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17 diciembre 2011

Menos mal que dijo que no

Después de unas cuantas charlas sobre la posibilidad de tener sexo con él, después de un par de horas tonteando, después de estar calentándonos mutuamente con tanto beso y tanto baile, al final decides invitarle a venir con nosotras después de pedirme permiso. Y sinceramente ahora que lo pienso fríamente menos mal que dijo que no. Porque aunque en el momento me pareció una idea aceptable, después de sentir la irritación que siento por ver cómo se comporta él en otros contextos y ver cómo te comportas tú en la siguiente fiesta, de verdad que creo que me hubiera sentido muy mal si hubiéramos tenido su compañía en nuestra cama. En otro momento, en otra circunstancia, seguramente me gustaría mucho. Probablemente incluso lo sugeriría yo. Pero no tal y como me siento ahora con vosotros dos.

2 comentarios:

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