15 diciembre 2008

La lotería y K

Cuando estamos de viaje en algún otro sitio europeo y veo eso del Euromillón por 2 euros y los pedazo de premios que se pueden ganar, a mí siempre me dan ganas de jugar aunque lo cierto es que pocas veces caigo en la tentación. Sin embargo, cuando veo las colas que hay durante meses en algunas administraciones de lotería para comprar décimos para el sorteo del Gordo de Navidad a ese precio tan económico de 20 euros, pues no me dan ganas y tampoco lo entiendo.

Sin embargo, lo que no soy es tan histérica antijuego como K. Siempre que me ve con esas ideas o tentaciones me empieza a meter un discurso sobre lo tonto que es jugar, que la compañía es la que gana el dinero, que las probabilidades son mínimas, que es tirar el dinero, etc. Y es curioso, porque casi nunca juego pero me dan ganas de hacerlo más cuando escucho todo esto. Supongo que me sale la vena rebelde y pienso que tampoco hay que ponerse así. Total, ¡solo son 2 euros!

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1 comentario:

  1. Además, un estudio ha demostrado que la gente que gane una fortuna jugando, casi nunca se hace mas felíz, e incluso normalmente se hace menos felíz despues. ¡Abajo las loterías!

    Eso sí, si Dios o el Destino quiere que ganes, lo mínimo que deberías hacer es comprar un billete.

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