13 septiembre 2011

Regalar 20 minutos cada día a la empresa

Más cosas que me irritan en los trabajos, especialmente los que son para gente no cualificada. ¿Por qué siempre tiene que haber injusticias claras en cuanto al tiempo en el que se trabaja? ¿Por qué hay que regalarle siempre a la empresa tiempo en el que no se te paga? De un modo u otro, siempre hay alguna injusticia y todas son similares: hay que estar 10 minutos antes de tu hora de fichar, salir en la práctica 20 minutos más tarde del tiempo que te pagan, tener pausas antes de iniciar el trabajo pero tener que estar allí, etc.

Regalar cada día 10 ó 20 minutos es mucho tiempo, especialmente cuando lo piensas en la versión a gran escala. Significa muchas horas de regalo por tu parte a una empresa que te explota. Y muchísimas más si unimos las de todos. Y eso es dinero que la empresa se mete en su bolsillo y es tiempo que tú pierdes de tu vida.

Nunca he entendido por qué la gente no se queja de estas cosas.

votar





2 comentarios:

  1. Pienso lo mismo, dia a dia dedico 15 minutos antes de empezar a trabajar, porque aunque no haga nada en ese tiempo tengo que estar ahí, más la hora que me tiro para llegar al trabajo(bueno ya eso es problema mio), pero la verdad es que a la hora exacta que se termina mi horario laboral me voy, ni un minuto más ni uno menos, por qué, porque antes me iba después de mi horario(o sea horas extras)y no me pagaban, ganaba lo mismo en nómina y hasta menos jajajajja, ahora me voy exacta y me pagan lo que me deben pagar según en nómina y hasta incentivos, jajajajaj, te hablo desde Madrid.

    Saludos1

    ResponderEliminar
  2. Por estos días, alguien me dijo: "¡venga le doy un buen consejo!, no regale ni un minuto al lugar donde trabaja..."; en ese momento traté de ser prudente, tal vez se notó mi desazón, pero no contesté con el argumento necesario, pero esa frase me quedó sonando y sentí la necesidad de escribir esto: Cuando andamos sin trabajo y preocupados por los gastos y necesidad que suplir, sobre todo cuando tenemos familia, rogamos a Dios que nos haga el milagro de tener trabajo, le pedimos favores a amigos y conocidos para que nos recomienden en alguna empresa. Cuando estamos a punto de firmar contrato, en frente el propietario de la compañía o del jefe de personal, con una sonrisa en el rostro y el corazón latiendo de emoción, aceptamos trabajar "X" cantidad de horas a la semana, "Y" cantidad de funciones y bajo "Z" número de políticas, de niveles de presión y exigencia, es decir, desde que comienza el primer segundo ya debemos estar trabajando, y terminar hasta el último segundo para completar todas las horas "efectivas" de trabajo a toda marcha, con ahínco, convicción y devoción, que aceptamos con nuestra palabra, firma y honor. El primer día de trabajo llegamos muy temprano, incluso más temprano que el vigilante. Luego al pasar el tiempo, al conocer a los compañeros, utilizamos el tiempo de la empresa para conversar con ellos, pedimos horas o días de permiso que no se descuentan del sueldo, cuando tenemos inconvenientes por el transporte, nos aceptan las excusas y una cantidad de solicitudes que nos ganamos con nuestro buena obra, hacemos perezas y nos dejamos convencer de personas que nos dicen la famosa frase de cajón "no le regales ni un minuto a la empresa, no te dejes explotar,... después nadie te da las gracias". ¿Por qué decaer en esa intensidad y motivación? ¿Por qué no regalar unos minutos que permitan mejorar la entidad y ayudar al propietario que nos da la oportunidad de trabajar y obtener el sustento diario nuestro y de nuestras familias? ¿Por qué no hacer un poco más y buscar la posibilidad de obtener una mejor posición dentro de la empresa? ¿Por qué no tenemos el sentido de pertenencia con nuestra empresa que en últimas es nuestro segundo hogar? ¿Por qué no trabajar por objetivos y metas en lugar de tiempo? ¿Por qué no aceptar nuestro salario como la recompensa a nuestra labor, y no exigir menos tiempo de trabajo u otras prebendas para hacer las cosas a gusto? Obviamente, si la empresa no nos cancela oportunamente el salario o si nos obliga a trabajar horas extras y no las paga, si recibimos maltrato, explotación y acoso laboral, estamos en el lugar equivocado y es mejor reaccionar para detener la situación o buscar otro trabajo, mejor aún, emprender un negocio propio y de ese modo podemos entrar y salir a la hora que deseemos, es más, si llegáramos a tener empleados, si lo deseamos podríamos darles la orden de que "no le regalen ni un minuto a nuestra empresa". Luego de esta reflexión pienso que la respuesta ideal a dicha frase debe ser "estoy muy agradecido con Dios y la empresa por el trabajo que tengo y no me duele "regalar un minuto al trabajo con profesionalismo, ética y gusto" porque ello me permite crecer, aprender más y seguir manteniendo mi trabajo con un alto nivel de eficiencia. Dios bendiga mi trabajo.

    ResponderEliminar

Si tienes problemas para dejar tu comentario, vuelve a pulsar en "Publicar". Casi siempre con insistir un par de veces funciona. Si no también puedes enviármelo a mi email en lilleskvat(a)gmail.com