08 agosto 2010

De la fiesta heterosexual a la queer

Hace unos días viví una vez más uno de los aspectos más sorprendentes para los demás de ser una persona bisexual y poliamorosa. 

Primero a lo largo del día estaba invitada al evento más heterosexual que uno se pueda imaginar: la boda con una mujer del hermano de mi marido. Es decir, todo el día celebrando con mi familia política que otra persona más se ha decidido a aceptar (en apariencia al menos) las reglas de la sociedad heterosexual y lo ha firmado en un papel. 

De allí por la noche me fui con una mujer con la que creo que estoy dating al Copenhagen Queer Festival a disfrutar de unas horas en una Cuddle Party y luego una Sex Party. Es decir, el ambiente más completamente opuesto a la aceptación de las normas heterosexuales. 

Lo cierto es que me gusta tener ambas cosas en mi vida y me hacen una persona más completa y más capaz de ver el mundo desde varias perspectivas, creo. Eso sí, sin el escape que supone para mi cerebro tener ese otro lado queer creo que me habría acabado cansando de la situación tan familiar, tan danesa, tan mononacionalista, tan conservadora, tan clásica, tan heterosexual.

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2 comentarios:

  1. Petulante gilipollas...

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  2. Muchas gracias :-D Veo que te has visto personalmente atacado/a. A saber el motivo :-P

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