Culpa de las dos

Me parece a mí que en este mundo la gente que se va comportando de forma bárbara y maltratando el corazón de los demás sabe bien lo que está haciendo. Me lo parece porque hasta ahora en mi vida me ha pasado que con las personas que se han comportado así con una claridad increíble, a la hora de hablar de lo sucedido tienen un interés muy grande en establecer que "la culpa es de ambas partes". Yo en eso veo que se quieren limpiar la conciencia de la mierda que han ido haciendo. Y también su reputación. Aparentemente ni a los malvados les gusta tener reputación de malvado...

Cuando mi ex me dejó hace muchos años y se comportó como una verdadera salvaje, robándome lo que tenía, abandonándome en las peores circunstancias, mintiéndome y engañándome, lo hizo publicando a los cuatro vientos que "ambas habíamos dejado la relación". Pues no. Fue ella quien dejó la relación por mucho que al mundo y a mí me intentara convencer de que había sido una decisión común. No le veo yo la parte común al decir "te dejo".

Cuando ahora tú quedas para decirme que no quieres volver a hablar conmigo ni a verme, lo haces diciendo que "nos hemos tratado muy mal las dos" y que por eso mejor no seguir. ¿Las dos? Espera que piense... Yo ni te he mentido, ni te he engañado, ni te he tratado de forma homófoba, ni te he mareado con mis cambios de actitud, ni te he tratado desde lo alto, ni me he creído con poder en nuestra relación, ni te he humillado, ni te he dejado sola cuando estabas mal, ni te he dejado de hablar a ti aunque tú me hayas hecho todo eso a mí. ¿Y hemos sido las dos las que nos hemos tratado mal? Más bien me parece a mí que tú me has tratado como aparentemente tratas a los que son tus parejas y no tus amigos, es decir, con desdén, y yo a cambio lo que he hecho ha sido no hacer un tabú de lo que siento por ti y lo que espero de ti, tanto como mujer como amiga. En un momento muy difícil de mi vida en muchos aspectos me has dado de lado solo porque yo he estado allí en tus momentos difíciles y "me he acercado demasiado" porque tú has venido a buscar apoyo entre mis brazos cuando has estado mal. No te equivoques, pues. Lo que ha pasado no es culpa de ambas. Es culpa tuya por no saber afrontar ni tus sentimientos ni tus actuaciones.

Fuego en medio del diluvio

Estos días en Dinamarca está lloviendo como nunca. Vamos, que o el planeta está cambiando de posición y ahora estamos en el trópico, o nos hemos intercambiado con India para probar el monzón, o Noé está de vuelta reuniendo cerditos en las granjas danesas para salvarlos del diluvio. 

Pues en medio de esta sensación de estar casi constantemente con agua hasta el cogote, de repente mientras estoy aquí escribiendo escucho una sirena que se acerca y se apaga. Al momento otra que hace exactamente lo mismo. Pero yo sigo a mi rollo delante del ordenador. Claro, cuando la tercera sirena suena mucho más alta y para igual de bruscamente en algo que parece aquí al lado, algo me hace reaccionar y pensar que tanto ruido no es normal. Me acerco a la ventana y me encuentro con 4 camiones de bomberos aparcados justo delante de mi portal, varios coches de policía, una ambulancia, la gente del edificio de enfrente en la ventana mirando y la gente en la calle con la cabeza dirigida hacia mi casa. ¡Genial! ¡Hora de salir corriendo aparentemente! K se acerca y los dos reaccionamos igual: a por ropa y zapatos para salir echando patas. En estas casas de madera no es la primera vez que hay fuego. Carrera abajo... por suerte para descubrir que solo se trata de una olla en algún piso del portal de al lado que ya ha sido apagada. ¡Menudo agobio esto de vivir en una casa de madera a veces!

Crecer viendo la manifestación del Orgullo LGBT

En muchas discusiones sin sentido que he escuchado sobre la manifestación del Orgullo LGBT los conservadores heterosexuales utilizan como excusa para quejarse el que se haga en mitad del día en sitios donde pueden pasar niños. Se quejan de que los pobres niños tienen que ver a dos hombres besándose o tienen que ver a personas semi desnudas o haciendo gestos sexuales. Este argumento, por supuesto, solo es una excusa para esconder su fobia hacia el colectivo LGBT y su miedo a que sus hijos crezcan en un ambiente más tolerante y menos discriminatorio, que incluso podría llevarlos a aceptar ellos mismos sin problemas sus propios deseos sexuales.

Este sábado pasado en la manifestación estuve durante un rato en la acera junto a dos chavales de unos 10-11 años. Eran niños daneses pero sus padres seguramente eran de algún lugar de Oriente Medio. Es decir, que probablemente eran musulmanes. Los dos muchachos estaban disfrutando de la manifestación, de todos los colores, de los trajes, de las banderas, de la música, de las sonrisas... y se les veía bien felices. De hecho, ambos consiguieron hacerse con una bandera del arcoiris y la lucían bien orgullosos. 

Más tarde en el concierto después de la manifestación unos niños de unos 5-6 años se acercaron a mí y a K a pedirnos las banderas y se fueron bien felices con ellas.

Todos estos niños creo que tienen una educación y una vida mucho más sana que los niños a los que los heterosexuales conservadores pretenden proteger. Estos niños crecen asociándonos con algo positivo, algo que sucede cada año y que es divertido. También crecen viendo que somos muchos y muy diversos. Cuando sean mayores, serán mejores personas, más tolerantes, más capaces de aceptan la diversidad, de aceptar sus sentimientos y aceptar los de los demás. Ojalá yo hubiera crecido viendo manifestaciones del Orgullo LGBT.

Echando de menos lo que nunca tuvimos

En la cama se ha puesto a jugar y a hacer algo que tú, en un momento en el que estábamos muy cerca hace ya muchos años, hiciste conmigo. Algo que me ha hecho volver a pensar en el pasado y a echarte de menos con vehemencia y con dolor. Algo que tendría que habernos llevado entonces a tener sexo intenso y apasionado, pero que se quedó en otra más de esas muchas situaciones que nunca se terminaron de materializar. Y ahora estoy aquí pensando en cómo todo ha acabado hace unos meses, en lo cerca que hemos estado otra vez de ello y lo lejos que estamos ahora. Y el dolor agudo que todo esto despierta en mí cada vez que lo siento mínimamente cerca, aunque no sea contigo, aunque no sea por nada que tú haces, aunque solo sea por un recuerdo o un atisbo que me vuelva a llevar a ti. Me duele echarte de menos, me duele echar de menos todo lo que tuvimos, todo lo que somos cuando estamos juntas y todo lo que no tuvimos. Como me dice él, qué raros somos los humanos pues, aunque las dos deseamos lo mismo, elegimos no hacerlo o hacer justo lo contrario. Y sufrir  enormemente ambas con y por ello.

9 veces arruinan 11 años

Hemos tenido una relación de 11 años y con solo 9 días en los que nos hemos visto unas horas se ha arruinado completamente. ¿Qué dice eso de los 11 años? ¿No éramos amigas entonces? ¿No sentías nada por mí? ¿No ha importado nada todo el tiempo que hemos compartido juntas? ¿No ha cambiado nada en ti haberme conocido? ¿No vas a echar de menos a alguien con quien has vivido tantas cosas?

9 encuentros desde que regresé y empezó todo el lío. De ellos los últimos 3 en realidad casi ni cuentan por lo mal que nos hemos hablado, por lo mal que lo hemos pasado, por el teatro que hemos interpretado. Y es que ni incluyendo esas últimas 3 veces hay 1 vez por cada año que hemos sido amigas, o 1 vez por cada 100 veces que hemos pasado un rato agradable juntas. Pero tú lo mandas todo a la mierda y terminas con todo afirmando no sentir nada. ¿En serio? Pues entonces ojalá me hubiera dado cuenta de ello antes. Jamás te habría abierto las puertas de mi corazón, ni siquiera como amiga.

Orgullo LGBT 2010 en Copenhague

Nuevo año, nuevo Orgullo LGBT en Copenhague. Por supuesto, otro año más en la manifestación. Miles de personas. No tantas como el año pasado cuando teníamos a todos esos visitantes extranjeros por los World OutGames, pero para ser una ciudad del tamaño de esta, desde luego no éramos pocos. Un recorrido largo. Varias horas en camino. Todavía más horas de celebración en la Plaza del Ayuntamiento. Muchas asociaciones, muchos bares, algunas empresas y ahora también los partidos políticos que quieren un pedazo de la tarta y los votos provenientes de nuestro arcoiris. Un gran concierto. Banderas decorando edificios. Escaparates LGBT por la ciudad. Fiestas en todos los locales de ambiente. Atmósfera de celebración en toda la ciudad. Y milagrosamente no llueve casi en todo el día.

K y yo fuimos la mayor parte del recorrido por nuestra cuenta, pero al final nos juntamos con un grupo de bisexuales. Después pasamos la tarde con los bisexuales y algunos miembros de la asociación de poliamorosos. Y tengo que decir que fue uno de los mejores orgullos que he pasado. Rodeada de gente con la que me identifico y acompañada de las personas que más me gustan ahora.

Os dejo aquí un vídeo subtitulado en inglés para que veáis el ambientillo de la manifestación. Por cierto que en algunos de los vídeos que se pueden ver en Youtube me encuentro, encuentro a muchos de mis amigos y también a algunas de las personas con las que estoy o he estado :-)

Los padres no quieren lo mejor para sus hijos

Esa historia de que los padres (siendo esto el plural de padres y madres) quieren y desean lo mejor para sus hijos siempre me ha parecido una gran mentira. Algunos sí. Pero como en todo lo demás, los padres antes de ser progenitores son personas, y las hay altruistas y las hay egoístas, las hay con empatía y las hay con psicosis, las hay cariñosas y las hay frías, las hay desinteresadas y las hay completamente egocéntricas... Ser capaz de reproducirse nada tiene que ver con la personalidad. Tener una noche de sexo no hace que un padre tenga que sentir necesariamente amor por su bebé. Llevar 9 meses a alguien dentro no significa necesariamente que una madre tenga que anteponer a ese ser o tan siquiera amarlo. Compartir genes no obliga a compartir sentimientos. Cohabitar no implica desearlo. Y todo esto todavía menos cuando existen problemas externos que hacen que los padres no piensen en sus hijos sino en ellos mismos. Por ejemplo un divorcio problemático, una situación económica difícil, problemas con la familia extensa, abusos de diversas substancias, condiciones laborales difíciles, enfermedades físicas o psíquicas...

Los padres, como todos los demás, creo yo que quieren lo mejor para sí mismos. Si eso puede ser compatible con querer lo mejor para su hijos o para otras personas a las que amen, en la mayor parte de los casos mejor (y ni siquiera siempre es así). Si no puede ser compatible, ante la disyuntiva creo que la gran mayoría elige su propio beneficio. Así creo yo que son los humanos, por mucho que la sociedad hoy en día quiera vendernos esa visión tan maravillosa de la familia.

Cuddle party

El otro día mencionaba que había estado en una cuddle party y supongo que muchos no sabréis lo que es, igual que yo tampoco lo sabía antes de ir. Así que os lo voy a explicar aquí.

Se trata de una fiesta en la que la gente se reúne en una habitación o lugar que parezca un poco aislado para tener una experiencia que ellos califican de segura e íntima pero no sexual. Una vez allí hay un monitor o monitora que dirige la fiesta. Primero se explican las reglas, luego se hacen unos juegos para romper el hielo, después llega la parte de cuddling y al final se vuelven a realizar unos juegos antes de terminar en un círculo hablando de las experiencias que han tenido lugar.

Cuddling es una forma de tener contacto físico no sexual con alguien. Incluye desde cogerse de la mano o apoyar tu cabeza en su hombro a acariciarse o besarse. Por supuesto, es habitual que los participantes se exciten pero lo importante es no reaccionar a esa sensación y llevarla a algo sexual.

Lo que resulta más sorprendente de este tipo de fiesta es que todo hay que verbalizarlo antes de hacerlo. Para hacer cualquier cosa con alguien tienes que pedir y recibir permiso. Y al hacerlo tienes que ser muy específico. Es decir que no es suficiente con preguntar si puedes besar a alguien sino que también tienes que preguntar si puede ser en los labios, con la boca abierta y tocando su lengua si es eso lo que estás deseando hacer.

Las reglas de la fiesta son las siguientes:

1. Todo tiene que suceder con la ropa puesta.

2. No hay que cuddle con nadie si no te apetece. 

3. Hay que preguntar siempre de forma específica y recibir un claro sí antes de tocar a nadie.

4. Sí es sí y no es no. 

5. Tal vez es no.

6. Puedes cambiar de opinión siempre que quieras.

7. Lo que pasa en la fiesta se queda en la fiesta. Nada de cotilleos a la salida.

Aceptando las reglas uno empieza a jugar para acabar encontrando personas en la habitación con las que acariciarse, besarse, reconfortarse, etc. La mayoría de las personas no se conocen entre sí y sin embargo acaban teniendo un contacto físico bastante íntimo.

¿Y qué me parece a mi la fiesta? Pues sinceramente le veo tres problemas:

1. Todo es como un teatro. Con tantas instrucciones y charla no se puede sentir nada auténtico.

2. Para mí tener contacto físico con alguien es una experiencia muy personal y no estoy muy por la labor de tenerlo con cualquiera solo porque nos crucemos en la fiesta y estemos ambos libres y justo al lado.

3. Si hay personas por las que me siento atraída no es fácil para mí como tímida acercarme y preguntar lo que deseo.

Pero también creo que tiene aspectos positivos, especialmente el eliminar los tabués sobre el tener contacto físico con desconocidos y también aprender a aceptar síes y noes como parte del proceso de acercarse a alguien.

Las cosas no suceden por algo

Tengo miedo a que pienses que las cosas suceden por algún tipo de destino cósmico que dirige nuestras vidas y nuestras acciones y que por eso todo ha vuelto a acabar así. Pero yo sé que no es así. Las cosas suceden porque sí. Por casualidad. No hay ningún motivo para que lo que ha pasado o lo que ha dejado de pasar haya sido así. No hay más motivo que una unión de casualidades que hacen que tú por momentos puedas estar tan cerca y por momentos tengas que estar tan lejos. No hay destinos predestinados, no hay causas místicas ni mágicas para todo esto. Solo hay hechos. Hechos que se suceden sin que podamos controlarlos. Hechos que no tienen control, ni nuestro ni del destino. 

Expulsando gitanos

En Europa a estas alturas seguimos haciendo a menudo cosas por las que me da vergüenza decir que nací y vivo en este continente, que me califico a mí misma de europea antes que de nacional de ningún país y que creo en la Unión Europea como unión política, económica y social. 

Este verano sin embargo ya nos estamos superando como seres despreciables e hipócritas, demostrando al mundo lo falsos que somos con nuestros principios, nuestras ideas y nuestra supuesta lucha por valores como la tolerancia y la libertad. Este verano a lo largo y ancho de nuestra maravillosa Unión Europea se están extendiendo las expulsiones injustificadas de personas cuyo único rasgo común es pertenecer a la misma etnia: son gitanos o roma. Estas personas además son nacionales de países pertenecientes a nuestra unión, es decir que por lo tanto tienen derecho, igual que todos los demás, a la libre movilidad por toda la unión. Sin embargo, haciendo caso omiso a nuestras propias leyes utilizamos como único motivo para la expulsión colectiva de grupos su raza. Si esto no es racismo, a mí que me lo expliquen.

Los gitanos rumanos y búlgaros, igual que todos los demás miembros de la Unión Europea, deberían estar protegidos por las mismas leyes, tener los mismos derechos y además tener una protección extraordinaria debido al claro acoso, discriminación y persecución que sufren en los distintos estados miembros. Sin embargo, en lugar de ello utilizamos los argumentos más peregrinos para justificar decisiones basadas únicamente en prejuicios racistas y xenófobos. En Dinamarca por ejemplo hace unos días se ha expulsado a un grupo de 23 personas acusadas de "acampar ilegalmente" sin llevar a cabo ningún juicio. Como si los gitanos rumanos fueran los únicos que acampan en zonas no permitidas en este país. Y es que en realidad somos tan patéticos mintiendo y escondiendo nuestro eterno odio hacia este colectivo que el propio Ministro de Justicia, el Alcalde de Copenhague y varios parlamentarios se han expresado de forma abiertamente racista diciendo que "los gitanos roban", que "son cleptómanos", que "en su cultura no está mal robar", concluyendo por supuesto que "los gitanos son criminales". Tanto es así que en estos momentos el European Roma Rights Centre está estudiando denunciar al Estado danés por este tipo de tratamiento y desde Suecia diversos políticos han calificado a Dinamarca de "país racista".

Yo misma he visto artículos en los periódicos daneses y escuchado debates en la televisión danesa durante días en los que se habla de los gitanos de forma clarísimamente discriminatoria. Por ejemplo había un debate que estudiaba la posibilidad de expulsar a todos los gitanos rumanos y búlgaros. ¿El motivo? Son gitanos. Y eso por supuesto va seguido de una serie de afirmaciones escandalosas: Roban. Son criminales. Son sucios. Engañan. Son peligrosos. Vienen aquí a aprovecharse del maravilloso sistema social danés. Son delincuentes. Estafan... La misma retahíla de prejuicios y barbaridades en todas partes.

Pero no os creáis, españoles, que son solo los franceses, los daneses, los suecos, los italianos o los alemanes los únicos que tratan así a sus poblaciones gitanas por ser los que están llevando a cabo las expulsiones estos meses. Por favor, mirad en los periódicos españoles, ved la televisión, escuchad a la gente por la calle. ¿Cómo se habla de los gitanos rumanos? ¡Pero si hasta se habla así de los propios gitanos españoles a los que se trata como si no fueran españoles del todo!

En estos momentos uno desearía que fuera el 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano, para recordar a los europeos que los gitanos nacidos en Europa, igual que todas las demás personas nacidas aquí, somos ciudadanos y parte de nuestra Europa.

Verdadera optimista

Aunque durante toda mi juventud siempre me consideré una persona pesimista, en los últimos años he descubierto que en realidad es un error de percepción basado en lo que los demás creen ver en mí más que en lo que yo en realidad soy o siento. De hecho, he descubierto que soy una verdadera optimista, y eso me ha costado mucho trabajo aceptarlo al principio. 

El verdadero pesimismo no está en estar triste, analizar las cosas, interesarse por temas serios, tomarse la vida de forma más profunda, hablar de forma negativa sobre los aspectos con los que no se está de acuerdo, ser crítico con uno mismo o los demás, preocuparse por las consecuencias negativas de los actos realizados, sufrir, temer la enfermedad y la muerte, no ser extrovertido... No, el verdadero pesimismo está en esperar siempre lo peor y por ello no permitirse a uno mismo experimentar, desear, sentir, amar, probar, fantasear, soñar... Está en controlar lo que uno hace y siente porque por adelantado ya se sabe que todo va a ir mal si no se hace. Está en no atreverse a poner toda la carne en el asador porque ya se sabe que eso solo puede acabar mal. Está en no ser capaz de lanzarse a la piscina por miedo a estrellarse con el suelo en lugar de flotar en el agua. 

Yo, verdadera optimista, por algún motivo siempre tengo la esperanza de que todo acabará bien. Por mucho que analice todo, por mucho que vea las escasas probabilidades, por mucho que escuche las advertencias... pero la esperanza sigue ahí. Y cuando en ocasiones me acabo dando el batacazo, que sucede también, siempre me llevo la sorpresa. Sabía que podía pasar pero aun así me pilla desprevenida, porque yo he estado soñando y esperando que todo de un modo u otro fuera a ir como yo creía que tenía que ir.

Se puede pues ser optimista y serio. Yo soy la prueba.

Aunque ya lo has preguntado quieres volver a oírlo

Con algunas cosas no es suficiente con oírlas una vez. O eso parece. Hablando con mi amiga de algún modo la conversación nos ha llevado al pasado y a lo que pasó entre ella y mi ex. Y por supuesto, a lo largo de los años ya hemos hablado de esto alguna vez, pero siempre queda la duda de si lo que recuerdas es lo que dijo, si lo que has oído es lo que pasó, si lo que preguntaste fue suficiente. Así que cuando la oportunidad surge de repente vuelves a hacer las preguntas... y mi amiga me dice riéndose pero también un poco tensa que de eso ya hemos hablado pero que si quiero que me lo cuenta otra vez. ¡Pues claro que quiero! Así que me repite la historia y por supuesto no hay nada nuevo... pero incluso así para mí era importante volver a hablarlo.

Ninguna etiqueta pero muchas etiquetas

Como ya he dicho muchas veces, estoy en contra de etiquetarme de forma cerrada. No me gusta que me identifiquen con un grupo en concreto porque eso:

     1. Conlleva muchos aspectos con los que no suelo estar de acuerdo o no me puedo identificar.

    2. Excluye muchas partes que se consideran opuestas a esa etiqueta que yo considero igual de adecuadas para identificarme.

     3. Parece que hace de esa etiqueta el centro de mi identidad excluyendo todas las demás cosas que soy.

Para que quede más claro, voy a poner un ejemplo.

Si digo que soy mujer: 

     1. Parece que con ello estoy diciendo muchas más cosas que el hecho de que mis cromosomas sean XX. Parece que me tengo que identificar con una serie de comportamientos, sentimientos, personalidades, etc. que con seguridad no siento que me corresponden. Quizá ser mujer para algunas sea llevar tacones, pensar que la maternidad da sentido a sus vidas o comportarse de forma comedida. Para mí no lo es. 

     2. También parece que por ello estoy diciendo muchas otras cosas además de que mis cromosomas no son XY. Al decir que soy mujer parece que tengo que entender que soy lo opuesto a un hombre. Como si los hombres fueran el único otro género posible. Como si los hombres fueran necesariamente algo opuesto a mí. Como si yo no pudiera a menudo identificarme con muchas cosas que se consideran aspectos de un hombre.

     3. Parece que estoy dándole prioridad a ser mujer frente al hecho de haber nacido con 7 meses o haber comido de forma vegana durante más de un lustro. ¿Por qué es esa etiqueta la que define mi identidad antes de las otras?

Y es que en realidad, ni siquiera el asunto de los cromosomas me convence. ¿Definen mis cromosomas mi género? ¿O es la cultura? ¿O mi psicología? ¿O son otros factores que desconozco?

Entonces las etiquetas cerradas me agobian. Pero aun así veo la necesidad de tener una identidad, que sin duda es fluida y cambiante, además de no cuadriculada, pero que incluso así existe. Y por ello también me veo obligada a usar etiquetas. Para explicarme a mí misma quién soy. Para explicárselo a los demás. Y en muchos casos, para luchar por el respeto de mis derechos.

Pero, ¿qué etiquetas debo utilizar entonces para hablar de mi identidad? ¿Mujer? ¿Bisexual? ¿Lesbiana? ¿Española? ¿Vegana? ¿Adulta? ¿Bloguera? La respuesta estoy encontrando últimamente que está en usar muchas etiquetas, y muchas de ellas incluso supuestamente opuestas. Soy mujer, aunque a veces puedo ser hombre. Soy inmigrante, aunque también soy emigrante y una lugareña. Soy española, aunque también soy danesa. Soy bisexual, aunque no me identifico necesariamente con esa palabra más que con ser lesbiana y ser queer. Soy blanca, aunque sin duda me identifico con los que son considerados marrones y a veces negros. Soy adulta y al mismo tiempo vivo como una adolescente...

Conclusión: no me gustan las etiquetas y en cierto modo por eso, viéndome en la necesidad de definirme ante mí misma o ante el mundo, mi identidad se transforma en una larga lista de adjetivos desordenados. En todos ellos hay algo de verdad. En todos ellos probablemente también hay algo de mentira. Cuanto mayor es la lista, más exacta y por tanto verdadera es la impresión sobre mí que se puede obtener, pero al mismo tiempo más cerrada y también llena de falsedades.

La chispa que no enciende la llama

Analizando lo que me ha pasado con F me doy cuenta de que el concepto de enamoramiento es solo una construcción social, como todas las demás etiquetas.  Cuando estaba en medio de todo el lío sentía algo, por momentos algo muy intenso, y sin embargo ya hace semanas que creo que de eso no queda nada de nada. Todo se ha perdido y eso me hace dudar de lo que fue. Si estaba enamorada, ¿cómo es posible que se me pasara tan rápido? Sí, es verdad, que me traten de forma cruel y también homófoba no es el mejor modo para mantener mis sentimientos positivos. Pero, ¿es solo eso lo que ha sucedido? ¿O ni siquiera lo sentía entonces?

Ahora al analizarlo tengo la sensación de haber sido como una cerilla que al encenderse hace que el fósforo provoque una llama grande e intensa pero que si no se extiende a la madera se apaga inmediatamente. ¿Es eso enamoramiento? ¿Es eso amor? ¿O qué es exactamente?

Lo que sí que tengo claro es que la chispa que no ha quemado la madera me ha quemado a mí. De tener una persona con la que me sentía a gusto, cerca, cómoda, de tener una relación de amistad en la que estaba interesada y por la que hubiera hecho muchas cosas, de sentir amor verdadero e intimidad por alguien a quien creía especial y valiosa he pasado a sentir indiferencia, lejanía, decepción. La amistad se ha perdido, el amor ha desaparecido, el dolor ha pasado... Y lo único que queda es una sensación de desagrado y decepción por haber descubierto lo increíblemente superficial y vacía que era ella, además de homófoba, y lo ingenua que he sido yo por no haber escuchado y creído las señales que ya me lo avisaban a pesar de haberlas visto todo el tiempo, o por haber creído que por algún motivo sin lógica conmigo no sería como veía que era con los demás.

Machismo en la televisión pública danesa

Estaba mirando la web de DR, la televisión pública danesa, televisión que tenemos que pagar todos con el dinero de nuestra licencia, cuando me he encontrado algo que me pone de muy mal humor y que me irrita: machismo claro y abierto en lo que encima se supone que es el canal más serio de la televisión, DR2 (comparable a TVE2). No quiero que mi dinero contribuya a cosas como esta.

Resulta que en la página donde buscan protagonistas para sus programas y público, tienen dos descripciones de dos tipos de protagonistas que buscan:

En castellano: "Se buscan hombres. 8 de junio de 2010, 10:05. DR2 busca historias contadas por hombres sobre las alegrías y penas de una relación de pareja - contadas con amor y de forma entretenida. Lee más".

Es decir, una descripción bastante neutra sobre lo que buscan. Incluso hecha de forma simpática.

Un poquito más abajo, después de otras descripciones, nos encontramos con esto:

En castellano: "DR2 busca esposas "enfadadas/amargadas" con autoironía. 25 de mayo de 2010, 09:54. DR2 está haciendo una nueva serie sobre las relaciones de pareja y por eso busca mujeres danesas que deseen contar las locuras que se les pueden ocurrir a las que someten a sus maridos. Lee más".

Esta descripción es bastante diferente de la utilizada a la hora de buscar hombres. Para empezar aquí se enfatiza que son esposas. Además se habla de las relaciones como un infierno para los hombres creado por las mujeres. El vocabulario es negativo: locuras, enfado, someter... 

Uno puede caer en la tentación de pensar que las descripciones que hay detrás de esos "Lee más" tal vez son más acertadas, pero no hay que dejarse engañar antes de leerlas. Aquí os las dejo:

En castellano: ""Se buscan hombres. 8 de junio de 2010, 10:05. 

DR2 busca historias contadas por hombres sobre las alegrías y penas de una relación de pareja - contadas con amor y de forma entretenida. 

Tienen que ser hombres que amen a las mujeres pero que también puedan extrañarse y sentirse frustrados por la relación de pareja y por las mujeres.

La nueva serie es una continuación de la serie: "Ayuda, mi esposa está mega cabreada", donde los hombres desvelaron sus opiniones. La serie fue igual de popular entre los hombres y las mujeres.

Llama para una conversación sin compromiso al teléfono 51252020 o escribe un email a dgt@dr.dk"

Es decir, un texto en el que se trata a los hombres como las "víctimas" del mundo incomprensible y "enfadado" de las mujeres. Y además se convence a los posibles participantes de que su hombría no queda en entredicho, ya que el programa también lo ven hombres. Se ofrece la posibilidad de llamar para hablar con algún responsable y la dirección del email es neutra.

Veamos la página de las mujeres para el mismo programa:

En castellano: "DR2 busca esposas "enfadadas/amargadas" con autoironía. 25 de mayo de 2010, 09:54. 

DR2 está haciendo una nueva serie sobre las relaciones de pareja y por eso busca un montón de mujeres danesas que deseen contar todas las locuras (por supuesto adecuadas ;-) ) que se les pueden ocurrir hacer cuando los hombres las enfadan, ponen tristes, cabreadas, celosas, etc.

Si tienes una historia fea, simpática, divertida, rara, vieja, loca sobre lo dura que has sido con tu marido/chico/novio, date prisa y escribe un email a Sofia en sofr@dr.dk. Recuerda escribir tu nombre, número de móvil y el horario en el que te podemos llamar para una conversación sin compromiso. Por favor, marca el email con //Mujeres enfadadas//".

Esto es sencillamente para vomitar. Especialmente pensando que encima es una mujer la que ha escrito semejante basura. O al menos es una mujer a la que hay que escribir. 

Y luego también están las fotos. En la de los hombres, son políticos y famosos, algo que parece serio y da incluso prestigio. En la de las mujeres es de una imagen de una serie de películas cómicas danesas y pone como pie: "Si puedes reconocerte a veces en Yvonne de Olsen Banden seguro que tienes una historia divertida que podemos usar". Es decir, un tratamiento completamente diferente. 

Lo peor es que encima todo lo de los hombres está hecho después. O sea, que no hay excusa...

Y paro ya por no meterme a criticar otra vez eso de que buscan "mujeres danesas". Aparentemente no es suficiente con hablar danés...

Emborracharse en versión noruega

Aquí en Escandinavia emborracharse es una verdadera cultura de la que dicen que hay que formar parte para estar integrado, especialmente si eres joven. En Noruega aparentemente esto lo llevan al extremo. Esta semana he descubierto la forma en la que los jóvenes se emborrachan de forma rápida en ese país en el que el alcohol es tan carísimo. Como ya sabía, muchos destilan alcohol en sus propias casas y habitaciones de los colegios mayores. Así evitan pagar los enormes impuestos que hay sobre el alcohol. Pero lo que no sabía es cómo muchos de ellos lo consumen. En lugar de bebérselo, que tarda más en funcionar y necesitan cantidades mucho mayores, una forma muy habitual entre los jóvenes es empapar un támpax en ese alcohol destilado para después metérselo en el ano. Con ello consiguen que el intestino absorba los grados de alcohol directamente a la sangre. Y claro, el subidón y borrachera son inmediatos además de desproporcionados. Lo terrible es que no piensan que también es malísimo para la salud hacer esto. Equivale un poco a inyectarse un chupito de orujo en la vena.

Compañía ferroviaria tercermundista

Aquí estoy intentando comprarme un billete de tren para mañana a una ciudad de Suecia cercana en la que me ha surgido algo importante que hacer. Me meto en la página de la compañía ferroviaria danesa, DSB, e intento comprar el billete. Se trata de un trayecto de 2 horas, vamos, una cosa aquí al lado. Pero como el destino está en el país vecino, no me permite hacer la compra ni ver la tarifa online. Me pide que llame a un teléfono de reservas. Llamo y aunque son las 19 de la tarde, el contestador automático me dice que está cerrado y que solo atienden de 8:30 a 16:30. Es decir, que en este país tercermundista si te quieres comprar un billete para ir a un destino habitual y cercano que no esté en Dinamarca no puedes hacerlo a partir de las 16:30 sin irte hasta la estación. Y allí por la noche tampoco se puede porque solo están abiertas las máquinas y no venden billetes al extranjero... 

Lo malo es que el tren que necesito es mañana a las 5 de la mañana. Es decir, que o me cuelo en el tren o que me expliquen a mí cómo lo hago. Desde luego... una vez más el fantástico nivel de servicio danés.

Camas españolas de mierda

¡Camas españolas de mierda! Así empieza cada primera noche en España cuando voy de visita con K. Y sinceramente no me extraña nada. Si estás acostumbrado a dormir en una cama de estilo danés, dormir en una cama de estilo español es una tortura. 

Las camas en Dinamarca tienen una sábana que cubre el colchón y luego una funda que es una sábana en la que está metido el edredón de plumas. No hay sábanas intermedias, ni dobladas por ningún sitio, ni remetidas por ninguna parte. El edredón está libre y se puede mover con facilidad. Puedes sacar los pies por los lados o abajo si quieres. Puedes retirarlo completamente al lado. Puedes cubrirte por entero. Y no pesa. Así como en las fotos.

En España sin embargo las camas ya sabéis que tienen mantas pesadas y sábanas atrapadas por el colchón, dobladas y colocadas entre tú y la manta. Si te mueves todo se deshace. Si quieres sacar los pies no puedes. A veces no puedes ni sacar los brazos. La manta a menudo se acaba girando o descolocando. Vamos, una tortura.

Y lo más irritante de todo. Los españoles ahora han aprendido gracias a IKEA que existen los edredones nórdicos... ¡pero los usan como si fueran mantas o edredones españoles! Compran edredones enormes. Colocan una sábana entre el edredón y el cuerpo, además de la funda que ya tiene. Y encima a menudo lo cubren con una colcha. Con lo que el edredón pierde todas sus ventajas y se convierte en una manta más ligera pero abultadísima.

Eso ya me lo has dicho

Una relación de 11 años se ha acabado con una frase: "eso ya me lo has dicho". Puede ser, pero ¿sabes por qué te lo tengo que repetir otra vez? Porque me estás diciendo y haciendo algo que merece la misma respuesta y el mismo comentario. Y eso es justo lo que te molesta, no que yo te diga mi comentario.

Por otra parte, que me digas eso me parece solo un intento de herirme tratándome desde lo alto del mismo modo que haces con el padre de tu hija. Si no eres capaz de escuchar lo que los demás tienen que decirte, no tengas ninguna relación de ningún tipo con nadie. Si no eres capaz de oír dos veces la misma frase, no hagas dos veces el mismo comentario o la misma cosa. Si no eres capaz de tratar a los demás como seres humanos, mejor quédate en tu madriguera.

Distintas formas de escandalizar

Existen diversas formas de escandalizar a la gente y no todas resultan igual de obvias. Esta claro que en una fiesta llena de gente corriente (es decir bastante conservadora en sus normas sociales) no puedes comentar que esa noche vas a participar en una orgía sin que la gran mayoría levante las cejas y te mire de reojo. Pero lo que no está tan claro es que en la misma fiesta resulta igual de inaceptable y escandaloso no recordar la fecha del aniversario de tu propia boda, y menos todavía si no recuerdas ni el año. Os aseguro que las caras de censura e incredulidad se multiplican y expanden por la sala como la pólvora. Y los comentarios llenos de sorpresa resuenan por todos lados. Curioso ver qué nimiedades pueden provocar una reacción tan fuerte y tan unánime.

Mi vida es una telenovela

Si de algo estoy convencida últimamente es de que mi vida es una telenovela. Si las cosas que me pasan fueran parte de un guión de cine todos los espectadores con dos dedos de frente opinaríamos que la historia está terriblemente escrita. Pensaríamos que es tan increíble y que la casualidad es tanta que no estaríamos dispuestos a creer que es algo que pueda pasar en la realidad. Especialmente cuando ese tipo de casualidades que retuercen la historia y la transforman en algo completamente diferente son tantas y tan espectaculares. De hecho, como digo, a esto es a lo que habitualmente llamamos telenovela.

Es pues curioso que en la vida real esas casualidades que no aceptamos como creíbles y que directamente catalogamos como "exageraciones" se dan una y otra vez. Curioso y trágico. Porque desde luego en mi vida no me faltan ejemplos que siguen este terrible guión: cuando algo maravilloso está justo a punto de suceder, ¡zas!, algo completamente inesperado se cruza en el camino y lo cambia todo. A veces la vida real debería parecerse más a los guiones de cine que consideramos realistas.

Nación esquizofrénica

A veces España me parece un país con esquizofrenia. De todos los lugares en los que he estado, y ya son bastantes, no conozco ningún otro sitio en el que los nativos sean tan críticos y tan negativos con su propia nación. No es en balde que el poeta Bartrina escribió:

       Oyendo hablar a un hombre, fácil es

       acertar dónde vio la luz del sol;

       si os alaba Inglaterra, será inglés,

       si os habla mal de Prusia, es un francés,

       y si habla mal de España, es español.

Escuchando a los españoles a veces España parece un lugar tercermundista donde la sanidad, la educación, la política, las condiciones laborales, la moral, la historia, la economía... están a años luz de las de otros lugares europeos. Cualquier españolito de a pie cree saber que por aquí en el norte de Europa la educación es mucho mejor, las casas son de lujo, los salarios son de ensueño, las empresas te tratan como un rey, los hospitales están llenos de personal competente, los hombres no son machistas, los gays son respetados, el racismo no existe... 

Curiosamente esos mismos españolitos de a pie son los que también van diciendo que como en España no se X en ningún sitio. Y ahora podemos cambiar X por cualquier cosa de esas de las que los españoles se sienten orgullos: juega al fútbol, come, bebe, divierte, folla, viste, sale de fiesta, es hospitalario... 

Tengo un ejemplo de esto mismo de la última vez que estuve en Madrid. Casualmente eran las fiestas de San Isidro y eso a algunos les saca todo su orgullo hispano. Mientras estaba con una amiga vestida de chulapa tomando algo en una terraza la conversación llegó a una ristra de quejas sobre lo mal que funciona todo en España. Es decir, que una mujer que se siente orgullosa de su país y sus tradiciones tanto como para vestirse así al mismo tiempo siente tanto rechazo como para no poder dejar de criticar al lugar y compararlo con otros supuestos lugares mejores.

A mí sinceramente me resulta un comportamiento esquizofrénico... pero no solo de mi amiga, sino de todo el país.

De la fiesta heterosexual a la queer

Hace unos días viví una vez más uno de los aspectos más sorprendentes para los demás de ser una persona bisexual y poliamorosa. 

Primero a lo largo del día estaba invitada al evento más heterosexual que uno se pueda imaginar: la boda con una mujer del hermano de mi marido. Es decir, todo el día celebrando con mi familia política que otra persona más se ha decidido a aceptar (en apariencia al menos) las reglas de la sociedad heterosexual y lo ha firmado en un papel. 

De allí por la noche me fui con una mujer con la que creo que estoy dating al Copenhagen Queer Festival a disfrutar de unas horas en una Cuddle Party y luego una Sex Party. Es decir, el ambiente más completamente opuesto a la aceptación de las normas heterosexuales. 

Lo cierto es que me gusta tener ambas cosas en mi vida y me hacen una persona más completa y más capaz de ver el mundo desde varias perspectivas, creo. Eso sí, sin el escape que supone para mi cerebro tener ese otro lado queer creo que me habría acabado cansando de la situación tan familiar, tan danesa, tan mononacionalista, tan conservadora, tan clásica, tan heterosexual.

Tú sí que suenas monógama

Cuando alguien quiere herirte a menudo en la discusión pierde los papeles y acaba diciendo verdaderas estupideces o cosas que verdaderamente no piensa solo porque cree que con ello toca un punto débil. Y eso te ha pasado a ti. Primero me estás dando la lata con que tú quieres tener una relación monógama con tu novio a pesar de ir echando polvos con quien se deja y te apetece sin que tu novio lo sepa. Con lo que es verdad, por tu parte tenéis la típica relación monógama. Cada uno hace lo que le sale de la entrepierna sin contarle nada al otro y manteniendo la ilusión de que solo existís vosotros. Y luego al discutir me dices en un momento cabrón en el que lo único que deseas es hacerme llorar que yo "sí que sueno monógama". Además de la explicación que ya te di sobre lo que estaba diciendo, la respuesta a semejante frase, considerando que ser monógama para ti aparentemente es una virtud que deseas poseer aunque no lo haces, sería "¿y?". Si tú crees que la monogamia es el ideal, ¿cómo puedes utilizar el adjetivo como un insulto solo porque crees, de forma errónea, que para mí es una ofensa? Cuando las conversaciones se ponen a ese nivel realmente no merecen ni la pena.

Ensayo general de Roxette en Tylösand

El martes por la tarde estoy en el ordenador haciendo algo cuando por casualidad veo que Per Gessle escribe en Facebook que al día siguiente, o sea el miércoles 4 de agosto, él, Marie y la banda, es decir, ROXETTE, van a hacer un ensayo general de la mini gira de 6 conciertos que empieza el día 7, mañana, en Suecia y los trae a Dinamarca al festival de Skanderborg pasado mañana.

El ensayo sería en Halmstad, en el Hotel Tylösand, su hotel, en Leifs Lounge, que es como un de club o pub y el paraíso para los fans de Roxette como yo, porque es una especie de museo con fotos, guitarras, cartas, discos, etc. Lo más interesante es que Per escribe que van a vender 600 entradas para que unos cuantos lo puedan ver. Y claro, Halmstad está aquí al lado... y de hecho era el lugar al que pensaba ir a ver el concierto de la gira porque es donde prefiero ver sus conciertos... Así que se me activan todas las alarmas y planeo en cuestión de minutos cómo conseguir llegar a tiempo a Tylösand para comprar un par de entradas antes de que se agoten.

El plan final resulta en que K tiene que tomar prestado el coche de sus padres, levantarse en la madrugada del miércoles y conducir hasta Tylösand, ponerse a la cola y comprar las entradas si es que tiene suerte y todavía quedan. Y yo coger un bus hasta Helsinborg en Suecia cuando acabe mi trabajo, y allí él recogerme e irnos juntos a pasar la tarde en Halmstad.

Para mi alegría todo va como planeamos. K consigue las entradas. Pasamos la tarde en Halmstad y una hora y media antes del concierto estamos en el Hotel Tylösand. Visitamos una vez más la playa y a las 21:15 entramos a Leifs Lounge, que ya está lleno. Como soy baja, los suecos muy altos y el escenario está muy bajo, por un momento me agobio pensando que ni siquiera voy a poder verlos ni un segundo y que me tendré que contentar con poder escuchar la música en directo. Pero por suerte en uno de los laterales, detrás de los altavoces, hay un hueco en la primera fila porque no es un sitio desde el que se pueda ver bien. Pero para mí casi la mejor posibilidad. Así que allí que nos ponemos.

Pasan los minutos acompañados de música que parece elegida por Per Gessle. Llegan las 22, la supuesta hora de inicio, y no salen. Los minutos de espera se hacen largos... Tantos años sin ver a Roxette en un escenario. Tan improbable que esto volviera a suceder. ¡Y están a punto de salir! ¡Casi no puedo ni esperar! ¡Casi no me lo puedo ni creer!

A las 22:20 por fin se dejan ver, la banda y ellos. Llevaba sin ver a Marie desde el 2001. A Per le vi el año pasado en Copenhague, pero solo unos instantes. Y ambos siguen siendo tan atractivos para mí...

La siguiente hora y media es increíble. Realmente no hay ninguna música ni ninguna banda que pueda producir en mí lo que Roxette. Como me he puesto en su lado, Per está más cerca de mí y se mueve por el escenario, por lo que puedo verlo bien gran parte del tiempo. Marie está en el otro lado y le resulta difícil moverse libremente con sus problemas de visión, por lo que es más cuidadosa y a mí me cuesta más verla. Pero los dos están increíbles. Sus voces suenan exactamente igual que siempre, en eso no se nota que ha pasado el tiempo. Su actuación en directo es excelente. Todo en vivo. Con gran fuerza y energía. Impresionantes.

Estuve cantando y gritando sin parar. Saltando como una loca. Aplaudiendo. Bailando. Me puse afónica. Y me lo pasé genial. Eso es poco. Me lo pasé como una de las pocas veces en mi vida. Durante esa hora y media no pensé en nada más. NADA. Y eso para ser yo es un milagro. Disfruté cada instante. Me reenamoré de ellos todavía una vez más. Me concentré tanto en ellos y la música que ni siquiera hice fotos excepto un par al final cuando saludaban despidiéndose al acabar el concierto.

También disfruté viendo que parece que nuevamente se llevan bien entre ellos. Y que tanto Marie como Per parecían contentos con la situación y estar pasándoselo bien. Además estaba tan cerca que podía ver a Per dirigiendo el ensayo y controlándolo todo cuando se quitaba de la luz y dejaba a Marie en el centro.

Tocaron las siguientes 21 canciones:

• Dressed For Success
• Sleeping In My Car
• Opportunity Nox
• The Big L
• Wish I Could Fly
• She Doesn't Live Here Anymore
• 7Twenty7
• Perfect Day
• Things Will Never Be The Same
• It Must Have Been Love
• Stupid
• Do You Wanna Be My Baby?
• Silver Blue
• Fading Like a Flower
• How Do You Do!
• Dangerous
• Joyride
• Listen To Your Heart
• The Look
• (I'm Not Your) Steppin' Stone
• Church Of Your Heart

En realidad yo esperaba que tocaran menos, pero lo hicieron de un modo en el que Marie se pudo tomar una pausa durante las dos canciones de Per en solitario. Además muchas de las canciones que eligieron son cantadas principalmente por Per. Yo desde luego estaba muy contenta de oír un par de números que no suelen tocar. Entre ellos She Doesn't Live Here Anymore y Silver Blue. En cuanto a mi favorita creo que fue Things Will Never Be The Same, porque esa canción para mí significa tantísimo y los dos la cantan de forma muy emotiva. Y me encantó la versión de The Monkees de Steppin' Stone. Una maravilla.

El concierto acabó a las 23:50. El local se empezó a vaciar y salimos. Estuvimos un rato merodeando por el exterior del hotel. Me hubiera gustado encontrarlos y poder saludarlos como tantas otras veces. Pero teníamos que volver desde Halmstad a Copenhague... Así que al rato como no vimos el modo de encontrarles nos fuimos y llegamos a casa a las 4 de la madrugada.

Ya sé que todo esto suena a locura para la persona que no tiene algo como lo que yo tengo con Roxette. Pero para mí no solo mereció la pena, sino que es uno más de esos momentos valiosísimos que Roxette me ha dado. Y un sueño hecho realidad que creía que no sucedería más. Todavía hoy en el cansancio de no dormir siento una enorme alegría y satisfacción por haberme dejado llevar por mi locura y haber podido vivir una experiencia así, en lugar de ser la típica aburrida que cuando "se hace mayor" deja de hacer estas cosas que se consideran de adolescentes. ¡Viva la inmadurez si da tanta felicidad!

Os dejo aquí un par de vídeos grabados por alguien, además del par de fotos maravillosas de antes de ayer.

Y para terminar también a Per en su gira del 2009 cantando Steppin' Stone, para los que no la conocen.

No contactaría nunca a una bisexual

Como decía en esta entrada, muchas lesbianas suelen escribir en sus perfiles en las páginas de contactos que no quieren ser contactadas por mujeres bisexuales. Con ello no puedo saber si de forma sistemática, consciente y constante tampoco contactan ellas mismas a las mujeres bisexuales que lo explican en sus perfiles, aunque deduzco que es igual. Porque digo yo que si no quieres que te contacte un determinado tipo de persona, tampoco lo buscas tú activamente.

Todo esto me parece tan horriblemente bífobo que ha llegado un punto después de verlo una y otra vez en el que me planteo si de verdad es lo habitual. Y entonces he ido a preguntar a mis amigas lesbianas. Para mi desagrado he recibido la misma respuesta. Nunca contactarían con una mujer que en su anuncio ponga que es bisexual. Cuando he preguntado el motivo surgen las mismas cosas bífobas, aunque con moderación porque están hablando conmigo, son mis amigas, me conocen y saben cómo pienso al respecto, cómo vivo, cómo soy. Al final después de un largo debate todo se queda en que sencillamente no les apetece aunque sea injusto, que lo es, aunque sea discriminatorio, que lo es, aunque no tenga una base, que no la tiene. 

Si así piensan las personas que me quieren de verdad y que por lo tanto tienen en su vida un punto de referencia bisexual, ¿cómo irán pensando los que no conocen a ninguna persona que se declare abiertamente bisexual? Verdaderamente deprimente. 

Bifobia en los sitios de contactos

Estos días he estado leyendo anuncios de contactos tanto en páginas orientadas para heterosexuales como en páginas en teoría orientadas para personas LGBT, y en ambos he encontrado bifobia aunque de forma diferente. Lo peor de todo es que la más acusada y clara la he encontrado en los sitios en teoría para LGBT.

En los sitios diseñados para heterosexuales alguien como yo siente que no encaja porque en muchos de los casos ni siquiera existe la posibilidad de elegir el género de la persona que uno está buscando. Si escribes que eres hombre, te muestran mujeres, y si eres mujer, te muestran hombres. Si por un casual los diseñadores han pensado que existen los homosexuales y la web te deja elegir el género, en casi todos los casos te obliga a elegir un único género. Así, si como mujer pongo que me gustan las mujeres, en ningún momento podré ver hombres. Es decir, las páginas más avanzadas y tolerantes aun así están orientadas a la gente monosexual y con una visión de la identidad de género muy fija.

En estos sitios mayoritariamente para heterosexuales he encontrado algunos casos, pero escasos, en los que los anunciantes piden no ser contactados por gente de su propio género. Y en general casi ningún caso en el que los anunciantes piden que los bisexuales se mantengan lejos.

En los sitios diseñados para la comunidad LGBT, y estoy hablando de lugares como Chueca.com o el danés Boyfriend.dk, la estructura de la página permite que elijas que te gustan tanto los hombres como las mujeres. Sin embargo, siguen insistiendo en esa dualidad de género que no comprendo. ¿Y si alguien lo que quiere es buscar a una transexual mujer lesbiana? ¿O a un intersexual interesado en hombres con el estilo de los osos? Me parece increíble que en páginas diseñadas para la comunidad entera se excluya a los elementos más claramente discriminados de nuestra sociedad.

El problema, sin embargo, no está solo en la estructura y el diseño de estás páginas. No. El problema más grave veo que está en la mente de muchas de las personas que se anuncian en estas páginas. El porcentaje de mujeres diciendo que no quieren ser contactadas por bisexuales es altísimo. Los hombres en general no suelen incluir que no quieren contacto con bisexuales, pero creo que se debe a que no son contactados tan a menudo por personas del género femenino como las mujeres son contactadas por hombres que dicen ser bisexuales. Muchos de los comentarios solicitando que los bisexuales no escriban suelen ir metidos en frases claramente negativas del estilo: "bisexuales, gente enferma, viciosos, etc. no me escriban". Cada vez que veo eso me irrito. Me parece increíble que una persona que se considera a sí misma lesbiana pueda escribir así sobre la orientación sexual de otra persona.

En alguna ocasión me he molestado tanto que he escrito a la mujer de turno. Deseaba saber si se refería a que las mujeres bisexuales tampoco son bienvenidas o si era algo en contra de los hombres. En todos los casos he recibido como respuesta que tampoco quieren contacto con mujeres bisexuales. Cuando he preguntado el motivo he recibido una lista de comentarios bífobos: malas experiencias del pasado con bisexuales, luego se van con un hombre, son infieles, son raras, en realidad son heterosexuales, son lesbianas que no aceptan su lesbianismo o no están orgullosas, les gusta el sexo raro, quieren tríos, contagian enfermedades, son portadoras de VIH... Cuando he explicado que todo eso es bifobia, por supuesto no he recibido más respuesta.

Así pues, en estos sitios de contactos la bifobia campea a sus anchas. En los diseñados para heterosexuales especialmente en sus creadores. En los diseñados para personas LGBT, especialmente entre sus usuarios. Las dos cosas muestran claramente la falta de aceptación que vivimos en nuestras sociedades.

Fetichistas de los derechos humanos

Estaba viendo un debate en TV2 News entre uno de los representantes de Dansk Folkeparti (DF), el eurodiputado Morten Messerschmidt, y el viceportavoz de Radikale Venstre, Morten Østergaard. Trataba, para no variar, sobre la política de inmigración en Dinamarca. Aparentemente en Radikale Venstre han descubierto que existen también daneses que creen que esta forma actual de tratar a los extranjeros no es aceptable y acaban de proponer su nuevo programa político en ese área intentado mejorar un poquito la situación legislativa a la que nos vemos sometidos. 

Pues bien... Sorpréndanse, señores y señoras, que en mitad de la discusión el político de DF ha criticado la postura de su contertulio diciendo que en su partido son "fetichistas de los derechos humanos". Con ello, nuevamente lo que ha hecho un miembro de DF es poner palabras a algo que no entiendo como no está claro para los demás: no quieren respetar los derechos humanos. La política oficial del partido racista-xenófobo (y uno de los más influyentes de este país porque apoya al gobierno) es que hay que llevar las condiciones hasta el límite de lo aceptable por la Declaración de los Derechos Humanos e incluso si es posible empujar esa frontera cada vez más. Y sí, esto lo ha dicho un eurodiputado electo y legislando en nuestra Europa que tanto se abandera a sí misma en su lucha contra los delitos contra la humanidad. 

Otra vez los Premios 20 Blogs

Este año nuevamente participo en los Premios 20 Blogs, sobre los que ya he escrito aquí más veces.

El año pasado acabé en el puesto 37 de la categoría de Expatriados. Este año se llama Blogueros por el mundo.

Si quieres votar por mi blog, puedes hacerlo por medio de este link.

Normal o cool

Hablando de homofobia, ¿qué es peor? ¿Ser rechazada por alguien porque quiere ser normal? ¿O por alguien porque quiere ser cool? Me explico.

La mujer que rechaza el sexo con una mujer por ser normal tiene una idea en su cabeza de lo que es bueno y lo que es malo, lo que debería ser su vida y lo que no es. Es una lesbiana que aunque siempre me ha amado no es capaz de aceptarlo porque siente que no debería sentir tal cosa por mí cuando ya tiene su vida y tiene su novia a la que puede esconder dentro de su armario. Es una mujer que en el fondo nunca ha sido capaz de aceptar que le atraen las mujeres y por eso si tiene que ser infiel a su novia lo hace buscando normalidad, es decir, buscando a un chico.

La mujer que rechaza el sexo con una mujer por ser cool cree que el ideal es ser tolerante, aceptar todas las formas de vida y que con ello se es más tope guay. Por eso llegado el momento intenta llevar ella misma una vida con la que en el fondo no está de acuerdo y propone tener sexo homosexual, pero cuando es aceptada se asusta y saca su verdadero yo, que es ese que siente que el sexo entre dos mujeres es algo que no es igual de bueno ni igual de aceptable. De hecho debe de ser algo verdaderamente horrible en su cabeza para producir semejante reacción de pánico.

Y el caso es que no sé que me parece más triste. ¿Qué opináis?