17 octubre 2011

¿Cómo está él?

Cada vez que hablo a solas con alguno de mis amigos más cercanos en algún momento surge la pregunta: ¿Pero cómo está K? Siempre con un intuido ¿Lo lleva bien?

Esta pregunta surge siempre que hablo del resto de mi vida sentimental y/o sexual, cuando menciono cómo me gusta tal persona o cuánto quiero a tal otra, o comento los momentos que he pasado con Menganito o el tipo de relación que tengo con Fulanita. Aparentemente hay una unanimidad no siempre expresada directamente (aunque muchas veces ) pero visible: mi comportamiento es algo que tiene que doler a K, ya que si vivo con él y no tengo una relación monógama, lo que hago tiene que ser una tortura para el pobre.

Todos estos comentarios, que vienen también de la gente que más me quiere y que sé que en principio está de mi parte, muestran sin duda una visión crítica y negativa sobre mi forma de entender las relaciones y la vida, y especialmente mi forma de tratar a mi bello compañero de cama. Para decirlo de forma clara: piensan que soy una hija de cura con él. Y sé que detrás de todo esto se esconden un montón de prejuicios de este estilo:
  • K ha tenido que aceptarlo para poder estar conmigo porque él me quiere más.
  • No quiero a K lo suficiente porque si no, no le haría esto, no estaría con otra gente, no me enamoraría de otras personas, no tendría sexo con nadie, no se lo iría diciendo al mundo, no se lo diría a él.
  • Utilizo a K para no estar sola pero en realidad yo lo que quiero es ser libre o estar con tal o cual, no con él.
  • K es débil porque no ha sabido pararme los pies.
  • Esta forma de tener una relación solo me beneficia a mí, para K todo son desventajas, por eso sufre y se siente maltratado, humillado y herido.
  • En realidad es así porque soy lesbiana y necesito estar con mujeres aunque viva con este hombre al que no quiero por homofobia internalizada y adaptarme en apariencia a las normas sociales.
  • O lo que pasa es que como bisexual, o lo que es lo mismo, viciosa y obsesionada con el sexo, necesito tener a dos personas de géneros "opuestos" de forma simultánea para sentirme realizada.
  • K siente con toda seguridad celos terribles pero los esconde para no perderme.
  • Soy una egoísta que solo busco mi placer.
  • Tengo miedo al compromiso, a la intimidad, a establecer una familia y aceptar mi rol en una relación.
  • Estoy confusa y algún día me cansaré de "mariposear", pero entonces el destino se vengará de mí y K habrá encontrado a una persona que lo trate como se merece.
  • Etc.


Todo esto, y mucho más, surge y resurge mil veces si es necesario. Siempre las mismas dudas, las mismas miradas. Y lo cierto es que llegan a cansarme. Sí, mi vida es diferente. No tengo una relación con K de un modo que entiendan. Ni menos todavía con las demás personas. Pero, ¿no pueden sencillamente aceptar mis respuestas de una vez y dejar de interpretar mi realidad del modo que les place? ¿No pueden escuchar lo que dice K y creerlo en lugar de pensar que miente y esconde su dolor?

Lo más terrible es que yo lo veo justo al contrario. No estoy confusa, no miento, no escondo nada, no engaño, no trato mal a las personas con las que establezco una relación y si me comporto así es precisamente porque tengo un enorme respeto por sus necesidades y sus sentimientos. ¿Lo van a entender los demás acaso? Por lo que parece, no.

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3 comentarios:

  1. joder, qué bien verbalizas todo

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  2. Es el eterno debate: ¿monogamia o poligamia? ¿Relación tradicional y cerrada o relación abierta? Opino que el amor tiene muchas caras, y, también incluyo lo sexual. Si nuestra vida afectivo-sexual se rige desde el respeto, no veo inconveniente para ser felices. Es más, yo recomiendo a la gente que experimente y que no se encasille en un rol socialmente establecido, que viva la vida como la sienta, ya que, al fin y al cabo, la Felicidad puede llegar a ser una buena filosofía para alcanzar la plenitud.

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  3. Ciao Lille!
    me gustan tus rolas, no pares, sigue-sigue
    Abrazo virtual
    Kold0

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