa historia durante años me ha parecido muy curiosa. El niño, en toda su ternura e ingenuidad, sintió empatía con las dos extranjeras no tan rubias que hablaban un idioma raro y pensó que eran como él. Mi novia, con todos sus prejuicios de haber crecido en un barrio gitano de España, se molestó muchísimo y le pareció un verdadero insulto que alguien la considerara gitana, tanto si la persona en cuestión era noruega como si era gitana. Lo que para el niño era un orgullo (y para mí sinceramente ser tratada así por ese niño también), para mi novia era el peor de los agravios.

Visto desde hoy no puedo dejar de asombrarme de la reacción de la gente ante los gitanos. Como ya he contado en otras ocasiones, los prejuicios sobre ese pueblo están tan extendidos e integrados en las culturas mayoritarias que es casi una de las únicas formas de racismo claramente aceptadas en las sociedades de hoy en día. Si lo pienso, he discutido o semi discutido con gran parte de mis amigos y conocidos por el tema. Todas mis exs parejas han expresado de un modo u otro comentarios racistas hacia los gitanos. La mayoría de mis amigos y familiares también. Y eso es gente que sabe que yo reacciono con el tema. Por tanto, la sociedad en general debo deducir que dice barbaridades mucho mayores de las que me dicen a mí... Y eso que es casi para no creérselo... Siempre los malditos prejuicios :-(