Estoy cansada de oír la misma cosa: el pasado es pasado. Por supuesto, seguido de un discurso malo sobre que si piensas en el pasado no disfrutas el presente y si vives disfrutando del presente no tienes ni que recordar que el pasado existió. ¡Pues no! El pasado no solo es pasado, el pasado es presente. Presente porque en mi cabeza existe. Presente porque ha hecho de mí la persona que soy. Presente porque todo lo que hago hoy está influido por lo que he vivido antes. Incluso futuro porque todo lo que seré lo seré por el pasado que he tenido.
Además, el presente puro es una ilusión, no existe. Si no, no podría escribir esta entrada en el ordenador porque cada frase que he escrito está en el pasado y ya no la recordaría. Porque aprender a escribir está en el pasado y no formaría parte de mí. Porque mi mente sin mis conocimientos y recuerdos del pasado estaría vacía y no tendría más en ella que una pantalla de ordenador y nada que contar.
Mi pasado ni quiero olvidarlo ni entiendo por qué los demás insisten en que hay que hacerlo. El pasado es mi vida y yo estoy feliz de haberla vivido. Con sus cosas buenas y sus cosas malas. Pero es mi vida, ¿por qué hacer como si no hubiera existido?
Muy de acuerdo Lille somos la suma de nuestras vivencias,pero sin olvidar que cualquier tiempo pasado nunca fue mejor,saludos.
ResponderEliminarMuy buena y bonita la entrada. Estoy de acuerdo con lo que dices.
ResponderEliminarNo me queda más remedio que aplaudir este post.
ResponderEliminar¡BRAVO!