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21 junio 2011

Weekend con algo que desearía copiar

Este fin de semana he visto la película británica Weekend (2011) de Andrew Haigh. Se trata de una historia de sexo y amor entre dos hombres homosexuales que se desarrolla en un único fin de semana. Se conocen en un bar, tienen sexo y después hablan y hablan y hablan y tienen sexo y siguen hablando. Desde luego, si no te gustan los monólogos ni los grandes diálogos, esta no es tu película, pero a mí, que sí que me gustan ambas cosas, esta peli me ha gustado. Los personajes son complejos. La base del guión de hecho es mostrarnos las múltiples capas de estos dos hombres. El resto, la historia, es sencilla. Chico conoce chico en una situación en la que solo pueden pasar un fin de semana juntos. Ya está.

En realidad lo que más me ha gustado de la peli es un detalle que yo desearía copiar para mi propia vida. Que tendría que copiar de hecho con mi tendencia al autoanálisis y el análisis de las personas a las que quiero, deseo y con las que estoy. Se trata de una cosa que hace Glen como parte de un proyecto artístico. Después de tener sexo la primera vez, coge una grabadora y le pide a su amante que cuente todo lo sucedido desde que se encontraron, incluida la experiencia sexual. Así tienen una conversación muy sincera y muy directa sobre lo que ambos acaban de vivir. Descubren qué funcionaba y qué sentía el otro. Me encantaría poder hacer eso con alguien la primera vez después de tener sexo. Tener la certeza de tener una conversación 100% sincera sobre deseo, acciones, sentimientos, expectativas, decepciones, sorpresas, etc. Yo creo que es justamente esa conversación lo que hace que los personajes se acerquen tanto en la película y creo que también sería algo que podría acercarme enormemente a la persona con la que acabo de tener sexo. Y lo que es también importante, creo que sería una forma de tener mejor sexo con esa persona después. Tanto por la confianza y la cercanía, como por el conocimiento adquirido sobre lo que funciona para ambas partes y lo que se espera y desea.

Yo creo que para mí sería relativamente fácil llegar a tener esa conversación. Viviendo como hago ahora con ese principio de decir las cosas siempre por delante y de forma sincera, creo que esto solo sería su consecuencia más directa desde el comienzo. Y creo que de hecho me haría sentir bien. Pero ¿será posible encontrar a alguien capaz de eso? ¿Querrá alguien ponerse en esa posición tan vulnerable? ¿O esto solo pasa en el cine?

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