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20 diciembre 2010

Mentalidad sexual de grupo

En otra entrada explicaba como se comportaba un grupo de lesbianas al ver una película porno en la asociación LGBT más grande de Dinamarca. En ese grupo había claramente una mentalidad colectiva que juzgaba negativamente el porno, y también el sexo por el sexo. Ya por descontado parecía que hablar de sexo era algo difícil y privado. Un problema. Por supuesto, el sexo tenía que estar relacionado con el amor, tenía que ser algo privado, algo entre dos personas en pareja, etc. Es decir, una moral de grupo puritana y conservadora.

Ayer estuve en otro grupo diferente hablando de la misma película y de sexo. Esta vez se trataba de la asociación feminista más reconocida de Dinamarca. Y en este caso todas las mujeres también hablaban como si fueran un grupo con una mente, lo que pasa es que con la mente opuesta. En lugar de reaccionar de forma negativa, parecía que todas estaban dispuestas a tener sexo con cualquier persona en cualquier momento. Sexo por sexo. Sexo sin sentimientos. Sexo como algo con lo que pavonearse y obtener un determinado estatus. 

Tanto en el primer grupo como en el segundo estoy segura de que la gente miente. Por miedo a ser excluidas, todas las participantes adoptan una posición similar y dicen cosas que creen que van a ser recibidas con la aprobación del grupo. De hecho, en ambas situaciones empiezan con comentarios más moderados y según el ambiente se va caldeando, las opiniones se hacen más extremas en la dirección que el grupo ha adoptado. Estoy segura de que la misma persona puede acabar diciendo cosas completamente opuestas si se encuentra en un grupo o en el grupo contrario. 

En ambos casos se puede oír que la gente miente. En el grupo de ayer las mujeres tan supuestamente abiertas para el sexo sin darse cuenta cometían errores que mostraban su verdadero puritanismo. Por ejemplo se quejaban de no encontrar a mujeres con las que tener sexo sin compromiso, pero luego se reían de ser contactadas por mujeres casadas que querían sexo porque se aburrían con sus maridos y afirmaban que con ellas nunca harían nada. ¿Por qué no? ¿No es eso sexo sin compromiso? 

Lo que me parece más triste de todo es que esta mentalidad de grupo se da de forma mucho más exagerada en temas como este, el sexo, porque la gente tiene mucho miedo a mostrar su verdadera opinión. Por ello, en lugar de ser fieles a sus ideas, si es que tienen alguna, lo que hacen es esconderse en la masa... Y ya de paso elegir a la persona que no se une a la masa como cabeza de turco a la que vejar, aunque esa persona diga cosas que no se diferencien en absoluto de lo que ellas mismas piensan en el fondo. Horrible.

2 comentarios:

  1. Se llama Espiral del Silencio! :)

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  2. A eso se reduce el puritanismo (y similares), a perder la libertad con tal de ser aceptada en el grupo.

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