Casi nadie para elegir

Ayer estaba escuchando a B, que en tantas cosas ve la vida como yo, hablar de la dificultad que tiene ser como somos refiriéndose a lo difícil que finalmente resulta encontrar pareja y quiero contaros aquí el planteamiento, porque es algo que yo también voy pensando.

Como persona pansexual se supone que podría gustarme toda la gente que hay en el mundo, y por eso también debería tener muchas posibilidades de encontrar a alguien con quien poder estar. Sobre todo si consideramos que me identifico con alguien genderqueer, es decir, que ni hombre ni mujer, me tendría que ser todavía más fácil porque en teoría incluso podría tener acceso a esos grupos que tradicionalmente me estarían cerrados: hombres homosexuales y mujeres heterosexuales. Si a eso además le añado el ser una persona poliamorosa, capaz de sentir algo por varias personas y por tanto tener varias relaciones al mismo tiempo, se supone que todavía tendría que ser más fácil encontrar alguien de quien enamorarse y con el que establecer una relación. El caso es que esto que en la teoría suena tan bien en la práctica no funciona así. 

Como pansexual las mujeres heterosexuales no tienen interés en mí, pero las homosexuales parece que tampoco, porque por lo general no aceptan que pueda estar con hombres. Los hombres homosexuales tampoco tienen interés en mí y los hombres heterosexuales por lo general no creen que con una persona bisexual se pueda tener algo serio. Sexo sí, pero una relación es otra cosa. Existe ese temor a que sea lesbiana en el armario o que les deje por una mujer. Si encima añadimos que hablo claramente de mi interés en personas de otros sexos, no solo mujeres ni hombres, muchos homosexuales y heterosexuales se asustan y  destapan toda su transfobia. Si me siento atraída por transgénero soy demasiado "rara" o "viciosa" para poder estar conmigo, tanto para los unos como para los otros. Para rematarlo si añado que yo misma me considero un género "intermedio", genderqueer, no solo no consigo con ello despertar el interés de esos supuestos grupos vetados, sino que además despierto el rechazo de la gran mayoría de la gente que potencialmente podría ser mi pareja. Finalmente, si consigo encontrar a alguien que vea más allá del género y la orientación sexual, todavía me queda un escollo más que superar: mi forma de vida poliamorosa. Hacer que la persona con la que estoy comprenda que también puedo amar a otras personas, y que también puedo tener otras relaciones, y que lo mismo es válido para ella, es muy difícil en la práctica. Una enorme mayoría entre las mujeres no acepta ese planteamiento. Lo mismo sucede entre los hombres, aunque en principio parezcan más dispuestos a tener algo así por la libertad que esto les da a ellos mismos. Sin embargo, llegado el momento la educación monógama (y también a menudo la machista que dice que un hombre puede tener otros asuntos pero una mujer no) suele vencerles. En cuanto a las personas que no son ni hombres ni mujeres, eso no es ninguna garantía para que vean las relaciones de forma diferente a la normal social monógama. 

Al final, igual que yo, las pocas personas que he conocido como yo suelen llegar a esta conclusión: encontrar a alguien es muy difícil. Encontrar a varias personas todavía más. Parece que el grupo a elegir en lugar de ampliarse se reduce según tu vas ampliando tus fronteras. Y al final a menudo los únicos con los que se puede iniciar algo son los que ven el mundo como tú: pansexual, genderqueer/genderbender/transgénero y poliamorosos. Pero hay muy poca gente que se define así y esa gente tiene que congeniar contigo y se tienen que desarrollar los sentimientos y la relación, cosa que habitualmente tampoco sucede, porque no por ser similares te enamoras de alguien. Y por tanto es muy probable no encontrar una pareja... y desde luego varias. Sexo es posible, pero si queremos otra cosa además, no resultamos precisamente atractivos para la mayoría.