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22 octubre 2010

Si me respetas no tengo problema

Aunque no me identifico como lesbiana he empezado a ir a un grupo de lesbianas en Copenhague. Por supuesto, cuando me decido a ir a un sitio así es porque creo que tengo muchas cosas en común con ser lesbiana. De hecho, durante una buena parte de mi vida me he identificado así y todavía hoy en ocasiones lo hago si es necesario u oportuno con gente que no es del ambiente LGBT. Sin embargo, entre lesbianas prefiero dejar claro que también tengo interés en otras personas de otros géneros y no solo en mujeres, tanto por un asunto de visibilidad de la gente como yo como porque por experiencia sé que muchas no desean contacto con mujeres que no se identificas a sí mismas como lesbianas, así que mejor ser clara para que no haya dudas ni nadie tenga la sensación de que le han ocultado nada. 

Por tanto, eso me ha llevado a presentarme en este grupo diciendo que "no soy lesbiana". Como es natural seguido de una explicación. ¿Cuál ha sido la reacción? Pues una que sinceramente me deja con muy mal sabor de boca: "OK, mientras me respetes no tengo ningún problema". Esta frase se ha repetido de varias formas y en varias bocas, tanto estando yo presente como no estándolo. 

La frase, aunque en principio no tiene nada malo, muestra una actitud con la que yo tengo muchos problemas. Para empezar, muestra que no me consideran parte de su grupo porque tengo la desfachatez de acostarme también con personas que no son mujeres. Probablemente creen que soy algo cercano a una mujer heterosexual porque también tengo interés en los hombres. Y eso, cómo no, les lleva al segundo tópico: como no soy lesbiana tengo necesariamente que tener una actitud negativa o crítica ante su orientación sexual, y por ello creen que es necesario recordarme que estoy en un grupo de lesbianas y por eso tengo que respetar el lesbianismo. ¡¿Y por qué leche no iba a hacerlo?! Soy yo misma la que ha elegido unirme al grupo, así que digo yo que ese comentario sobra. Pero es que además en realidad soy yo quien debería decir esa bella frase, porque como se me ha recordado, mientras hable de cosas que tienen que ver con el amor y el sexo entre mujeres todo va bien. ¿Y por qué no va bien si hablo de lo demás? Así que no me quiero ni imaginar lo que va a pasar cuando hablemos de mi género. Como tengo este aspecto dan por hecho que me identifico con una mujer. Así que cuando escuchen lo que pienso creo que se van a caer de la silla.

Sinceramente me revuelve un poco la conciencia y la tripa todo esto y creo que si siguen así me voy a ver obligada a hacer un discursito sobre bifobia, transfobia y heterofobia, cuando mi intención original era disfrutar de la compañía de otras mujeres que, como yo, sienten interés en mujeres. Y luego dicen que el ambiente LGBT abre la mente...

2 comentarios:

  1. Parece que en este mundo no hay grupo que se cierre sobre si mismo.
    Supongo que alguna de las mujeres de ese grupo ve amenazados los pilares de su autoimagen de lesbiana si ahora viene una mujer, que le gustan las mujeres PERO (resalto el pero porque lo que están haciendo es poner peros)también de hombres.
    He estado en muchos grupos de distintas ideologías, movimientos y creencias y al final he descubierto que lo que tienen en común es que su identidad la suelen crear por oposición a otros, buff, que pereza, yo soy yo en positivo no negando todo lo que no soy.

    Difícil lo tienes, no hay grupos de poliamor en los que te puedas sentir más libre?

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  2. Los grupos de poliamor también tienen su ideología. Aquí en Copenhague por ejemplo son muy heteronormativos y eso no va muy bien con mi identidad...

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