11 junio 2008

Volver a Madrid y llamar a mis amigos

Cuando vengo a Madrid, después de muchos meses en el extranjero, siempre se me hace raro tener que llamar a mis amigos. La verdad es que estoy deseando verlos y poder ponernos al corriente de las últimas novedades, pero aún así, siempre me resulta difícil dar el primer paso. Es como que da vergüenza ponerse a llamar y decir que estás aquí. Me parece que porque yo vengo tienen que sentirse obligados a dejar sus planes y quedar conmigo en algún momento y eso me da una sensación de inoportunidad, de estar imponiéndome a la gente... Y también de temor. Pienso que tal vez no les apetece quedar conmigo y si llamo se sienten obligados a hacerlo. O que aunque les apetezca en estos días no les viene bien. O que la distancia física se transforma en psicológica y que ya no sienten esa cercanía para querer pasar un rato conmigo... El caso es que normalmente cuando por fin reuno el valor (y ahora con los sms es más fácil, porque la gente decide si quiere verte y contestar o no), después cuando quedamos suele ser genial, muy relajado y parecer que no ha pasado el tiempo. Lo difícil es dar el primer paso, lo demás suele ser rodado...

Eso sí, con determinadas personas con las que mantengo el contacto también cuando estoy fuera, sobre todo si hablamos por teléfono o chateamos de vez en cuando, la cosa es diferente, porque ell@s ya saben que vengo y entonces no hay esa tensión ni ese miedo.

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