Ayer por la noche fue la Ceremonia de Inauguración de los World OutGames en Copenhague. Para el gran evento se había instalado en el mismísimo corazón de la ciudad, la Plaza del Ayuntamiento, un escenario gigante. A lo largo del día los participantes, los ciudadanos y los turistas habíamos podido disfrutar de otras actividades a lo largo y ancho de la ciudad. Y finalmente a las 21 nos reunimos en masa en la plaza con la intención de disfrutar del espectáculo.
La ceremonia comenzó a las 21:30 aunque en algunos papeles y el catálogo ponía que empezaba a las 21. En la plaza había bastante gente, aunque no tanta como he visto en otros eventos. El motivo tal vez el mal tiempo... O la falta de publicidad sobre el evento entre la población no LGBT.
Empezó y escuchamos el discurso de la Alcaldesa de Copenhague, Ritt Bjerregaard. Después vimos desfilar a los 5.500 participantes cada grupo bajo su bandera nacional. Me sorprendió ver los poquísimos españoles que había. Sin embargo, había muchísimos canadienses, belgas, holandeses, estadounidenses y australianos. Los países nórdicos, por supuesto, también constituían grupos grandes, si uno piensa en los tamaños de sus poblaciones, pero en realidad eran bastantes menos de los que yo esperaba. Además había personas representando a países en los que la homosexualidad es ilegal, verdaderos activistas valientes dignos de alabanza. Después llegó la hora del espectáculo, con acrobacias, música y baile. Fue entonces cuando empezó a diluviar. A mares. Muchos huyeron de la plaza en busca de cobijo, pero muchos otros, en realidad sorprendentemente muchos, se quedaron de forma estoica bajo el agua. Y finalmente todo acabó a las 23:30.
Hay que destacar que ninguna persona del gobierno se dignó a aparecer aunque fueron invitados (la Alcaldesa es del mayor partido de la oposición).
En cuanto a mi vivencia personal, he de decir que había una atmósfera extraña en la ciudad hasta el momento del inicio de la Inauguración. Como de expectación. Y yo, que lo vi desde lo alto en un lugar en el que no solo estaban los participantes y activistas LGBT, escuché muchos comentarios a lo largo de la noche de las parejas y grupos heterosexuales que no hubiera escuchado si hubiera estado pegada al escenario. Me llamó la atención especialmente que la gente sentía interés genuino por ver el espectáculo y eso creo que es un verdadero paso en la dirección adecuada. Pero también me pareció que muchos lo vieron como una fiesta de disfraces o carnaval, incluidas algunas burlas, y no comprendieron el verdadero objetivo de todo ese repertorio de artistas y deportistas sobre una escena.
¿Alguien más ha estado? ¿Qué os ha parecido?
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