02 noviembre 2008

Prohibir la libertad de prensa


Cada mañana al salir de casa y pasar por delante del quiosco me da la misma vena antidemocrática y dictatorial: ¡abajo con la libertad de prensa!

¿Y la razón? Pues sencilla. Delante de los quioscos están puestos esos anuncios con el "notición" del día de los dos grandes periódicos de escándalos del país, Ekstra Bladet y BT, y es que cada día al leerlos me dan más asco. Lo más triste es la cantidad de gente que lee esos periódicos y cree que esas noticias, que no son tales, son importantes o incluso interesantes. ¡A mí qué me importa si el asesinato fue de tal modo o utilizando tal método! ¡Para qué quiero saber yo si la mujer del presentador de turno tiene cáncer o está de vacaciones en Bahamas con su amante! ¡Quién puede tener interés en ver 20 páginas a todo color de las imágenes del accidente de turno!

Luego vengo a España y veo todos esos programas de prensa rosa que hay en la tele y el espasmo de asquito me vuelve a surgir de forma inevitable en la cara. Escándalo, escándalo: ¡A Manolito le han puesto implantes en la polla y a Fulanita la han encontrado follando apasionadamente con Menganita! ¡¡¡¡¡Y a mí qué coño me importa!!!!!

O luego enciendo la tele por cable y me encuentro con el programa de Jerry Springer y ya sí que me da un pasmo de lo bajo que se puede caer por crear espectáculo.

Y entonces viendo el interés morboso de nuestras sociedades por ese tipo de basura lo único que me queda es casi desear que la libertad de prensa se suprima para evitar que el afán de enriquecerse de determinados medios de comunicación sin moral pueda alimentar la sed de sangre y morbo de los malvados seres humanos. Sin oferta basura no habrá tal sed de sangre.

votar





1 comentario:

  1. El problema no es que lo publiquen... es que la gente lo compra!!!

    ResponderEliminar

Si tienes problemas para dejar tu comentario, vuelve a pulsar en "Publicar". Casi siempre con insistir un par de veces funciona. Si no también puedes enviármelo a mi email en lilleskvat(a)gmail.com