27 agosto 2011

Sentimiento físico

No sé por qué es así, pero contigo las cosas que siento se transforman en sentimientos muy físicos. En reacciones completamente corporales. Cuando me entero de algo que has hecho que me parece profundamente desagradable noto ganas de vomitar en el sentido más literal de la palabra. Cuando estando tú triste nos abrazamos, nos acariciamos y nos estamos susurrando cosas al oído, al irte mi cuerpo tiembla de la intensidad y la autenticidad del momento compartido. Cuando me abrumas con tus ataques y tus ganas de quedar por encima siento como si de verdad hubieras puesto todo el peso de tu cuerpo sobre mi espalda. Cuando creo intuir la posibilidad de tu deseo me siento fluir a mares. Cuando me comporto de forma que me avergüenza ante algo que tu provocación me ha llevado a hacer, siento que el calor de la sangre acudiendo a mi piel invade cada centímetro de mi cuerpo. Cuando escribes algo que me duele, siento como si me hubieras clavado un puñal en el estómago y me falta el aire. 

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