Estaba dándole vueltas y sé que eso de tocar pies es un elemento conflictivo para mí. ¿Pero por qué? ¿Qué es lo que hace que me resulte incómodo o privado? ¿Por qué me es más difícil tocar un pie que una mano? ¿Es el olor? ¿El sudor? ¿La falta de costumbre? ¿La dificultad para acceder con facilidad? ¿Algún tabú social o personal? ¿Algún trauma infantil? Sinceramente lo que me parece más posible es esto último e incluso tengo una posible experiencia candidata para ocupar el lugar de inicio... pero tal vez es por cualquier otro motivo.
Al mismo tiempo me resulta curioso observar que socialmente los pies ocupan un lugar muy destacado dentro de la sexualidad, especialmente dentro de la sexualidad kinky. Y pienso si no será precisamente por eso que también ocupan un lugar muy íntimo para mí.
Creo que los pies son una parte del cuerpo humano muy cargado de intimidad y en consecuencia de una conección sexual muy potente.
ResponderEliminarPor otro lado estan relacionados con la humildad de quien los toca... piensa que en la antiguedad se caminaba mucho más y que en consecuencia las visitas llegaban muy cansados y con los pioes doloridos y sucios.... lavarselos era un acto de aceptación, humildad y entrega... algo de eso aún queda.... con más quesillo y menos barro, pero en su contexto final, muy parecido.
Tocar los pies tiene entonces dos aspectos: se entrega quien se deja tocar, aceptando que otro ingrese a la intimidad y se entrega quien toca, adoptando una humilde acptación de todo del otro....
No sé yo si ese es el motivo para mí, pero es un análisis interesante, ese último de la "doble entrega", Atonau.
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