09 junio 2010

Slots

Hablemos de ranuras, sí, pero por una vez de forma figurada: las que se tienen en la agenda. Vamos, los huecos con hora de inicio y fin en los que se puede hacer un plan. Esos huecos están muy bien para aprovechar a hacer cosas muy diversas: comerte un kebab, hacer una llamada, echar un polvo con el repartidor de pizzas, actualizar tu perfil en Facebook, montar las cortinas, tomarte un café en un sofá público, aprender las notas de la nueva canción, mandar unos sms, darte una ducha...

Pero hay que ser consciente de que esos huecos en determinados momentos no sirven para lo que se tiene en mente. Algunas cosas con un marco temporal simplemente no pueden suceder. Al menos conmigo es así. Y es que además, si lo que hay en tu mente se parece mínimamente a lo que hay en la mía, desde luego que es cualquier cosa menos halagador que pienses que tiene que suceder entre la compra matutina del paquete de condones extra small y la visita antes del almuerzo al dentista. Con un slot de solo tres minutos para despegar porque hay vuelos más importantes en camino, prefiero quedarme en tierra que ponerme al final de la cola y esperar a mi turno. Así soy yo... Será porque no soy un hombre ;-)

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