Una cosa que disfruto de verdad de la vida en la ciudad en Copenhague son los patios interiores que tienen los edificios. Aquí las casas se construyen de forma que en el interior hay una especie de jardín comunitario en el que todos podemos disfrutar de un mini trozo verde incluso en las zonas más grises de la ciudad. En ese patio siempre suele haber cosas para que los niños jueguen, césped verde, arbolitos, mesas para sentarse a comer el almuerzo y flores. Si encima tienes suerte también hay algo para jugar al baloncesto, fútbol o semejante.
Si pensáis que esos patios casi no se deben aprovechar con el clima escandinavo, os equivocáis. Aquí, al contrario que en España, en cuanto hace un rayo de sol tienes a medio vecindario abajo tumbado al sol intentado absorber la poca energía solar disponible. Bueno, de hecho los tienes casi sin ropa (un bonito espectáculo para ver desde la ventana). Y en verano estamos todos como locos por salir fuera y disfrutar de poder estar en el exterior sin llevar capas como las cebollas.
Es una pena que en España hayamos perdido en las ciudades esa forma de construir las casas que nosotros también teníamos de los árabes, con el patio interior. Hubiera sido una maravilla crecer en un sitio así para mí en lugar de entre las cuatro paredes del apartamento de barrio en Madrid. Aquí aunque no puedas salir más que la mitad del año, cuando por fin puedes, de verdad que lo disfrutas.
Ese es el espíritu del Eixample de Barcelona que, obviamente,fue sacrificado en aras de la especulación. Ahora lo han intentado recuperar a través de los interiores de manzana, pero como parques públicos. El ideal de vida escandinavo me parece el mejor, lástima del clima y la lengua que sino, yo viviría en Ystad, bien cerquita tuyo. Un beso.
ResponderEliminarYo crecí en uno de esos edificios construidos en 1942 al estilo modernista alemán. Más de 4000 m2 de patio interior lleno de árboles, que aún están en pie, jardines y zonas de juego. Pero eso era antes. Ahora, excepto los 50 enormes árboles orginales, los vecinos han decidido llenar ese magnífico patio de coches y motos...y coches abandonados y muebles abandonados...y cosas inservibles abandonadas...y ya nadie sale a ese patio-trastero abandonado por gente abandonada.
ResponderEliminarEsto es como que los árabes llaman Ryad. En Córdoba hay tambien casas asi, pero ciertamente se van perdiendo y cada vez son menos.
ResponderEliminarSaludos desde el caluroso sur.
Efectivamente, los llamados "patios" interiores son en realidad pequeños parques. Lo he visto la semana anterior, la mitad de la calle Njelandsvej es un largo parque detrás de la fachada de sus edificios.
ResponderEliminarObvio comentar las odiosas razones de esa ausencia en la construcción en nuestro pais.
Curiosamente y, bajo un calor sofocante,nadie baja al "patio". En un barrio tan denso sólo el trinar de pájaros se podia escuchar.
El ruido de España es diferente: voces infantiles jugando abajo y madres llamando al orden a sus retoños.
Por último,no he visto en ningún piso visitado ninguna habitación interior: o bien la pieza da a la calle o al "patio".
Hay quien dice que esos ambientes son tristes; a mí me parecen balsámicos.
Saludos
Pues a mi me gusta, si hay buen rollo es una forma de disfrutar. Aquí donde yo vivo hay algún edificio que si tiene esos patios exclusivos de los vecinos, mas bien son zonas con piscina y algún columpio para los nenes. Pero cada vez menos, donde si hay edificios en alguna ciudad andaluza con ese ambiente. Donde yo vivo mejor no, porque con lo asquerosas que son algunas capaces de echarte por la ventana agua sucia.
ResponderEliminarCon el clima donde vives mejor aprovechar lo máximo. Un abrazo Lille
Siempre me han encantando esos patios interiores. Con una fuente, con muchas plantas, con una balconada interior en el piso superior. Casi como un convento, con su claustro para pasear mientras llueve.
ResponderEliminarSalu2
Sí, Santi, en Madrid también hay esos interiores de manzana privados, pero solo en las casas carísimas de barrios pijos.
ResponderEliminar¿Ystad? Me sorprende la elección del sitio...
Atila, no me sorprende lo de que lo hayan convertido en garaje. En España la gente en general no valora nada las zonas verdes, y menos si tienes un coche para aparcarlo justo en la puerta de tu casa.
ResponderEliminarSí, José, eso es justamente, como un Ryad pero en versión escandinava para el frío de este sitio. Y sin fuentes.
ResponderEliminarCar, me alegra verte por aquí de vuelta :-)
ResponderEliminarPues visitaste un patio muy tranquilo, porque desde luego en el mío los niños corren todo el día.
Es cierto, no suele haber habitaciones interiores, excepto los baños. Aquí con la poca luz que hay es muy importante tener acceso a ella.
Anita, eso de la piscina ya sería un lujo que aquí no podría darse por el tiempo. Pero ya me gustaría a mí.
ResponderEliminarMarkos, lo de la balconada y pasear bajo la lluvia creo que te ha quedado más idílico que es mi patio ;-)
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