La última vez que estuve en Madrid y quedé con una de mis amigas de toda la vida sucedió algo muy curioso que no sé cómo explicar.
Ella con su esposo y yo con el mío, charlando de mil de cosas toda la tarde y con muy buen rollo. Pues bien, justo mientras nos estábamos despidiendo y sin ningún motivo que lo provocara, no sé por qué ella se puso a contar allí para los cuatro una escenita bastante singular de nuestro pasado. Y, de forma increíble para mí, lo que contó no se asemejaba a la realidad ni de lejos. Vamos, que la misma historia que hemos vivido las dos ella la contó como si fuera otra historia completamente diferente. K, que estaba escuchándolo, al irnos lo primero que me dice: "¿pero eso no es un poco diferente a lo que pasó?". Claro, él ha escuchado mi historia, así que tiene la misma idea que yo de lo sucedido. Sin embargo, parece que esta amiga cree otra cosa. O, en palabras de K, tal vez prefiere creer esa otra cosa porque es más "fácil y bonita de aceptar".
Lo que yo no entiendo es por qué, si de verdad sabe que lo que pasó fue otra cosa, me cuenta esta nueva versión a mí. Porque una cosa es contársela a la gente que no estaba allí y otra cosa a mí. Yo estaba allí. ¡El lío raro fue conmigo! Entonces motivos que se me ocurren para que hiciera esto:
- Tal vez cree que después de todos estos años ya no lo recuerdo bien y ella puede manipularlo confundiéndome con sus palabras y hacer que su versión triunfe.
- Tal vez lo que sucedió le da tantísima vergüenza que en su cabeza lo ha transformado para poder aceptarlo ella misma, y por eso lo que me cuenta es lo que de verdad recuerda.
- Tal vez sencillamente estaba buscando establecer una versión oficial de lo sucedido con mi consentimiento, ya que desde entonces no hemos vuelto a hablar de ello, y así quedarse más tranquila.
- Tal vez se preocupa por que su pareja se entere de la historia y prefiere poner las cartas a su modo sobre la mesa.
- ¿Alguien da más?
El asunto es que yo creo que haciendo esto delante de mí se arriesgaba a que yo dijera: "¡pero de qué vas, eso no fue lo que pasó!". Y entonces contar la historia como yo creo que fue. Pero no lo hice. Tampoco confirmé lo que estaba diciendo. Solo miré con un poco de guasa y con incredulidad alucinando por lo que estaba oyendo, sin afirmar ni negar nada. El ambiente se puso un poco raro, nos despedimos rápidamente y nos fuimos cada uno por su lado.
Y seguro que os estáis preguntando de qué va esa historia... Cotillos y cotillas... Vale... Ya va...
Mi amiga es hetero, o esa es la versión oficial y yo nunca he oído ningún comentario diferente sobre el tema. Que yo sepa siempre ha estado con chicos y nunca ha dicho nada sobre ser bisexual o tener interés o entender o nada semejante. Sin embargo, la noche ya hace muchísimos años en la que yo le conté que era homosexual, su reacción fue de lo más extraña... y bastante clara de forma no heterosexual. Tan extraña y tan clara que de los que estábamos allí tanto mi otra amiga hetero como mi pareja de entonces luego bromeaban diciendo que desde luego había otras chicas interesadas en meterse en mi cama. Vamos, resumiendo, que escuchó que era homosexual y se lanzó a intentar algo esa noche de forma muy directa y muy física. Pero yo no tenía interés y no sucedió nada.
Después nunca más volvimos a hablar del tema. Hasta que llegamos a la conversación que describo arriba en la que ella, misteriosamente, obvió todo lo que ella hizo y dijo esa noche, y en su lugar puso mucho énfasis en contar que yo estaba aquella noche de principios de los 90 asombrada de que ella no fuera homófoba. ¿No es extraño?
Yo desde luego estoy segura de mi versión. Además no es precisamente mi estilo no reconocer mis sentimientos o mis deseos, sean homo o heterosexuales. Por su reacción y el contarlo de esa forma justo al irnos delante de nuestras parejas creo que ella en el fondo también sabe que lo que sucedió fue otra cosa.
Puede que no sea así Lille y tu amiga esté convencida de una versión y tú de otra. Entra en juego la percepción de cada una, y os fijásteis en elementos diferentes, y el resto, aún sin darnos cuenta, lo pone nuestro pensamiento, que trata de darse una visión para completar la historia. Esto es muy frecuente y por ello suele ser motivo de miles de discusiones entre amigos, aprejas, etc.
ResponderEliminarA mí me ha pasado ya con algunas amigas, versiones tan radicalmente distintas, que no pudimos luego aclarar nada, porque cada una no eramos capaces de recordar la historia que contaba la otra. Así de compleja es la comunicación humana.
joerrr, creia q no ibas a contarlo!!!
ResponderEliminarlas tias llevais muuuuuy mal el rechazo, asi q me inclino en lo de dar una version oficial y consensuada sin consensuar.
dejalo pasar
Es verdad que a mi respecto sobre muchos otros temas me ha pasado lo mismo . Cada uno cuenta su verdado ,algo que para mi no era importante la otra persona se lo da y lo cuenta de tal manera que uno piensa que no han vivido lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo
Aparte de eso tan cierto que dicen sobre las dos verdades sobre una misma historia, yo creo que la cosa va encaminada hacia el punto dos y tres de lo que has dicho.
ResponderEliminarEn parte no lo recordará como tu y en parte querrá dar una versión oficial con tu consentimiento (por eso lo cuenta delante tuyo).
Y si la cosa quedó en nada, siempre que no te falte el respeto, que mas dá..
:)
Sí, anónimo, puede ser que yo no recuerde la historia exactamente, pero determinadas cosas son demasiado claras como para que haya duda o posible confusión. Hay cosas que se hacen con una amiga, hay cosas que se hacen cuando se quiere algo más que una amiga.
ResponderEliminarNo, JoPo, las tías no llevamos el rechazo peor que los tíos. Desde luego de las relaciones que yo he tenido, los hombres han reaccionado igualito si no peor ante un rechazo.
ResponderEliminarClaro que lo voy a dejar pasar. Y además me da exactamente igual que sacara el tema o que lo interprete como quiera. Solo me parece una historia divertida para contar en el blog.
Sí, pero el caso es que para mí eso no fue muy importante. La parte importante era salir del armario por aquel entonces ante mis amigos. Que luego ella tuviera o no interés ese día solo fue una anécdota sorprendente. Por eso no volví a hablar de ello con ella. Pero creo que tal vez para ella fue más importante, porque eso de hacer escapaditas para la otra acera si se tiene una mente un poco tradicional creo que puede ser bastante fuerte... Y supongo que por eso quiere dejar las cosas claras aunque hayan pasado casi dos décadas.
ResponderEliminarNo, si faltarme al respeto no lo hizo. No hay nada malo en mostrar interés. Al contrario, es halagador ;-)
ResponderEliminarGeneralmente suele pasar Lille. Cada uno vemos de una forma diferente un suceso de nuestra vida,y lo contamos a nuestra forma o conveniencia.Raro es ponerse de acuerdo. A mi me ha pasado con mi mismo marido, un suceso de nuestra juventud vivido los dos y después de años y comentar un día cosas vividas, me lo cuenta de diferente manera a como sucedió. Y por supuesto no fue como el dice. El está seguro yo también.¿Donde está el fallo? Creo que en la manera de verlo. Lo que no es lógico es la forma de tu amiga de repente contar algo sin venir al caso. Yo deduzco que igual fue intentar escusar algo delante de su marido, el motivo de la escusa ella sabrá. El resto no le daría importancia ninguna. Las personas somos muy raras algunas veces e imprevisibles.
ResponderEliminarNo le des mas importancia de la que tiene.
Un beso guapa
Homófoba contigo no fue, eso seguro. Yo diría que más bien le dio un ataque de femofilia, jeje. También es posible que te malinterpretara, como muchos hacen con los que "salen del armario" y creyera que se lo estabas contando porque estabas interesada en ella. Craso error... Y tu rechazo puede haberle dolido tanto que ha tenido que inventar otra versión de lo ocurrido para poder vivir con ello. Yo creo que tu amiga tuvo una conducta claramente homosexual aquella noche de la que se avergüenza, lo cual me hace pensar que aunque no fue homófoba contigo en aquel momento, sí que lo es ahora. Consigo misma.
ResponderEliminarSí, es verdad, Anita, a veces el problema es la forma de ver las cosas. Uno interpreta un hecho de una forma y otro de otra...
ResponderEliminarNo, importancia no tiene, pero es gracioso, creo. Siempre me llaman la atención estos cambios de opinión de la gente.
F, esa interpretación que tú le das es justo la que yo le quiero dar, pero estoy acostumbrada a que si lo hago me salen 40 diciendo que porque yo entiendo veo gente que entiende en todas partes... Pero sí, yo lo veo así, y creo que si es el caso, es triste que no se lo tome con más calma. A mí de verdad ni me molesta ni me agobia ni me amarga ni me preocupa ni me nada. Esperemos que a ella tampoco :-D
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