09 julio 2008

Aparentemente somos muy diferentes


En la última semana he estado en varios sitios donde los que atienden me han dicho que me reconocían de alguna vez anterior que había ido. Incluso en algún lugar, como la embajada española, al entrar me han saludado por mi nombre, cosa que me deja atónita.

Hablando con K sobre ello llegamos a la conclusión de que aparentemente nuestro aspecto físico es bastante diferente sin que nos demos cuenta. Si no, no entendemos esa pasión por recordarnos, especialmente a mí.

No se trata de que seamos muy raros, pero tal vez nuestra ropa, nuestro estilo, nuestra forma de hablar (especialmente la mía con acento), nuestra profesión y estudios, todo ello unido y por dos nos hace ser una "familia visible", como llaman en los folletos de adopción aquí a las familias que adoptan niños extranjeros. En lugar de un hijo diferente en esta ocasión los diferentes somos los adultos.

Resulta de lo más extraño cuando entras a un sitio y te conocen hasta por el nombre y tú no eres capaz de reconocer a las personas allí.

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1 comentario:

  1. Todo tiene sus cosas buenas y malas. Mientras se acuerden de vosotros de forma buena, esta bien.

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