25 diciembre 2009

Navidad, navidad... ¿dulce navidad?

Navidad, navidad, dulce navidad... ¡Pero qué rollo! ¿Dulce navidad? Pues no, de dulce tiene poco. No me gusta la navidad porque:

  • Hay que celebrarla en familia y yo prefiero elegir la gente con la que celebrar mis fiestas, no que me sea impuesta.
  • Hay que gastar una fortuna en regalos que no se disfruta ni dando ni recibiendo, porque todo es un estrés y un compromiso sin sentido.
  • Hay que mantener tradiciones ridículas como cantar cosas religiosas, decorar la casa malgastando energía, comer algo determinado, enviar felicitaciones sobre algo en lo que no creo... Y además ya de por sí no soy dada a mantener tradiciones si no tienen un motivo defendible.
  • Hay que tener ambiente navideño, espíritu navideño y alegría hipócrita solo porque lo dice el calendario.

Encima las navidades para alguien como yo significan en la práctica:

  • Cuando era niña y adolescente una tortura por tener que celebrar una fiesta familiar con una familia en la que no era precisamente feliz.
  • Cuando tenía una pareja mujer un constante recuerdo de la discriminación por no poder tener a mi pareja conmigo para no crear o recrear dos dramas familiares.
  • Teniendo una pareja hombre y viviendo en su país en lugar del mío, una pesadez por incluso celebrando cada navidad de exactamente el mismo modo cada año recibir las mismas instrucciones y los mismos comentarios como si fuera idiota por no haber nacido en esta cultura. 
  • Y en el presente, teniendo un suegro insoportablemente machista con el que ya no me hablo, soledad y amargura por verme otra vez excluida de todas las fiestas y no tener a nadie con quien pasar los momentos que "son para celebrar en familia".

Y lo peor de todo es que yo soy de las personas con suerte. Para mucha gente esto de la navidad es una tortura en la que recordar que se está solo, enfermo, se es pobre, no se tiene familia, no se forma parte de la mayoría... Este es el peor día del año para mucha gente y en realidad todo se debe a toda esa pompa con la que se insiste en celebrarlo. Así, los que no pueden celebrarlo así, sufren más que en cualquier otra noche normal. Que le pregunten a un mendigo anciano, enfermo, solo y pobre en la calle si le parece dulce la navidad...




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2 comentarios:

  1. Tienes razón en muchas de las cosas que has escrito. Tiene que ser un aténtico coñazo pasar las navidades con un suegro con el que te llevas fatal :S Rodéate de la gente que te quiere y te aprecia, e ignora a los que no merecen la pena, aunque sea gente muy cercana.

    La Navidad me encanta, no es por la religiosidad, sino por el ambiente que hay en todos lados. Me lo paso como una enana por la calle viendo las luces, con el tema de los regalos, comprando tarjetas, hinchándome a comer dulces de navidad, etc, etc...
    Lo veo más tradicional que religioso.



    Saludos!

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  2. La navidad es una fiesta manipulada por unos y por otros. Lo mismo que manipularon la figura de Jesús, ahora nos venden la moto de la navidad. Todo el mundo utiliza la religión a su manera para manipular al personal. Si en su día las religiones tuvieron sentido para regular la vida en sociedad, hoy en día apestan. Los únicos que se salvan son los religiosos que dedican los 365 días al año a la tarea de la caridad.
    La navidad es consumismo e hipocresía, por eso yo no celebro ni regalo nada. Y al que no le guste, que se joda. La familia lo entiende y y ya hay algunos que hacen lo que yo. Si se enfadan, a aguantarse toca, que yo no obligo a nadie a pensar como yo.
    El 24 y 25 me quedo todos los años en mi casa y no contesto ni a un mensaje de buenas intenciones. El primer año se mosquean, el segundo lo siguen intentando, al tercero te dejan tranquilo.

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