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25 noviembre 2009

Siento desarraigo

Cuando visito España a menudo me pasa que siento desarraigo. Madrid como ciudad se ha vuelto extraña para mí. Ya no conozco muchos sitios, ya no recuerdo los nombres de las calles ni los caminos para ir a tal o cual lugar. Ya no están muchos de los establecimientos a los que yo iba. Es una sensación extraña en la que me siento un poco como si no perteneciera al lugar. Pero todavía es peor con la cultura y con la gente. Al pasear por las calles no me siento identificada con los españoles. No entiendo del todo muchas de sus formas de actuar. Ahora me resultan demasiado ajenas e incomprensibles muchas de las cosas que identifico con España. Y algunas incluso me resultan incómodas. Por ejemplo, esa obsesión por hablar tan alto, o por tocar a la persona que no conoces solo por estar hablando con ella, o esos 2 besos que se dan a todo el que uno se cruza solo para decir hola y adiós. Tampoco comprendo cómo es posible que la gente en realidad sea tan uniforme y tan extranjera para mí. Sus gestos, sus caras, sus ropas, sus cortes de pelo... Ya no estoy acostumbrada y lo que antes me parecía habitual y ni siquiera notaba ahora lo veo con ojos de extranjera, creo. Y me siento fuera de lugar. No pertenezco a España. Esto se ha vuelto demasiado diferente a mí. Y sí, soy española, pero ya no soy así. Ya no soy como era.

6 comentarios:

  1. Eso me pasa a mi , que cada vez me identifico menos con la manera de ser española. Esto parece la republica Bananera.

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  2. Lille: las personas cambiamos. Vamos teniendo sintonías diferentes. Señal de nuestra evolución.Tal vez, como en tu caso, te has vuelto mas cosmopolita, mas universal.En si mismo no es bueno ni malo. Es sentirse diferente.
    Cordiales saludos.

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  3. Uh! Uh!, kaere Lille. Afuera con ese tono de melancolía/ decepción.

    A 200 millas todos somos diferentes ( nuestras sociedades). Y eso es estupendo, por su variedad y riqueza.

    Has tenido la suerte de elegir lugar de residencia. Disfruta lo grato de cada cual.

    Y, arriba con ese ánimo.

    Abrazos

    Car

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  4. Hola Lille, mi nombre es Elías, tengo 24 años y soy español (de Elche, Alicante). Este comentario no tiene nada que ver con tu post, pero no he encontrado tu e-mail y me gustaría pedirte consejo.
    Viajo con mi hermana Lidia a Copenhague para visitar a una amiga del 5 al 12 de diciembre y las dos primeras noches no nos puede acojer en su habitación puesto que ya tiene visita :( El caso es que he estado viendo unos cuantos hostales, todos ellos pertenecientes a un mismo grupo aconsejados por mi amiga, y me parecen todos carísimos (entre unas cosas y otras de los 35 euros no baja la habitación por noche), claro que ella acaba de llegar también a Copenhague así que no conoce mucho... Desearía, si no es mucha molestia para ti, que me aconsejaras algún alojamiento (si es que conoces) que sea algo más económico puesto que no he encontrado nada que me soluciones la papeleta.
    Por cierto, mi e-mail es ventruext@hotmail.com , me gustaría que me respondieras en él...
    Muchas gracias de antemano. 1 saludo,
    Elías.

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  5. Hola guapa hacía tiempo no venia por los blogs he estado malita, no te olvido ehhh. Bueno respecto a tu post, llevas tanto tiempo fuera que igual te acostumbras a otra cosa y es normal la extrañeza al volver a visitar de nuevo. Todo cambia mucho hasta las personas. Yo nunca he salido de España para vivir a otro lado, pero si he comprobado al volver después de muchos años al sitio donde pasé la infancia todo era distinto. Se acostumbra una a donde está y se ve raro luego volver. Así son las cosas, no es desarraigo creo, mas bien que la vida es otra y en distinto lugar y los cambios aunque cuesten llegan a ser la vida de uno del día a día y ver lo de antes ya no nos identifica. Besos guapa

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  6. A mí me pasó algo parecido. Regresé a España el año pasado y todas las mujeres me parecieron muy morenas, de pelo y de piel. También me dí cuenta de lo irracionales que son los horarios españoles y del poco respeto que tenemos los españoles por el descanso de los demás. Creo que me estoy haciendo europeo.

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