31 mayo 2012

La discapacidad social de no saber montar en bici

Vivir en Dinamarca y no saber montar en bicicleta es como ser discapacitade. Es una tara social que se te impone. No es que tú por ti tengas ningún problema, es que aquí si no has aprendido a montar en bici de pequeñe no eres capaz de funcionar de forma normal, es decir, de la forma que se espera que seas capaz de funcionar. Sencillamente se da por hecho que todo el mundo saber cómo manejar una bicicleta. Como digo, es justamente como todas las discapacidades, una lectura de un cuerpo y una función basadas en una imposición social.

Así, en este contexto en el que vivo, yo tengo esta discapacidad y la he tenido durante todos estos años aquí.  Lo cual ha sido duro innumerables veces y de incontables formas. Me ha cerrado un gran número de puertas y me ha hecho sentir inadecuade o un problema para los demás en mil y una situaciones. Además, tanto se espera que sepas montar en bici que la reacción que siempre he recibido al tener que salir del armario y decir que no sé es sorpresa, pero nunca una oferta de ayuda o la posibilidad de aprender de un modo que supusiera un mínimo esfuerzo para otra persona. Hasta ahora. Y precisamente por eso el que ahora la reacción sea tan diferente me toca de verdad la vena sensible. Y me ha hecho aceptar la oferta. Y con ello no solo empezar a aprender a montar en bicicleta, sino que también aprender a disfrutarlo, echarlo de menos cuando no lo hago y sentirme enormemente cerca de la persona que me está ayudando a avanzar por ese camino que ha estado cerrado para mí de forma tan visible y tan incómoda.

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30 mayo 2012

Programa para registrar la mestruación sin rollos de embarazo


Nuevo teléfono y nuevo motivo para molestarme con la cisheteronormatividad de la sociedad y las expectativas que se tienen sobre un cuerpo como el mío que menstrúa. Estoy buscando una aplicación para Android con la que registrar las fechas de mi menstruación. Algo sencillo que ponga en mi calendario el día en el que empezó, el día en el que acabó y cuándo se espera que sea la próxima vez. Pues bien, no encuentro un puñetero programa que no esté lleno de basura adicional sobre embarazos, temperaturas corporales, ovulaciones, tomas de píldoras y demás detalles para planificar o evitar que tu cuerpo se convierta en el refugio de un monstruo de tamaño creciente en espera de salir a la luz entre un río de sangre cual alien hambriento. Así que ahora va a resultar que todas las personas que menstrúan y quieren registrar la fecha lo hacen por motivos concernientes a las relaciones sexuales, que además por supuesto son relaciones sexuales "heterosexuales" en las que se espera una reproducción dentro de esos supuestos cuerpos "de mujer" que por narices son fértiles solo porque menstrúan de vez en cuando. ¡Ayyyyyy!

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29 mayo 2012

El sueño escandinavo de cada verano

Ya estoy en las mismas. Cada año por esta época me entra la misma locura. Un sueño que ya dura más de dos décadas y que nunca se materializa. Viajar alrededor de Escandinavia, y todavía mejor por todos los países nórdicos. Claro que la forma concreta ha ido cambiando. Y además una buena parte ya la he realizado poco a poco y en profundidad. Pero nunca aquello que desde el principio ha sido la verdadera fascinación: subir al norte. Cuanto más al norte mejor. 

Ruta en barco de Hurtigruten

Cuando empecé a imaginarme esto me veía como hacen muchos europeos del sur, llegando a Dinamarca en avión y haciendo una pequeña ruta por este mini país, para luego seguir viajando en uno de esos barcos para turistas, Hurtigruten, que te llevan por los fiordos noruegos y toda la costa occidental hasta el Cabo Norte, después tomar un bus por el norte de Suecia e ir bajando por Finlandia. Por supuesto, visitando por el camino todas las grandes ciudades sobre las que tanto había leído.  Además, de algún modo quería meter Svalbard e Islandia en ese gran tour del norte. Ni idea de cómo. 

Ahora muchas de esas ciudades del sur y del centro de Escandinavia ya las conozco. Una de ellas incluso es mi casa. He visitado justamente todo lo que no está marcado en el mapa de la ruta en barco, lo que no está ni visible. Oslo, Helsinki, Tallinn, Estocolmo, Uppsala, Gotemburgo, Halmstad, Lund, Malmö, Copenhague, Odense, Kolding...

Por eso, cuando me mudé aquí empecé a verlo de otra forma. El sueño fue cambiando. Ya no quería ir con los turistas. Ni hacer todo de una vez. Islandia y Svalbard son claramente viajes por separado. Igual que las Islas Feroe. Además ahora quería ir en coche, por mi cuenta. Decidir qué cosas ver yo. Cuánto tiempo usar en cada sitio. Dar la vuelta al completo, parando en albergues, cabañas en el bosque, hoteles. Empecé a tener problemas con decidir por dónde bajar: ¿Suecia o Finlandia?



Por otra parte, a medida que he ido conociendo las ciudades del centro y sur, han dejado de formar parte de mi sueño. Empecé a quitar de la ruta lo que ya había visto, y  mi atención se fue centrado más y más en la naturaleza. Y las ciudades del norte.

Hace un par de años empecé a acampar en verano. En Suecia en campings reglados de pago. Y eso me despertó un hambre de viajar de otra forma diferente. Todavía por aquel entonces de forma bastante normativa, pero ya dejando de pensar en hoteles y en ciudades. A centrarme en lo que siempre había deseado, perderme en la naturaleza. Y también a abrir mi mente en cuanto a lo que es necesario a la hora de viajar.

Un par de años después, muchos pensamientos diferentes, muchos cambios en mi vida, en mi forma de verlo todo. Y aún así aquí estoy otra vez. Cada año llegado este momento miro y remiro cómo hacer esta locura y siempre acabo dejándolo. Es un proyecto enorme, lleva mucho tiempo, mucha planificación... mucho dinero que no tengo. Y sin embargo ahora creo que sería posible de otra forma. Para empezar porque ahora puedo comunicarme sin problema en todos estos sitios usando sus idiomas locales, y eso lo hace más fácil y más barato. Y para seguir porque mis estándares han cambiado. Desearía hacerlo en bus, en tren, en autostop, compartiendo un coche, de polizón en algún barco... lo que sea que no cueste una fortuna y que no suponga tener que viajar como un turista con horarios planificados y sin ver nada fuera de la ruta. Con la mochila en la espalda, la tienda para acampar en cualquier lugar al aire libre, usando sofás de gente en CouchSurfing, durmiendo en granjas a cambio de un poco de trabajo manual... Sin tiempo predeterminado. Exactamente lo mismo que desearía hacer en USA y Canadá. Y ya no me hace falta hacerlo todo de una vez. Ahora casi preferiría volar al norte y darme vueltas por allí directamente.


Me pregunto si alguien ha hecho algo como esto en bus o de autostop, o de alguna forma no organizada, y le apetece compartir la experiencia aquí. Y cuánto tiempo y dinero es necesario para hacerlo. Pero vamos, que creo que seguiré soñando...

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28 mayo 2012

La policía danesa advierte contra emplear gente que hable inglés

Todavía después de todos estos años alguna gente que encuentra mi blog por casualidad sigue escribiéndome que exagero al hablar de la xenofobia en Dinamarca y de lo difícil que es encontrar un trabajo como inmigrante aquí. Incluso cuando ya la mayor parte de mis entradas no hablan para nada de mi vida como extranjere en este país porque ya me he cansado de ver y repetir lo mismo. Y sin embargo, de vez en cuando aún necesito escribir en reacción a algo, aunque la mayor parte del tiempo no lo haga. Como esta vez en la que la policía se está comportando de una forma tan clara que no entiendo que esto no haya sido parado antes de salir a la luz.

Noticia en los periódicos y todas las televisiones: "La policía advierte en contra los trabajadores que hablan inglés". Da igual dónde lo leas, la conclusión que sacas es la misma: no emplees a personas que hablan inglés porque son estafadoras. Todo metido en una retórica hiper xenófoba llena de invitaciones a contactar a la policía y denunciar a les posibles trabajadores que lleguen buscando empleo solamente con que hablen inglés. Además, por supuesto, hay que anotar sus matrículas de coche y no contratarlos. ¿Los motivos que se dan? El trabajo es de mala calidad y acaba siendo mucho más caro que lo que te han ofrecido. 

Lo primero que pienso es que esto es tan exagerado que es imposible que la policía lo haya dicho así, así que me voy a buscar las fuentes. Acabo localizándolas. Se trata de la policía local del Norte de Selandia, la zona en la que viven las personas más ricas de este país. También el lugar en el que menos inmigrantes se ven por la calle, claro está. Un tipo, danés de "pura raza" a juzgar por la foto y por el nombre (Henrik Suhr), su contacto para la prensa, aparentemente ha dicho todas estas estupideces. En la propia web de la policía local la noticia está un poco cambiada: advierten contra los "ladrones estafadores", "que normalmente son extranjeros y hablan mal danés". Pero como se ve, la base es la misma. Aún así no me quedo satisfeche y sigo investigando hasta encontrarme esto en la propia página de la Policía Nacional danesa en Facebook:

"Pas på! Sommeren er traditionelt højsæson for engelsktalende fup-håndværkere. Typisk tilbyder de asfalt-, flise-, eller brolægningsarbejde af tvivlsom kvalitet og til en pris, der ofte bliver langt højere end det aftalte. Politiet advarer derfor mod, at man uden videre indgår aftaler med engelsktalende arbejdsmænd. Hvis man får en henvendelse fra potentielle fuphåndværkere, bør man i stedet kontakte politiet. //Politi"

"¡Cuidado! El verano es tradicionalmente la temporada alta de los obreros estafadores. Habitualmente ofrecen trabajos en obras de asfalto, azulejos o adoquines de calidad y precio dudosos, que a menudo acaban siendo mucho mayores de lo acordado. La Policía advierte por eso contra realizar acuerdos sin más con trabajadores que hablen inglés. Si recibe una oferta de un obrero potencialmente estafador, debe en su lugar contactar con la policía". Firmado: "La Policía"

Más claro ni el agua. Como los comentarios que aparecen debajo que no han sido censurados y están llenos de racismo y xenofobia, hablando de los extranjeros como plaga.

Llegados a este punto de xenofobia y racismo institucionalizados en el que nadie levanta una ceja ante advertencias de este tipo provenientes de un organismo público, ¿qué se puede hacer? ¿Cómo es posible que no haya quejas ni comentarios en los periódicos de izquierda? ¿Que no haya revuelo político ante tales situaciones? ¿Que ni mis amigues más radicales de izquierda lo comenten en Facebook? La respuesta está clara: porque en realidad suceden todo el tiempo. Dinamarca es un país en el que pronunciarse de forma xenófoba no solo no es criticado, sino que directamente es aplaudido por la mayoría y es producido por instituciones a las que no se pueden criticar. Porque, ¿sabéis cuál es la única solución posible a esta situación? Denunciarlo a la policía. ¡Jajaja!


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21 mayo 2012

Nuestra canción

Las relaciones monógamas están llenas de rituales que a mí me resultan vomitivos. Uno de ellos es la dichosa canción. No sé por qué es una obsesión tan extendida eso de decidir que una determinada canción es "la canción" de dos personas que tienen una relación romántica y sexual. Y casi siempre además es una canción pegajosamente melodramática y llena de lugares comunes, palabras huecas, poesía de la que escriben les niñes en primaria, sentimientos grandiosos que en el fondo no lo son tanto y demás artificios propios de quien necesita declarar a gritos que ama, ama solo a esa persona y la ama para siempre... porque sabe que no es cierto. 

Es justamente esa conciencia de que lo que se dice no es cierto lo que yo creo que lleva a la gente a realizar todos esos rituales sin sentido... o más bien cuyo sentido es intentar convencer al otre de lo que une misme no está convencide. Rituales que en ese mundo monógamo nadie cree, todes desean y por tanto todes interpretan por miedo a ser acusades de insensibles o faltes de amor. Las incómodas cenas a dos velas en el restaurante más caro y con menos comida en los platos de la ciudad, el baile abrazades al ritmo de una canción empalagosa, las promesas con los dedos cruzados a la luz de la luna, las noches de sexo tibio entre pétalos de rosas, las lágrimas provocadas por la presión de tener que sentir que esa boda es el día más feliz de tu vida cuando en realidad te produce náuseas, la obsesión con alimentar el capitalismo celebrando cada estúpida fecha sin sentido...

"Nuestra canción" es desde luego para mí el motivo más claro para que una canción deje de gustarme. En cada una de mis relaciones pasadas, cada vez que alguien ha intentado darle un significado especial a una canción para hacerla nuestra, lo que ha provocado en mí es el más profundo asco, el más intenso odio hacia esa canción que anteriormente me era indiferente o que incluso en (escasas) ocasiones me gustaba.

Un asunto diferente es escuchar música y asociarla a personas o a momentos pasados, igual que hacemos con todo lo demás: olores, sabores, situaciones... Pero de eso a convertir esa música en otro lazo supuestamente indivisible de nuestra fantástica y exclusiva relación hay un buen trecho... trecho que yo no quiero cruzar y que odio que no sea respetado obligándome a asociar mierda a mi idea de lo que es tener una relación.



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17 mayo 2012

Soñando con nuestras transiciones

Las escasas veces en las que hemos compartido nuestros sueños un aspecto común ha surgido en ambas direcciones: soñamos con que ele otre ha pasado por algún proceso de transición hormonal o quirúrgico y que nuestros cuerpos se adecuan más a nuestras identidades que lo hacen ahora. Yo te sueño con pelo en el pecho, tú me sueñas sin tetas, yo te sueño con un gran clítoris, tú me sueñas con barba... Me encanta estar con una persona genderqueer como yo, alguien que en su subconsciente me ve como yo me veo, y al que sé que puedo de forma acertada ver más allá del binarismo de género de nuestra sociedad. A veces desearía que ambes estuviéramos transicionando al mismo tiempo. Sería maravilloso descubrir también así nuestros cuerpos.

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15 mayo 2012

Ya no quiero escribir más en femenino

Ha llegado un punto en el que ya no creo completamente en los motivos por los que durante todos estos años he escrito en femenino en mi blog. No puedo dejar de notar cada vez que estoy haciendo algo que no me hace sentir bien. No puedo dejar de ver cada vez que utilizo algo que no me es natural. Y por tanto que me incómoda sin cesar. De hecho, creo que juega un papel en mi apatía con mi blog últimamente, porque me resulta tan desagradable nombrarme en femenino...

Además siento que aunque logro mi objetivo de visibilizar que la red está poblada de personas que no son solo de género masculino, al mismo tiempo siento que contribuyo sin quererlo a invisibilizar la existencia de personas de otros géneros que no son ni femenino ni masculino, y eso no solo va en contra de mis propios intereses e ideales políticos trans, va en contra de lo que yo también veo como una parte del feminismo: la lucha contra el patriarcado evitando la exclusión de otros géneros que los que ya tienen el poder.

Por tanto he decidido dejar de escribir en femenino y hacerlo en neutro, siguiendo el método que explico en esta entrada, y con ello adecuando mi escritura a mi identidad de género y mi lucha política.

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11 mayo 2012

Apago ya la luz

- Apago ya la luz. Buenas noches.
- Buenas noches. Que descanses.
Silencio. Por fin. Ahora me puedo olvidar de todo y centrarme en ti. Navegar en este estado de semi inconsciencia que siento cuando estoy muy cansada. Dejarme llevar. Mirarte desbordando deseo sin que me resulte incómodo. Respirarte con ansiedad sin tener que disimularlo. Aspirar tu aroma sin hacerlo a escondidas. Notar tu aliento y dejarme atrapar por él. Seguirte hasta el borde de la cama. Acercarme sin ni siquiera pensarlo. Mirarte con pasión esos ojos oscuros que brillan con ardor en el silencio. Besarte... ¡Besarte! Llevo años besándote sin haber tocado la suavidad de tus labios. Sin haber bebido la humedad de tu lengua. Y tú me estás mirando con mayor intensidad que nunca. A dos centímetros de mis ojos. Te veo. Te siento... ¡Me amas! Tu lengua me lo está diciendo en este silencio húmedo. Me desbordo. Ya no encuentro tus labios, me he perdido entre tu pelo rizado que acaricia mi cuello. Tus brazos, ¿cómo han llegado hasta mi espalda? No sé, no importa. Da igual. Me abrazas, me aprietas contra tu pecho, contra tu vientre, eso es lo importante. Ni siquiera noto tu camiseta. Desprendes tanto calor. Estás tan cerca como siempre he deseado. Estás entre mis brazos. Me tienes entre los tuyos. Sigues apretándote contra mí. Me falta el aire. Así. Sin aire, solo con tu intenso aroma. Te aprietas tanto contra mí que noto el hueso de tu pubis clavándose en el mío. El pensamiento me marea. Aquí te tengo. Con tu sexo buscándome, apretándose contra mí. Estás húmeda, ¿o soy yo? Estás tan cerca que no sé si es tu cuerpo o el mío. Calor. Sudas, salivas, lubricas. Humedad. ¡Y qué olor! Siempre me alcanza, pero nunca tanto como ahora. Me estás empapando, ¿o soy yo? Tu boca bajo mi camiseta. Tu barbilla entre mis pechos. Tus manos en mis bragas. Agarrando mi culo te aprietas contra mi. Siento curiosidad. Creía que tenías bragas. ¡Creía que las tenía yo! ¡Y ahora tengo mi mano entre tus piernas y lo único que encuentro es piel! ¡Piel húmeda! El pensamiento me hace temblar de excitación. Tengo mi mano en tu coño y tú me miras con un fuego que me está quemando por dentro. Me deshago en agua. Tengo que probarte. Saborearte. Salada. Dulce. Y aquí dentro ácida. Deliciosa. En todas partes aromática. De verte, de sentirte, de beberte, de mirarte ya no puedo más. ¿Me estás acariciando también o qué produce esas contracciones en mi sexo? ¡Sí apenas me has tocado! Te miro y sonríes. Sonríes y gimes. Te mueves, aprietas mi cabeza y tiemblas. ¡No, no quiero que se acabe aquí! Decidida, me tumbo sobre mi espalda sin dejar de abrazarte. Noto tu peso sobre mí. Me besas y colocas tu mano entre mis piernas. Allí estás: sobre mí, dentro de mí. ¡Llevo toda la vida deseando este momento! Tus dedos son como fuego. Me abrasas. Y cuando te mojas los dedos en ti y los vuelves a meter en mí el tiempo se detiene, se alarga, se acelera, se pierde. Mi corazón explota de emoción, mi cuerpo vibra de pasión. ¿Estaré soñando? Busco tu coño con mis manos para asegurarme de que es cierto, de que no es otro de mis delirios. Allí está. Tan húmedo... ¿Es tu humedad o la mía? Te incorporas. Veo tus pechos, tus pezones oscuros, tu piel erizada. Tu cabeza se inclina hacia detrás mientras cabalgas sobre mi mano y yo babeo de excitación, de adoración, de admiración. Te dejas llevar. Te mueves como siempre he querido verte. Ni sé ni me importa el tiempo que estás allí. Te tengo sobre mí. Desnuda. Con la guardia completamente bajada. Tus piernas alrededor de mis caderas. Tu coño en mi mano. Tus tetas balanceándose frente a mi cara. Tu barbilla apuntando al techo. Tu boca entreabierta exhalando gemidos que me llegan a las entrañas. Tu culo sobre mis muslos. Mis pezones apuntándote. Los pelos de mi coño acariciando tus ingles. ¡Así! ¡Aquí! ¡Mmm! ¡Así! ¡Eso es! ¡Mmmmmm!
- Oye...
¡Mmmmm! ¡Así! ¡No pares nunca! ¡No te vayas nunca! ¡Así! ¡Mmmmmmmmmmmmmmmm!

- ¡¡¡Oye!!! ¿Estás bien...? Creo que estabas teniendo una pesadilla. Te movías de forma muy brusca y murmurabas algo, pero no entendía lo que decías.
- ¿Ehhhh...? ¿...? ¿Qué?
- Te he despertado porque parecía que te pasaba algo... ¿Estás bien?
- Sí, solo estaba soñando. Estoy bien. Sigue durmiendo, amor, que si no mañana vas a estar cansado. Buenas noches.

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09 mayo 2012

Repartiendo habitaciones transfóbicamente

Un grupo LGBT+ de viaje. Hora de repartir las habitaciones. Les organizadores, cómo no, homosexuales y bisexuales cisgéneros elles, no se han planteado ni mínimamente que esa segregación binaria de géneros en la que nos quieren repartir no es bienvenida en un grupo que también incluye a personas transgénero e intersex de diverso tipo. No se pregunta nada. Directamente se da por hecho que tu nombre decide en qué habitación duermes y con quién compartes intimidades. ¡Pero esto es un supuesto ambiente seguro para TODAS las personas LGBT+, leche! Y así yo desde luego ni me siento segure ni me siento bienvenide. Al contrario, me siento insultade.

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07 mayo 2012

Tocar pies

Estaba dándole vueltas y sé que eso de tocar pies es un elemento conflictivo para mí. ¿Pero por qué? ¿Qué es lo que hace que me resulte incómodo o privado? ¿Por qué me es más difícil tocar un pie que una mano? ¿Es el olor? ¿El sudor? ¿La falta de costumbre? ¿La dificultad para acceder con facilidad? ¿Algún tabú social o personal? ¿Algún trauma infantil? Sinceramente lo que me parece más posible es esto último e incluso tengo una posible experiencia candidata para ocupar el lugar de inicio... pero tal vez es por cualquier otro motivo.

Al mismo tiempo me resulta curioso observar que socialmente los pies ocupan un lugar muy destacado dentro de la sexualidad, especialmente dentro de la sexualidad kinky. Y pienso si no será precisamente por eso que también ocupan un lugar muy íntimo para mí.

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06 mayo 2012

Desnudando mi blog en un ataque de locura

En algo que sé que seguramente en otro momento definiré como un ataque de locura, de repente he publicado hace un rato unas 40 ó 50 entradas antiguas que en su momento no me atreví a mostrar por motivos diversos, casi siempre sobre temas personales, con las que ya no me identifico y que tenía programadas para que aparecieran de forma automática en el futuro pero que he ido cancelando o aplazando. Pues bien, en lugar de seguir cambiando su fecha o abandonando su publicación, me ha dado un arrebato nudista y las he sacado a la luz colocándolas en el momento en el que fueron escritas en el pasado. Así que este blog ha crecido de repente en entradas y en intimidad. Lo difícil es encontrar dónde y cómo.

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05 mayo 2012

Una silla incómoda

Estar en la parte inferior de la pirámide jerárquica en la que está organizada esta sociedad y casi cualquier relación que tiene lugar en ella para mí equivale un poco a estar sentade en una silla incómoda y coja

Los privilegios funcionan como cojines y tacos que calzan y acolchan la dura silla de madera y diseño inadecuado. Una vez transformada en un cómodo sillón, la persona apenas nota que la rígida estructura existe y que se tambalea. De hecho, por no notar, a menudo no nota ni la silla o sillón. Se concentra en lo que sea que está haciendo o viviendo y olvida el marco en el tiene lugar. 

Sin embargo la persona sin todos esos cojines y tacos que son esos privilegios de los que carece y que le son negados, nota la madera de la silla clavándosele en cada músculo y hueso de su cuerpo, y no puede dejar de retorcerse de incomodidad intentando mantener el equilibrio. 

Ele privilegiade del sillón mira incrédule y se pregunta cada vez que es confrontade con la incomodidad del otre cuál es el motivo de tanta queja, de tanto malestar cuando la vida tiene lugar en un marco tan agradable, o como mínimo tan invisible. Ele sometide confinade en su incómoda silla se irrita más y más según sus músculos se van entumeciendo y acaba pensando solo en una cosa: cómo liberarse de la maldita silla para poder dejar de sentir ese dolor sordo en todo su cuerpo y, si además tiene la claridad de mente suficiente para ver el sillón estable y lleno de cojines del otre, planear cómo arrebatárselo de una vez por todas.

Es fácil no notar el trono desde el que realizas tus actividades cuando este se adapta perfectamente a tu cuerpo y te mejora la vida. Es fácil no ver un motivo para quejarse. Sin embargo no lo es tanto cuando estás tullide por tanto intentar amoldarte a una forma que no sirve para tu cuerpo y desde la que no puedes hacer otra cosa que intentar mantener a duras penas el equilibrio. Sin privilegios y recibiendo golpes cada vez que te tambaleas, solo sueñas con librarse de lo que te oprime.

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04 mayo 2012

Género gramatical neutro

Estoy modificando mi español para adaptarlo a mi forma de ver el mundo. Para poder expresarme con propiedad y de forma no ofensiva. Por ello, no solo quiero usar el genérico singular y plural en neutro, también necesito crear un tercer género gramatical para esas palabras que no quiero determinar ni en femenino ni en masculino al hablar de entidades con otros géneros o con género neutro. Esto lo voy a hacer del mismo modo que he hecho con el genérico, utilizando las terminaciones en -e y -es, para con ello separar el neutro del masculino, que en el presente se encuentran unidos (y por tanto son confundidos) en español. 


Por supuesto, este uso tiene su origen en una necesidad personal que surge de mi deseo de utilizar el neutro al hablar en español de personas genderqueer y transgénero que como yo misme no pertenecemos ni al género masculino ni al femenino.

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03 mayo 2012

Genérico neutro en singular

Ya hace un tiempo que lo empecé a hacer con el genérico en plural: neutralizarlo utilizando la terminación en -es en lugar de en -os o -as. Así escribo las entradas de este blog desde entonces, así escribo mis textos privados a mis amigues y conocides. Así hablo español. Y sin embargo no me resulta suficiente: necesito también hacerlo con el genérico en singular. Por supuesto, siguiendo el mismo método: -e en lugar de -o o -a. He decidido por tanto ponerlo en práctica desde ya mismo, aunque en su momento había elegido dejarlo para el futuro porque veía que era un cambio mucho más difícil de extender que el del plural que ya existía en parte por medio de construcciones como ellxs o ell@s. Pero lo cierto es que me ha resultado todo el tiempo artificial e ilógico hacerlo en plural y no en singular, por lo que voy a cambiarlo.



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01 mayo 2012

Mal sexo

Cuando reflexiono acerca de lo que es tener mal sexo para mí, un aspecto surge cada vez (aunque hay muchos otros, ya iré escribiendo sobre el resto): sexo que te hace sentir insegure con tu cuerpo, con lo que haces, con lo que la otra persona piensa sobre lo que sucede. Sobre todo sexo en el que sientes que a la persona con la que estas follando no le gustas de verdad, no le gusta tu cuerpo, no le atrae tu olor, no le excita tu piel, no le convence tu sabor, no le llama con desesperación tu boca, tu entrepierna o las partes implicadas en ese momento. Y por tanto sexo que se vuelve mecánico, sin comunicación, sexo en el que esa persona no escucha tu cuerpo, solo busca su placer o imitar lo que ha visto en alguna peli porno o lo que imagina que es buen sexo aunque en realidad sea una bazofia. O claro, también sexo en el que tú misme eres esa otra persona y ni sientes ni deseas verdaderamente, o tal vez ni remotamente, ese cuerpo con el que estás chingando.

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