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31 julio 2010

Música clásica en una silla dura

Un poco a propósito de la entrada de ayer os quiero comentar una cosa que me divierte cada vez que la pruebo: ir a escuchar un concierto de música clásica en una sala no diseñada para ello y sentada en una silla incómoda, dura, rígida, pequeña. Me divierte por lo absurdo de la situación. Allí estamos todos intentado hacer de esnobs y pasar por cultos intentando concentrarnos en la música que escuchamos, y en realidad si te giras ves que la gran mayoría de los asistentes lo único que siente es tal incomodidad que hace que no disfruten de lo que escuchan. Quieren cambiar de posición sin hacer ruido y no pueden. Quieren estirar las piernas y no hay espacio. Quieres girarse y no se atreven. Quieren comentar algo a su compañero de tortura pero saben que no es aceptable. Quieren levantarse y mandar la silla a paseo pero se controlan. Quieren hacer ruidos guturales y no ser mirados. Así, cuando acaba cada pieza se oye un murmullo general, sillas que crujen, toses, ropas que se mueven, pañuelos de papel, zapatos taconeando... Me pregunto yo cuál es el motivo de semejante teatro. ¿Por qué hay que escuchar la música clásica tan a menudo de esa forma tan artificial? De verdad que no tiene sentido.

30 julio 2010

Mi vena gótica

Esta semana no sé por qué, pero tengo una vena gótica. Normalmente no me suele gustar ver películas de miedo ni tampoco las cosas sangrientas y creadas para desagradar o producir sobresaltos. Y sin embargo, en algunos momentos como ahora encuentro una belleza enorme justamente en este tipo de imágenes e historias.

Así esta semana estoy en éxtasis con una escena bellísima de vampiresas con dos divas que siempre me han fascinado, Susan Sarandon y Catherine Deneuve. Esta conversación de The Hunger, unida a la exquisita música y la bellísima escena de sexo lésbico gótico, me vuelve loca. Me dan ganas a mí de beber la sangre de ellas y eso que normalmente la sangre de otros es la cosa que más terror me produce.



Desgraciadamente la conversación entera en inglés no está completa con la escena de sexo, así que os he puesto solo el final y doblado en español. Pero os aconsejo que veáis también el enlace de la conversación, porque es una maravilla y las dos en inglés son inigualables.

Siguiendo con la vena gótica erótica vampiresa os dejo aquí un corto completo que forma parte de una película que se llama Paris, je t'aime, y que está protagonizado por Elijah Wood. La fotografía es preciosa y el final muy sexy.




Además, ya que estamos, os voy a mostrar aquí un par de piezas de música que a mí me ponen en un humor parecido a este y que son espeluznantemente divinas:

La primera es la versión adaptada entera de Lakme de Léo Delibes, la música que se escuchaba en el trozo que he puesto de The Hunger.



La segunda es una obra de Bach que todo el mundo conoce, Tocata y Fuga en D menor, y que es una verdadera maravilla que me ha fascinado desde niña cuando la vi en Fantasia, aunque es más gótica e impresionante cuando es interpretada por un órgano como en este vídeo:



Esta es la versión de Fantasia:



Ya que estoy hablando de Fantasia y de mi música gótica, tenéis que ver también esta bellísima interpretación de Night on Bald Mountain en la versión de Korsakov:



Y no puedo dejarlo sin poner Dance Of The Knights, una pieza sublime de Prokofiev:



Por último tengo que poner a quien para mí une mejor lo gótico y lo bello: Michael Jackson. En Thriller está la mejor escena de baile de la historia en mi opinión. En este vídeo empieza en 7:15. Sencillamente lo mejor de lo mejor.



Claro que en Ghost casi llega al mismo nivel en lo bello, lo impresionante y lo gótico:

29 julio 2010

Leyendo emails antiguos

Leyendo en orden cronológico inverso todos los emails que me has ido escribiendo a lo largo de los últimos años y todas las respuestas que te he ido dando veo, noto y siento cómo nuestra amistad ha ido evolucionando. Es una pena que no nos escribiéramos desde el principio, porque las cosas que tengo son de varios años después y allí nuestras conversaciones ya son mucho más cercanas. Y aun así se nota tanto la diferencia en mis respuestas. Lo veo ahora y me alucino. La cercanía en mí llega claramente con el tiempo. Lo cierto es que tú desde tus primeros emails ya dices muchas de esas cosas que aparentemente te resultan tan fáciles de decir: lo mucho que me echas de menos o que piensas en mí, lo importante o amiga que soy para ti. Yo soy más comedida, al menos hasta que los sentimientos me arrastran. Y es tan solo en los últimos años que de verdad te he empezado a considerar como mi AMIGA en letras mayúsculas y por tanto es tan solo desde entonces que he empezado a decir cosas que para mí son muy difíciles de decir.

En la lectura también veo como cada vez hablamos de forma más íntima, más personal, y eso me agrada. Pero lo que he visto con más interés es que en ningún momento hasta hace nada ha habido ese jugueteo que se puede semi ver en los últimos mensajes. Me pregunto si de verdad es porque ahora has empezado a sentir algo de ese modo... o si simplemente es porque te apetece probar el sexo lésbico y crees que conmigo es la opción fácil.

28 julio 2010

No existe la otra mitad

No hago más que leer o escuchar anuncios, blogs, textos, libros, canciones, películas... en los que hay alguien buscando a su otra mitad. ¿La otra mitad de qué? Somos individuos, nuestro cuerpo está completo, no nos hace falta otra mitad para transformarnos en seres capaces de vivir, respirar, funcionar o ser felices. En cuanto a nuestra mente, si de verdad alguien va creyendo que va a encontrar a otra persona con la que encajar perfectamente y que juntos se van a completar mutuamente excluyendo al resto del mundo y no necesitando nada más, creo que la persona o personas deberían ir a terapia y dejar de leer basura romántica y ver películas en las que todo acaba en el momento en el que la historia se vuelve real e interesante.

Todos esos que dicen encontrar a su otra mitad siguen teniendo amigos, familia, ojos con los que ver a otras personas atractivas, cerebro para desear otras experiencias... Todos esos que dicen que están con su otra mitad sienten amor por otra gente y hacen actividades con diversas personas. Además, muchos de ellos son infieles en la práctica con el paso del tiempo. Y desde luego en la mayoría de los casos dejan de sentir que esa persona con la que están es su otra mitad con la que desean hacer TODO. Por otra parte, es digno de mencionar que muchas de esas relaciones se acaban (aunque la persona era supuestamente la otra mitad) y cuando encuentran a otras nuevas personas, que curiosamente son individuos diferentes a la ex pareja, vuelven a considerarlas mitades. 

No olvidemos también que esto de la otra mitad esconde un fundamento que es terriblemente conservador e insultante: los humanos adultos aparentemente son seres imperfectos sin tener una pareja. La única forma de vivir la vida de una forma plena es en pareja. En pareja monógama y para el resto de la vida. En pareja cerrada con la que hacer todas y cada una de las cosas de tu vida.

Es indignante el daño que causa a la sociedad y en particular a cada uno de sus individuos el conservadurismo moral. Hay que dejar de buscar mitades y empezar a ver personas completas.

27 julio 2010

Es difícil volver a hablar después de decir que no se quiere volver a hablar

Cuando en una relación de cualquier tipo llega un día en el que una de las dos personas dice lo indecible, "no quiero volver a verte", es muy difícil echarse para atrás.

A la persona que ha dicho eso le resulta una humillación tener que reconocer que ha cambiado de idea o que lo que dijo fue solo por herir a la otra persona o porque estaba alterada en un momento de enfado. Por lo general el orgullo hace que se mantenga fiel a sus palabras iniciales aunque en el fondo se arrepienta y desee que la situación sea de otro modo al que ella ha creado.

En el otro lado, a la persona que le han dicho eso también le resulta una humillación tener que ir y hacer algo que se siente como suplicar para que la otra persona vuelva a querer hablar. Por eso, por mucho que desee que las cosas no sean así, por lo general no va a volver a contactar a la otra parte porque teme el rechazo y también porque de algún modo siente que es una injusticia tener que ir encima detrás de alguien que le ha tratado con tan poco respeto. Y así saca su orgullo e intenta convencerse de que ella tampoco quiere hablar con la otra persona y que es mejor que las cosas estén así.

El caso es que eso hace que volviendo a la persona que ha dicho eso, esta tenga miedo a que si se traga el orgullo y va a pedir disculpas y a intentar retomar la relación, la otra persona rechace la oferta y reaccione con ese orgullo y negando querer volver a hablar. Por eso tampoco aunque por naturaleza sea capaz de engullir su orgullo y soportar reconocer que se ha equivocado, no tendrá el valor porque no quiere también soportar la humillación de ser rechazado por la otra y al final acabar como que ella y no la otra es la persona "abandonada".

En realidad todo es un juego de poder y un teatro. El que dice semejantes palabras debería, además de tener más sensibilidad y previsión para no hacerlo, una vez hecho tener más capacidad para reconocer sus errores y volver a intentar recuperar la relación. El que escucha semejantes palabras debería, además de tener menos miedo a ser rechazado e intentar recuperar la relación, si el otro viene tener la capacidad de hacer lo que verdaderamente desea y retomar la relación. El orgullo y el miedo son dos sentimientos que arruinan muchas relaciones de este modo tan superfluo y sin sentido.

26 julio 2010

Desactualización

Llevo escribiendo este blog más de 2 años. En este tiempo he creado muchas entradas, he comentado muchas cosas, he explicado cómo me sentía o qué pensaba sobre muchos temas. Ahora al mirar en algunos de los escritos veo lo que ya imaginaba que iba a suceder: mucho de lo que digo ya no lo pienso. O al menos estoy ligeramente en desacuerdo. Mis ideas, como las de los demás, cambian y evolucionan con el tiempo. Pero el blog es un documento que graba un estadio de mi mente en un momento determinado

Así por ejemplo hay entradas que hoy escribiría de un modo bastante diferente. Y entre ellas tal vez la más importante es la que se llama Quién soy. Hoy no me describiría del mismo modo que lo hice entonces. Mi identidad ha variado... en algunos aspectos mucho de hecho. 

Lo mismo sucede con los objetivos de este blog. Al principio escribía mucho sobre Dinamarca y cómo es ser extranjero aquí. Luego con el tiempo me he ido centrando en otras cosas, el tema ha ido girando. Todavía en ocasiones hablo sobre ello, porque me interesa, pero ya no del mismo modo. Por ello, también el subtítulo de este blog, Una española en Dinamarca, creo que ya no es el más apropiado. 

Siento que mi blog está desactualizado. Pero no quiero cambiar las cosas que escribí en un determinado momento, porque así las veía o las sentía entonces. ¿Tal vez lo que debería hacer es crear nuevas entradas retomando algunos temas? ¿Mejorar el subtítulo? ¿Redefinir mi identidad y el objetivo del blog? No sé...

25 julio 2010

La generación post nazi española

Los españoles que nacimos en mi generación somos como los alemanes que nacieron justo al final de la Segunda Guerra Mundial o justo después de ella. Nosotros, como ellos, hemos crecido en un ambiente en el que se ha intentado tapar el pasado y que nos ha convertido en verdaderos ignorantes de nuestra propia historia. No sabemos nada de la época de la dictadura. No tenemos ni idea de la Guerra Civil. Vivimos la transición sin entender bien lo que pasaba. Nunca aprendimos en el colegio nada sobre lo que nuestros padres o abuelos hicieron. No se nos enseñó la historia reciente de nuestro país. Horas y horas de clases sobre historia antigua, descubrimientos de América, reconquistas y demás y ni una palabra sobre el último siglo. Somos como los hijos de los nazis. Nuestros padres en su mayor parte participaron en una época de la que no podemos estar orgullosos. De la que ellos mismos no pueden estar orgullosos. Y por eso no se nos ha hablado nunca de ello. Como ellos, es solo al salir fuera de España que durante todos estos años hemos oído hablar con claridad y crudeza sobre el pasado de nuestro país. Cualquier estudiante extranjero sabe más del Franquismo y la Guerra Civil que un español medio.

Ahora, igual que pasó en Alemania tras varias décadas, por fin se empieza a hablar de toda la escoria que se oculta bajo esas páginas de historia no escritas en los libros de texto infantiles de España. Ahora se empieza a hablar de responsabilidades, tumbas, fusilamientos, acuerdos injustos, amnistías inválidas, leyes ilegítimas... Ahora los hijos españoles de los equivalentes a los nazis alemanes nos despertamos de nuestro sueño y descubrimos que en nuestro pasado hay mucho dolor, muchas lágrimas, mucha sangre, mucha injusticia. Ahora empezamos a mirar al pasado del modo en el que hay que mirarlo: buscando hechos. ¡Ya era hora! ¡El resto del mundo ya nos ha mirado así durante la última mitad del siglo pasado y todo el presente!

24 julio 2010

Dating

Tengo un problema para encontrar una palabra en español. Quiero escribir sobre dates y el hecho de estar dating y no consigo dar con un vocablo que me convenza. 

En mi español (no sé si en otras variantes será igual) se habla de salir con alguien, quedar con alguien o tener una cita con alguien, pero todo me parece poco específico. Cuando sales con alguien puede ser algo serio, puede ser tu novio, pero también puede ser tu amigo con el que vas de copas. Cuando quedas con alguien puede ser con cualquier motivo y eso no dice nada de las intenciones. Al hablar de una cita no sabes muy bien si la persona que lo dice se está refiriendo al médico, al hueco en su calendario, a una tarde con un amigo, a una encuentro con alguien que posiblemente se convierta en algo más que amigo, a un acuerdo previo... 

Yo sin embargo lo que quiero es un término que deje claro que se queda con alguien con quien no se tiene todavía nada físico pero con quien la posibilidad existe y también es conocida por ambas partes. ¿Alguna sugerencia?

23 julio 2010

El motivo o el sentimiento

No quieres saber el motivo, solo te importa el sentimiento... dices. Pero es curioso que solo recuerdes un sentimiento negativo, que es el que a ti te conviene para poder archivar la historia del modo en el que tú quieres recordarla, y que además no tengas interés en saber de dónde surge. Todos los demás sentimientos no te importan, dices haberlos enterrado bajo la negatividad. Y yo no te creo. Así de simple. No puedo creérmelo. Sé que sabes el motivo. Sé que hay varios motivos. Sé que los otros sentimientos también existen y que los has tenido y algunos todavía los tienes. Lo sé porque he estado allí y porque te escucho cuando hablas, y tus explicaciones cambian, te contradices. Sé que me mientes. Es lo que sueles hacer con todos, así que no sé por qué no habrías de hacerlo conmigo aunque sepas que yo a ti te digo la verdad.

El motivo en realidad es lo que quieres esconder y lo sabes. Hiriéndote e hiriéndome diciendo que todo fue negativo no consigues nada más que eso, herirnos. Analiza los motivos de lo que sientes, lo que has hecho, lo que has sentido, lo que has dicho, lo que has cambiado, lo que has buscado, lo que has interpretado, lo que has temido y verás que la clave de ese sentimiento negativo y esa reacción tan amarga está justamente en el motivo y no al revés.

Solo analizando los motivos podrás hacer algo con lo que has sentido. No puedes cambiar el pasado, pero sí que puedes cambiar el presente y el futuro. No te escondas en lo que tú llamas tus miedos.

22 julio 2010

¿LGBT?

¿Cuál es la palabra adecuada para referirse de forma colectiva a las personas del ambiente? ¿Gay? ¿Homosexual? ¿LGBT? ¿GLBT? ¿LGBTI? ¿LGBTQ? ¿LGBTIQ? ¿LGBTIQPOA??

Esto suena a trabalenguas y la mayoría de los no interesados e involucrados en el tema no entienden de lo que estamos hablando. De hecho ni la mayoría de las personas del ambiente entiende de lo que va todo esto. Así que aquí os dejo una pequeña explicación.

Aunque mucha gente identifica el ambiente con el adjetivo gay, esto a muchos nos resulta excluyente y discriminante. El ambiente no solo es gay, es decir, no solo es para hombre que se sienten atraídos sexualmente por otros hombres. Ni siquiera es solo gay en su versión inglesa que equivale a homosexual, si con ello incluimos a las mujeres que se sienten atraídas por otras mujeres. En el ambiente existimos muchos que no nos identificamos con esas etiquetas. De ahí que se ha acuñado el término LGBT (en su forma más común) o GLBT (también muy usado). Este término intenta mostrar la diversidad que forma nuestra comunidad y que no es solo homosexual. Así la L representa a las lesbianas, la G a los gays, pero además tenemos la B que representa a los bisexuales y la T a las personas transgénero. 

Existen colectivos dentro del ambiente que siguen sin sentirse representados por este término y de allí ha nacido una enorme variedad de combinaciones según lo que se quiera incluir o excluir. Así cada sigla representaría por separado:

L - lesbiana
G - gay
B - bisexual
T- transgénero, transexual, travesti
I - intersexual
Q - queer, questioning
P - poliamoroso, pansexual, 
O - omnisexual, otros
? - questioning
A - asexual, aliado heterosexual
2 - two-spirit

A mí me parece que hace falta una palabra para designarnos a todos. Esto me sirve para sugerir, a propósito de un comentario el otro día en esta entrada, que el término LGBT en realidad creo que sí que se puede tomar como una palabra que designa a todo el ambiente en lugar de necesariamente identificar cada una de las letras con cada uno de los grupos. Según lo veo yo, es el término más extendido para intentar se inclusivo. Y por ello creo que en sí mismo puede ser un acrónimo que pierde el contenido de cada sigla y se convierte en palabra. Igual que creo que la bandera del arcoiris nos representa a todos los miembros, aunque luego cada uno tengamos nuestra propia bandera.

21 julio 2010

Una cámara en el exterior de un sitio de ambiente

Hablando con mis amigos LGBT sobre sus experiencias las primeras veces que fueron a un bar de ambiente, he llegado a la conclusión de que se podría hacer un documental muy interesante con solo poner una cámara en el exterior de uno de esos locales. 

Conozco gente que ha pasado cientos de veces por delante sin atreverse a entrar. Gente que ha llorado en la puerta y se ha ido finalmente sin entrar. Gente que ha sido agredida física y verbalmente al salir de un sitio así. Gente que ha intentado arrastrar literalmente a otras personas al interior de uno de estos locales. Gente que ha salido corriendo en un ataque de pánico estando dentro. Gente que ha tenido sexo en la misma puerta del local de ambiente. Gente que ha empezado y terminado relaciones al entrar o salir de allí. Gente que ha pasado acompañada de personas heterosexuales por delante de la puerta girando la cara en la otra dirección para hacer que no veía el sitio y/o para no ser reconocida. Gente que ha husmeado a hurtadillas desde la otra acera durante meses... 

Para muchas personas LGBT entrar en el ambiente es un paso difícil. Para muchas también es un riesgo a ser descubiertas o expuestas a los ataques homófobos. Esto en Madrid en Chueca hoy ya no parece así, pero desde luego que hace unos años (y en realidad no son tantos) cuando yo empecé a ir y los locales estaban cerrados, con lo que había que llamar a la puerta para poder entrar, para mucha gente tocar en esos timbres era el verdadero reconocimiento de su identidad LGBT.

20 julio 2010

Despertarme llorando

Después del estupendo día que tuve ayer esta madrugada me he despertado llorando. Literalmente. Soñaba contigo. Ibas conduciendo a mi lado y te tocaba el pelo al hablar de no sé qué, pero lo hacía sin que tuviera más significado que cuando te toco el brazo en una frase cualquiera. Sin embargo a ti no te lo parecía. Me mirabas con furia y me gritabas que ya me habías repetido mil veces que no querías que te tocara ni un pelo. Y yo, sorprendida y humillada, no sabía qué decir, porque no había hecho nada con ninguna otra intención que hablar. Tú seguías enfurecida y gritabas sin parar y yo acabé llorando. Así me he despertado. Llorando de verdad. Sintiendo dolor por esos gritos, por esa furia, por la injusticia de ser tratada así solo porque he mostrado mi interés por ti. En el sueño eras una persona y en la vida real otra. Pero las dos tenéis en común algo que veo en mi sueño. Y me hacéis daño.

19 julio 2010

El sentido de la vida es vivirla

Las dos me habéis hablado por separado del sentido de la vida. Una que no lo encuentra. La otra que cree que tiene que ser algo más que lo que se ve, que lo que aparentemente hay. Las dos habláis de eso porque todos nos preguntamos lo mismo. Sobre todo cuando estamos mal. ¿Cuál es el sentido de la vida? 

Yo, arrogante, creo que tengo la respuesta. Me costó mucho entenderlo, pero ahora creo que ya lo sé. Y eso me da una calma que no tenía antes cuando buscaba desesperadamente como vosotras un sentido que seguía sin ver y sin encontrar. La respuesta es que la vida no tiene sentido. No lo tiene. Ninguno. No hay razón, no hay motivo, no hay destino, no hay justificación, no hay más allá ni más acá. La vida es vida y punto. El sentido de la vida es vivirla. No es nada más superficial ni más profundo. No hay cosas escondidas que hay que descubrir, no hay sentidos místicos que iluminan la vida ni más allás maravillosos que dan sentido al hecho de haber vivido. La vida es. Y mientras buscas el sentido vives. Exactamente igual que cuando no lo buscas. La vida es respirar, comer, dormir, cagar, bostezar, alegrarse, sufrir, enamorarse, equivocarse, follar, aburrirse, deleitarse, soñar, trabajar, esperar... La vida es todo eso que vamos haciendo y sintiendo. Y eso es lo único que hay. No tiene sentido. Al final todo se queda en nada. Todo desaparece, porque nosotros desaparecemos al desaparecer nuestra vida. Pero eso no significa que por ello no haya que disfrutar del tiempo en el que estamos vivos y hacer de nuestra vida la mejor de las vidas posibles. Si dejamos de buscar sentidos materiales o espirituales, razones o causas, dioses, cielos o reencarnaciones y nos centramos sencillamente en vivir, creo yo que habremos hecho de nuestra vida lo único que en realidad podemos hacer con ella, que es vivirla.

18 julio 2010

Nunca con una mujer LGBT siendo ambas solteras

Ayer charlando con K sobre mi situación actual me di cuenta de algo muy sorprendente y en lo que no había pensado hasta ahora, lo cual es todavía más sorprendente si cabe. En toda mi vida jamás he quedado para pasar un rato a solas (vamos, tomar un café) con una mujer que yo supiera que se identificara como lesbiana, bisexual o similar y que estuviera soltera mientras yo he sido consciente de mi propia orientación sexual y he estado soltera. ¡Y es increíble considerando que llevo media vida con una identidad LGBT y rodeada de personas LGBT! 

Sin embargo, quiero puntualizar algo. Que no haya quedado con mujeres LGBT solteras siendo soltera y consciente de las posibilidades no significa que no haya estado abierta (tanto antes de aplicarme alguna etiqueta LGBT como después de hacerlo y estando soltera o en pareja) a tener algo con mujeres con las que sí que he quedado... y, por supuesto, a veces no solo hemos sido amiguitas... El mundo, como insisto en decir, no es tan cuadriculado. Estar en una pareja no significa necesariamente estar cerrado a tener relaciones amorosas y/o sexuales con otras personas. Ni por mi parte ni por parte de esas otras mujeres. De hecho, no veo el motivo por el que uno deba dejar de tener "dates" solo por estar en una pareja. 

Y por cierto, para los que dudan leyendo esto, la mayoría de mis relaciones estables han sido con mujeres.

17 julio 2010

La mejor dieta de adelgazamiento

La mejor dieta de adelgazamiento no tiene nada que ver con comer tal o dejar de comer cual, con hacer deporte, con descansar, trabajar, estresarse o dormir bien. No. La mejor forma de adelgazar es ser infeliz. O al menos esto es lo que me está pasando a mí. En aproximadamente un mes he perdido 5 kilos sin buscarlo ni pretenderlo. Sin embargo, cuando intento adelgazar no lo consigo. Extraño, ¿no? 

Que recuerde la otra vez que he adelgazado de este modo ha sido también en una situación en la que estaba en el fondo del abismo. Aparentemente cuando no ves luz se te olvida hasta comer. Y no comer es la verdadera forma de adelgazar.

16 julio 2010

Sin felicitaciones en el día del Orgullo

Como bisexual muchos de mis conocidos y amigos son también personas LGBT. De hecho, mis amigos más cercanos en su mayoría entienden, aunque a ninguno de ellos los haya encontrado en el ambiente. Y aun así, cuando llega el día del Orgullo LGBTIQP no puedo dejar de sorprenderme y amargarme un poco por ver lo que sucede. ¡Ni uno es capaz de mandar felicitaciones ese día! Yo, que estoy muy concienciada con eso de vivir fuera del armario, soy incapaz de entender que ni siquiera sean capaces de reaccionar a mis felicitaciones solo por el hecho de que son públicas... y no dirigidas a nadie en concreto. En algo como Facebook, ¿tan difícil es darle al botón de "Me gusta" o escribir "Felicidades" como comentario en respuesta a mi felicitación? 

Y es que sinceramente ni siquiera entiendo que mis conocidos heterosexuales no respondan. Yo felicito a la gente por su cumpleaños, por su bodas, por los eventos con sus hijos, las fiestas importantes, etc. ¡El orgullo es importantísimo para mí! Así que aunque alguien no entienda no veo el motivo por el que no puede unirse a las felicitaciones. Es como ser musulmán y decir a alguien "Feliz Navidad", o como ser soltero y felicitar en una boda. Sucede todo el tiempo. ¿Por qué no con el Orgullo? 

El motivo de la falta de felicitaciones es precisamente la homofobia y miedo a la homofobia. Los heteros porque temen ser identificados como homos. Los homos porque no quieren estar fuera del armario para no sufrir ataques homófobos. ¡Pero es que es precisamente por eso que hace falta el orgullo!

Me frustro...

14 julio 2010

Definiendo enamoramiento

¿Qué es estar enamorado? ¿Cómo se define ese sentimiento? Porque yo cada vez lo entiendo menos. ¿Hay que idolatrar a alguien? ¿Hay que estar obsesionado con ese alguien? ¿Solo hay que ver lo positivo? ¿Hay que idealizar? ¿Hay que ser consciente de lo que se siente? ¿Se debe sentir atracción física? ¿Se tiene que desear algo más que algo físico? ¿Se tiene que estar de acuerdo en todo? ¿Se tiene que desear estar todo el tiempo con la persona? ¿Se debe reconocer el sentimiento cuando se es feliz? ¿O cuando se es desgraciado? ¿Hay que ponerse nervioso cerca de la persona? ¿Hay que desear ser el centro de su mundo? ¿Tiene esa persona que ser el centro del tuyo? Y todavía más difícil para mí es entender cómo se diferencia el estar enamorado de amar a alguien y el estar enamorado de que te guste esa persona (lo que en inglés llaman tener un crush).

Enamorarse. La gente dice que cuando lo estás lo sabes. ¡Pues yo no debo ser parte de la gente! En mi vida tengo ejemplos en los que he creído estar enamorada de alguien y luego he descubierto que en realidad lo que sentía era algo diferente. Y también tengo ejemplos en los que he estado perdidamente enamorada de alguien y no he sabido identificar el sentimiento como enamoramiento hasta mucho después. ¿Entonces? 

Así, si nos remontamos a la adolescencia tengo al mismo tiempo dos ejemplos opuestos que me son muy útiles en este caso. No supe durante años lo que me pasaba con la persona de la que he estado más locamente enamorada. No podía identificar lo que sentía. Creía que era amistad muy especial. Mi amiga. Igual que nos pasa a muchos homosexuales al principio. Y al revés, por aquel entonces de la persona que creía estar completamente enamorada no lo estaba tanto. Sentía algo, sin duda, por mi amigo, pero no era esa pasión incontrolable que sentía con mi amiga tan especial.

He conocido a muchos homosexuales a los que les ha pasado lo mismo en su adolescencia. Por lo tanto, aparentemente no es tan fácil identificar el enamoramiento cuando se siente como van por ahí diciendo.

También, a veces he creído estar enamorada de alguien que me fascinaba o que me impresionaba. Pero el sentimiento con el tiempo he visto que no era ese. Y he creído estar enamorada de alguien por quien me sentía muy atraída físicamente, e igualmente he descubierto que el sentimiento era en realidad ese.

A lo largo de mi vida me ha gustado bastante gente. ¿He estado un poco enamorada de toda esa gente o he estado solo enamorada de unos cuantos? Y también he querido a bastante gente. ¿He estado un poco enamorada de la gente a la que he amado independientemente del tipo de amor? ¿Las parejas, los amigos, la familia, los conocidos? Y si no es así, ¿cómo se diferencian los tipos de amor?

En esto, como en la cuestión de mi orientación sexual y mi identidad de género, creo que el problema está en las etiquetas... Las etiquetas de los sentimientos, que son mucho más complejos que las palabras enamorarse, amar, querer, gustar, desear... Y las etiquetas de las relaciones, que son igual de complejas que los sentimientos y por tanto no se ajustan a palabras como amigo, conocido, pareja, objeto de deseo, ídolo, novio, esposo, familiar, compañero...

13 julio 2010

Mejor heterofriendly

Estaba navegando por Internet y me he encontrado con un hotel que en su página principal tiene puesto que es "Heterofriendly". Al verlo me ha llamado la atención, especialmente porque siempre me ha desagradado en cierto modo el adjetivo "homofriendly" o "gay-friendly" que suelen ponerse los sitios que no tienen nada que ver con el ambiente LGBT pero que quieren atraer a los clientes de nuestra comunidad para ordeñarnos nuestro dinero como a las vacas se les quita la leche: sin permiso y sin cuidado. Sin embargo, este sitio con ese adjetivo me agrada. 

Pienso que los sitios que usan el adjetivo "homofriendly", si de verdad son como quieren parecer, es decir, tolerantes, les debería dar igual que la gente sea homosexual, transexual o lo que sea. Especialmente cuando esa gente paga por los servicios dinero, como hacen los demás. Y por tanto, sería igual de normal y de común que pusieran "heterofriendly" en sus puertas, webs y catálogos. Sin embargo, al ponerse la etiqueta "homofriendly" están dejando muy claro que ven que lo "no normal" es ser homosexual. Que lo que hay que "aceptar" es que puedan ir personas homosexuales. Que lo que les hace lugares "tolerantes" es que son capaces de incluir entre sus clientes a homosexuales. Y es precisamente por ello que el adjetivo pierde su sentido.

Tres cagadas en un mes

Llevo tres cagadas en un mes. Y no me estoy refiriendo ahora a las grandes meteduras de pata que he cometido este mes, que desde luego son monumentales y desgraciadamente también más numerosas. No, ahora estoy hablando literalmente. Tres veces en un mes que me han cagado las gaviotas danesas paseando por la calle. Y es casi escalofriante si consideramos que en los anteriores muchos años no ha sucedido ni una sola vez. Aparentemente el destino se ha conjurado con las gaviotas en mi contra este mes, porque desde luego que estadísticamente esto no es normal. En mi amargura y pesimismo este mes debo tener un imán que atrae la negatividad hasta de los pájaros.

12 julio 2010

Ganó España... ¿y qué?


Hoy España está de fiesta. Un puñado de hombres metieron un balón en la portería del equipo contrario y eso aparentemente une a un país. No solo lo une, lo paraliza. ¡Y le da esperanza, dicen! Ahora en este momento de crisis va a ayudar a España... Todos felices, hoy ya no importan los problemas. Hoy los que hemos nacido en España nos podemos sentir orgullos porque esos hombres saben darle patadas al balón.

Sé que esta entrada va a ser muy poco popular. Sé que resulto rara cuando hablo así. No solo rara, también desagradable y poco solidaria, pero tengo que decirlo. Sí, España ganó, ¿y qué? De verdad, ¿a mí qué más me da? ¿Tiene más importancia porque esos jugadores han nacido en el mismo país que yo? ¿Tengo que sentirme identificada porque llevan unos colores de una bandera que no creo que me represente? ¿Tengo que alegrarme por el hecho de que el mundo gaste millones en celebrar el nacionalismo? ¿Tengo que darle más importancia a esa victoria porque es en fútbol que a la derrota en tiro al arco o la publicación de la última novela en español de México o el estreno de la última película griega? ¿Tengo que sentirme más identificada con la victoria en un deporte tan claramente asociado al mundo masculino? ¿Tengo que gritar consignas nacionalistas para mostrar mi alegría por algo que en nada afecta a mi vida ni me interesa? ¿Tengo que sentirme por encima de los holandeses, los alemanes, los argentinos y demás porque ellos no supieron meter tantas pelotas entre dos palos, o que los sudaneses, que ni siquiera jugaron? ¿Tengo que ignorar el hecho de que el mundial que tantas emociones da a los poderosos y ricos del mundo se celebrara en una ciudad con tantísimos problemas y pobreza? ¿Tengo que hacer que no veo que en la foto solo hay hombres y que en el estadio casi solo había blancos incluso estando en un país africano?

Sencillamente, no lo entiendo. Sí, esos jugadores tienen algo que celebrar. Han ganado ellos. Yo, sin embargo, no tengo nada que celebrar. No va conmigo. No me identifico y no quiero hacerlo. El fútbol me es indiferente. Pero el nacionalismo me repele. Tanto el de otros países como el del lugar en donde nací. 

11 julio 2010

Ex sin haber tenido una relación

Me gustaría entender a mí cómo es posible que en mi vida pueda conseguir tener exs con las que ni siquiera he sido pareja. ¿Una ex sin haber tenido una verdadera relación? ¡Y encima no una sino dos! 

Ex amante, ex pareja, ex amiga, ex amor, ex objeto de deseo, ex... El caso es que no hemos en ningún momento decidido que lo que teníamos era una relación y sin embargo al terminar todo se siente como si hubiera sido así. Sobre todo por la forma en la que me tratan... como se trata a alguien a quien uno deja cuando ya no se tiene ni el mínimo interés.

Y es que eso es lo peor de todo, que ambas se creen que ellas me han dejado. ¿Dejar el qué? ¡Pero si no estábamos juntas! Para dejar a alguien tienes que tener algo con ese alguien, ¿o no?

10 julio 2010

Soledad en la multitud

Cuando estás en el fondo del abismo y te sientes muy mal a menudo la gente te recomienda hacer actividades, no quedarte en casa aislada, salir y divertirte. Entonces tú como una niña buena sigues el consejo y te vas a hacer algo que sabes que todo el mundo quiere hacer y que divierte a todo el mundo, incluida a ti en otros momentos. Llegas al sitio y está lleno de gente sonriente, celebrando lo que sea, divirtiéndose, en grupo, disfrutando. Y tú intentas relajarte y pasarlo bien como otras veces en la misma situación y ves como sucede justo lo opuesto: cuanta más diversión hay a tu alrededor más desgraciada te sientes. Parece que entre la multitud una se siente más sola, más perdida, más rara, más triste, más marciana, más infeliz. Y no es porque los demás se divierten, sino porque tú no lo haces y te sientes todavía peor por no ser capaz de funcionar normal.

09 julio 2010

Nunca he conocido a una persona heterosexual

Aunque estoy ya en la mitad de la treintena jamás en mi vida he conocido a una persona heterosexual. NUNCA. Es curioso, pero sobre todo es extremadamente interesante si tenemos en cuenta que este planeta en el que vivimos es homófobo en todos los lugares y en todas sus sociedades. Sin embargo, yo por más que me esfuerzo en encontrar un ejemplo de una persona que haya conocido de la que pueda decir que es heterosexual no soy capaz de encontrarlo.

Por supuesto que he conocido mucha más gente que se define a sí misma como heterosexual que homosexual (por no mencionar a los pocos que vamos diciendo que somos bisexuales, transexuales, intersexuales, pansexuales, queer o lo que sea). Sin embargo, cuando he conocido a alguien lo suficiente como para saber sobre este tema en profundidad, jamás he encontrado a nadie que aunque afirme ser heterosexual no haya tenido sentimientos e incluso aventuras de claro corte homosexual. De hecho, en mi propia historia personal todas las personas de mi género con las que he tenido aventuras o semiaventuras han empezado definiéndose y comportándose como heterosexuales. Y lo que es peor todavía, a menudo diciendo y haciendo cosas muy homofóbicas. Y aun así, llegado el momento todas esas mujeres han deseado tener y hacer algo que claramente no es heterosexual con una mujer: yo.

Por supuesto, mi propio caso con las mujeres que han pasado por mi vida no se debería poder extrapolar. Tal vez es casualidad. Pero el asunto es que también entre mis amigos y amigas, aquellos con los que no he tenido sexo pero sobre los que conozco sus vidas, veo lo mismo. Todos y todas han sentido algo que yo calificaría como atracción o enamoramiento por alguien de su propio género. Todos y todas han hecho cosas que el más purista de los heteros consideraría homosexuales.

Supongo que alguno me vendrá con la crítica de que la gente que yo conozco sabe cómo soy y por eso solo se acerca a mí la gente que también entiende. PERO ese argumento falla en que la gente que he conocido en otra época en la que yo no conocía mi propia orientación sexual o en la que no estaba fuera del armario en todos los ámbitos también me ha demostrado lo mismo. Y analizando a las personas heterosexuales que conocen mis amigos y conocidos también supuestamente heterosexuales, siempre encontramos una indicación de algo no heterosexual.

Yo desde luego estoy casi convencida de que la heterosexualidad pura no existe. Existe la identidad de heterosexual, pero eso es algo muy diferente que poco dice del comportamiento y sentimientos de una persona, y mucho de su propia visión del mundo.

08 julio 2010

¿Cuántas parejas sexuales a lo largo de la vida?

Volviendo a esto de las cifras, me pregunto yo cuántas parejas sexuales es normal (léase como habitual) tener a lo largo de la vida. Incluso entre mis amigas y amigos más liberales y más activos, cuando les pregunto por la cifra real me sorprendo al escuchar lo pequeña que es. De hecho, si lo pienso casi no entiendo que estando en la treintena la mayoría me responda una cifra tan baja, que en raros casos sobrepasa la decena. ¿Soy rara por pensar que no es normal que los humanos tengamos tan pocas parejas sexuales a lo largo de la vida? Si en realidad nos sentimos atraídos por tantas personas diferentes, ¿por qué nos resulta tan difícil acabar en la cama con ellas?

07 julio 2010

Cifras en amor y sexo

Estas semanas estoy pensando mucho en mi vida y reflexionando sobre lo que es y ha sido. Eso también me hace pensar mucho sobre las cosas que he sentido a lo largo de los años. Y me he dado cuenta de que aunque me había parado a contar el número de amantes que he tenido, nunca me había parado a hacer lo mismo con el número de personas de las que he estado verdaderamente enamorada. Realmente es extraño que en nuestro mundo moderno parezca que tiene más importancia la cantidad de personas con la que has tenido sexo que la cantidad de personas que ha hecho tu corazón vibrar de verdad.

Intentando hacer las cuentas también me veo obligada a etiquetar las cosas que he vivido de una forma que no suelo hacer y con la que veo que tengo muchos problemas. ¿Cuándo se considera que estás enamorada de alguien y cuándo que solo te gusta? ¿Cuándo es amor y cuándo es enamoramiento? ¿Cuándo es atracción sexual y cuándo es amor? ¿Cuándo es alguien una pareja y cuándo un rollo? ¿Cuándo se puede decir que se ha tenido sexo y cuándo es solo algo previo o algo físico pero no sexual? ¿Cuándo se ha dejado de tener una relación de amistad y se ha pasado a ser otra cosa diferente? ¿Cuándo se sabe que lo que se siente no es amistad o no es atracción o no es amor o no es deseo o no es fascinación?

Con tantos problemas me resulta complejo hacer las cuentas. ¿He tenido X o Y parejas? ¿Es Fulanita mi ex? ¿Sentía enamoramiento de verdad por Menganito? ¿Lo que siento por mi amiga Pepita es en realidad muy diferente de lo que siento por mi amiga Paquita? ¿Lo que hice con Zipi era sexo? ¿Y lo que sentí con Zape fue amor?

06 julio 2010

Ser homosexual no es más ni menos cool

Alguna gente que aparentemente no reflexiona mucho las cosas cree que pertenecer a una minoría es algo cool, algo que te da pedigrí, que te hace tope guay, que es algo de envidiar. Tanto que va buscando parecerse o simular que es de esa minoría. Y eso con algunas se puede hacer más fácilmente que con otras. No es lo mismo hacerse pasar por negro siendo blanco que hacerse pasar por homosexual o bisexual siendo heterosexual. Lo primero se ve a distancia, lo segundo se huele en las conversaciones pero siempre cabe la duda hasta que estás en la cama con esa persona.

Ser homosexual o bisexual no es ni más cool ni menos cool que ser heterosexual. Sencillamente no sé cómo es posible que alguien tenga esa idea. Creo que hay que pensar muy poco para llegar a semejante conclusión. Y sobre todo lo que hay que pensar es de forma muy discriminatoria. Si crees que ser homosexual es mejor cuando tú no lo eres creo que hay algo claramente corrupto en tu cabeza que dice que ves la homosexualidad como algo completamente extraño y no natural. Y también hay algo claramente confuso en tu cabeza que te hace creer que la orientación sexual de una persona implica algo más que el género de la persona con la que uno se acuesta. Implica que la persona tenga un determinado valor por el simple hecho de ser homosexual. Y eso es exactamente lo mismo que decir que la persona carece de ese valor por el simple hecho de ser homosexual.

Esto por cierto es algo con lo que llevo luchando durante mucho tiempo entre los que se declaran heterosexuales tolerantes. He oído barbaridades muy diversas, pero todas tienen en común generalizaciones sin sentido que insisten en conceder a la homosexualidad atributos diferentes al hecho de sentir atracción por una persona del mismo género. Así cuando dicen que los homosexuales son más creativos, más tolerantes, más guapos, más simpáticos, más comprensivos, con mejor estilo... todo esto solo muestra homofobia

Por último quiero recordar que ser miembro de una minoría por lo general no es un camino fácil. Con ello quiero decir que tenemos que sufrir discriminación de todo tipo, también la supuestamente bien intencionada como en el caso que describo. Y eso, a pesar de las supuestas buenas intenciones, no deja de doler.

05 julio 2010

Miedo y homofobia son dos sentimientos diferentes

Ya estoy cansada de esa explicación que me parece una mentira. No atreverse a hacer algo sexual con alguien de tu mismo género nada tiene que ver con el miedo. Tiene que ver con la homofobia. No muestra falta de valor, temor a lo desconocido, miedo a no saber cómo hacerlo, preocupación por no dar la talla y no dejar a la otra persona satisfecha o ser incapaz de obtener tú satisfacción de ese tipo de sexo desconocido hasta entonces, inseguridad ante algo nuevo... No es nada de eso porque todo eso lo puedes sentir al tener sexo con alguien de otro género y no por ello sales corriendo. Siendo mujer, con cada macho que te acuestas puedes tener la misma preocupación por lo desconocido, por no dar la talla, por no saber si va a ser suficientemente bueno... Además cuando pruebas una posición nueva, una técnica nueva, un orificio distinto, todo ello son tipos de sexo desconocidos hasta entonces que no puedes saber si te van a satisfacer, si vas a saber hacerlo, si te van a hacer sentir cómoda, etc. Pero aun así decides probarlos. ¿Por qué? Sencillo, porque aunque sientes inseguridad o miedo ante lo nuevo también sientes interés en probar y atracción por lo nuevo y por ello superas las trabas y te lanzas a ello.

Pues bien, cuando escucho que la explicación a no tener sexo con una mujer no es ni la falta de deseo, ni la falta de curiosidad, ni la falta de sentimiento, ni la falta de oportunidad sino la falta de valor, lo que algunos calificáis como miedo, no puedo más que insistir en que el problema es homofobia.

Homofobia, ese rechazo al sexo entre dos personas del mismo género. Y es que es muy fácil ir de cool por la vida diciendo que se acepta todo, que se entiende todo y se quiere libertad e igualdad para todos, pero aparentemente para algunos no tan fácil aplicarse esos conceptos cuando se trata de uno mismo.

Lo peor de todo es que es la homofobia más clara, más fuerte y más enraizada. No es el miedo a ser descubierto por el mundo, a ser diferente, a tener que vivir una vida como paria en una sociedad homófoba, a tener que ocultar lo que sientes, a sufrir por ser rechazado, a mermar tus derechos, a no tener una familia tradicional, a no poder tener hijos... No es nada de eso porque el sexo entre dos personas del mismo género, igual que el que hay entre dos personas de dos géneros, se puede quedar en algo privado y en algo de una sola vez. Por ello, el asunto no es ni tener miedo a perder los derechos ni tener miedo a ser descubierto ni preocuparse por tener que vivir desde ese momento de un modo completamente diferente. No, el asunto es un rechazo completamente físico y visceral a la idea de dos personas del mismo género teniendo sexo. Rechazo que cuando te obliga a ti a tomar el papel de una de esas dos personas hace que seas incapaz de llevarlo a cabo aunque sea algo que estés deseando.

Así pues, cuando una persona empieza algo sexual con alguien de su mismo género porque siente ese deseo y esa curiosidad, si llegado el momento no es capaz de hacerlo SOLO por eso que describe como miedo lo que está haciendo es tapar su homofobia con palabras más aceptables en su cabeza pero que no por ello son más verdaderas ni más bellas. Y eso a mí desde luego me cansa y me produce un sentimiento irreparable de haber sido víctima de maltrato por mi orientación sexual.

04 julio 2010

Prince en Roskilde

Hoy toca Prince en Roskilde Festival, que está al lado de Copenhague, y me da mucha pena no poder ir a escucharlo y verlo. Sé que es simplemente un concierto, pero Prince tiene algo que creo que es sencillamente genial (sí, de genio) y que hace que no asistir a uno de sus escasos conciertos sea una pérdida en la vida cultural de alguien... ahora desgraciadamente la mía. 

La cultura casi siempre cuesta dinero. Y en el caso de Prince no es precisamente poco, 850 kr (115 euros) por el pase de un día al festival. Y con ello pierde parte de su valor y de su encanto. Pero sobre todo de su poder para influir y tocar a gente de verdad diversa. 

03 julio 2010

Orgullo para decirle a gente como tú que lo que hago y soy está bien

¿Quieres saber para lo que sirve un día como el 28 de junio y una manifestación como la que hay hoy en Madrid? Para poder gritarle al mundo y a la gente que nos trata como me has tratado tú que ser homosexual, bisexual, pansexual, intersexual, transexual, queer o lo que nos dé la gana está bien. Es algo igual de bueno o de malo que ser heterosexual. Es algo que es, existe, es parte de la sociedad, parte del mundo. Estamos aquí, somos personas y hay que tratarnos con el mismo respeto que a los demás humanos.

Llevo años escuchando las mismas estupideces: el orgullo no hace falta, el orgullo es una fiesta, el orgullo no tiene sentido... O todavía peor: tendría que haber también un orgullo heterosexual, no hay nada de lo que estar orgulloso... Pues no, señores y señoras. El orgullo LGBTIQP no es ninguna fiesta, no es un desfile de carnaval, no es un recuerdo de tiempos peores, no es un sinsentido, no es un sentimiento innecesario. Y todo eso lo sabe cualquier persona LGBTIQP que tiene que sufrir de vez en cuando la humillación de ser maltratada, discriminada, insultada, vejada por algún heterosexual con ganas de molestar, con ganas de ser simpático, con ganas de ayudar, con ganas de entender, con ganas de sexo, con ganas de guerra, con ganas de ser cool... La vida a veces cerca de los heterosexuales es muy dura y muy difícil. Por eso seguimos necesitando de este día para deciros a todos: ¡a la mierda con la homofobia y los homófobos!

02 julio 2010

La peor respuesta a una declaración

A lo largo de mi vida he recibido respuestas bárbaras y que duelen, pero desde luego algunas se llevan el premio gordo. Entre ellas está la verdadera crueldad que salió de tu boca al oír lo que siento por ti. Después de varios días dándole vueltas a si decírtelo, después de varias horas reuniendo el valor para hacerlo, cuando por fin me atrevo a confesarte que estoy enamorada de ti, ¿qué es lo que escucho? Esta bella frase:

"Pues como ya sabes que a mí eso no me pone, ahora desde luego sí que no tienes ninguna oportunidad conmigo".

Gracias. Es la frase más dulce y más llena de empatía que he oído en mi vida. Y en realidad está muy bien que me lo digas si es lo que sientes. Pero de verdad, qué pena que das si es cierto que eres así. Pena porque si tienes un mínimo de sensibilidad y sentimientos vas a ser desgraciada toda tu vida, ya que no vas a apreciar a nadie que te quiera y siempre vas a buscar a los que te traten mal, a los chulos que no te quieren. Y ya de paso, qué pena que doy yo por haberme enamorado de alguien que es capaz de contestar a una declaración de amor semejante frase. 

01 julio 2010

¿Intensa yo?

No pensaba escribir pero esto me está dando vueltas en la cabeza y no puedo dejarlo, así que tengo que sacarlo y dejarlo en algún sitio. ¿Lo verás aquí? No lo sé, pero yo al menos tengo que decirlo.

La otra noche en tu casa me dijiste que igual que la superficialidad de él te hacía sentir mal, mi intensidad te había agobiado. Yo desde entonces no dejo de buscar dónde está esa intensidad de la que hablas que yo no he visto. O, mejor dicho, no en mi lado. En ti sin embargo sí que la he visto. Fuiste tú quien empezaste, quien continuaste y quien aparentemente le ha puesto fin a todo lo que hay en ti y lo que hay entre nosotras. Fuiste tú quien dijo, quien hizo, quien jugó, quien mandó ese sms, quien vino llorando, quien estuvo vacilando con lo que hacer, sentir y desear, quien sintió que no tenía nada, quien perdió los papeles y afirmó no querer algo que habías buscado y que yo no había afirmado querer dar, quien se sintió mal, agobiada, asustada, confusa, perdida, vacía, sola, etc., pero también atractiva, querida, deseada, protegida, bien..., quien intentó nuevamente obtener eso que ya habías negado querer, quien mintió, quien cambió de explicación y de motivo cien veces a lo largo de una semana y de actitud trescientas a lo largo de las semanas siguientes, quien tuvo ataques de ansiedad, pánico y crisis de identidad, quien se fue corriendo y afirmó barbaridades que no quiero ni repetir. Fuiste tú y solo tú quien en todo ese juego no supo hacer las cosas de forma calmada, quien no supo afrontar sus propias decisiones ni sus propios sentimientos, quien no supo mantener la compostura ni las explicaciones que empezaste dando, quien reaccionó con una intensidad para mí sorprendente y desconcertante. Fuiste tú quien se asustó, quien se siente quemada, quien dice sentirse mal y quien no sabe cómo controlar ese fuego que tú has encendido en ti.

Yo, sin embargo, creo que lo único que hice fue responder a tus proposiciones, negarme a hacer las cosas cuando no me parecieron oportunas, hacer lo que sentí y deseé en cada momento sin escandalizarme por lo que pasaba, por lo que sentía o por tus doscientos cambios de dirección en una semana. Llevé las cosas con calma, que no es lo mismo que intensamente, mientras tú dabas palos en todas las direcciones posibles. Respondí a tus preguntas, puse mis condiciones y te expliqué con claridad qué quería y qué no quería. Eso no es intensidad. Es sinceridad, algo a lo que aparentemente no estás acostumbrada.

Así pues creo sinceramente que te equivocas cuando dices que soy yo la que ha transformado lo que tú creías que iban a ser unos simples polvos en algo intenso y complicado.

Yo para empezar no le veo la complicación ni siquiera ahora. Sexo es sexo y en eso no hay ni complicación ni intensidad a no ser que uno se la quiera dar. Yo no quería darle ninguna de las dos cosas ni creo haberlo hecho. Lo que quería darle desde el principio es el sentimiento adecuado. No solo pruebas, no homofobia disfrazada de coolness, no yo por ser la opción fácil, no conmigo por calentarle a él o elevarte a ti el ego por ser capaz de ligarte a la lesbiana. El sentimientos adecuado como los que tú despertaste en mí: atracción, deseo, pasión, calentón, curiosidad, cercanía, intimidad, amistad... y quizás amor.

Y para seguir solo veo que los espasmos de dolor los has estado dando tú hasta que te has asustado tanto que has decidido pararlo todo sin darme ese motivo y sin querer tú misma pensar en ello para poder archivar la historia en tu mente como que yo he sido la mala y tú solo has empezado algo que luego no te ha apetecido continuar.

Pues olvídate de esa visión, porque para no variar te estás vendiendo a ti misma la historia reinterpretada para apagar tu conciencia y con ello no transformas la realidad, solo te transformas tú en una sombra de lo que podrías ser y tener con tu vida. Tú y la intensidad de tus sentimientos varios son lo que te ha agobiado. Tu propia intensidad, no la mía.

Algunos viejos escritos

Como sabéis, me he tomado una pausa con el blog y no he estado publicando entradas en las últimas semanas de junio. No lo he hecho porque necesitaba un poco de calma para pensar. Sin embargo, eso no significa que no haya ido escribiendo cosas. Muchas de ellas no las publicaré, pero algunas he decidido que voy a sacarlas a la luz en los próximos días. Son escritos personales y no tanto asuntos daneses, políticos, religiosos o lo que sea. Son las cosas que han llenado mi mente y que he sentido la necesidad de escribir. Algunas ya no serán actuales ni relevantes para la situación actual. Muchas son muy pesimistas. Pero aun así me parece que no me tengo que dejar coartar en lo que escribo y lo que es mi blog por situaciones sin sentido como lo he hecho estos días.

Así pues, en las siguientes semanas aparecerán de vez en cuando "viejos" escritos. Por supuesto, también publicaré como siempre cosas que vaya viviendo, sintiendo y deseando comentar y que tengan relevancia para el momento en el que estamos. Eso sí, tal vez no publique todos los días como hacía antes. Ya lo iré viendo.